Hay elementos del paisaje urbano que todos recordamos. Aquel banco donde nos sentábamos a hablar. Aquella persiana en la que jugábamos a fútbol. Aquel agujero en el que unos se ponían a jugar a canicas y otros no. Aquella barandilla por la que resbalábamos como si fuera un tobogán. Aquel tobogán. Esa esquina enfrente de una lámpara de lava delante de la que nos poníamos a comentar la jugada. Aquel árbol.
O no. No nos acordamos de todo. Hay veces en las que caemos en la cuenta de las cosas cuando ya no están. El árbol de la Avenida Santa Coloma, frente al Dila. Ese árbol. ¿Lo han cortado hace poco? ¿Lleva tiempo ya cortado? ¿Porqué no me acuerdo de ese árbol? ¿No tengo fotos de ese árbol? Hubo una época en la que mi padre iba al Dila con cierta regularidad. El Diego, el dueño, era de un pueblo de Jaén y pegaron la hebra. El Diego es el padre del Diego. De hecho, el Diego hijo es el Diego el del Dila. Un año, el Diego padre vino al pueblo, se dieron un paseo por el Paseo de mi pueblo y yo me quedé en casa. Se puso a llover, era verano, una tormenta de esas. Mi madre había puesto una especie de carpa en el corral. Me pillaron intentando que no se volara la carpa.
No me acuerdo de ese árbol. Han acabado prácticamente las obras de la Pompeu Fabra, en el tramo del final. Lo han dejado todo lisito y llano. Han puesto unos árboles nuevos. Falta por acabar el tramo siguiente. Hay elementos urbanos que no olvidaremos. Otros los olvidamos.
Las baldosas que se mueven en el puente del Potosí. Esas baldosas que recogen el agua por debajo cuando llueve y cuando las pisas te llenas las bambas de agua. Esas baldosas no se te van a olvidar. Y se te olvidan, porque cuando pasas por allí, vuelves a caer en la trampa. Y te mojas las bambas. Y sabes que estaban allí.
Hay lugares que no conocemos hasta que los pisamos. El asfalto de las calles. Como tengo un callo en el pie, soy muy sensible a las irregularidades. El otro día, en la manifestación, me di cuenta de que hay calles con un asfalto bacheado e irregular que merecerían un ojo o algo. Pisar baches, asfalto granulado, te acuerdas. El asfalto.
Pasear por la calle, mirar las cosas, tocar el móvil deseando encontrar algo que fotografiar. Harto de echarle fotos a conos. El árbol de la Avenida Santa Coloma, delante del Dila, una foto. Ese árbol. Un árbol que no sé si lleva mucho o poco tiempo talado. Cortado. No se dice cortado, el árbol se tala. Pero como está frente a un bar, está bien traído el cortado.
Textos de mierda para contar cosas sin importancia. Textos para llamar la atención. No pasa nada. Textos para comentar que antes había una cosa y esa cosa ya no está y que te das cuenta ahora de que nunca supiste si esa cosa estaba o no estaba. Un bar abre, una tienda de algo abre, y te preguntas qué había antes en ese sitio. Qué había antes en el sitio al que ahora no dejas de acudir. Qué recuerdas de esto y de aquello.
Enciende el ordenador y comenta. Escribe algo aunque no tenga sentido. La foto no es de hoy, es de un día que empezó a llover. El árbol cortado está al lado. Está talado.
Conoce a tu pueblo. Conoce a tu ciudad. Encuentra el misterio. Fíjate en tu entorno. Intenta recordar. Enciende el ordenador. Intenta contar algo.
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