lunes, 3 de octubre de 2022

Política catalana para expertos


¿Qué fue del independentismo? ¿A qué quiere una parte del independentismo reducir a la otra parte del independentismo? ¿Es una parte del independentismo, la que más apela a las glorias pasadas, a las movilizaciones, los hechos heroicos, el casi lo teníamos y el puta Espanya cada vez más un grupo de gente marginal que ya no ambiciona en convertirse en un espacio de mayorías? ¿Lo ha visto clarinete ERC y se dedica a cultivar esa pulsión cada vez más freak y fuera de la realidad hasta que ellos mismos se conviertan en algo que directamente cause pavor a quien únicamente quiere que Catalunya sea una República y no quiere más líos? Lo que estamos viviendo estos días en torno a la crisis de gobierno de la Generalitat entre Junts y ERC y claramente en el seno de Junts, junto con las entidades parapolíticas ANC y Omnium cada una situada en un bando, es, me parece, la culminación, la batalla final por la sustitución del espacio convergente tras la salida de Pujol del poder y el remonte de ERC con todas sus vicisitudes hacia la posición hegemónica. Esta lucha por el poder y por el control del relato de lo que será la Catalunya que viene tiene un damnificado: el resto de Catalunya que además, es la mayoría de Catalunya. 

Catalunya es un país que se gobierna por quien se gobierna porque tiene más representación la Catalunya menos poblada, que es la Catalunya que vota opciones nacionalistas y más conservadoras. El resto de Catalunya, que vota opciones no nacionalistas, ha gobernado solo cuando una parte de ese sector, ERC, se ha desgajado de la Catalunya 'comme il faut'. Lo que estamos viendo estos años, procés incluído, es una lucha por el poder y por la construcción de esa nueva Catalunya que importa y el paso a la residualidad gesticulante de quienes hace unos años, muy pocos, controlaban todos los altavoces posibles para expresar su cosmovisión particular. 

Mientras esto se dilucida y ERC culmina el proceso de trituración del espacio nacionalista convervador/esencialista, la Generalitat es un simple espacio de reparto de poder sin incidencia real en la vida de la gente. Un gobierno autonómico que no se sabe si va o si viene. Si está o si se le necesita. Detentadora de competencias exclusivas que no parece detentar jamás y que se exculpa de toda responsabilidad porque España. La entrevista al ex vicepresident Puigneró hoy ha sido un canto al abismo, una constatación de que un gobierno no puede estar formado por personas que no se aguantan, que tienen proyectos consistentes en eliminar al socio. Y todo eso lo pagamos nosotros, nunca mejor dicho. Pasan los días, han pasado los meses, pasan los años. Catalunya siempre gobernada por los mismos que creen que lo principal es eso, que gobiernen ellos. Pero ese tiempo parece que ya no volverá. 

Lo de ayer en el acto del 1 de Octubre, con una masa enfurecida de 11mil personas a mucho estirar chillándole a la Carme Forcadell y las palabras de la presidenta de la ANC que ya dijimos el día de la Diada que era la antítesis de lo que una entidad de masas hubiera querido poner al frente para resultar atractiva, a no ser que quieras convertir a esa entidad de masas en un freak show... o en el germen de otra cosa que podríamos llamar como 'experiencia lega nord/germans de catalunya', nos sitúan en ese escenario. Si ese independentismo de FAx, jairs, peyus, raholisme, hippies vells de dretes, marchas de antorchas, es capaz de justificar que se le puede chillar y silbar a la Forcadell que se comió talego, es que la tarea ha sido completada. 

Ahora lo que nos tendría que preocupar es eso. La Generalitat, quién la gobierna. Y de ese independentismo tronado, qué puede salir. 

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