Cuanto más lejos viajas, menos conoces. Estas palabras las escuché por primera vez en una canción de The Beatles. The Inner light. Una canción de George Harrison con su sitar y toda la mandanga. Mi poco inglés hizo que cuando la escuchara perdiera buena parte del sentido de lo que quería decir, pero me quedé con esa frase. Cuanto más aprendes, menos sabes. Cuanto más haces, peor. Descubrí al cabo de pocos años que esa filosofía venía del taoísmo y como uno tiene especial predilección por las pérdidas de tiempo, o no, en mis años de carrera hice una asignatura que era de Introducció al Pensament Xinés donde tuve que leerme el Tao Te King, de Lao Tse. Me compré el libro algo después, cuando en otro alarde quise hacer en la UOC una carrera, creo o un segundo grado, no recuerdo, que ni siquiera tengo el gusto de recordar el nombre pero se parecía mucho a aquella asignatura. No pude ni comenzar, creo. Pero lo poco que leía y conocía me encantaba.
Sea como quiera, estos días de confinamiento, creo que nos deben de servir para profundizar un poco o bastante en estos principios. No digo que haya que leer o releer el Tao Te King, pero sí hay que volver un poco, si es que nos hemos ido alguna vez, si es que alguna vez estuvimos allí, a esas palabras que nos dicen que lo exterior no es lo que es sino que debemos hacer un poco más de caso a lo que... es que como la foto está en horizontal no lo veo muy bien, pero más o menos creo que ha quedado claro.
O no. Deberemos en lo sucesivo quedarnos un poco con lo que tenemos, como dice la canción de Willam Devaughn, da gracias a lo que tienes. ¿Un poco conservador quizás? ¿Es que hemos sido revolucionarios en algún momento? Desear más, querer más cosas, la expansión por la expansión, ¿ha sido alguna vez revolucionaria? ¿No se trataba de vivir más dignamente? ¿Más tranquilamente?
La vida tranquila, la vida sin sobresaltos, mientras escucho a Gabriel Rufián citar a Julio Anguita en el Parlament, como si no hubiera gobernado su partido nunca, más tanques que respiradores, escuchar a irredentos neoliberales, cuando a los neoliberales los tiene en su partido, me estoy despistando del tono con el que quería impregnar todo este texto. Un tono filosófico, interior, profundo, en el que quedara claro que quizás debemos replantearnos las visitas indiscriminadas al booking, al travelnosequé, a la guía del lonelyplanet, porque realmente qué nos ha aportado todo ese torrente de viajes y de experiencias, de ansia y de entusiasmo, sino angustia por no saber a qué dedicar el tiempo de ocio, el tiempo de nada, el tiempo en el que no estamos trabajando y cotizando y contribuyendo al progreso económico.
Me canso de muchas cosas. Pero no sé qué tienen esas palabras, esas palabritas finas escritas en el Tao Te King, que me hacen gracia continuamente. Sin citar a Marx, ni sin citar a Marx citando a Hegel. Sin remontarme. Encerrados en casa, podríamos haber dedicado el tiempo a valorar si lo que hacemos, si a lo que nos dedicamos, si lo que tenemos como aspiración en la vida, es lo que tiene que ser. Hacer.
Hacer cosas. Como los días se van repitiendo y los pensamientos y reflexiones son casi siempre las mismas, no me entretendré en volver a valorar una vez más lo que supone para todos el parón. El parón a nivel económico entiendo que es un viaje alucinante hacia la incertidumbre. Pero más allá de la puta mierda que va a significar a nivel económico y laboral para muchos, podríamos entender que lo que somos y lo que hacemos son dos cosas diferentes y podríamos, digo yo, ir un poco más allá en lo que somos, si somos personas, si somos comunidad, si somos algo, y no qué hacemos, qué es lo que producimos, a qué nos dedicamos, porqué tenemos que estar siempre aprendiendo, formándonos, conociendo, etc.
Ayer vi un rato del Athletic - Celta del 2013, jugaba Iraola, también jugaba Morán. Le ganamos al Celta 3 a 2, con nervios como siempre. Y vi luego el partido del centenario entre Athletic y Brasil. Se acaba de colar un moscardón. No vi todo el partido, fui a comprar verdura al Cabás. Y vi más gente en la calle. Pero esto ya lo ve todo el mundo.
Vimos la película Quien a Hierro Mata, pues no está nada mal. Realmente es quien a hierro mata. Dura película.
Y seguimos adelante.
Realizar sin actuar. Es que ahí está todo.
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