miércoles, 2 de marzo de 2022

Crónica del #PleGramenet de Febrero. Waiting for Jesus.


Si nos ponemos a pensar en lo importante, lo más importante es tener salud. Así que no va a haber crónica del pleno porque no va a haber nada más importante que la salud. No hay ni siquiera una noticia alegre como que la compañera Claribel entre en el grupo municipal que consiga que hagamos olvidar que el compañero Jesús no está, al menos durante unos días, en el mejor momento para poder seguir trabajando por esto. Trabajando por esto que solo unos pocos y casi todos ustedes que lo leen saben lo que es. A algunos les gusta, a otros no, naturalmente. Qué menos. Pero hay maneras y maneras de exteriorizar que no les gusta. Si no les gusta, hagan lo que puedan, no estorben. Aquí lo importante ahora es mantener el ritmo, que no pare el ritmo, que no nos cojan, y sobre todo, hacer lo posible porque el compañero esté bien. El Jesús, el encajador. Si le llamábamos encajador, ya en aquellos lejanos tiempos del proceso de confluencia de la izquierda colomense en el que ninguno vimos venir nada de lo que vendría después. Qué teníamos en la cabeza en aquel entonces todos y cada uno de los que pensábamos que podría haber una posibilidad. El encajador entonces pensaba una cosa, posiblemente hoy piense otra, pero encajaba todo lo que pudiera pasar porque tenía un objetivo claro. Ese objetivo entonces no nos gustaba. Y él encajaba. Con el paso del tiempo, las posiciones variaron, y él siguió encajando. Hasta llegar a donde estamos ahora, donde con el paso del tiempo muchos hemos descubierto a alguien que no conocíamos. Conocíamos al personaje, al chaval que, siendo tan joven, venía a decirnos qué éramos, qué sentía él que éramos, y qué posiblemente somos. En algunas cosas estaba profundamente equivocado, en otras no. Con el paso del tiempo y en este tiempo, hemos descubierto a otra persona. Hemos descubierto a Jesús. Y Jesús ha venido a nosotros, sabiendo que su reino no es de este mundo, para ayudarnos en la salvación y luego veremos. La vida da muchas vueltas y todo da vueltas. Hace un año todo era de una manera, por ejemplo, y hoy es de otra. Dentro de un año no sabemos cómo será. Estamos convencidos de que será mejor. Y será mejor porque tenemos entre nosotros al encajador y eso es una garantía. Ahora le estamos esperando, porque nadie dijo que iba a ser fácil y está claro que el Señor nos está poniendo prueba de diversas maneras. ¿Es Jesús el Señor? No me atrevería a entrar en este tema ahora, sobre si el padre y el hijo son la misma persona o si esto o lo otro. No lo puedo saber. No era más que un símil y poca cosa más. El caso es que este pleno municipal no lo voy a contar, y ya si eso me espero al siguiente, donde estoy convencido de que contaremos con el equipo en mejores condiciones, para decir algo. Ya queda poco para ir decidiendo y habrá que ver qué. Y habrá qué ver cuáles son las perspectivas. Hay quien vive con esto siempre en la cabeza. Tanto que ni vive ni deja vivir. Esas perspectivas, esos cálculos, toda esa mierda. Pero no hoy. Otro día. Hoy solo decir que el llisas, el encajador, aguante y regrese cuando lo tenga todo en orden. El hombre que paseaba a la Leia. No es que sea encajador, es que es permanente. 

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