Estamos vivos
El pueblo se
despereza, ha llegado la mañana, decía la canción de Lole y Manuel. Un viejecito
sube la cuesta de la Calle Nàpols empujando su andador con ruedecitas mientras
su anciana compañera lo sigue unos pasos más atrás. Otra señora mayor cruza la
calle un poco más adelante, apoyada en un bastón y acompañada por la chica que
la cuida, que la sujeta del brazo. En esa misma esquina, tres hombres discuten
en la acera de enfrente del bar sobre algo que parece importante y que no sé lo
que es. Debe ser muy importante. Debe ser la vida misma.
Un domingo por la
mañana en el Parc de Can Zam, lleno de gente que aprovecha uno de nuestros
pocos espacios abiertos para pasear, dejar a los niños y niñas a su aire,
encontrarse con los conocidos, descansar después de recorrer la ruta del
colesterol que nos une con Montcada i Reixach y que a su vez se llena de gente
que va y viene y por el camino se entretiene. Alguien está aprendiendo a
conducir en la parte yerma de Can Zam, donde se celebran los festivales de rock
y que bien pudiera ser aprovechada por el pueblo si estuviera en otras
condiciones. En la cola de la churrería de la Jacint Verdaguer la gente comenta
que nos va a costar salir de esta. O quizás sea en la cola de la pastelería de
la Sant Carles. O quizás en la cola de Correos.
Un niño juega al
escondite en la Plaza Sagrada Familia, se llama Yasin y dice que tiene un
hermano pequeñito que se llama Sobhi, creo, que significa amanecer. Por hablar
le han pillado. En Santa Coloma tenemos una calle que se llama Flor i Cel, que
no hace falta describir porque no hay nada más bonito que el nombre de esa
calle. El reloj de la Plaça del Rellotge ha vuelto a funcionar después de
bastante tiempo, durante el que se convirtió en el reloj que no funcionaba de
la Plaça del Rellotge. Que un reloj funcione significa que está vivo. Alguien
ha escrito que ciudades como Santa Coloma forman parte del Cinturón del Óxido
catalán. Qué error calificarnos así. Con lo vivos que estamos.
Artículo publicado en la contra de El Periódico el 17 de noviembre 2020
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