miércoles, 6 de marzo de 2019

Chaco

En la Guerra del Chaco:
- No camines tan deprisa.
- No voy tan deprisa.
- Sí que vas deprisa. Parece que tengas prisa en llegar.
- Es que tenemos que llegar.
- ¿A dónde quieres llegar?
- Pues allí.
- Pero porqué tienes tanta prisa en llegar allí, si sabes que nos van a matar.
- Bueno. Pues si nos matan, nos matan.
- Sí, claro.
- Pues claro.
- Pero yo no quiero que me maten.
- Pues no vengas.
- Pero tengo que ir, porque si no, me matarás tú.
- Yo no te voy a matar.
- No me fío.
- Venga.
- No puedo ir más deprisa. La hierba está muy alta, no puedo mover las piernas deprisa.
- Yo puedo.
- Tú puedes. Tú lo que quieres es que te maten. Te la bufa todo y tienes ganas de que te maten. No quieres estar aquí y te quieres matar. Pero hay otras maneras de hacerlo, si no quieres estar aquí, pues camina más despacio hasta que te quedes parado. Hasta que te quedes quieto. Hasta que no te muevas, hasta que parezcas la misma hierba. Nadie te va a echar de menos. Nadie nos va a venir a buscar. Quedémonos quietos, así, quietecitos. Si nos quedamos quietos y si cerramos los ojos, no pasa nada. Dejamos de estar. ¿Dónde estás?

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