Lo acaban de poner en la radio y podría decir que me ha dejado a cuadros, pero es que nada te deja a cuadros. Es un corte en televisión de las noticias de La Sexta de diversos madrileños opinando sobre la situación y de repente aparecen unas señoras opinando, a gritos, pidiendo libertad y en un momento dado una de ellas suelta un 'Que se muera todo el mundo', que te deja seco.
Este es el país que tenemos. No nos queremos. No queremos a nadie pero menos aún queremos al vecino, al vecino le deseamos lo peor. Que se muera todo el mundo es la traducción al lenguaje común de las acciones políticas tendentes no a beneficiar a la mayoría, a intentar entender porqué el otro hace lo que hace y ver en qué se puede... aunque tengas tus ideas y esas cosas y quieras llevarlas a cabo de todas las maneras. Que se muera todo el mundo significa que no tienes ideas, que va más allá de ser de derechas, muy de derechas, de extrema derecha, va más en sintonía con un odio eterno hacia el otro. En este caso hacia quienes no son de derechas.
Ser de derechas es bastante más fácil que ser de izquierdas. Hoy mismo me ha llamado la atención un tweet de Jessica Albiach en el que elogiaba que el ministro Castells llevase una camiseta del Black Lives Matters. El propio twitter me seleccionaba dos respuestas de gente a la que sigo criticando el tweet de la compañera Albiach. Uno la llamaba hipócrita y la otra hacía una argumentación más elaborada pero para llegar al mismo sitio. El caso es que las dos personas están ambas en polos opuestos, digamos encarnizadamente opuestos sobre todo en el tema nacional. Ambos encontraban un punto de acuerdo común, cagarse en la representante de un partido de izquierdas.
Esto no pasa en la derecha. En la derecha alguien de Ciudadanos puede perfectamente utilizar el mismo argumentario que alguien del PP o de Vox y asumir como propias imágenes, simbolos, de la extrema derecha sin despeinarse. Te dirá que no es de derechas o de extrema derecha pero lo principal es que te atacará y seguirá atacando al gobierno de izquierdas con los mismos tópicos. No atacará nunca a un gobernante del PP o criticará las cafradas de Vox. Te llamará cómplice o pagafantas. Pero saben dónde está su lugar y contra quién tienen que ir.
Este país no existe. No existe ningún país de hecho. Lo que existen son las clases sociales y la guerra eterna. Lo que existe es la voluntad de tener sometido al otro siempre y para siempre y que cualquier resquicio de reforma sea sepultado. Esto es así y así es siempre. No llegamos al extremo de tener milicias por las calles armadas como gi joe como en los Estados Unidos pero no hace falta porque aquí los de siempre saben que pueen contar con los de siempre.
La verdad es que es frustrante este país. Menos mal que en Catalunya... ¿verdad?
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