martes, 18 de octubre de 2022

Zapatero, el feminismo y todas las cosas


Hoy ha visitado nuestra incomparable ciudad nada menos que el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en el marco de la conferencia inaugural de la 6a Cumbre Iberoamericana de Agendas locales de Género. No es la primera vez que el Ex presidente Zapatero visita nuestra ciudad. Su presencia como ponente acompañando a la alcaldesa está justificada, supongo, por su papel en la extensión de los derechos civiles durante su mandato, tarea por la que merece el reconocimiento que merece. Pero (remember, remember), no podemos olvidar si somos un poquito de izquierdas que Zapatero fue quien aquella noche de Agosto puso la soberanía nacional bajo la alfombra y primó el pago de deuda a los intereses nacionales. El famoso artículo 135 de la constitución que nos condicionó la política total del país a garantizar una estabilidad financiera que supuso recortes y un cambio de paradigma que empobreció, más, a la gente trabajadora. Reforma constitucional y sin referéndum. Pero claro, quién se acuerda de eso si estamos hablando de feminismo. 

El caso es que Zapatero ha hecho hoy una serie de afirmaciones sobre él mismo y sobre diversos asuntos que, bajo mi humildísima opinión, que no soy ni experto en feminismo, ni en marxismo, ni en nadismo, me hacen pensar que quizás, solo quizás, Zapatero no ha venido aquí sino a escucharse y a desvirtuar el sentido de una cumbre sobre políticas de género. No repasaré todo el contenido, pero me quedaré con alguna perla. Por ejemplo, venir a decir que él fue el primer político que se declaró abiertamente feminista me parece una barbaridad absoluta. No niego que puede que fuera el primer presidente del gobierno de España que lo hiciera, pero decir que fue el primer político feminista ni que sea de España, me parece que estás como Johnny Weissmuller creyéndote Tarzán en la clínica donde te internaron. Esta primera barbaridad no puede ocultar la segunda.

Venir a decir, en una cumbre iberoamericana, que tanto el liberalismo como el marxismo olvidaron a la mujer, es ya para levantarse del foro, cumbre, reunión, summit o lo que quieras decir y largarte. El marxismo, ideología y método crítico de pensamiento para alcanzar la liberación y la igualdad del género humano, la supresión de clases, etc., olvidando al feminismo es una falsedad de un calibre tal que no nos queda sino pensar que este político socialista ha venido a este foro a provocar. Quizás el público se haya quedado atónito ante sus palabras, yo directamente me he sentido agredido, insultada la inteligencia de cualquier persona que haya sentido alguna vez al marxismo como algo válido, que siga pensando que sin el marxismo no habría un pensamiento crítico y una inspiración para la emancipación, una barbaridad como un piano. 

Despreciar el marxismo frente al feminismo y acto seguido hacer una auto vindicación de un mandato, una trayectoria y hasta una experiencia personal feminista, me ha parecido una boutade. Consumir un tiempo de intervención desmesurada un narcisismo exasperante. Repetirse y utilizar términos como que el feminismo es civilizatorio, en una cumbre iberoamericana donde lo 'civilizatorio' se ha utilizado tantas veces como sinónimo de opresión de las culturas nativas, es cuando menos inoportuno. Civilizatorio o bárbaro. 

No entraré en las intervenciones que ha hecho la alcaldesa, que a su lado, pese al enfoque siempre escorado de su feminismo, ha parecido gloria. Simplemente decir que Zapatero hoy aquí ha hecho un poco el ridículo y que para pasear viejas glorias para que, ante un auditorio repleto de mujeres formadas, decir semejantes boutades, es mejor que invirtamos el tiempo en traer a personas que hoy, en 2022, hacen políticas realmente transformadoras, feministas, revolucionarias, y no ese mensaje encantado de haberse conocido que nos ha colocado hoy. 

Encima venir a vender la moto hoy de que la extensión de derechos, la lucha infatigable, los derechos y los derechos, cuando has votado como PSOE alargar el plazo para enmiendas con PP y VOX para retrasar la aprobación de la Ley Trans y derechos LGTBI, que ha provocado que una histórica como Carla Antonelli se haya dado de baja, es de una hipocresía mayúscula. 

Que también, sabiéndolo, para qué vamos. 

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