miércoles, 1 de agosto de 2018

Trabajadores del mundo

A qué nos enfrentamos. Nos enfrentamos a una concepció del trabajo por la cual los trabajadores, como tal, los trabajadores que tienen pinta de trabajadores, se mueven como trabajadores, hablan como trabajadores, sienten como trabajadores y reivindican como trabajadores, son molestos. Nos gustan más otros trabajadores.
Entrevista en Rac 1 al representante de los taxistas, del sindicato de Taxistas Elite, creo recordar. Bien, el hombre, una persona joven, no sé si víctima de los nervios o la tensión, balbucea, duda, tartamudea, se hace incómodo escuchar las causas y motivos por los cuales la huelga ha de seguir adelante. Los tertulianos, que le preguntan, el conductor del programa, que le pregunta, insiste, incide, el representante de los taxistas parece perdido. Acto seguido, aparece en antena un conductor de coche de Cabify, un señor de 59 años que tuvo que abandonar su trabajo anterior para cuidar a su madre por el Alzheimer y que cuenta las bondades de su trabajo y lo buenos que son los propietarios del coche que conduce porque le dieron trabajo. El señor cuenta que los taxistas han llegado a dispararle. Casi no se nota la diferencia entre uno y otro, ¿verdad?. El que no sabe y el que te llevarías a casa. Hay que cuidar todos los detalles.
Trabajadores, periodistas que se enfrentan a trabajadores del taxi, como en su día lo hicieron con los estibadores. Colectivos privilegiados a ojos de una sociedad en la que la gente que va a trabajar, ya no trabajadores, no tienen ningún tipo de privilegio. Qué quieren, si viven mejor que quieren. Privilegiados, trabajadores, sindicatos, chorizos, vagos, aprovechados.
Trabajadores. En algún comentario tuitero, leo que los taxistas son como rémoras de otro tiempo que se resisten a entender que el cambio... los cambios. Los cambios siempre se dan a favor del que tiene más que ganar. Los cambios tienen un sentido único, inexorable. El que hay. El Gobierno hace como que, pero no hará nada. Hará lo que se le diga. El Ajuntament de Barcelona, los míos, se ponen de parte de los taxistas, como es natural. Los taxistas.
A qué nos estamos enfrentando. A un cambio de paradigma. A un cambio de sistema. No quieren trabajadores. Hay trabajadores, todavía, en las fábricas, en los polígonos. Los hay. Ahí están. Quiénes son. Dónde están. Hay gente con el chaleco de la empresa. Hay muchos falsos autónomos haciendo todo el trabajo y más. Hay gente que cualquier día se matan quinientos en bici por ir a repartir. Economía colaborativa, economía dinámica. No te estanques, sé libre, crece, no te sujetes a normas y a privilegios. Jordi Graupera se fue a Nueva York y aprendió a endurecerse, haz tú lo mismo. Crece, sufre, lucha. Trabaja y no te acomodes.
Este es el mundo que tenemos. Un mundo en el que hay trabajadores con convenios, secciones sindicales solo en lo público, y millones de personas que ya viven de espaldas a todo, que hacen lo que se les diga y con orgullo, porque están en la nueva época. Una nueva época que se parece tanto al siglo XIX.
No sé, creo haber repetido estas cosas muchas veces. Da igual. En las próximas elecciones hay que votar a quien nos asegure que este sistema va a seguir igual, que no toque demasiadas cosas, que nos asegure la miseria, la oposición, la plaza, y que no toque nada. No se puede tocar nada. Los taxistas, qué antigüedad y qué falta de adaptación. No han sabido ponerse a la altura de los tiempos. Viviendo del privilegio.
En tv3 hay un programa patrocinado por AirBNB. Una tele pública al servicio de una idea y contra otra. Capitalismo contra otra cosa. Ya no sabemos lo que somos, pero ahí estamos. no ahorran ni un euro en publicidad para hundirnos, todos los días.
El conductor de Cabify que acaba diciendo que la competencia es buena: mirad Telefónica, dice. Preguntar a los trabajadores de las subcontratas a ver. 
Los taxistas ocupando la calle, los periodistas entrevistando como si estuvieran de chufla, o como si estuvieran en un frente de guerra. El periodista protagonista. El taxista como amenaza.
La próxima huelga general será otra vez nacional, me temo. Sus mensajes se entienden mejor.
Acaba ya el texto y ponte a trabajar, vividor.

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