miércoles, 21 de octubre de 2020

Cuando dijo que sí Bolivia


Jorge Drexler no me gusta especialmente. Podría decir que Jorge Drexler no me gusta nada. Recuerdo que hace unos años, bastantes años, estaba en Granada. Yo todavía me creía muy alternativo y muy tal. Fuimos a casa de unos amigos de esta amiga a tomar café y aquella casa y aquel ambiente me resultaron no sé, mal. No me gustó. Eran, de repente, formales. Formales y de clase media. O formales y no sé, bien. No eran unos tirados. Eran gente bien. Todo era bien. Y estaban escuchando a Jorge Drexler y el chico de la casa, con su barba, con sus gafas de pasta, dijo que Jorge Drexler era lo mejor. Automáticamente Jorge Drexler significó para mí la bicha. El cantante bueno, el cantante fácil, el cantante que canta bonito, que es agradable, que es fino. Con el paso de los años, diversas circunstancias en la vida me fueron reafirmando en eso. A quién le gustaba Jorge Drexler. No me gustaba.

Pasaron los años. Hace poco, pocos años, una canción. En el coche, volviendo de no sé dónde. Una canción de Jorge Drexler en la que contaba cómo su padre, sus abuelos, huyen de Alemania y tienen que buscar un país que los acoja. Huyen de la Alemania nazi. Y solo Bolivia les acogió. Todos decían que no, cuando dijo que sí Bolivia. Y esa canción me gusta. 

Hace unos meses, el sueño húmedo de la derecha y de la gente que piensa correctamente. Bolivia caía. Un golpe de estado como una catedral escudándose en un presunto fraude electoral, quitaba de en medio el gobierno de Evo Morales. Evo tenía que salir por piernas. Se producían linchamientos. El caso de la alcaldesa Patricia Arce, vejada, humillada, paseada, pintada de rojo. Los militares jurando sobre la biblia, los militares otra vez dejándose ver, los militares. Por fin Bolivia caía. Por fin el indio Morales se iba a la mierda. Al exilio. Otro golpecito de Estado, sin mucho ruido, ya se ha pasado. Ya son historia, otras elecciones y todo vuelve a la normalidad. 

Ya cayeron Brasil, ya cayó Uruguay, están cercando a Venezuela. 

Cuando dijo que sí Bolivia. Hay una frase que me ha tocado la patata. Cuando todo pasó, la tentación de sacar gente a la calle y provocar una carnicería, estaba ahí. Parecían derrotados. Porqué no hacían nada. Y ahí está la frase: Preferimos que corra el tiempo a que corra la sangre. 

Y el tiempo les ha dado la razón. Unas elecciones y el 50% de los votos para el candidato del MAS. Movimiento al Socialismo. Qué alegría. 

Todos decían que no. Cuando dijo que sí Bolivia. 

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