martes, 21 de mayo de 2019
Crónica de la campaña para las #municipales #SantaColoma #26M. Morro máximo.
Es extrañará una foto de l'Ajuntament de Santa Coloma sin la candidata del PSC posando.
No, va, en serio. No tienen bastante con tener el cielo y las bodas de oro o plata de la gente, que también tienen que presentar cosas de la policía local a falta de dos días para que termine la campaña. Tres días. Ahí, con todo su desto. Con el morro arriba no, muy arriba. Estos son mis coches de la policía local, casualmente a falta de tres días para acabar. El PSC de Santa Coloma, el Partido de Núria Parlon, o Núria Parlon directamente, haciendo gala de su tradicional manera de entender lo que es el partido y el Ajuntament. El Ajuntament como una herramienta al servicio de su partido.
Y da igual del área del que estés hablando.
Así como quien no quiere la cosa, un Ajuntament que siempre está en campaña, que cuela la imagen de la alcaldesa en cualquier folleto, en cualquier movida, en cualquier cosa aunque le insistas que no. Pues nada. Ahí. Para ella. ¿En serio que a falta de cuatro días para terminar una campaña electoral es necesario presentar unos vehículos que pueden presentarse el lunes? Pues sí. Es absolutamente necesario.
Es necesario controlarlo todo, tener a todo el mundo a favor, tener a todo el mundo en la foto.
Foto.
Es necesario que nadie se pare a hablar contigo. Es necesario que nadie vea que nos tienes simpatía. Es absolutamente necesario tener a todo el mundo en el cartel. Es necesario pasarte la mano por la cara utilizando los medios públicos, los recursos públicos, el personal de la comunicación del Ajuntament para la campaña electoral con el PSC.
Es absolutamente normal. Lógico. Es Santa Coloma de Gramenet. Donde con una sonrisa, y alguna promesa de algo que te puede caer, todo se ve desde otra perspectiva. Pasemos a las pequeñas miserias del mundo al margen.
Así transcurre la campaña electoral. Ha concluido la época de las lluvias y llega el momento de florecer pegando carteles. Nos puede el rencor y la mala baba. A mí el primero. No hay muchos carteles que me den rabia, pero cuando veo los azules del PP, con el cielo azul y tan azul, digo, a taparlos. No miro. Azul PP. Todos tapados. Cuando veo algunos carteles que tapan innecesariamente carteles nuestros digo. Abajo con ellos, tapados. Soy más malo que malo. No soy bueno. Las paredes no son de nadie. Pero hay maneras de hacer las cosas. Y llega esa perla escondida entre la cartelería, el cartel de Ciudadanos. Y abajo con él. Es fácil porque suelen poner uno.
Del cielo no bajan carteles, al menos todavía, supongo que empezarán a llegar dentro de nada si es que no están llegando ya. El caso es que no les hace falta porque pueden utilizar los medios municipales para hacer campaña. Desde el cielo a Pasión por Santako. Y aquí estoy, casualmente hoy que no tengo miting cielador con unos coches y motos de la policía local, que nada, que es que me ha caído en la fecha idónea porque encima ha dejado de llover.
Política en Santa Coloma. El que no corre vuela. Tengo un amigo, ya no es mi amigo, porque ahora es amigo de otros. He visto una obra de teatro, tengo amigos, tengo amigas, ya no son tus amigos y amigas. Voy a un bar. Ahora es también mi bar.
Esto es lo mejor.
Acabo de borrar un párrafo entero. No quiero ser de esos que parecen buenos tan buenos y luego son como los demás. Malísimas. No me caigo bien, me caigo mal. No soy tan bueno, tan bueno.
Política colomense. Nadie hace nada. Todos parecemos extraordinariamente contentos por lo bien que nos va a ir. Fantásticamente felices porque las personas van a ser superlativamente felices. Desde la antigua Iniciativa. Es que cada vez que me lo dicen pienso, cómo puede ser la gente tan así. Tan jabalí.
Jabalís que corren por la serralada de Marina y amenazan con entrar siempre en la ciudad. Jabalís que están a punto de entrar. Que cada vez les queda menos por entrar. Días. Muy pocos días. Correteando por la ciudad. Ese tipo.
¿Alguien se acuerda de lo de VOX? Hace unas semanas eran el super miedo. El miedo a tope. Y ahora ya es como un azucarillo que se ha diluido. Vuelven a ser los frikis de siempre. Ya no son la amenaza. Ya han cumplido su cometido. Asustar y que el voto del miedo caiga en la familia Stark. Claro que sí. Ahora a ver qué pasa.
La campaña electoral se va acabando. Todo el mundo mira al otro. De reojo. Frente a frente. Y mientras tanto. El cielo se va aclarando. Y comienzan a salir mosquitos y hongos.
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