jueves, 2 de mayo de 2019
Esto es como la batalla de Poltava
Esto es como en la batalla de Poltava, con el rey sueco avanzando por la estepa camino de no se sabe dónde ni porqué, pero yendo, resuelto, hacia el desastre. En la batalla de Poltava un sueco acompaña a las tropas porque forma parte de ellas y sabe tan poco dónde está como el propio rey. El rey, el sueco. El rey cuyo todo el mundo sabe su nombre, pero no sabe nadie el nombre del sueco. El soldado sueco se llama Philip Magnolius Tomasson. El soldado sueco ha ido avanzando en lo que él cree que es una expedición hacia Constantinopla, como aquellos antiguos vikingos que llegaron a la capital del imperio bizantino. El soldado sueco cree que en pocos días llegarán allí y que todo será como parece en su cabeza. Pero desconoce que lo que ocurre en torno a si es una batalla. Él sabe que tiene que avanzar hacia una posición determinada. Un soldado sueco tiene que ir desde aquí hasta allí. Está convencido de que eso es así y lo va a hacer. En la batalla de Poltava las tropas rusas destrozaron a las suecas y la aventura irracional de aquel rey sueco quedó desbaratada. El otro rey es el zar ruso. El zar ruso emprende aventuras también irracionales. Pero no le salen tan mal como al rey sueco.
Philip Magnolius Tomasson avanza con el resto de integrantes del variopinto ejército sueco, aunque por aquellos tiempos todos los ejércitos eran variopintos y nadie sabía realmente de dónde era nadie y si se sabía, se mataban entre sí. O al menos esto es lo que nos gusta creer. Nos gusta pensar en Philip Magnolius Tomasson como alguien inconsciente, alocado, que hace las cosas como un juego, porque no sabe nada y está al albur de lo que de él quieran hacer reyes locos o reyes sabios. El buen soldado. Este buen soldado no tiene ni idea de dónde está. Bebe como los demás, come la mierda que le dan, etc. El buen soldado avanza hacia la posición mientras unas cargas de caballería destrozan a muchos de sus compañeros. Con alguno de ellos ha intercambiado algunas palabras antes de la batalla. Pero él está a lo suyo. Ve algunas casacas de tropas rusas frente a sí. Ve cosacos. Él está avanzando y como en muchas batallas al final puede morir o no. Cuando la batalla concluye, no tiene a nadie a su alrededor, todos los soldados suecos han muerto o han huido. Muchos rusos también han muerto o han huido.
En la batalla de Poltava el rey sueco Cristián Augusto, Carlos Adolfo, Carlos Cristian, Augusto Carlos, Carlos Carlos, o Carlos a secas, concluye de manera abrupta su aventura en suelo ruso. Hoy ese suelo es ucraniano, si no me equivoco.
A dónde quiero ir. Quiero referirme en este momento a muchas cosas que tienen un único punto en común. Ese punto en el que todo es divisible, inútil, absolutamente nada. La nada. La batalla de Poltava cambió el rumbo de la historia. Hoy seríamos todos algo más suecos, quizás. No somos más rusos. El punto que me interesa tampoco tiene que ver con Philip Magnolius Tomasson. Lo de Philip Magnolius Tomasson no es más que una maniobra de distracción. Que de eso iba. La batalla de Poltava y todo. Distraernos.
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