lunes, 12 de abril de 2021

Crónica de un concierto de punkrock en el Teatre Sagarra


No es tan fácil. No es fácil que en plena o en los estertores o en lo que sea de la pandemia, unas 150 personas se reúnan en un Teatro para estar sentadas durante dos horas y media (si es que no te fuiste cuando acabaron los Motosierras, claro) para escuchar, simplemente escuchar sin más, la música de dos bandas que nos autocalifiacamos como punk pero desde dos perspectivas diferentes. Diferentes en cuanto a que Motosierras beben directamente de las fuentes del punk ramoniano y nosotros eltoni, elpako & elaitor nos vamos más por las ramas queriendo hacer muchas cosas que se resumen en ruido. 

Un concierto en el Teatre Sagarra no es fácil. Un concierto de rock en este templo de la cultura colomense. Yo, que soy un poco refractario a eso de 'acercar la cultura popular a los templos institucionales' y que opto más por que la cultura popular se fomente en los espacios donde se da sin tener que 'normalizarse' en un espacio concreto como el Teatre, he de decir que la experiencia de tocar y sonar en un lugar donde el cuidado por el sonido es excelente, merece la pena. Contar con los medios técnicos para llevar a cabo un concierto ya no digno, sino brutal, con la iluminación, las proyecciones, el sonido brutal, es cosa de los técnicos que trabajan en el Teatre así como los que se sumaron como Víctor y Marc del Molinet. Y sin la colaboración de la Estefi en las proyecciones y del gran Sancho con la retransmisión en streaming. Tener la posibilidad de hacer un concierto así, es una gozada. 

Pena que ni durante ni después del concierto, un concierto de rock, se pudieran disfrutar de las circunstancias habituales a un concierto de rock, es decir, una cervecita y poder moverse uno más o menos al ritmo que le marque lo que uno sienta. Aguantar dos horas sentado escuchando simplemente el cañón de concierto de Motosierras, debe ser muy duro. Por eso, lo importante era que la gente se lo pasara lo mejor posible y hacerles entretenido el show. 

El Show. Comienzan los Motosierras con un set que no da tregua. Versiones y temas clásicos de su repertorio. La adición de Mario y Johnny de los Barrankillos o Kapiche Klú a la banda le da un vigor apabullante a la propuesta que comanda el inefable Morton. 50 minutos de tralla de la buena, con algún espacio para la balada tierna (¿?) en Maybe Tomorrow y flipadas como el Santa Coloma Primer Reich y el éxito motorierril 'Nene de Barna'. Gran concierto para una banda con más de 30 años de carrera. Y lo que le queda. 

Nosotros, eltoni, elpako & elaitor, presentamos nuestro disco 'Por la Paz y la Amistad'. Este disco lo grabamos el año pasado, en agosto, en los estudios del bueno de Christian Songstore. Un disco de 7 canciones donde nos ponemos estupendos y nos vamos de las canciones instrumentales de 9 minutos a las píldoras punkas. De Can Zam Salvatge a La Muerte. Y en medio canciones que quieren ser punk pero donde se nos ve la psicodelia que escuchamos y a la que nos rendimos. Así que el concierto se basa en las siete canciones más la incorporación de dos clásicas del repertorio, como Cuesta Abajo y No creía en el Amor y los mágicos finales de fiesta, la Bigotín Experience, Bigotín, Cobradora del Gas y una recuperada 'El amor es un sentimiento'. Para comenzar, como siempre, la intro de Urlstan Chulpadelasang. Muy dignamente hicimos un repaso de todo el disco y estas canciones y, como siempre, no solo haciendo algo de música, o intentándolo. Especialmente satisfecho de Por la paz y la amistad, la canción que da título al disco y que es para mí un reto. Un reto personal, como banda y también para el público. Y parece que salió bien. 

En definitiva, ya está hecho. Hemos hecho cosas que no pensábamos que podríamos hacer y ahora hay que volver a los conciertos que no sean tan fetén. Hay que volver a tocar en plan como sea. En plan como siempre. Con lo que haya, con lo que suene, delante de la gente a la que no le gustes, gente que no se espere nada, gente que venga a ver al otro grupo, gente que ya te ha visto y a la que hay que sorprender de alguna manera. Como sea. Todo eso que pasa en los conciertos. Y que debe volver a pasar.

Conciertos en Santa Coloma. Entrar en el Teatre Sagarra no es por nada. Es porque es un sitio molón para tocar. Como sería un lugar y es un lugar excelente la sala Miquelet del mismo teatro. Y nos quedamos cortos. El Auditori bien, pero no para el rock o músicas con percusión y follón sónico. Y quedaría mirar a ver si otros espacios se pueden habilitar. 

Espacios para la música y para la creación en general. Si nosotros lo hemos hecho, qué no harán otros más así. Y que siga viniendo la gente. Que se repita y pronto. 

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