martes, 29 de marzo de 2022

Crónica del #PleGramenet del mes de marzo. Virreinato de Santa Coloma


 La foto es una de esas fotos que habrán visto mil veces en esos carteles que anuncian en Santa Coloma actividades relacionadas con el Sàhara. La solidaridad de esta ciudad con el Sàhara es algo que a uno le hace sentir orgullo. Orgullo de la gente que se deja horas y horas de su tiempo, de su vida, por cooperar con una gente que vive en la nada, en el vacío, sin nadie que les haga ni puto caso, para que consigan una vida digna y sobre todo, para que consigan un objetivo concreto. Que su pueblo sea libre. Pues ese pueblo ha sido vendido por nuestro presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por unas promesas vagas y por que toca. Porque lo hacen otros. Toca vender a una gente que no tiene nada. Ya ni siquiera tienen a un gobierno que pase de sus reivindicaciones políticas, ahora este gobierno se sitúa directamente en contra de esas reivindicaciones. Y dirán ustedes que leen esto que, total, esto no es ahora mismo algo importante. Que esta gente de izquierdas siempre se está preocupando por cosas que pasan fuera y que lo de aquí no somos capaces de meterle mano. Claro. Pero es que esto del Sáhara define cómo nos comportamos. Como gente de izquierdas. Si solo consiste en dar ayuda a una gente para que tengan 'cosas', sin más, no es cooperación. Es caridad. Y al parecer los socialistas locales, por no hablar de otros que nos cojan más lejos, han pasado a la fase de la caridad. El compromiso político queda a un lado. Y rompe el corazón de tantos y tantas colomenses que desde hace décadas se dejan la cara por el Sáhara. Y ni siquiera el recurso obsceno de utilizar a la población marroquí de Santa Coloma como moneda de cambio, es capaz de esconder que, como dijo Buha Mahfud, esto no se va a olvidar nunca. No sé si lo dijo. Lo digo yo. El PSC de Santa Coloma escribió ayer de esta manera una página tristísima de esta ciudad. Porque define qué pensamos de la gente. Qué son para nosotros. Qué significa la solidaridad con quién no tiene nada. Ya ni siquiera soñar que puede ser libre. Confórmate, es así, adáptate a la nueva situación, seguro que se consigue mejorar así. Es tan triste y tan penoso que lo que iba a ser un texto para hacer algo de mención a la actitud del virrey de santa coloma, se ha quedado en un lamento por una manera de hacer política que consiste en hacer salvas de artillería, pero sin la pretensión nunca de dar en el clavo. Se aprobó una moción sobre las trabajadoras del SAD, para que consigan un aumento salarial. Si ese aumento salarial en algún momento interfiere con el beneficio de otros más poderosos ¿qué hará este gobierno municipal socialista? ¿aludirá a que las trabajadoras social han de ser conscientes de que se tiene que entender también a la otra parte? Y como esta todas. Nuevamente aprobamos la moción folclórica sobre la República. No te olvides que esto no se va a conseguir nunca ya que te introducimos enmiendas que la hacen prácticamente papel mojado. Viva la república, la banderita, hasta el año que viene. Tampoco quiero yo ponerme pesado con la república. 

Y por lo demás, tengo prisa y ya no tengo nunca tiempo de casi nada. No tengo casi tiempo de escribir estas crónicas que antes me gustaba tanto compartir. Ahora ya no me hace ni gracia. No puedo ni siquiera comentar el papel del virrey de la ciudad. Cada vez más virrey de algo que está en la cabeza de quien piensa que en la ciudad ahora está él y como mucho la alcaldesa, si es que no cree que tiene que estar el virrey primero. No tengo tiempo ni de desarrollarlo. Tampoco creo que merezca la pena. 

Seguimos para bingo, un pleno más. El próximo pleno ya será presencial. Volveremos a hablar de calcetines y de alguna otra efeméride que merezca la pena comentar. 

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