Hay un problema de seguridad. O de inseguridad. Cuando te lo repiten tantas veces te lo acabas creyendo. Hay un problema en Santa Coloma, y la verdad es que no sé si es de seguridad, de inseguridad, o de otro tipo. Quizás existe un problema político. Un problema social, mejor dicho, que no se aborda políticamente. Existe un problema social. Un problema que genera angustia y que genera intranquilidad. Vivimos en una ciudad con unos niveles de pobreza alarmantes. Y los vivíamos antes de la llegada del Covid-19 y los viviremos mucho más amplificados después. Ahora mismo. Vivimos situaciones en los cuales hechos delincuenciales (los pequeños palos) que se dan en cifras muy bajas en nuestra ciudad, se amplifican por medio de las redes sociales. Tenemos miedo. Partidos políticos que no podrían hacer política con otras cosas, no sabrían, se dedican a pasear por la ciudad convocando a los y las colomenses. Su misión, amplificar la sensación de inseguridad. Ciudadanos, por su nombre, se dedica a reunirse con vecinos que les cuentan sus problemas de inseguridad. Y otros. Es el gran problema de la ciudad de hoy. No lo son las colas a las puertas de los lugares donde se reparten alimentos. No lo es la situación de precariedad laboral. No. Mañana, viernes, se ha convocado una manifestación. La típica manifestación de ciudadanos sin banderas, sin partidos, sin ideología. Solo claman por más seguridad. La típica manifestación en la que solo se reclama más seguridad. No es ni racista, ni siquiera clasista. Y hay quien dice que hay gente que dice que irá porque es que no se puede soportar más.
Y contra todo eso, en lugar de jugar a otra cosa, en lugar de afrontar los problemas de ciudad, nuestro ayuntamiento y nuestro Partit Socialista con la alcaldesa al frente, responde a ese supuesto clamor inflado en las redes justamente con lo que se espera en estos casos. No afrontando los problemas estructurales, sino respondiendo con: más policía. Con los Hombres (nunca mejor dicho, porque son todos hombres) de Harrelson. Con la presentación de una Unidad especial con su grifo agarrando una espada aunque pareciera un dragón sujetando un bate de béisbol. Y con eso lo arreglamos.
Pero no contentos con ello, lanzan un vídeo ayer presentando esta nueva unidad de la policía local que es un remedo de la serie aquella COPS, la que comenzaba con la canción Bad Boys. Polis arrestando a malosos. Cuando pensábamos que estaba superado el modelo yanqui de hacer las cosas, cuando menos falta hace echar gasolina, aparece un vídeo que no sé si tranquiliza a alguien. Un vídeo que hace un retrato de una ciudad en la que no solo parece que haya delincuencia, es que hay auténticos estereotipos de película, es que no se puede aguantar.
Me parece impropio de quien debería tener una visión transformadora de la política acabar recurriendo a estas cosas. Gobernar no es fácil, caer en contradicciones es entendible. Pero ¿en serio que no había otra manera de parar el golpe de la rumorología y la 'sensación de inseguridad' que recurrir a algo tan burdo como esto? Yo creo sinceramente que sí, que quizás había otra manera pero...
Ay.
Pero... ¿y si no hubiera otra manera? El otro día, conversando con alguien que no puede estar más en las antípodas del recurso a más policía, éste me decía que de qué otra manera parabas eso de la 'sensación de inseguridad' si no era con golpes de efecto como la presentación de los Hombres de Harrelson. Ante una sensación así, qué puedes hacer.
Hace un año y muy poco tuvo lugar otra oleada de 'inseguridad ciudadana', a la que el Ajuntament socialista respondió con la llegada de los 'serenos'. Hoy, se recurre directamente a un cuerpo de 'élite' de la policía local.
Incluso en el tweet que anunciaba esta medida se hablaba de 'represión'. Por favor, represión. ¿Dónde estamos llegando? Legitimamos la represión como forma de actuar ante una circunstancia X. ¿Seguro?
Sigo pensando, somos muchos los que seguimos pensando, que en una ciudad como la nuestra, en nuestra Santa Coloma de todos los días y todos los barrios tenemos que arremangarnos y no dejar a nadie por el camino. Destinar cuantos más recursos públicos mejor, todos los recursos, a los barrios en los que la presencia de la administración transmita seguridad, recurrir a la mediación, a la policía de proximidad, apretar al máximo a las administraciones superiores para que consideren que aquí, aquí mismo, tenemos cuadros de miseria y de pobreza y de desesperación muy importantes. Combatir la pobreza, combatir la marginalidad, con recursos, con perspectivas laborales, con barrios y ciudades dignas para todos y todas y no dividir Santa Coloma en dos. Más recursos públicos, más futuro y menos Hombres de Harrelson.
Eso sería si hubiera ganas de hacer política.
Pero debe ser más fácil combatir la política fácil de Ciudadanos con política burda. Y así hasta el infinito.
¿En la próxima oleada de 'sensación de inseguridad', qué nos quedará por probar?
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