¿Qué sabemos de los Estados Unidos? Creo que me repito una vez más si digo que lo que sabemos de los Estados Unidos es poco, pese a que todo lo que consumimos y todo lo que somos ya como sociedad es frut del influjo de la cultura norteamericana. Pese a eso, no sabemos demasiado de los Estados Unidos. No sabemos nada de los americanos y nos preocupan los americanos, como decía David Bowie. Sabemos mucho de los americanos, pero lo que sabemos es algo sesgado. Por eso nos preocupa que los americanos no sean luego como los vemos en las películas y en las series. Nos enfada que luego voten a Bush, a Trump, a Reagan. Nos enfada luego que Clinton, que Obama, que Biden, no sean tan progresistas como nos imaginamos que deben ser.
The Good Fight es la secuela de otra serie que no he visto, The Good Wife. Una serie de abogados, una serie de abogadas, en la que durante cuatro temporadas, si no recuerdo mal, ubicada en Chicago, durante los años de gobierno de Trump, en la que nos cuentan cómo el sistema va virando hacia algo asfixiante gracias a las argucias que utiliza la administración de Trump. Una serie muy didáctica que nos explica cómo el sistema legal norteamericano se ve atacada y modificada por poderes oscuros, republicanos casi siempre, que lo amenazan.
Si vemos The Good Fight, o si vemos La Voz más Alta, por ejemplo, nos damos cuenta de que es impensable que cualquier persona de bien, cualquier persona con dos dedos de frente, pueda votar a los republicanos. Los demócratas, especialmente las bases de los demócratas, se corresponderían con la izquierda progresista europea. Luego nos llevamos las sorpresas que nos llevamos y las intentamos capear de la manera que podemos.
Las elecciones de este martes nos han dado una nueva muestra de lo poco que conocemos o nos gusta conocer a los americanos. Trump apesta. Todo el mundo lo sabe. Y sin embargo, ha aumentado el número de votos que obtuvo en las elecciones pasadas y para ganar Biden va a tener que superar el rsultado que obtuvo Obama en 2008. Cómo puede ser. Si todo el mundo ve que Trump es un racista, clasista, maleducado, machista, faltón, abusón, cómo puede ser que la gente le siga votando.
En la serie The Good Fight, buenísima, nos enseñan cómo puede ser todo eso y más, porque legalmente puede serlo. Y cómo la última palabra siempre corresponderá a la gente que tiene la responsabilidad de elegir su futuro. Esto último me lo acabo de inventar.
Hay un episodio en el que a la protagonista se le va la pinza y se despierta en un mundo en el que ha ganado Hillary Clinton. No cabe en sí de gozo. Hasta que poco a poco se va dando cuenta de que el hecho de que haya ganado Hillary no significa absolutamente nada y que, al contrario, su enojo es mayor.
Ahora, como pasa siempre, nos tocará enojarnos con Biden. Esperemos que nos toque cabrearnos con Biden y preguntarnos qué les pasa a los americanos.
Buenísima The Good Fight. Qué pena que la cuarta temporada tuvieron que terminarla cortando y pegando lo que tenían ya grabado, porque no pudieron seguir debido al covid. Creo que ya he mencionado alguna vez lo mucho que me gusta Diane Lockhart, es una personajaza. Y qué elegancia, qué estilo, qué todo.
ResponderEliminarThe Good Wife estuvo genial también, y tenía más de política porque una subtrama era la carrera política del marido de la prota. Si tienes tiempo ahora que os han vuelto a confitar...
ahora estoy con Gambito de Dama. ajedrez!!! :)
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