Es muy posible que el viaje a Nueva York sea, ahora mismo, el objeto de deseo de mucha gente que esté leyendo esto. Mi viaje a Nueva York lo hice acompañando a un colega que ya había ido alguna vez a la ciudad por temas de curro y finalmente nos lo montamos para ir juntos. Yo iba a aquel viaje bastante mediatizado por lo que me contaba mi colega. Que si esto, que si la gente, que si ya verás. Y por los libros que había leído sobre Nueva York. Yo me había leído el libro de Enric González sobre su estancia en la ciudad. Y quería ir al barrio donde vivían los Lubavitch, de hecho quería, y se lo decía a mi colega, que me quería quedar a vivir durante un tiempo en el barrio donde vivía esta especie de secta judía. Era una época en la que también estaba muy interesado en la religión judía y claro, ir a Nueva York era como ir a una segunda Jerusalén. Todo eso además sumado al influjo del cine y del cine sobre todo de mafiosos y el de Woody Allen, yo quería ir un poco a todos esos restaurantes, el mejor restaurante italiano de la ciudad, al mejor restaurante nosequé de la ciudad, a algún bar de copas, a alguna sala de concierto, cómo no ir al CBGB, bueno todo eso. Todos los tópicos posibles, más el de los Lubavitch que ya entiendo que no es un tópico que interese a todo el mundo.
Bueno, planeamos el viaje, una semana, más o menos los sitios los teníamos medio apalabrados, nos pillamos un hotelito que no estaba ni muy cerca ni muy lejos, aunque luego vimos que estaba lejos, pero nos daba igual y vale, todo genial. Qué pasó, que llegamos a Nueva York, nos plantamos en el hotelito ni muy lejos ni muy cerca y mi colega recibió una llamada de una amiga que resulta que había hecho durante sus viajes a Nueva York y me dijo que si quería ir con él que había quedado en 'el mejor restaurante nosequé de la ciudad' y le dije que no, que no quería hacer de aguantavelas y que me buscaría la vida. El caso es que mi colega no apareció en toda la semana. Y yo me tuve que chupar el viaje a Nueva York solo.
No digo que Nueva York solo no esté bien, pero sientes un poco esa especie de sensación de estar rodeado de todo el mundo y a ti te falta algo. No sé porqué no conseguí hacer ni una simple amistad en una ciudad en la que se supone que todo el mundo es tal y cual. Qué vi. No vi una mierda de lo que tenía pensado. Iba un día a ver lo del barrio judío que era mi ilusión y me perdí en el metro y acabé en la playa esa de Coney Island y me comí un frankfurt que me sentó como una patada en los huevos, luego tuve que volver en el metro y me volví a perder y me vi en la otra puta punta de nosedonde, yo que sé.
Vi el CBGB como desde fuera porque el local estaba cerrado y quise encontrar Broadway por lo del teatro y eso y me pareció que era como muy grande y luego quise comer en un restaurante italiano y no sabía en qué sitio estaba nada y comí en un restaurante italiano un bistec con patatas pero de cocina italiana nada de nada. Yo llamaba a mi colega de vez en cuando y él me decía que tío, que me están liando, que te digo algo y por poco nos vemos para coger el avión de vuelta. Pillé un taxi una vez para hacer la gracia del taxi en plan Jo, qué noche y ya os digo que me costó una pasta que flipas ir del hotelito al sitio donde se supone que estaban las movidas de Gang of New York, que ya no queda absolutamente nada, claro, y me pegó tal hostia que me tuve que comer un trozo de pizza que era otra puta mierda y ya no me quedó nada para gastar durante dos días. Otro día me quedé en el hotel viendo la tele y no sé.
Supongo que Wenders o el otro, el Jarmusch, hubiera hecho una buena peli con mi viaje. No me compré ni una camiseta de recuerdo. Encima el otro, volviendo, me dice que con la colega una mierda, que no hicieron nada.
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