En un momento como este, la discusión sobre las batucadas es de lo más pertinente. Así que pasemos a lo que parece pertinente. Que es qué está pasando. Porque no sabemos qué está pasando. Si volvemos a las mismas que en marzo o eso ya no va a volver a ser. Madrid. No sabemos pero lo de Madrid. En la tele ya no nos faltaba nada más que Madrid. Más Madrid. La gente ya empieza a ver que esto de Madrid no sabemos a dónde va. Que lo de Madrid no tiene explicación. Pero así a lo bruto. No tiene explicación. Porque pasa lo de siempre. Que nos reímos, que la llamamos IDA y que al otro le llamamos Carapolla. Pero vendrán las elecciones y volverán a ganar. Y nos reiremos mucho, pero están ahí. Y no sabemos qué pasó el lunes cuando se reunieron pero seguro que mucha gente de izquierdas pensaba que iba a pasar algo. No pasó nada. No pasa nada. Pensaban que Pedro Sánchez iba a plantarse y no. Y no pasó. Como no pasa nada con el Partido Socialista en Madrid y seguimos sin saber qué pasa con nosotros. Y hay a quien no le gustan las batucadas o que ha descubierto que ser de izquierdas, incluso la rupturista que venía a derribarlo todo, también tiene sus momentos de mirar así como a lo lejos y que haya una cámara cerca que te capte y digas cualquier frase que parezca profunda pero no profunda pero profunda pero cercana. Y eso era bueno o era malo o era normal o mirar hacia el horizonte mientras el vuelo de esa chaqueta resulta tan así no significa que te hayas olvidado de nada porque oiga usted, que sabe tanto, póngase usted. No sabemos qué pasa pero esto no pinta bien. Mientras que la ministra de trabajo va haciendo cosas uno tiene la sensación de que la dejan hacer. De que nos están dejando hacer y que llegará el momento en el que nos digan, que hemos cambiado la cerradura y esas caras y esos ademanes serán olvidados y todo será paz y armonía entre los que la tienen que tener. Si es que no la están teniendo ya. No sabemos qué ocurre pero lo sabemos perfectamente. Estamos viviendo momentos históricos para las organizaciones de izquierdas en las que lo podemos perder todo o podemos por una vez echar cabeza. Por enésima vez. Elecciones en Italia, los malos no avanzan, pero no desaparecen. Qué tenemos en Italia. No lo sabemos. Aquí, aquí cerca, seguimos sin saber qué tenemos. Aquí al lado no sabemos qué nos pasa. Qué pasa que siempre acaba ganando lo mismo, que siempre acaba ganando la ilusión. Lo que nos haga sentir mejor y pensar menos. Y nadie es más tonto que nadie. Nos gusta pensar que IDA y Torra son lo mismo. Y si lo son, porqué van a ganar siempre. Ganan siempre. Mientras nosotros, que somos más listos, nos conformamos con reírnos y ellos nos joden la vida. Siempre ganan y nosotros nos atacamos desde la izquierda. Porque siempre nos atacamos desde la izquierda porque el que ataca siempre es más de izquierdas. Sin saber. Sin pensar. La izquierda. Qué difuso. Qué poco matizado. Qué quieres decir con izquierda. No sabes lo que quieres ni lo entiendes. La política se basa en ir haciendo creer que todo es como tiene que ser. En Santa Coloma usted no tiene porqué entender nada. Menos aún. No sabe nada. Las cosas pasan porque pasan y son así porque alguien tiene que hacerlas y si eso pues mejor que las hagamos nosotros y los míos. Y las mías. Y todas juntas organizamos el rebaño y nos lo repartimos y somos la mejor ciudad del mundo. Y lo que viene detrás no es mejor. No es más nuevo. Es evangelizar entre indígenas las bondades de la cultura superior. Es hacer gala de lo más gárrulo de todo lo que podemos ser y hacer de eso bandera. Por eso, yo te digo, querido o querida lectora, que creo que las manifestaciones son más divertidas con las batucadas. Las manifestaciones no tienen que ser divertidas. Las manifestaciones deben implicar un riesgo, que se sienta el peligro, la amenaza para el sistema. La amenaza para el sistema. Somos una amenaza para el sistema. Somos una amenaza para el sistema. El sistema está en peligro. Díaz Ayuso haciendo declaraciones en la radio y nosotros amenazando al sistema. Desde dentro. Desde el interior. Saliendo en tromba a replicar el tweet de turno. Estamos organizados. Nos lo pasamos. Lo hacemos, hemos alcanzado el objetivo. Gente viviendo en la calle. La isla de Lesbos. Noticias que han de pasar rápido. Una cuña del teatre Lliure que te deja con el culo torcido. Som el comunisme. El comunisme.
Miércoles por la tarde. Todavía no hay un acto solidario al que apuntarse. La vida todavía no ha vuelto a la normalidad. La nueva normalidad va a ser lo mismo pero con el pavo más subido todavía.
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