martes, 22 de enero de 2013

Enero/error

Walter Frederickhausen no está muy de acuerdo con lo que estoy exponiendo continuamente, pero me gustaría que analizásemos todos juntos este relatito incluido en la compilación '456 cuentos del Alto Tajo y afueras de Malmö comparados', que publicó la editorial Tutito. El relato se llama 'Enero/error' y se acredita a un tal Balberto Lasperas, del que no he conseguido ningún dato biográfico.
'Les dije que sintiéndolo mucho, yo iba a hacer la investigación por mi cuenta, y que me esperasen allí sentados si querían. Cogí y salí a la calle con el abrigo puesto y me di una vuelta por el pueblo. Hacía un frío de cuando aquí hace frío y no había ni un alma por la calle. Paseé por todo el contorno de la villa, incluso me atreví a entrar en la iglesia. No ocurrió nada. Cuando regresé donde me esperaban mis amigos, les informé que, efectivamente, no me había encontrado con nadie. Inmediatamente, para asegurarse de que lo que contaba era cierto, Felisio se aventuró a dar la misma vuelta al pueblo, con su abrigo bien puesto. Volvió y dijo que, ciertamente, en el pueblo no se movía ni una hoja. Durante todo ese rato, el Risi se encargó de vigilar el sombrero. Nadie sabe cómo apareció allí aquel sombrero, pero cuando quedamos todos en la Peña para echar la partida, sin comerlo ni beberlo, estaba en una mesa abandonado. Rojo, con una pluma, un cante de sombrero. Pensamos, 'ya está, el Floriano que ha venido de Madrid', pero no, porque estando en aquellas fechas, el Floriano, por muy loco que estuviese, no se movía de su casa si no era en fin de semana, así que no podía ser. ¿Pues de quién era el sombrero? Cogí el sombrero... y fue cogerlo y entrar por la puerta una mujer pintarrujeada que preguntó, hablando en un indistinguible idioma, si allí había algo de beber. Entendimos por signos y la dejamos entrar, con el frío que hacía. La mujer se sentó y le preguntamos si aquel sombrerete era suyo. 'Sombrero, tú, sombrero'. Nada. Lo cogió entonces el Risi y fue cogerlo y entrar un tío con unas melenas muy grasientas, muy flacucho, si allí había algo de beber, en un castellano como de otro tiempo. 'Le dijimos que si, y que si él se había dejado allí un sombrero'. El melenas con cara de rata dijo que no, se sentó al lado de la mujer y empezó a beber'.
¿De dónde salía aquella gente? En nuestro pueblo, en aquellas fechas, mediados de enero, ni las águilas. ¿De dónde salían? ¿Y ese sombrero? Así que salí a ver qué pasaba. No había nadie en la calle, como dije. Se me ocurrió ponerme el sombrero entonces y salir a la calle a ver. Oye, qué cosa. Fue salir a la calle, con el sombrero puesto, y verme envuelto por un mar de gente de mil sitios. Un bullicio, una cosa. Una cantidad de gente que yo no sé de dónde salían. Pero digo más, es que en la calle ya no hacía ni frío ni nada. Pero una de gente... y es que hasta olía distinto, que ya no olía a leña ni a nuestro pueblo y parecía que yo que sé, que parecía que olía como cuando a veces nos cuenta el Floriano que huele cuando se va a los barrios donde él se va y que sepa Dios lo que hace allí. Olía como... como no sé. Como... tuve una idea. Me quité el sombrero de inmediato. De repente, todo se había ido. Volví a la Peña y allí estaban aquellos dos de antes, y además, otro señor con un gran bigote que bebía una grandísima jarra de cerveza que no sabemos de dónde había salido, y un negro enorme que jugueteaba con algo parecido a un bastón muy recio y blanco. De verdad. Qué cosa. Estuvimos discutiendo sobre qué pasaba con ese sombrero. Y decidimos, que fuera el Risi el que se pusiera sombrero.
Y no le volvimos a ver.'

3 comentarios:

  1. Ah, mire, el Risi decidió no quitárselo. Se ve que tenía un espíritu aventurero. O a lo mejor vendió el sombrero por una millonada y con los beneficios se fue a vivir al Brasil, donde nunca hace un frío de cuando aquí hace frío.

    Feliz tarde, monsieur

    Bisous

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  2. No hace falta un sombrero para ver las cosas de otra manera o para esfumarse. Una copita, hace las veces.

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  3. Poco a poco volviendo a la normalidad. Aprendiendo a manejar el Windows 8. Mil gracias por tus siempre agradables comentarios.
    Buen finde
    Un cálido abrazo

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