jueves, 25 de junio de 2020

Karpov

Bueno, al final es que un poco te tienes que reír de todo. Porque la verdad, uno se va complicando y se va liando y se va metiendo en una dinámica que, si no tienes ese momento para decir un poco pues a la mierda todo, no, pues para qué. Mírame aquí, con negras, partiéndome la caja porque qué quieres hacer, con negras y ya en este momento de la vida en el que dices, oye, pues con negras, ¿qué no? Pues con negras, pues porque si la vida te ha puesto en este sitio, lo coges y te lo curras un poco como puedas y sin exigencias. Y si encima te partes la caja pues eso que te llevas. Y hace buen tiempo y las plantas te aguantan y el de delante con las blancas se cree que va a hacer algo y lo que es más importante, que ese algo es importante. Y no tiene ni puta idea. Y eso me hace reír. Y una cosa hace que te acuerdes de otra cosa y acabas pues en este punto en el que ya no sabes ni por donde vas. Y lo sabes, pero lo haces para que el otro se confíe. Yo ahora me acuerdo de otras partidas. Sé que no te gusta que te recuerde otras partidas, pero sé que no te gusta que te recuerde otras partidas y te vas a tener que quedar con ellas. Recuerdo una partida que pensaba que tenía perdida desde el principio y que al final perdí. Una partida de las más interesantes que recuerdo haber jugado, que no tenía pies ni cabeza. Ahora me río. Ahora es que me río un poco de todo, como si me hubiera fumado algo, o como si realmente mi hiciera gracia todo. No es lo mismo que te haga gracia todo como que tengas gracia tú. Y yo tengo gracia también. Tengo mi punto. Un punto que puedo encontrar o no a lo largo del día y si lo encuentro y estás ahí, pues enhorabuena. Y si no, paciencia. Esta ahora es mi cara de las negras, de llevar negras. De llevar negras ahora. Antes no era así, antes yo llevaba las negras como se llevan las negras. Con cara de negras. Con cara de resistencia y de aguante. Con cara de encajar. Hice incluso un personaje de eso. El juego posicional. Me creí el personaje del juego posicional y del aguante. De saber medir, de llevar las negras como el que sabe que tiene entre sus manos no solo 16 piezas, también el destino de la vida suya y de las vidas de quienes le rodean y de quienes han sido parte de. Y eso era antes. Ahora me río. Cara de llevar negras ahora es cara de qué me estás contando. Que parece que has inventado el juego este y resulta que me he hecho mayor, no voy a decir viejo, pero viejo también encaja, me he hecho viejo jugando y he descubierto que al final te da la risa incluso con negras y que tú, que pareces ufano porque con las blancas tienes eso que se llama iniciativa y con eso tienes el poder y de eso se trata, de empoderarte y hacer ostentación de todo eso, crees que vas a ganar. Pobre.

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