Los acontecimientos se suceden. O no. No se suceden. Las cosas ya no pasan. Las cosas no están ocurriendo. Esperamos a que llegue la hora. Esperamos que pase algo que parece que va a pasar, que nos han dicho que va a pasar. Y no pasa. O nos dicen que no pasa. Y nosotros vemos que están pasando y nos dicen que no. Y nos dicen que pasarán otras. Otras cosas que no pasan.
Carlos Azagra, un ideólogo, un referente, lo ha dicho en un tweet. Es el evidente 'no me chilles que no te veo'. Hoy nuevamente el president Puigdemont debía decir algo que ya todo el mundo había entendido. Y lo ha vuelto a repetir. Pero el PP, Ciudadanos y también el PSOE, no han entendido, o lo han entendido perfectamente pero les da igual.
El día aquel, el día de Puigdemont en el Parlament, el día de la peña con la cara de pasmo en el Passeig Sant Joan, ellos, esa gente, fue la primera en darse cuenta de que allí no había pasado lo que nos dicen que debía haber pasado. No hizo la DUI. Pero al PP le ha dado igual.
Hoy, nuevamente el president ha dicho que no lo hizo, que todo el mundo lo vio, que a lo mejor lo hace porque si dice que no lo hace ya nunca a ver cómo se lo cuentas a la tropa... pero ha dado igual. El PP no tiene ninguna intención de parar. Pero parar qué. Ahora dicen que va a aplicar el sábado el mítico 155, pero dicen que va a ser 'una especie de 155'. Es decir, que dicen que van a hacer algo, que igual hacen poco. Es complicado. Es lo que hay.
Las cosas son complicadas. Nos dicen que somos ambiguos. Nadie habla claro, realmente. Pero es algo que está muy claro. No es tan complicado. Y hay que verlo.
La mani de las velas. Yo ahí no vi demasiado empuje. Dos de los líderes en la cárcel y todo es una concentración en la calle. O algo peor, no vi drama. Vi otra cosa.
(tengo que dejar de escribir como él, quiero dejar de escribir como él, no quiero escribir como él, debo dejar de escribir como él)
Lo que veo es que nos vamos asomando a una especie de precipicio, que el 155 es una puta mierda y que vamos a tener que volver a salir a la calle a pedir lo mínimo. Y que con la DUI, si lo que quieres es mandar a peña al frente, no sé cuántos de los que estábamos el martes con las velas estamos dispuestos a un enfrentamiento bestia. De otra manera.
Estoy en el bar. Esto es un invento que nos cuesta dinero, que lo paga el pueblo. La gente se bufa cuando sale en la tele Aznar. Y nada, que vamos tirando. Las cosas parecen rebajadas. Las cosas no parecen lo que son. Parecía, hace unos días, que estábamos de verdad ante el nacimiento de algo nuevo. Algo que era diferente, extraño. Ahora estamos como en un estado de hundimiento.
Los unos y los otros no saben cómo imponerse. Unos y otros saben que pueden tirar para delante a lo bestia. Pero no lo hacen.
Nosotros. Los míos. Los nuestros. No entendemos nada. No entendemos la actitud borroka de quien no escucha lo que dice el president, que no dice nada, que no quiere decir nada. Pero hay que darle palo. Leña. Incluso el PSOE se apunta, para que no le digan nada. Porque lo que decimos nosotros es estar al lado de los independentistas, dicen.
Nosotros. La república federal, el estado federal, el estado plurinacional.
Nosotros decimos algo que llevamos diciendo siempre. Con todos los nombres, con todas las siglas, con toda la ambigüedad que nos achacan. Pero no nos hemos movido. Y todo lo que hemos ido diciendo se va cumpliendo. Y ni DUI ni 155.
Y no sabemos si habrá elecciones. Si estos dos días son el apocalipsis. Aplicando el 155 y se acabará el procés y los indepes se achantarán. Con la DUI y la nueva República, nos desvinculamos y volamos libres.
Y seguimos. Otro día más. Otra vez de nueve a diez pendiente. Y otro día más. Y mañana es viernes. Y a especular. Y el sábado a ver qué dicen. Y así. Y la gente desgastándose. Y la peña con un humor de mierda. Y las frases heroicas. Y la épica. Y toda esa mierda.
Y nos sigue llegando la hostia poco a poco. Una hostia múltiple. Una hostia que no da ganas ni de chillar ni de ver. Una hostia, al fin y al cabo.
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