jueves, 31 de enero de 2013

Los malos - Hamsun

Porque el otro día, celebrando que habíamos vuelto a ganar después de yo que sé cuánto tiempo, fuimos a tomar algo y la M. me enseñó un libro de Hamsun que se estaba leyendo o se había leído y me dijo que le había gustado muchísimo y yo dije... ah, si... espera. Espera un momento. Este hombre era un nazi, dije, con aquella gracia que me caracteriza y mis ganas de chafarle la guitarra al que se ponga por delante. Y ella me dijo, que no, que no, que se había confundido en la Segunda Guerra Mundial pero que él no era nazi. Bueno.
Yo me leí Pan, de Knut Hamsun. Ayer dieron Hamsun, como quien no quiere la cosa, y es que parece que hay un señor en la tele que nos mira por un agujerito y nos dice... venga. Y dieron Hamsun y el prota era nada menos que Max Von Sydow, que es el nórdico especializado en papeles de nórdico. ¿Cuántos años tiene Max Von Sydow? Los que tenga.
La película, larga, habla sobre los años finales de la vida del escritor noruego. Escritor noruego profundamente amante de la naturaleza y por ende, enemigo a muerte de los británicos, a quienes considera origen de todos los males de la humanidad, porque han industrializado el mundo y son... malos. En cambio los germánicos son buenos. La naturaleza, la vida, etc. La fuerza. Knut Hamsun tiene una esposa, su segunda esposa, que cuando yo pillé la peli, ya la vi dando conferencias a los alemanes y a los noruegos nazis. Tan ancha, por eso, porque ella sí que se creía que los nazis eran buenos. Y Knut Hamsun, que ya tenía una edad provecta y lo tenía hecho todo en la vida, se creía que la nueva europa de Hitler iba a ser la leche y que los noruegos, 'allá en el confín del norte', iban a tener un lugar preeminente en el nuevo orden que iba a crear el mago del bigotín. Y ahí echan la película. El escritor en su mansión, la mujer dando conferencias, los hijos alistándose a las SS o bebiéndose el cantábrico. Y Hamsun va a ver a Hitler y Hitler pasa de él. Porque el otro le da la brasa con que están matando noruegos y que hombre, no me diga que entre germánicos nos estamos pegando tiros. Y Hitler lo mirar raro y dice, quítame al canco este de delante. Y él incluso cuando la guerra ha terminado le hace una necrológica a Hitler, y le llama guerrero del evangelio. Alucinante. Y a la mujer y a él los detienen. Y a él lo meten en un loquero. Y allí le hacen ver pelis del Holocausto y llora. Y la mujer está en la cárcel pero la sacan pronto. Y a él le hacen un juicio y dice que él vivía solo y nadie le dijo que estaba mal lo que él pensaba. Que si lo hubiera sabido...
Y le hacen pagar una multa. Y aún vive unos cuantos años más. Y es un vejete con un carácter... y al final se reconcilia con su mujer que estaba medio peleado y pelillos a la mar y la naturaleza y qué bonito es todo y si ayer fui nazi haberme dicho algo, coño, que soy mayor y noruego.

martes, 29 de enero de 2013

Chistes viejos, caras nuevas

Lo dijeron el otro día en la radio y tenían razón. Como mañana es el cumpleaños del heredero, pues campaña de imagen y prestigio para relanzar al retoño que ya tiene nada más que 45 tacos, para colocarlo como presentable a ojos de la mayoría de la población en unos tiempos en los que el padre anda fastidiado de muchas cosas, a la madre ni se la espera, y las hermanas pues tienen sus movidas.
Un nuevo hombre para un nuevo tiempo. La reina de Holanda, la emperatriz, ha abdicado. Abdica no es un santo copto, dice Guillem Martínez en su twitter. Se supone que si en Holanda esta buena mujer ha abdicado, aquí Juan Carlos podría hacer lo mismo. Debería hacer lo mismo. Bah, y a quién le importa que lo hiciera. Si lo hace, tendríamos otro monarca nuevo, que volvería con los discursos sobre el consenso, la unidad entre todos para sacar lo que mejor tenemos de nosotros mismos con nuestro sudor y nuestro coraje y ese buen par de cojones que sacamos para las ocasiones y a seguir con la guaracha. Daría igual. Más joven, más conocimientos, pues peor. Más sabe para mantenerse en el cargo. Y sabe pilotar aviones, fíjense en la foto, aviones con tornillazos rosca chapa, de esos buenos y fuertes que te cagas. Como su padre, igualito que su padre. Pero este tiene a una mujer preparada y de su tiempo, que hasta dicen que fue a ver a los Planetas (¿?). Es el momento de una persona que aglutine en torno a su figura lo mejor que tenemos para volver a sacarnos adelante. Consenso. Unidad. Felipe. Chistes viejos con caras nuevas.
Qué buen motivo para una tertulia ¿verdad? Hoy seguro que todo el mundo en todos los programas lo está comentando. Que si la reina, que si el rey, que si Urdangarín, que si no se sentó con el Príncipe, que si eso significa, que si unos a favor y otros en contra, que si yo ya lo dije... tertulias.
Ahora que tiene uno tiempo libre se da cuenta de que la televisión es una puta mierda. Una puta mierda en la que han descubierto que se puede hablar de política como si estuvieran en el Sálvame. Es decir, hay una serie de colaboradores, que saben sobre temas y claramente están posicionados a favor o en contra, sin matices. Pero no dicen nada. Es decir, no se explican. No hay tiempo para explicarse, porque antes de que uno haya acabado ya hay otro que le sube encima y si no, es el mismo moderador el que dice algo para cortarle el ritmo y armar bronca. Venga. Y venga. Y como esta fórmula tiene éxito, todos los programas son iguales. Los de deporte, los de política, los del corazón... los tres temas que interesan, claro. De cultura todavía no hay ninguno así, pero podría haberlo.
Tienen tanto éxito estos programas de hablar sin hablar que no dejan de estrenarse. Vuelve Estudio Estadio para hablar del Madrid, que seguro que hay temas acerca del Madrid que la tele pública no puede dejar pasar ni un minuto más. Ni un año más. Como los de La noria pasaron a ser Gran debate y no les va mal, en la Sexta han decidido meter un programa igual. Y venga. Política, corrupción, escándalos, sobre los que sabemos mucho, pero que nos explican con el ojete. Todo va mal.
Da la sensación de que buscan eso. Follón. Ahora uno. Y luego el otro. Follón. Y así el que ve la tele se queda con la sensación de que no hay más que manguis en este país. Y que no se soluciona nada hablando porque mira esos, mucho hablar y nada.
Al final, a ostias. Chistes viejos con caras nuevas.
Mmmm. No todo es nuevo. Hay chistes viejos con caras viejas. Reportaje en El país semanal que tiene mi padre en casa en el que jóvenes molones en el 82 nos dicen qué pudo fallar. Qué puño pudo fallar. Miren la foto, Carmen Posadas, Ana Belén... Trueba. 'Creíamos que el país podría ser de otra manera y no pudo ser'. De otra manera. De qué manera. ¿Nueva York? ¿París? ¿Buenos aires? Comedia neoyorquina, enredos entre subsecretarios y pintoras, renuncias del pasado, convivencia entre policías corruptos y choris de barrio... La estanquera de Vallecas el otro día por la tele. Gente asomada en los balcones mandando a la poli a la mierda, y al político que los mandaba más lejos. Qué pudo fallar. Ana belén actuando en el Liceo, demostrando tablas. Chistes viejos. No nos los contéis más, por favor.

lunes, 28 de enero de 2013

Lenin analiza

Bueno. Pues aquí estamos. Con las chaquetas puestas. Va. No creo que tarden mucho en venir los otros pero bueno, espero que esto no dure demasiado. A ver si esto termina prontito que me tengo que ir a casa a mirar estos papeles. Llevo un descontrol últimamente con los papeles que para qué. Sé que tengo que hacer unas cuantas cosas, que me tendría que mirar esto y lo otro, pero no sé qué me pasa que no acabo yo de arrancar. Está ya todo visto, y esto tendría que ir hacia delante, pero no sé, se me pasan los días y no acabo yo de verme arrancando. Oye una cosa, estos dos... ¿estos dos se llevan bien? Es que como aquí el bigote es un tío tan raro, no sé yo si estos dos están o no están. Que si se llevan bien digo. No sé si son colegas, si sintonizan, si están de acuerdo, si... es que de verdad que no sé lo que el bigote piensa. Si a todo, todo que si, todo que muy bien, todo para delante, de acuerdo, lo que digas, no te preocupes, que si, que me parece bien, venga, claro, estupendo, ya se lo digo yo, se lo comento, me lo dices y en un segundo te lo preparo, lo tengo listo para cuando quieras, te lo he mirado y no sé lo que tu digas, lo que sea que digas ya me parecerá bien, claro, si... y así todo el rato siempre. No sé, la verdad, tanto agasajo. Que por un lado está bien, porque mira que hay pejigueras en esto, eh... es que hay también cada uno... y no precisamente este. Estos dos se llevan bien. Muy bien. El gafitas también es sí a todo. Y sobre todo con aquí el bigote. Todo que si. Todo que si. Todo bien. Lo que digas, claro que si, genial, me parece estupendo, fantástico. Qué bien pensado, si señor, no sé cómo no se me había ocurrido a mí esto. Oye, qué buena idea, di que si, adelante, da igual, no hagas caso, que por aquí vamos bien. No sé. Entre una cosa y otra... no sé, que sí que está bien que te animen y te digan que si, que todo muy bien, que va la cosa fantástica, pero alguien te tendrá que decir de vez en cuando que no, también. Ya, el otro, el que no está aquí, le estamos esperando pero seguro que o viene de mala leche, o empieza bien y se acaba calentando y se enzarza y se enzarza y se lía el solo, y va poniéndose gente en contra y al final me hace a mí también ponerme en su contra y yo no quiero ponerme en contra, pero es que te pone de los nervios, de verdad. Qué le cuesta también... pero también le entiendo, porque viendo luego a estos dos... que no dicen nada, que todo que si, que mientras el otro se calienta ellos se quedan callados, mirando sin decir nada, anotando cosas, tomando apuntes, no sé. A veces el bigote me da un poco de cosa. Yo que sé. Y mira que yo soy de calentarme también y tengo mis puntos pero no sé. No creo yo que la gente me tenga mucho miedo ¿no? Bueno, o sí. Que la verdad, no está la cosa para ser simpático. Pero una cosa es ser simpático y otra estos dos. Y si no el otro. Qué dilema. Oye, se está calentito aquí, por eso.

viernes, 25 de enero de 2013

Miscelánea

Un artículo interesante que te redescubre una música interesante. De Roky Erickson no soy muy nada. De los 13th floor elevators, tampoco. Sí que tengo un recopilatorio de versiones modernas por parte de gente... moderna, que está muy bien. Pero un artículo como este: te hace interesarte por el tema. Música raruna, aunque si escuchamos el clásico You're gonna miss me de 1966 veremos que no es para tanto, a cargo de un chalao rodeado de un grupo de no menos chalaos. Gente con la cabeza en su sitio y que pudiendo elegir, siempre eleligirán lo peor.


Justo el mismo día o quizás el día después de que se anunciara el cataclismo, tuve a bien descargarme la versión deluxe del Village Green Preservation Society de los Kinks. Para que me acompañara como banda sonora durante los primeros días del desconcierto. Bueno, ahora que vienen ya las primeras curvas, es probable que lo arrincone, pero durante unos días ha sido la ostia la compañía. No vamos a escuchar Lavender Hill, pero sí que escucharemos la de Berkeley Mews. Tanto una como la otra no son del disco en si, pero aparecen en los singles y cosas raras de la edición Deluxe. Cancionazas. Y con esa voz como de medio pena que tiene el Ray Davies. En fin. Que estas cosas ayudan.


Otro clásico. El otro día, poniendo canciones así al tuntún, salió esta que hace mucho tiempo que no me acordaba de ella. Cancionaza. Son los Soft Machine de cuando estaban todos, el Allen, el Ayers, el Wyatt, y los otros dos que nunca me acuerdo de sus nombres. La canción se llama Love makes sweet music. Es curioso pero hay muchas canciones que las escucho y pienso 'ostia, esta molaría mucho ponerla alguna vez que se haga una fiesta o algo'. Luego hacemos la fiesta de marras y no somos capaces de poner ninguna de estas canciones porque como no las conoce ni cristo... en fin. Una bonita canción para bailar y mover un poco la pelvis.


Me he puesto malo. La grandiosa ola de gripe que asola nuestras costas me ha dado de pleno. A la cantidad de cosas que tenía que hacer, les ha venido de narices este parón. Un parón que no me ha gustado nada. Pero es que, oiga, es que no puedo respirar. Respiro por la boca porque por la nariz me duele bastante. Un desastre. Esta mañana, bueno, esta mañana no, porque me he levantado a las mil quinientas, el de la radio ha puesto para empezar su programa nada menos que el Willie The Pimp de Frank Zappa. Bueno, no es mala cosa empezar así. Aunque son canciones que me suenan a antiguo ya tiempos que no molan mucho.


Estoy falto de recursos. Voy a poner otra del Village Green, concretamente la de Village Green. No sé. Son canciones como que hablan de otro tiempo, de estar tranquilo sin que nadie importunara, sin nada en lo que pensar, sin nada que hacer. Eso es. añoro los tiempos en los que no tenía nada en que pensar. Ahora voy a tener mucho tiempo para hacer. Tengo que hacer muchas cosas y no tengo.... En fin. Añoro los tiempos de Village Green, malos tiempos, pero estaba casi todo resuelto. Como Lavender Hill. Esa tierra de miel y leche, ese estar siempre seguro de que mañana iba a ser igual. Los lunes al sol. Mala cosa. Nos reiremos y hablaremos de Village Green.


Nos mudamos de local. Mañana hacemos mudanza. Han sido... unos cuantos años de estar en el mismo lugar echándonos múltiples risas y creando una magna obra musical que no te cuento. Como recuerdo, una simpática grabación del Santako Blues que mira, ahí está, y el que pueda pues que la mejore, que todo es posible en Granada.

Y nada, que nos vamos. buen finde y que nos mejoremos un poco.

martes, 22 de enero de 2013

Enero/error

Walter Frederickhausen no está muy de acuerdo con lo que estoy exponiendo continuamente, pero me gustaría que analizásemos todos juntos este relatito incluido en la compilación '456 cuentos del Alto Tajo y afueras de Malmö comparados', que publicó la editorial Tutito. El relato se llama 'Enero/error' y se acredita a un tal Balberto Lasperas, del que no he conseguido ningún dato biográfico.
'Les dije que sintiéndolo mucho, yo iba a hacer la investigación por mi cuenta, y que me esperasen allí sentados si querían. Cogí y salí a la calle con el abrigo puesto y me di una vuelta por el pueblo. Hacía un frío de cuando aquí hace frío y no había ni un alma por la calle. Paseé por todo el contorno de la villa, incluso me atreví a entrar en la iglesia. No ocurrió nada. Cuando regresé donde me esperaban mis amigos, les informé que, efectivamente, no me había encontrado con nadie. Inmediatamente, para asegurarse de que lo que contaba era cierto, Felisio se aventuró a dar la misma vuelta al pueblo, con su abrigo bien puesto. Volvió y dijo que, ciertamente, en el pueblo no se movía ni una hoja. Durante todo ese rato, el Risi se encargó de vigilar el sombrero. Nadie sabe cómo apareció allí aquel sombrero, pero cuando quedamos todos en la Peña para echar la partida, sin comerlo ni beberlo, estaba en una mesa abandonado. Rojo, con una pluma, un cante de sombrero. Pensamos, 'ya está, el Floriano que ha venido de Madrid', pero no, porque estando en aquellas fechas, el Floriano, por muy loco que estuviese, no se movía de su casa si no era en fin de semana, así que no podía ser. ¿Pues de quién era el sombrero? Cogí el sombrero... y fue cogerlo y entrar por la puerta una mujer pintarrujeada que preguntó, hablando en un indistinguible idioma, si allí había algo de beber. Entendimos por signos y la dejamos entrar, con el frío que hacía. La mujer se sentó y le preguntamos si aquel sombrerete era suyo. 'Sombrero, tú, sombrero'. Nada. Lo cogió entonces el Risi y fue cogerlo y entrar un tío con unas melenas muy grasientas, muy flacucho, si allí había algo de beber, en un castellano como de otro tiempo. 'Le dijimos que si, y que si él se había dejado allí un sombrero'. El melenas con cara de rata dijo que no, se sentó al lado de la mujer y empezó a beber'.
¿De dónde salía aquella gente? En nuestro pueblo, en aquellas fechas, mediados de enero, ni las águilas. ¿De dónde salían? ¿Y ese sombrero? Así que salí a ver qué pasaba. No había nadie en la calle, como dije. Se me ocurrió ponerme el sombrero entonces y salir a la calle a ver. Oye, qué cosa. Fue salir a la calle, con el sombrero puesto, y verme envuelto por un mar de gente de mil sitios. Un bullicio, una cosa. Una cantidad de gente que yo no sé de dónde salían. Pero digo más, es que en la calle ya no hacía ni frío ni nada. Pero una de gente... y es que hasta olía distinto, que ya no olía a leña ni a nuestro pueblo y parecía que yo que sé, que parecía que olía como cuando a veces nos cuenta el Floriano que huele cuando se va a los barrios donde él se va y que sepa Dios lo que hace allí. Olía como... como no sé. Como... tuve una idea. Me quité el sombrero de inmediato. De repente, todo se había ido. Volví a la Peña y allí estaban aquellos dos de antes, y además, otro señor con un gran bigote que bebía una grandísima jarra de cerveza que no sabemos de dónde había salido, y un negro enorme que jugueteaba con algo parecido a un bastón muy recio y blanco. De verdad. Qué cosa. Estuvimos discutiendo sobre qué pasaba con ese sombrero. Y decidimos, que fuera el Risi el que se pusiera sombrero.
Y no le volvimos a ver.'

domingo, 20 de enero de 2013

Lavender Hill

Aunque sea domingo, debería oler a pollo a l'ast. En nuestro Lavender Hill no huele a pollo a l'ast. Es un sitio muy tranquilo. Durante el paseo hemos llegado a la conclusión de que es muy tranquilo. Muy tranquilo. Aquí se está muy tranquilo. Lo que tiene vivir aquí es que se está muy tranquilo. Y que tienes que tener coche. Antes, en el llano, el olor del pollo te dice que es domingo. La gente, en el llano, paseando ya con las bolsitas de papel donde llevan el pastel con el que agasajarán a sus amigos y familiares. Vosotros, por nosotros, no lleváis un pastelito ni nada. En Lavender Hill, en nuestro Lavender Hill no se pueden comprar ni pastelitos ni nada. Se está muy tranquilo y tienes que tener coche. Mira, también hay líneas de autobús que regularmente te llevan y te traen. A medida que vas subiendo, huele de otra manera. Digo que huele a campo y a mí mismo me suena exagerado. No huele a campo, pero huele a otra cosa. Al menos, ahí mismo tienes la montaña, y eso ya parece que es otra cosa. La vista ya es diferente. Qué vistas. En Lavender Hill la gente debe saber que tiene una vista estupenda, porque no creo que haya nadie que tenga una casa aquí y que desprecie el hecho de tener buenas vistas. Qué gente vive en Lavender Hill, pues no lo sé. Vivirá gente de todos los colores. Hay algunas casas en las que hay pancartas de no a la mat, de no a les retallades, gente como tú y como yo. Se está tranquilo aquí, todo el mundo tiene garaje en la misma casa, pero podrían aparcar en cualquier parte. Seguimos subiendo pero no subimos hasta arriba del todo. Yo estudié por aquí, y durante muchos años... se lo intento contar pero él no me hace caso, él está a otra cosa. Se está tranquilo aquí, pero hay que tener coche. Yo estudié aquí, un poco más allá, de esta calle, muy cerca de Lavender Hill. Antes, cuando yo estudiaba aquí, esto no era Lavender Hill, pero se empezaba a parecer. Cuando yo estudiaba por aquí había un bar que tenía muy mala pinta y ya no está. Hay unas casitas muy majas por aquí. De todos los modelos. Desde la torre, al castillito, a los adosados. Todo muy bien. Los coches que llegan contienen a personas que se bajan y tocan a la puerta para que les abran para empezar a comer. Llevan pasteles, o alguna botella de vino. La gente limpia un poco sus patios y sus jardines en Lavender Hill,  para que la visita vea que lo tienen todo pulidito a pesar de que ha llovido durante todo el día de ayer. Hizo mucho viento también. Aquí arriba cuando llueve o hace viento deben dar ganas de no... es que no debe poderse directamente. Es una zona muy tranquila. No huele a pollo a l'ast, por eso, y eso, en un domingo, como me dice él, es como estar en un río sin peces. No hay tampoco tiendas por aquí, no hay nada. Sólo casas muy bonitas, con gente que vive dentro, que suponemos que debe trabajar en otras partes. Yo estudié por aquí y cuando jugábamos a fútbol, que era lo que más hacíamos, si chutábamos fuerte y mal se te iba la pelota casi hasta el río. Cuesta abajo. Y el autobús no podía subir. Y había una fuente muy cerca donde iba la gente a... yo no me acuerdo ya ni de cómo se llama la fuente. Aquí en Lavender Hill sigue estando el instituto, pero está como viejo. Me dice que si esto ya no funciona. Supongo que sigue funcionando, pero sí que es verdad que se ve todo como muy cascado. No ha sido mal paseo de domingo. Luego hemos visto a uno que nos ha dicho que venía de la playa y parecía que se estaba preparando para las olimpiadas de munich, pues nosotros con lo puesto hemos ido hasta Lavender Hill. Quién pudiera vivir en Lavender Hill, o no. No huele a pollo a l'ast.

martes, 15 de enero de 2013

El final

The one you love. Seeing other people. Don't worry Kyoko. Hay un hombre en España que lo hace todo. Tú me acostumbraste, a todas esas cosas. Se acabó el broquil, es el final del verano. Ha llegado el día que tanto esperabas. Ha llegado el momento que tanto temías. Hemos nacido para irnos. Paco Clavel, La madeja, Siglo XXI, Melodías Pizarras, Mundo Babel, el programa del Toni Garrido, Bonnie Tyler, Kate Bush... la marineta, la montse, la sara, la... nunca me acuerdo de cómo se llamaba, me da igual.
Se acabó.
Nos iremos viendo, pero menos.
Se acabó!!!!

lunes, 14 de enero de 2013

Fin de la amistad

La ficción se mezcla con la realidad. La realidad supera a la ficción. La micción no tiene nada que ver con esto. Yo tenía un amigo. Un compañero de instituto. Era mi amigo, pero no era mi amigo. ¿Me entienden, verdad? Era amiguete, pero no lo era de verdad. Era mi amigo, porque nos hablábamos, le saludaba, creo que es que nos tuvimos que sentar juntos. Algo así pasó. No era de mi colegio como el resto de mis amigos. Teníamos cosas en común. A los dos nos gustaban los juegos de estrategia, y a los dos nos gustaba el rock sinfónico.
El rock sinfónico. Era yo jovencito y ya me aburría la música de los 40 principales. Buscando programas punkis por la radio, caí en las redes de Radio Bronka y de Radio Inoksidable, que era de mi Santaco del alma. Y en unos años muy oscuros, recuerdo que mi padre se puso malo y que no había que poner la música muy alta, años en los que me grababa la música de un contestador automático puesto al lado de un radiocasette del que salía lo que salía... yo escuchaba un programa muy oscuro, en el que hablaban casi dormidos, sobre rock sinfónico. No me acuerdo de cómo se llamaba el programa. No recuerdo su nombre y me jode no acordarme. Era buenísimo. Me he acordado de todo esto con el especial de los últimos días. Me acuerdo de escuchar canciones de Vangelis, de Tangerine Dream... y grabarlas en cintas que luego escuchaba y escuchaba y escuchaba. Memorizaba hasta las presentaciones de las canciones. Esto es una producción de Macnamarawatsss para radio bronka... qué cosas. Rock Sinfónico con 13, 14, 15 años. Rock Sinfónico en el Instituto. Nadie escuchaba esas cosas, King Crimson... creo que fue él, mi amigo, quien me dejó la primera cinta de King Crimson. Y un disco de Pink Floyd. En cinta, claro.
Me caía bien, pero no me caía bien. Estaba bien ser raro, pero me incomodaba que fuera tan raro. Una cosa es ser raro, otra cosa es desentenderse del mundo. Me gustaban las muchachas, me gustaba el fútbol, me juntaba con los jevis y todo eso. Él no. Y su grupo de colegas tampoco. Qué gente más rara.
Así que un día, después de algún tiempo, le dije que se viniera a casa a jugar a un juego super complicado que me había comprado, el Waterloo. No recuerdo cómo fue ni cómo dejó de ir, pero no me acuerdo de nada de aquella cita. Creo que nos aburrimos muchísimo. Así que tocó ir a su casa a la semana siguiente a jugar a otro juego parecido. El Sinaí.
Llegué a su casa y desde el principio vi que mi amigo no estaba de humor. Algo le molestaba. No sé. Algo no iba bien. Sacó el juego, lo desplegó, puso las fichas, me explicó las normas... el juego concluyó en cinco minutos. El Sinaí era una mierda de juego, nada parecido al Waterloo que sí que tenía dos pares de huevos como juego y como todo. El Sinaí era un truño. Ponías todas las tropas en los puentes y sanseacabó. A la media hora, creo, que aquello ya había acabado. Yo recuerdo haber puesto música en  mi casa para amenizar la tarde, pero mi amigo no hizo nada. Acabó el juego y se acabó todo.
Quizás a mi amigo le molestaba que fuera su amigo. No quería que fuera su amigo. Cualquiera que me conociera entonces sabrá que y no era precisamente una animadora colegial, ni el capitán del equipo de fútbol, ni fumaba a escondidas, ni jugaba en la Grama, ni tenía una novia de otro Insti, ni nada de nada de nada. Pero era demasiado para mi amigo. Hablaba, contaba gracietas, llevaba camisetas de La polla records. Demasiado.
Cuando acabó el Sinaí me fui a mi casa. Al cabo de un tiempo, prácticamente dejamos de hablarnos. Qué relaciones tan extrañas.
No hace mucho me lo he encontrado en el metro y nos hemos hecho los locos. Él llevaba puestos los auriculares. Me pregunto qué escuchará ahora, si seguirá con el rock sinfónico, si le irá lo medieval, si... yo que sé. No me importa.

viernes, 11 de enero de 2013

Miscelánea

Uy, qué original, si es David Bowie, qué bien traído ¿no? Pues si. David Bowie. El hombre, al que muchos daban (dábamos), por desaparecido para el mundo de la música, la perra y el dvd, se desmarca con que tiene un nuevo vídeo y con que va a sacar un disco y todo. Estupendo, hombre. Que digo yo una cosa, que tampoco hacía falta. Que está muy bien que saque otro disco y todo eso, pero... si no sacase ninguno más tampoco habría nada que recriminarle. Lo hecho, hecho está. Y siempre habrá alguno que diga... pues vaya trufa, me gusta más lo de antes. En fin. Hace un año fuimos a Berlín, y como nos caía cerca, fuimos a ver el sitio en el que Bowie e Iggy Pop pasaron un tiempo. Y, zas! ese mismo sitio, con una toma desde la misma acera de enfrente en la que nosotros estábamos... sale en el vídeo. La canción, pues no está mal, pero tampoco es que vaya uno a estar horas escuchándola, ni nada. Where we are we now, se llama la canción. Esperemos que el disco mole, y que esté el hombre con salud para hacer una gira.
http://vimeo.com/56972593

Una de las canciones que más me han impresionado últimamente está en el último disco de los Tame Impala,  Lonerism. La canción se llama Endors Toi. No sé porqué, pero me recuerda mucho a cosas antiguas, y eso siempre es para mí algo estimulante. Ya aviso que voy a intentar lanzarme a escuchar grupos que se parezcan en algo. He leído algo de un colectivo llamado Elephant6 y de grupos como Neutral Milk Honey o Apples in Stereo. Desconozco absolutamente todo sobre esta gente, pero alguna cosa buena seguro que tienen. Es el momento de abrir algo las orejas a cosas nuevas. Aunque cuando escuchen lo que vendrá luego verán que es difícil que me salga de las casillas previamente marcadas. En fin, sea como sea, una versión en directo del Endors Toi.¿Vendrán en directo? A mí ya prácticamente me viene a dar igual.
http://www.youtube.com/watch?v=6uim5fXYgGY

Funesto, terrible, fatal. Ya estaba prácticamente curado, sólo me echaba unas gotas de Gong de vez en cuando para el mono, muy muy a veces. Y de repente, se me ocurre buscar por los podcast y veo que en Discópolis de Radio 3 le han dedicado nada menos que un programa diario para empezar el año al... rock sinfónico. No, no por favor. Los siete programas. Rock sinfónico, rock progresivo, psicodelia... incluso ha puesto dos canciones de Roxy Music. En fin, criterios a parte (la serie de programas concluye con una canción más de rockazo americanazo de esas de moto), el hombre ha descubierto algunas cosas muy buenas. Por ejemplo unos daneses llamados Savage Rose, que tenían una cantante que se llamaba Anisette, y que en un disco todo instrumental que se llamaba Dodens Triumf, metieron esta bonita canción que se llama Dear Little Mother para despedir.
http://www.youtube.com/watch?v=rQi1jryo_oo

Por no poner todo el rato canciones de lo mismo, tan sólo una más. Porque se ha acordado de muchos grupos alemanes raros en la serie. Ha recuperado una canción de Faust del So Far, que no es el disco que y o más oído tengo. Del disco IV de Faust, había muchas que me gustaban mucho, pero esta de Jennifer me dejaba en ese estado previo a la desconexión completa, que tanto se agradece y tanto se agradecía también en épocas más felices, si alguna vez las hubo. Con qué poquito se puede hacer tanto durante tanto tiempo. Y parece que, uy, el rock sinfónico y todo eso, qué difícil, pero es que tienen unas cosas que luego las oyes y dices... pero si esto es... molón. Ya, esta precisamente de Jennifer, molona, molona, no es, pero es... relajante. Pero de un relajante de esas en las que parece que de un momento a otro se va a liar parda.
http://www.youtube.com/watch?v=grvr4nK4AZA

Esta canción podría, y casi debería, ir directamente al pozo sin fondo de las Misceláneas Funestas, pero mira, me ha dado por ahí. Está rozando, pero rozando de verdad, porque lo que de verdad querría es poner otra canción que escuché en la radio y que ahora no la encuentro. Igual era esta y se me ha ido. Rick Treffers es un holandés que vino a España por una mujer y se quedó y flipó. Y otro guiri que ha salido en la radio también vino por una muchacha y se quedó. Uno de los dos decía continuamente lo del 'lado árabe' que tenemos. En fin. Casi, digo, casi, bordeando la más tonta de las carreras de tópicos. Del palo, 'aquí se vive de puta madre'. Y todo eso de la improvisación y tal. Casi como un anuncio de Campofrío. La canción se llama Disfruto de España, con sus alusiones a las marujas y todo. Jo jo jo. Y jo.
http://www.youtube.com/watch?v=-jHe6YxrD20

Y para terminar, el cancionazo de la semana, que también lo escuché en la radio y que sí me molesté en buscar. Toda loca, se llama la canción y la interpretan o la cantan o salen en el vídeo o sepa dios qué es esto: Vampire y Meneo. Quién es vampire y quién es meneo, se me escapa absolutamente. La canción tiene una gracia limitada, pero mira, estoy en un momento de mi vida, cariño, que viene a dar ya un poco lo mismo. Cuando estás en el fondo del pozo, no sé ya qué se puede hacer para seguir escarbando, que yo lo hago. Qué es lo que me has dao papi, que me pongo toda loca. Fantástico, pero fantástico de verdad. A tomar viento la bicicleta. Es lo que se llama Huevos Toreros. La semana que viene, especial Huevos Toreros.
http://www.youtube.com/watch?v=9g7_kEFfY6o

Venga. Que tengan buen finde. No olviden estar atentos a las pantallas no vaya a ser que vaya a salir el Rey otra vez.

jueves, 10 de enero de 2013

Corre, corre

Por empezar por alguna parte, Chávez. Por lo menos, en Elpais han decidido que el editorial ha de dedicársele a él. El otro día, el lunes, escucho la Ser mientras me hago de comer, el periodista veterano y respetabilísimo Miguel Ángel Aguilar habla de Chávez y el chavismo. Lo compara con el maoismo, el estalinismo y el franquismo. Dice que una vez muerto Chávez, el chavismo tiene los días contados. Como si Hugo Chávez no hubiera ganado unas elecciones tan sólo unas semanas antes. Como si hubiera... en fin, es tan largo de explicar. Vamos, como si estuvieras escuchando la Cope en hora punta. Escuchar la información sobre América Latina o leer sobre ella es de chiste. Los buenos y los malos siguen funcionando como si estuviéramos en 1975. La Argentina K, Messi no es K y por eso es tan buena persona... y así todo.
El Oasis catalán por otro lado. Duran i Lleida, pero no él, si no una portavoz dice que no, que no dijo lo que dijo si no que lo que dijo es que si él y sólamente él fuera responsable entonces si, pero si no ha sido él, porqué tiene él que dimitir. Osea, que se hacen unos cursos para parados, esos cursos los imparte un centro que consigue la adjudicación con el desto de que si me lo das, pues el tanto por ciento cual va para Unió Democràtica y veinte años después aquí no pasa nada. No pasa nada. Bueno, se admite que se hizo mal, pero que ya está, y no pasa nada. Por dónde íbamos de la historia... ah, si, que no pasa nada.
Y no pasa nada.
Sanidad pública madrileña. Malditos funcionarios. Malditos trabajadores que buscan cobrar un sueldo cada mes y encima, encima, quieren ir a un ambulatorio y que se les atienda. Oiga, eso es un lujo. Y como lujo, es un negocio. Y si es un negocio, no puede estar en manos de cualquiera, si no a cargo de gestores que no te digo yo. Gestores que lo gestionen como en el Reino Unido, donde ya funciona algo así y es, a juicio de la gente de allí: una puta mierda. En Valencia ya funciona en algunos sitios: una puta mierda. Gracias.
Ya no hay nada que hacer. Todo está como tiene que ir. Duran i Lleida es el mejor político de España. Eso era lo que me decían en el pueblo cuando íbamos de vacaciones. Era el mejor, porque se le ve que es un tío preparado y sensato. Gente preparada y sensata. Rubalcaba, por ejemplo, también aparecía como un tipo preparado y sensato. Con experiencia de Gobierno, como Duran i Lleida. Gente que sabe. Usted no sabe con quién está hablando.
¿Con quién estamos hablando? Se ha presentado un nuevo partido que no sé si es chufla o qué. Partido X. La clave de todo se encuentra, a su juicio, en la democracia. En los políticos. Los políticos son todos malos, ineptos, corruptos, inútiles. No me hacía falta que me presentaran un anuncio de Dixan Oxyaction para saberlo. En cualquier barra del bar se dice lo mismo. La culpa es de los cuatro mangantes... Pero el Partido X lo viste todo de otra manera, con vocoder, con futuro. Dicen que son representantes del movimiento 15M. Como todo el mundo, por otra parte. Democracia, más demócrata. Política para los ciudadanos, para las personas. Transparencia.
Esta misma mañana, en la radio, un historiador ha presentado un libro, sobre historia de España. Ha dicho lo siguiente: 'Aquí fue viniendo gente y gente, y cuando ya nos dejaron solos para que mandásemos nosotros, se fue a la mierda'. Es decir, somos el problema. 'Desde la Edad Media para aquí, una desto'. España. Catalunya. 'Hem de ser primer independents, i després veurem quins son els traidors'. Perdón por las tildes mal puestas. Primero somos independientes y luego veremos quienes son los traidores. Un discurso muy extendido. Unidad nacional. Por ejemplo. Duran i Lleida, el caso Palau, el famoso 3%, ¿hace falta saber mucho más para que la unidad nacional suene a broma?
Entrevista al representante de las CUP. Se supone que los de la Cup son como nosotros. Como los nuestros. Deberíamos estar con la CUP. No sé. Ahora bien, nos copian, o hacen, el mismo discurso que nosotros en lo social... no sé. Yo es que no lo veo. ¿Cuál es nuestro discurso? Por favor, puede centrarse en lo que está diciendo de alguna manera... no. No. Si tan parecidos y tan iguales somos... ¿porqué no estamos todos juntos? Porque no sé. La Patria. Se ha muerto hace unos días Moisès Broggi, médico y humanista catalán. Entierro. Fue el último en las listas de ERC hace poco tiempo. Bien. Sale la presidenta de Omnium Cultural y habla de lo gran profesional que fue, de su gran comportamiento ético y de que todo ello se resume en una cosa... amor a la patria. Patria. Yo con estas cosas paso miedo.
¿Y nosotros? ¿Cuánto tiempo tenemos? ¿Cuánto tiempo podemos estar pensando en si es o no es? No tenemos mucho tiempo. De aquí a verano... puede haber mil cosas nuevas y ninguna buena.
Y mientras tanto, otro AVE, otra muestra más de la modernidad de un país que avanza, que crece. 'Voy a de rebajas a Barcelona', titular de El país. Es para eso. Es eso lo que somos. No pasa nada, ahora con el Ave, Barcelona está más cerca y los franceses vendrán, ahora sí, en masa a comprar a la ciudad.
Ay, no sé. Mientras tanto, desalojan a los que recogen ferralla por las calles, desahucios, gente hablando por las esquinas de bajas, indemnizaciones, abogados, depresiones, juicios, meses.
Dan ganas de empezar a correr y correr y no parar hasta no sé. Otro sitio. Otro país. Otra dimensión. Lo que sea.

miércoles, 9 de enero de 2013

El título

Os lo merecéis todo, amigos, así que sin entretenerme más, voy a presentaros uno de los relatos del insigne Pere Lluis Alcostat, incluidos en la recopilación que acabo de descubrir 'Setanta anys amb el mateix cuentu'. El relato se llama 'El títol', pero lo incluyo aquí en su traducción al castellano. Disculpen los fallos, pero es que la he hecho yo mismo y no es sencillo a veces trasladar el significado de lo que quiere decir el autor en un idioma a otro. No es sencillo ni a veces ni nunca, vamos, es una tarea titánica esta de traducir. Yo no soy traductor ni mucho menos, simplemente me he dedicado a leer de un idioma que conozco y pasar eso que he leído al otro, sin más. No me voy a colgar medallas ahora. Bueno, que me enrollo y luego esto no hay quien se lo lea.
'Me llamo Erna y llevo un cigarrillo en los labios. Me llamo Erna y estoy sentada en la mesa de una cafetería. Me llamo Erna y estoy esperando a un amigo que me dijo que quería contarme algo y no ha aparecido. Pero no es la primera vez que me pasa. Con este amigo o con otros amigos. No he comido nada. Estoy con el estómago cerrado desde hace unas cuantas horas. Mi amigo me llamó y me dijo que quería verme para contarme algo que le había pasado con lo que estaba escribiendo y me ha citado aquí. No le conozco. La verdad es que nunca le he visto personalmente, le conozco por un anuncio que apareció en el Diario del Día en el que un escritor solicitaba una amistad epistolar para ir tratando de sus progresos en el arte sin necesidad de recurrir al contacto físico. Me hizo gracia y le respondí. Llevamos ya algunos años carteándonos. No es el único con el que lo hago. Otros aspirantes a escritores o, intuyo, escritores que han publicado ya y buscan inspiración o consejo sin tener que presentarse físicamente, recurren a este artificio de la relación epistolar. A mí, me da igual. Tampoco tengo muchas cosas que hacer. Me llamo Erna y siempre quise dedicarme a la pintura. De hecho soy pintora, pero no sé si soy muy buena o muy mala. No le enseño mis obras a casi nadie. De vez en cuando, a algún amigo que encuentro en el bar, no a los escritores, a los otros amigos, a los de la barra de las tabernas que alguna vez me acompañan a casa, y según lo borracha que esté, les dejo ver algo. No he comido nada y tengo hambre. Si pido algo de comer... no tengo dinero suficiente. No sé porque quedo en estos sitios tan caros y tan modernos si sé perfectamente que no me alcanza el dinero para poder comer aquí. Trabajo en una fábrica de jabón. Me llamo Erna y trabajo en una fábrica de jabón. Tengo un sueldo exiguo, vivo en un barrio trabajador, yo soy una trabajadora. Pero me gusta pensar que soy otra cosa. Me gusta pensar que soy una bohemia que vive en... tengo hambre. Este no viene y creo que me voy a ir. El camarero me trae un sobre. 'El título, ya lo tengo. Éxito'. Bueno. Me gusta pensar que sirvo de inspiración. Qué alegría. Me voy al barrio a ver si me hago de cenar'.

martes, 8 de enero de 2013

Baal

Y subimos unos cuantos por aquel monte en el que decían las gentes, y nosotros no quisimos dudar de ello, que moraba Baal. Y fuimos por senderos y veredas abiertas por animales. Y tuvimos que escalar, que quedarnos colgando de algún risco, que resbalar pendiente abajo en alguna ocasión, hasta que llegamos a un pequeño descansillo en el que entrevimos una pista que se fue ensanchando y que nos condujo de forma más que agradable hasta un fabuloso palacio. Y todo nos pareció una maravilla. Y todo nos resultó fuera de lo normal. Que después de tanto sufrimiento, todo pasara a ser tan sencillo. Era cosa de Baal. Allí estaba, ciertamente, la morada de Baal. Y el palacio estaba abierto y no había nadie en las puertas vigilando. Y había comida recién hecha a pocos pasos de la entrada y allí mismo, en unas piscinas de agua tibia, pudimos darnos un baño reparador antes de de que decidiéramos buscar por aquellas estancias, dónde se encontraba Baal. Y allí, sentado en un trono magnífico, labrado y decorado con metales preciosos, telas de ensueño, maderas exóticas, estaba Baal. Y Baal miraba hacia nosotros con aire interesado. Parecía no haber visto a nadie desde hacía mucho tiempo. Y supimos que era Baal porque algo nos dijo que aquel que estaba allí sentado era Baal, pero en realidad, nada parecía indicar que aquel muchacho morenete y al que se le dibujaba un bigotillo negruzco, pudiera ser Baal. Pero supimos o quisimos ver que aquel era Baal.
Y a Baal le hicimos nuestra súplica.
- ¡Oh Baal! ¡Oh grande y poderoso Baal! ¡Oh Baal que todo lo puedes y que de nada te abstienes! ¡Danos consejo para alcanzar lo que te pedimos! ¡Oh Baal, fuente de sabiduría y magnífico creador!
Con los ojos muy abiertos, Baal, aquel muchacho sentado en semejante trono, nos dijo...
- ¿Y qué es lo que queréis? ¿Cómo puedo ayudaros yo?
- ¡Oh Baal! ¡Baal que derrotaste la oscuridad y lanzas tu ejemplo a los insignificantes mortales! ¡Queremos que nos indiques cómo y de qué manera podemos ofender a todos sin excepción! Escucha, oh Baal, somos un grupo de personas que han pasado su vida obedeciendo, creyendo, respetando a los demás en su credo, condición y pertenencia. Pero en cambio, nadie ha hecho lo mismo con nosotros. Así que hemos decidido faltarle el respeto a todos y a todo sin omisión de ningún tipo de segmento social. A todos. Sin dejar a nadie exento. ¡Oh Baal! ¿Qué podemos hacer?
Y el muchachete Baal puso cara de no haber entendido nada y saltó del trono maravilloso, quedándose ante mi, pobre gusano, y me dijo...
- ¿No es bastante ya ser cómo eres?

¡Oh Baal! Una respuesta y una pregunta. Una pregunta y una respuesta. Oh Baal. Mayor ofensa no hay que ser como uno es... ¡Sabio y Poderoso Baal! ¡Joven y Viejo Baal! ¡Oh Baal!

Mortales... vivir es ofender.

lunes, 7 de enero de 2013

El futuro

Mis días en el pasado terminaron ayer, porque hoy me he proyectado hacia el futuro. No ha sido nada del otro mundo. Ayer me fui a dormir y no cerré bien la puerta de mi habitación. No sé a qué hora de la madrugada me he despertado al oír cómo el viento soplaba tan fuerte que parecía que se me iba a volar la terraza. La bicicleta, las sillas, las macetas, todo lo estaba viendo volar. He decidido, como siempre, cerrar los ojos y no hacer caso. Al final nunca pasa nada, y por dos macetas que se vuelen... o que se vuelque la bicicleta... el caso es que al cabo de un rato me ha vuelto a alarmar el fuerte viento y el sonido del chambao de plástico a punto de salir despedido. Saltándome todas las normas de comportamiento que me caracterizan, basadas en el darme la vuelta, en dejar pasar, en no hacer, he decidido salir a ver qué pasaba y en todo caso, recoger los desperfectos que a buen seguro se estaban dando.
Al abrir la puerta de la terraza he visto que había una silla que se había desplazado de donde recuerdo que se ubicaba. Se había empotrado contra una maceta, pero sin tronchar la planta. He salido a colocarla en algún sitio para que no se volase y ha sido entonces cuando una ráfaga de viento me ha mandado a otro tiempo. A hoy. Aquí. Sin solución de continuidad.
Una mierda de viaje en el tiempo, la verdad. Lo único que ha ocurrido es que me he encontrado aquí sin necesidad de oír el despertador por la mañana, sin tener que pensar en qué me iba a poner antes de ir a la ducha. Sin tener que ducharme, sin tener que sintonizar el pequeño transistorcillo que jamás se escucha como dios manda. Sin tener que coger el metro. Sin viajar leyendo. Sin esperar en la puerta con el compañero a que nos dieran ganas de entrar a currar. Nada. Una mierda de viaje en el tiempo de unas horas nada más.
No sé. Una sensación bastante chunga. Porque oye, para una vez que sucede un algo sobrenatural en la vida de uno, tan acostumbrado a que todo sea tan así, y que lo único que ocurra es que de estar en la terraza a las tres de la madrugada, aparecer ya en el curro vestido y todo... es algo así como descorazonador. Porque yo que sé. Si viajas, pues que te manden al futuro ese de naves espaciales, o al pasado del siglo de Oro, o a cualquier otra parte y así ves mundo. Pero si todo lo que hay es que te presentes 'antes' en el curro, pues la verdad. Menuda mierda de todo.

viernes, 4 de enero de 2013

Miscelánea Funesta

Empezaremos el año con canciones o vídeos que dan ganas de...
En fin. El otro día daban una película en la cual Martin Lawrence hacía como que aparecía en la Edad Media, en la época de Robin Hood o así, y claro, se enamoraba de una princesa... afro. Claro. No iba a ligarse a una rubia inglesa bien hermosota. Eso no. Pues bien. Aquí tenemos un fabuloso vídeo en el que Bruno Mars y BoB, nos cuentan de lo mucho que te quieren... siempre que no seas blanca. Supongo que a ellos también les gustan blancas, como no podía ser de otra manera, o es que son así de chungos ellos, pero en el vídeo no sale ni una chica rubia. Nada. Pueden salir afroamericanas, asiáticas, latinas, pero nunca bellas valkirias, pelirrojas irlandesas, o cualesquiera de otras procedencias que no sean... oscuritas de piel, como ellos. No vaya a ser que cunda el ejemplo y empecemos a mezclar razas. Este vídeo, me indigna. La canción me da absolutamente igual. El otro día leí en una revista que hacían una crítica de un disco de Bruno Mars (el de la gorra) y lo ponían bien. Sin drogas ni nada. No me veas.
https://www.youtube.com/watch?v=8PTDv_szmL0

Comencemos con la muestra de canciones que hablan de amores españoles. Amores de nueva generación españoles. Amores de gente que lleva sus relaciones de pareja como si fueran tormentosas historias sacadas de manuales de... estrategia. Yo sé mucho. Tú sabes mucho. Somos tan grandes y tan importantes que cuando nos juntamos dos personas así, es tan difícil que la cosa vaya bien porque somos tan especiales que... Izal. Izal no es Vetusta Morla, porque el cantante, pese a ser otro guapo de esos guapo guapo, tiene un aspecto diferente. Otro aspecto. Pero prácticamente la misma voz y el mismo modo de entonar. Yo oigo estas letras y es que enfermo. No entiendo estas películas, estas historias que si, pero no, pero no, pero esto y pero luego lo otro. No veo el asunto. Esta canción se llama Tu continente. Partidas, estrategia, etc.
https://www.youtube.com/watch?v=9GC7B0G8rF8

Ah, claro, pero tú mismo hablas de partidas, y de ajedrez y esas cosas. Si. Pero yo soy yo. Y no... bueno. En fin. El primer día del año puse un programa grabado para amenizar la vuelta al trabajo y se lo dedicaban al disco de Mcenroe. Con ese nombre, uno piensa en música así cachonda o al menos airada. Y no. Dejando a un lado si tocan bien o mal, que tocan muy bien y no me meto en eso, pero es que la temática es tan así. Y la cantan tan así. Ponen esta canción mucho en la radio y la verdad es que no me gusta. No me gusta y no me gusta. ¿Cómo nos vamos a querer sino sabemos qué responder? Separaciones, amores, todo cantado como al borde del... llanto. Joder, no. No, ostia. Va, arriba, copón. Venga ese ánimo, chavales, que remontamos, joder. Qué parecéis Llorente marcando un gol. Que no pasa nada.
http://www.youtube.com/watch?v=JfLZY-9ppyQ

Si haciendo algo parecido a una mierda de rumba ya era grimoso, ahora nos tenemos que enfrentar a la reconversión de Melendi como sucedáneo blando y penoso de Fito. Con el tracatrán y un solito de guitarras como para parecer qué... Penoso. Ahora va de malote, haciendo rimas, pegado a una botella, diciendo la palabra puta, siendo malo y llevando el pelo liso y bien planchado. Pero lo mejor o lo peor es que Melendi, al que escuchar cantar da verdadero repelús, con ese aflamencamiento astur que no se lo cree ni cristo, es uno de los jurados del concurso de La Voz. Increíble. Ya, ya, que es todo mentira y una farsa y lo que quieras, pero para cualquiera que le oiga y le vea, dirá... las clases y el criterio que tenga este... 'te quiero en mi estudio, te quiero para mi proyecto'. Dios santísimo. Qué espantosidad.
http://www.youtube.com/watch?v=67TUn-pBq6M

La Marcha Radetzky. No negaré que me parece una de las piezas más buenas y pegadizas y tal del repertorio clásico. Todo muy bien. Pero una mierda así de grande para la marcha radetzky. Porque el general Radetzky-Von Radetz (o al revés) era un mamonazo de mucho cuidado, el encargado de reprimir las sublevaciones, las primeras sublevaciones de la clase obrera en el Imperio Austro-Húngaro, en Budapest. Y ahora, cada fin de año, como para pasárnoslo por la cara, tenemos que escuchar la cancioncita. Qué bien, qué lujo, qué todo. Pom pom pom. Pero que le den viento a la Marcha Radetzky. Si hasta busca uno en wikipedia y lo que sale es el escudo del ejército de Chile... si es que...
http://www.youtube.com/watch?v=UNKykrQiwFo

Bien, y nos vamos con la que me ha parecido la canción rabias del año pasado. No sé si la he llegado a poner antes. Estos días en los que no he hecho gran cosa, he recuperado algunas revistas del Rock de Lux, y leyendo y releyendo descubrí una crítica de un disco de La Habitación Roja de algunos años atrás. Lo ponían a caldo y les encarecían a que vigilasen con las letras que se les estaba yendo la pinza un poco para mal. Pues bien, este año, antes del verano y así, sonó muchísimo esta canción 'Ayer'. No la he aguantado ni esto. Ni esto. Oye, qué historia tan poco interesante, qué forma de dar pena en plan, lo siento tía pero ayer no te hice caso. Y ya está. Y soy un desastre y tú me completas. De verdad, no. Encima los vi en Santaco y es que no. Que no. Ya está.
http://www.youtube.com/watch?v=1cr6euFUZ3c

Pues eso. Con esto puesto, ya solo queda remontar. Que los Reyes se porten bien, y que el finde sea disfrutado como se merece.


jueves, 3 de enero de 2013

Ylenia

Lo dije el primer día que vi el programa y lo mantendré hasta el final: yo soy de Ylenia. Ylenia es lo que yo llamo una paya de campeonato. Lo llamo yo y lo ve cualquiera. Da igual que... ay, por cierto. Una cosa. Que se ha quemado a lo bonzo (en las noticias ponen eso, se ha quemado a lo bonzo, queda como muy así, en vez de decir 'se ha quemado vivo', que es como menos exótico), un hombre en Málaga, de 57 años porque ya no tenía ni para comer. Bueno. Sigamos. El caso es que yo soy muy de Ylenia. Dejemos a un lado la voz cascajosa que tiene. Incluso con esa voz, y quizás por esa voz, uno sería capaz de cualquier cosa por una muchacha así. Da igual que se note y se le renote que ese rubio es más mentira que te cuenten que tanto en nochebuena como en nochevieja ha tenido que venir el médico a casa porque ay, qué malitos nos hemos puesto. Da igual. Es lo mismo. Da igual que aparentemente la chica tenga digamos, poca clase. Ay, la clase. Qué queremos, modosismo, gente que respete las convenciones. Si yo fuera como Ylenia, si yo me levantase un día y me mirase en el espejo y viese a Ylenia, diría... para qué. Para qué tanto. Es mejor así.
Veo Gandía Shore. Si voy dando vueltas por los canales y me lo encuentro, malo ha de ser que no acabe viéndolo. Los tetes, las tetas, los nanos, 'en tu vida', etc. No es algo de lo que haya que estar especialmente orgulloso, pero la vida te lleva por caminos que conducen a lugares que francamente. Ylenia. Ylenia recién levantada. No, mejor. Ylenia en una discoteca. Pam, pam, pam. Con un vaso de algo medio lleno, medio vacío en la mano. Que si pim, que si pam. Ese me mola, me lo llevo a casa. Lo hace ella y lo hacen ellos, y las que pueden. Los tetes. ¿Cómo te llamas? Eres muy guapo. ¿Te vienes a dormir a mi casa? Y ya está. Era tan fácil. ¿Porqué no lo supimos ver? Mucho mejor Gandía Shore que los otros 'Shores'. Porque estos son de aquí. Son como nosotros. Son la expresión de una generación. Lo mejor es un buen cuerpo, y lo demás ya vendrá por su sitio. No hace falta saber tanto, lo importante es tener claro que hay que pasárselo de puta madre y que pim, y que pam. Y la música. Ven aquí, que quiero hacerte gozar. Más o menos de eso hablan casi todas las canciones. De hacer disfrutar a los demás. ¿no es bonito? En vez de hablar de volar edificios, de asaltar bancos, de denunciar a la empresa... hablan de amarse los unos a los otros. Pero no amarse en plan 'te quiero y te respeto como ser humano que eres'. No, se habla de amarse de verdad. Y ahí está Ylenia, con sus dosis de 'amor de Ylenia'. Y los dilemas. Tengo novio pero aquí es que una se pone todo burra y claro, a ver cómo se compagina. Y esa llamada a la madre de... no sé quién fue. La Gata. Pobre Gata. Y la madre diciéndole... sé tu misma.
Tenemos que ser nosotros mismos. Ese es el secreto. Si eres tú mismo, nada puede impedir que cumplas tus deseos. Ser autónomo, por ejemplo. ¿Cuánto me falta para ser autónomo? Poco, me parece. Pero antes de ser autónomo, seguiré viendo por la tele cómo la gente va de fiesta en limousine, o en furgoneta, y van de aquí para allá, y grabarán un disco, y saldrán en la tele, en otros canales de la tele. Y los demás seguiremos viendo cómo los días van pasando. Los tetes y las tetas. Labrador. 'En tu vida'. Yo soy así. Las feas pa los feos, las demás para mí. Ese es el sistema. El Labrador. No tengo límites, lo que quiero es para mí. Y eso es lo que hay. Así somos . Tanta historia y tanto rollo. Hay que joderse. El Gobierno defiende la eficacia de la reforma laboral. Han salido las cifras de paro. Va mal, pero no va tan mal, dice el Gobierno. El optimismo. Al Fondo monetario, salchichón.
Yo soy muy de Ylenia. Sin duda. De las otras no me fío. De Ylenia, si. Porque sea como sea, lleve las extensiones que lleve, eso son detallitos sin importancia. Ylenia. Un futuro por delante. Qué pena y qué pena todo. ¿Será patriota Ylenia? Mira cómo me suena la barriga. Eso es que tengo hambre. Hay humo, aquí han fumao. Amor a la patria. Patria. O muerte. Huelo a tabaco y no fumo y en los bares ya no hay humo. A ver porqué huelo a tabaco. Yo soy de Ylenia. Ylenia es para mí.

miércoles, 2 de enero de 2013

Cantante calvo

De la sugerente colección 'Fantasías' de novelas y cuentos publicada por la editorial Perlanita, reproducimos aquí un pequeño cuento de Elías Renenstaim, llamado 'Cantante calvo'.
'Los más jóvenes no se acuerdan ya de él. Tampoco los de mi generación guardamos demasiados recuerdos suyos. Incluso los que tienen la edad de mis padres lo vieron actuar pocas veces. Son mis abuelos y mis bisabuelos quienes le escucharon y quienes le disfrutaron y quienes vieron lo que sucedió aquella noche en el café Zenopol que pudo haber cambiado su suerte. Hoy, hoy mismo, mientras bajaba a por café antes de ponerme a escribir, he visto a un hombre con peluquín. No hace falta fijarse demasiado, quienes llevan peluca no sé si saben que los demás saben. Deben imaginárselo, supongo. Pero se les nota muchísimo. El buen señor iba con su buena peluca puesta, de un color completamente natural, pero absolutamente fuera de sitio. Se le notaba desde aquí que no era suyo. Los pelitos esos que quienes tenemos poco pelo tenemos atrás le delataban. Lo de delante, no es suyo. Clorindo 'Voz de terciopelo' Senekowitz, actuó en teatros y cafés de Buenos Aires durante las dos primeras décadas del siglo XX, cosechando unas críticas bastante aceptables. Cantaba e interpretaba sus propios temas, casi siempre de temática amorosa, apuntes de la vida cotidiana, pero se pasaba de gracioso. Entre canción y canción, hacía comentarios sobre la vida, sobre su situación, sobre esto y lo otro, pero sin gracia. Todo el talento que desplegaba cantando, lo perdía en cuanto abría la boca para otras cosas. En una actuación en el café Zenopol, salió al escenario y cantó su melodía 'Teatro sentimental', que hacía llorar hasta a las piedras y derretía a las jovencitas que escuchaban el trino de Clorindo. Cuando terminó y mientras simulaba que afinaba la guitarra, empezó a contar que tuvo una novia que era esto y lo otro. Sus comentarios, blancos, su humor dulzón y relamido, sus chistes que de tan finos no hacían reír a nadie... sólo ayudaban a empantanar su espectáculo. Encaminó la actuación con 'Estrellas en la noche', y le siguió un soliloquio sobre filósofos antiguos, que no venía a cuento para nada. Tras 'Almanaque del corazón', que logró arrancar un bravo muy sonoro por parte de una solterona, que iba acompañada de un muchacho que parecía su hijo pero no lo era. Clorindo habló luego sobre unos científicos que habían descubierto una cura contra la enfermedad del sueño. Siguió el recital con 'Su vida, mi muerte', que hizo llorar a un joven galán que se acodaba en la barra. El mismo galán cambió el llanto por la risa cuando Clorindo se embarcó en una locución sobre las mujeres con abrigos caros. Todo el mundo lo veía pero sólo él se atrevió a decir '¿y a vos cuánto te costó la lana?'.
Clorindo 'Voz de terciopelo' Senekowitz, prosiguió su actuación. Interpretó cuatro canciones más, pero saltándose las parrafadas. Al terminar, todos le despidieron con grandes aplausos. Sin embargo, Clodomiro no supo ver las señales y en sus siguientes actuaciones, pensando que la gente se reiría de él, cambió su nombre por Clodomiro 'Timbre divino' Senekowitz, y se quitó el peluquín, volviendo a los monólogos entre tema y tema y alternando aplausos con indiferencia en un circuito de actuaciones de medio pelo. Con perdón.'.