jueves, 20 de octubre de 2022

Casi sin darnos cuenta


Hoy es una cosa y mañana es otra. Hoy es una noticia que te hace ponerte de mal humor. Hoy es un comentario del político de turno que dice una barbaridad y con la que te ríes porque joder qué barbaridad y las barbaridades seguro que no tienen más recorrido porque a ver quién se va a creer eso. Y ayer fue una noticia con la que pretendes señalar que tal opción política ha perdido el sentido si es que lo tuvo alguna vez y la otra pues tiene una derivita a veces que yo que sé, y lo comentas y lo dices y lo compartes y al final te acaban diciendo que ya verás como ese repetirá como alcalde. Y poco a poco son cosas que ya tenemos no en la puerta sino dentro. Y no soy yo pero en este tema la verdad es que tienen razón. Y lo tenemos dentro tomando café. Y lo tenemos dentro ya condicionando el debate público. Y lo tenemos tan dentro que vamos poniendo vías de agua in extremis para salvar los muebles. Y seguimos mirando al lado y atrás para ver quién nos puede seguir, no quien nos está siguiendo, sino quién nos puede seguir, a quién le dejamos combatir con nosotros, porque no todo el mundo vale. Y hoy es una noticia y mañana es un hecho y pasado es una cosa y luego será otra y vamos achicando agua y las opciones políticas no parece que vayan a pasar por su mejor momento pero es algo diferente, porque ya no son las opciones políticas que van a dar el asalto, serán otras, otras que todavía no sabemos cuáles serán pero vendrán y tendremos que estar ahí, aunque sea mirándonos de reojo, desconfiando de los topos, desconfiando de la divina pureza, caminando con todas las incertidumbres, sin estructura, sin organización, sin reuniones, sin grupos de wasap, sin sonrisas cómplices, sin nada que aportar, pero estando ahí al menos teniendo claro que ya no es tiempo de sorpresa. La sorpresa pudo ser antes, cuando pensábamos que el frikismo no tendría cabida ya entre nosotros, los raros, marginales, todavía nos sorprenden en esos actos carnavalescos que dan entre repugnancia y rubor, pero eso ya no es, el peligro es no saber, el peligro es el desconocimiento, el no saber, no conocer, dar igual, no hacerlo con mala intención, se me ha escapado, no he pensado, me habían dicho, no lo sabía. El peligro es pensar que puede ser, que tampoco es para tanto, que casi sin darnos cuenta acabemos haciendo yo que sé porque la gente, la preocupación de la gente, y ese alcalde justificando y esas cosas que están pasando y que se van colando. Poco a poco, casi sin darnos cuenta. 

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