Y mientras tanto, en lugares que desconocemos, la gente juega a padel. No había visto nunca un partido de pádel. Incluso escribiendo sobre pádel. Incluso ignoraba hasta hace relativamente poco cuántos jugadores pueden jugar a pádel. Deben jugar a pádel. Juegan a pádel, hablan de sus cosas y uno se pregunta a quién votarán. A la salida, carteles de Manuel Valls y del PP. La Diagonal. Los carteles de Manuel Valls son originales. A la gente no le gusta la originalidad. Le gusta lo normal. Lo que le dicen que es normal. Nos dicen. Yo soy como vosotros. Me gusta esa gente que en los perfiles de twitter pone eso de 'uno entre tantos'. Soy uno más. Soy una persona como tú y como yo. Soy solo un simple abogado de provincias.
Y mientas tanto, en esos lugares las bolas altas se rematan smashando y se dejan dejadas y se rebota contra la pared. Es un deporte entretenido. No diré que no.
Campaña electoral. Están todos los carteles pegados y están todas las pancartas puestas y están todos los plafones colgados. Qué queda por hacer. Queda hacer cosas. Las cosas. La importancia de las cosas y de la ceremonia y de la organización. Para qué sirve hacer un acto. Para qué sirve convocar en un sitio para hablar de educación. Sirve para demostrar que puedes organizar un acto, convocar a gente, tienes gente que hará el cartel, que traerá la carpa, que llevará el coche, que ha grabado la cuña. Eres organizado. A todos nos gusta pensar que estamos en manos de personas que saben organizar cosas. Porque cuando el río Besós crezca y nos lleve a todos, tenemos que ser capaces de organizarnos. Y eso es Confucio y Confucio era un sabio. Conservador si quieren. Pero sabía de lo que hablaba. Saber montar cosas, organizarlas, estar ahí, las sillas, la entrada, todo eso.
La campaña electoral en Santa Coloma, avanza. Se mantienen las carpas pese al viento y miramos al cielo con algo de terror. Viene el fin de semana y tiene que llover a cántaros. ¿Alguien ha visto el programa electoral de los socialistas? ¿Lo tienen colgado en algún sitio? Se suceden las votaciones paralelas, los referendums en facebook. En uno que me enseñaron ayer, somos los menos odiosos. Es decir, que menos repelús le damos a la gente. El segundo clasificado es el pcpc. Lo que entraña una reflexión. No significa nada. O lo que es peor. La indiferencia.
Hacer política, vivir, en definitiva, es tomar partido hasta mancharse, que decía el poeta. Opinar, decir, comentar, reflexionar. No me gusta que Can Zam no sea un parque completo, porque prefiero que sea un parque completo para la gente. La alcaldesa socialista de Rubí, por ejemplo.
La alcaldesa socialista de Rubí encabezando una manifestación vecinal porque no quiere un centro de MENAs en su ciudad. Así es. Eso también es tomar partido. Hasta mancharse.
Mancharse hasta mancharse. Por ejemplo, va. Déjalo.
Cabezas rojas. Las cabezas rojas estamos pensando. Estamos pensando y pensando. Y pensando. Y mirando. Y observando. El esfuerzo encomiable por la visibilidad. Hoy, por ejemplo, he salido del metro y no he visto el pirulí de delante de la general óptica. Iba mirando el móvil. Así que es un esfuerzo inútil. Llenarlo todo de papel. Luego al final estamos todos mirando el móvil. Tikitiki. Pero sí que he visto los carteles del Valls y del PP. Porqué, por la curiosidad de estar visitando un mundo nuevo y diferente. Y aquí, pues no. Peleas por encartelar, por los bancos vacíos, por las panaderías sin abrir. Peleas por demostrar que somos capaces de organizar. De disponer de material humano. De convocar. A esta hora, cubo, escoba.
Menos cuando los carteles son de los míos, ojo, que entonces todo lo que estoy diciendo no sirve para nada, ni cuando monto el acto yo que se acaba el cachondeo.
Me enfado. Vótame. Que estoy enfadado.
A ver si sale ya la encuesta esa que estamos esperando y ya nos desanimamos que estamos muy subiditos.
Feliz tal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario