lunes, 10 de octubre de 2022

La salud mental es hoy


Invertir en Salud Mental debería ser hoy en día una prioridad. Asumir y visibilizar que los problemas de salud mental son comunes, son cotidianos, son reales y deben ser verbalizados con normalidad debería estar extendido, asumido. Hablar de estos temas sin la sensación de transitar por una línea finísima que, si te sales, puedes meter la pata hasta el corvejón, también es natural. Hablar sin saber, pero hablar al fin y al cabo. Efectivamente, todos tenemos problemas. Hay quien no necesita o dice no necesitar y estamos los que, al cabo de mucho tiempo, asumimos que sí, que es necesario. La sociedad es la culpable pero no estés tranqui, colega. Cuando necesitamos ayuda no es para que nos apañen para seguir funcionando, al menos no debería ser ese el sentido. Cuando necesitamos ayuda es porque algo no va bien y si no va bien necesitamos que de una manera u otra haya un cambio. Y ese cambio que necesitamos seguro que nos hace avanzar en algo mejor. Invertir en recursos para Salud mental no es tirar el dinero en algo intangible. Por eso, quizás, siempre parece que esa inversión tan necesaria parezca tan poco necesaria. Tan poco útil. total para qué. Qué se arregla. Puede que la pregunta sea qué se amenaza. Si nos cuestionamos, lo cuestionamos todo. Y cuestionarlo todo no mola, porque te hace la montaña aún mayor. Nada va a cambiar porque todo es tan alto, tan fuerte, tan poderoso, que no se puede hacer nada. Se puede. Verbalizar, visibilizar, mostrar esa supuesta debilidad consistente en que necesitamos de los demás, de ayuda, o necesitamos saber estar solos. Necesitamos, en definitiva. Algo o nada. Pero lo necesitamos y debería ser mucho más accesible entender qué nos pasa, qué necesitamos, si es material, si no lo es, si es un resorte, un punto de apoyo, una palanca, lo que sea. A quien sea. Los ritmos de vida, la asunción de que esta vida no es nuestra vida, que no la queremos, que tenemos miedo, que nos creemos demasiado fuertes, que lo sabemos todo, que no sabemos encajar el vaso en el cuadrado de la vida, que no tenemos tampoco porqué hacerlo, yo que sé. Habla uno sin saber y por eso debería ser mucho más fácil poder acceder a quien te puede ayudar. Y más barato. Barato, que no regalado. Que es un trabajo. Que debería ser un recurso público accesible. Porque esta vida cada vez da más grima y da más miedo y da más terror y da más angustia. Pero seguro que hay una salida. Y nos merecemos tenerlo fácil para buscarla. Para empezar, luchar por una vida más digna. Si podemos. 

Pd: si he dicho muchas cuñadeces, pues dichas quedan. 

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