lunes, 30 de enero de 2023

Marquee Moon - Television


Recuerdo cuando Television se juntaron de nuevo, salieron de gira y fíjate tú, cayeron en el Primavera Sound. Un Primavera Sound que todavía se hacía en el Poble Espanyol. Aquesl Primavera fue espectacular. Vimos por primera vez a muchos de los grupos que nos molaban desde hacía tiempo y, uno de ellos, fue Television. Salieron y se pusieron a afinar en vivo. Estuvieron rato afinando. Y entre canción y canción, volvían a afinar. Tocaban, rasgaban y afinaban. Era una cosa hipnótica. La segunda vez que los vimos fue unos años después. Vino el Arnau, el hjio del Oscar, que tendría 12 años o 13. Le íbamos contando que los Television... seguro que algo cuajó. Naturalmente, ese primer día y el segundo tocaron el Marquee Moon. El Marquee Moon salía reseñado en aquel especial del Rock de Lux que hicieron y que era la biblia de los discos que había que escuchar. Por entonces yo estaba preparándome unas opos que nunca fueron a ninguna parte y me pasaba para 'estudiar' por algo de la Fundació la Caixa que tenían en el passeig Sant Joan y que tenía una fonoteca importante. Y allí estaba el disco. El Marquee Moon. Además, ya me había leído el libro de 'Por favor, mátame', donde Richard Hell, uno de los primeros integrantes de Television tenía un papel protagonista. El libro sobre el punk que todo punk debería leerse para, quizás, dejar de creerse tan punk. En fin. El disco. Se ha muerto Tom Verlaine. De hecho, la primera canción de Television que recuerdo no era del Marquee Moon, sino una canción que se llama Call Mr. Lee. Tremenda. El disco del Marquee Moon. No se puede hablar del disco del Marquee Moon como un disco de punk, ni de un disco de postpunk, ni un disco que no sea nada más que de música rock con guitarras y con una actitud que se aleja tanto de todo lo que uno pareciera pensar que es ese caos, rapidez, destrucción, etc., queda desmentida con este disco donde sí, efectivamente, se demuestra que saben tocar, y saben tocar mucho y saben tocar bien y te saben llevar a un lugar. Que puede ser esa luna de la que hablan en el tema que da nombre el disco. Es un señor disco. Un disco que quizás te acompleja porque es demasiado bueno, demasiado bien, pero que hay que escuchar muchas veces para quitarte los complejos. El punk es muchas más cosas, se puede ser casi de cualquier manera, solo hay que tener clara una cosa. Y esa cosa no sé lo que es. 

jueves, 26 de enero de 2023

Contra el fascismo


Aplastemos el fascismo. ¿Quién va a estar contra eso? Sabemos quién está contra eso, sabemos que hoy mismo en Santa Coloma una parada de Vox ha hecho propaganda de su ideología reaccionaria disfrazada de lenguaje común y llano, viril y valiente, pero no son más que los lacayos de quienes siempre han buscado... esto lo tenemos todos claro. No nos gusta el fascismo, en Santa Coloma no queremos fascistas. Eso es evidente. Pero qué son los fascistas. Claro, esta pregunta parece sencilla, evidente, pero desde que el término se acuñó calificar de fascistas a diestro y siniestro se ha convertido en un deporte peligroso. La frase que dice 'si todo es fascismo, nada es fascismo', parece que cobra realidad cuando todo el mundo nos parece fascista o nazi. Todos son nazis menos yo. Soy tan así que te llamo nazi o fascista porque así yo me sitúo en un extremo en el cual... vamos a ver. Si el otro día nuestra alcaldesa del alma salió por peteneras y calificó como fascistas a los okupas de La Kasa, en el carrer Padró, dónde está el límite. Por mucho que uno pueda estar en contra de las actividades que se lleven a cabo en la CSOA, que puede ser, por mucho que uno pueda estar en contra del estado de dejadez en el que se encuentra el barrio del Centre y que poco tiene que ver con la acción de los okupas y mucho con la inacción del equipo de gobierno, calificar de fascistas a un colectivo que, insisto, puede estar en las antípodas del modo, estilo, manera, sentido de la vida de muchos de ustedes e incluso de mí mismo a día de hoy, pienso que habría que haber escogido otra manera para descalificar desde la institución más alta de la ciudad a un colectivo concreto. Cuando vengan los fascistas de verdad, porque ya han venido (han tenido regidores en nuestro consistorio ¿no se acuerdan de PXC?), qué les diremos. Bien, como digo, dónde está el límite. El límite se lo han saltado a la torera 'animus iocandi' en el programa Zona Franca. Un programa que basa su humor en pensar que la audiencia de una televisión pública es su grupo de colegas, que deben pensar todos más o menos lo mismo sobre la vida, España y la cerveza y el Barça, claro y que se ha tenido a bien situar en la franja de noche extrema. Diversas 'bromas' y 'comentarios' pueden resultar ofensivos para una parte de la audiencia que no tiene porqué compartir su ideología, porque es ideología y no humor lo que se imparte, pero otra cosa es otra cosa. Otra cosa es llamar en el programa de ayer 'nazis' a los votantes del PSC. Que saquen la cara por los socialistas los socialistas, que aquí en Santa Coloma van llamando fascistas a la peña ¿no? pues sí, que lo hagan. Pero eso no quita que no sea grave que la tele pública considere fetén que a los votantes del primer partido de Catalunya en número de votos se les considere nazis por que apoyan el cuarto cinturón, la ampliación del aeroport o el casino de Tarragona. Tres cosas que me parecen lamentables y propias de un proyecto de derechas disfrazado de un falso progreso económico que... ¿pero nazis?

¿De verdad el PSC es un partido capaz de gasear a los judíos, a los gitanos, a los comunistas, a los homosexuales? ¿En serio es normal llamar nazis así a la brava a la gente que vota diferente que tú, que no quiere la independencia, que... yo que sé? Ahora que me llamen tabarnio o me llamen españolista o que me llamen lo que les de la gana, pero no salgo de mi asombro. O que me llamen okupa, radical o que me ponga a trabajar, vago, quienes sigan a pies juntillas lo que mi alcaldesa socialista considera que es la verdad en mi ciudad. 

Me da igual. A mí lo que me parece es que cuando vengan los fascistas de verdad, no nos va a hacer tanta gracia. Estos días van a tener lugar diversos actos para recordar la entrada de los fascistas en Santa Coloma en 1939. Actos donde haremos proclamas antifascistas, donde nos declararemos antifascistas, donde diremos que la unidad, que la acción, que el combate... pero así estamos.  

martes, 24 de enero de 2023

Umm Kultum


Tú no sabes dónde te has metido hasta que ya es demasiado tarde y todo lo que había pasado antes ya no existe. Todo lo que estaba pasando hasta este momento parece que no ha sido nunca. Justo lo que habías buscado, encontrado algunas veces, te vuelve a pasar. Todo parece que ya no está y solo la escuchas a ella, cantando durante y digo durante y no voy a decir el tiempo porque el tiempo ya no está, de repente el tiempo se ha ido y el tiempo es algo que ha dejado de interesarme hace tiempo. El tiempo se mide en las veces que puede estar cantando y en el tiempo que va a decidir lo que dura todo. Lo que dura la canción, lo que dura el aire que le da a la orquesta para que la siga o para que proponga o para que se vaya o para que empiece de nuevo o quizás es que ya ha terminado y es otra cosa y da igual. Tú no sabes porqué has tenido que caer en eso si tú andabas buscando otra cosa y esa cosa no sabes ni lo que es ni te interesa. Solo sabes que estás ahí atrapado en algo que no parece terminar jamás, que no tiene ni principio ni fin, que es un espacio paralelo de la realidad. Todas esas cosas que nos prometen evasión, salir, huir, sin tener que ir a ningún sitio, sin tener que desplazarme, con el coraje que me da desplazarme. Mi amor. Cuántas veces puede repetir Mi amor. Cuántas veces puede comenzar esa canción, cuántas veces pueden los músicos repetir la misma frase y cuántas veces pueden acoplarse a lo que ella va cantando. Tú esto te lo preguntas luego, cuando ya no estás en esa canción, cuando te puedes permitir el hacerte preguntas. Esas preguntas no tienen porqué tener una respuesta. Si tuvieran respuesta, si todo estuviera previsto, si diera igual, comienza de nuevo, la percusión, que es esa percusión, va poniendo la alfombra a todo lo que viene después. Está ella y todo lo que viene después. Ella va cantando y va desgranando una historia que no sabes de dónde viene ni a dónde va. Va cantando y lo va situando y lo va esparciendo y te va llevando por donde quiere. Y tú quieres que te lleve. Qué bonito nos está quedando todo y la canción sigue sonando. Habibi. Enta omri.

lunes, 23 de enero de 2023

Irma Vep - Olivier Assayas


En el número especial de Rockdelux sobre lo mejor del 2022, se recoge que la mejor serie fue Irma Vep, de Olivier Assayas. Creo que hasta que no lo leí en la revista, no había reparado en ella. Me propuse verla, saber porqué, de entre todas las series que se han proyectado en este año pasado, era esta y no otra la mejor. Y la verdad, no sé si ha sido la mejor serie, creo que es un título un poco exagerado, pero sí que diré que es una serie que es especial. Bien sea por la propia historia que cuenta, por la manera de interpretar de Alicia Vikander, por el papel del director de la película, por el mundo que retrata, no lo sé, pero tiene algo. Algo que, aunque no sea nuevo, ni sea espectacular, ni tampoco sencillo, ni tampoco nada, pero es algo. Qué es. 

Es una serie que se basa en una película que el propio director de la serie, Olivier Assayas, ya rodó hace unos años. Irma Vep ya ha sido filmada. La protagonista entonces de Irma Vep estuvo casada con el director Assayas, la hongkonesa Maggie Chung. Al mismo tiempo, esta película Irma Vep es un remake de una película o serie que se rodó en los años veinte. Todo esto sale en la película y forma parte de ella. El director de la ficción es un trasunto de Assayas, que recuerda la película que ya filmó hace más de veinte años y tal es el influjo y la huella que le dejó que el fantasma de su ex mujer, mejor dicho, el espíritu de su ex mujer se le aparece. Pero no solo a él, también a la actriz que ahora va a hacer de Irma Vep. Así la serie es una serie sobre una película que fue serie y también sobre la propia vida del director y los actores y actrices que hicieron esa película y esa serie. Todo mezclado, unido, por algo que podríamos llamar 'el espíritu del cine'. 

Una actriz que ha conseguido el éxito comercial pero que siente que su carrera es una mierda y quiere hacer esta serie por intentar hacer algo con cierto poso y se encuentra atrapada, de manera voluntaria incluso, por el espíritu del cine, de un papel, de un mono de terciopelo, por una personalidad que la mantiene unida a una profesión. Enredos amorosos, líos, flirteos, depresiones, tiradas de caña, excesos, equívocos, fiestas, personajes idiotas, personajes excesivos, personajes que son un cliché, personajes que te enamoran, personajes que te ponen a cien, personajes que te aburren y una trama que puede pasar de lo ridículo a lo sublime en el mismo plano.

Así que no sé si la serie es la mejor, sí que ha conseguido que cada episodio te mantenga interesado en saber qué pasará, y lo que pasa es que todo es cine. Y que las películas y las series empiezan y se acaban. 

viernes, 20 de enero de 2023

Quitarle la mayoría al PSC


Quitarle la mayoría al PSC en Santa Coloma en las próximas elecciones municipales, es el objetivo declarado de todas las fuerzas políticas de nuestra ciudad. Pero para qué. Quitarle la mayoría al PSC debería ser un objetivo no únicamente matemático, sino también de proyecto. Quitarle la mayoría al PSC para ser el PSC, para apoyar los proyectos del PSC o para empujar al PSC a hacer proyectos que ni el PSC se atrevería a sugerir, no sirve para nada. O sirve para ocupar cargos, que entre dinero en las arcas del partido, que crezca el ego, que puedas salir, ahora sí, en esas fotos de equipo de gobierno sin que parezcas un intruso sino siendo uno más. 

Hoy nos hemos almorzado con la visita del Ministro de Cultura, Miquel Iceta, a nuestra ciudad. La visita ha sido aprovechada por la alcaldesa para anunciar el proyecto de construcción de una piscina olímpica y diversas instalaciones multifuncionales en Can Zam. Este anuncio ha tardado muy poco en ser respondido por ERC, más que respondido, respaldado por ERC, que se ha querido apuntar el tanto de este proyecto. Un proyecto que rompe con el consenso de las entidades y partidos que luchan por que el terreno de Can Zam sea un pulmón verde para Santa Coloma, que no sea el contenedor para proyectos varios y que sea un espacio de árboles, vegetación, en el que la ciudadanía colomense y de las ciudades que nos rodean, pueda disfrutar sin necesidad de salir fuera del entorno urbano. Un gran parque urbano para Santa Coloma. Un parque con árboles. Pero parece que tanto para ERC como para el PSC, el parque tiene ya buena parte de su extensión completa y lo que queda puede utilizarse para 'contener' lo que se nos vaya ocurriendo.

Lo que se ha anunciado hoy es un proyecto, al que se destinan 5M de euros, cantidad del todo insuficiente, sobre el que no hay nada escrito. Pero se ha anunciado. Y ya está dicho.  Otro proyecto que no tiene en cuenta las necesidades de la ciudad y de sus ciudadanos, en momentos de emergencia climática, como ya hace el PSC con sus propuestas de 4o cinturón, de ampliación del Aeropuerto del Prat o de casino en el Hard Rock Café. Y ERC, aquí, se suma al carro. Votos por medio ambiente. 

Quitarle la mayoría al PSC para ser el PSC. Ese parece ser el objetivo de ERC en Santa Coloma. Mimetizarse con el partido que alcanza mayorías absolutísimas, calcar sus propuestas, aparecer en las fotos como si fueran uno más del Equipo de Gobierno. Ser el PSC, hacer lo que el PSC no se atrevería ni a sugerir. ERC en Santa Coloma nos lanza a Rufián como candidato con el objetivo de arañar votos para terminar con las mayorías absolutas socialistas, pero, al mismo tiempo, la voluntad expresada y manifiesta durante estos años de legislatura por parte de ERC no ha sido criticar el modelo y proponer otro, no. Lo que ERC ha hecho ha sido decir que el PSC no lo hace bien y que ellos lo harían mejor. Que es muy distinto. En formas, maneras y filosofía, ERC está copiando lo peor del PSC.

Si Santa Coloma necesita un cambio no lo hará de la mano de ERC, que únicamente parece interesado en copar posiciones de poder sin alterar en nada aquello que hay que cambiar en Santa Coloma. Quitarle la mayoría al PSC debería significar un cambio que desatasque la ciudad, que piense la ciudad en su conjunto y que aproveche su valor. No debe servir únicamente para apuntalar y perfeccionar un sistema de gobierno clientelar, que confunde partido e institución, que tiene a la ciudad adormecida. 

Quitarle la mayoría al PSC es necesario, pero hay que saber para qué. Otro modelo de ciudad, más valiente, más ecologista, más participativo, es posible. 


Foto Twitter Ajuntament de Santa Coloma

miércoles, 18 de enero de 2023

Mis dos centavos


Hola, soy Ken Brockman y les vengo a dar una opinión sobre Santa Coloma. No se asusten, que no cunda el pánico. No queremos generar más sensación de inseguridad, por favor. Voy a dar una opinión sobre Santa Coloma. Se trata de ayudar. Disculpen que insista sobre el tema, porque me parece fundamental y en mi ser se está produciendo un cambio que en principio fue paulatino pero que en los últimos días se me está acelerando. Se trataba de ayudar, creo. Se trataba de, en la medida de las posibilidades de cada uno, de no sé, hacer que quien esté mal pueda acceder a estar mejor. Pero no. No se trata de eso al parecer, se trata de que faltan cuatro meses para las elecciones municipales y no se trata de nada de eso. Se trata de conseguir un espacio o de, peor aún, pretender conseguir un objetivo inalcanzable en base a las necesidades de la gente. Se trata, al parecer, por lo que se puede apreciar, de llevar a cabo una suerte de asalto permanente al poder en base a las necesidades y al estado de desesperación de una gente que no entiende de otra cosa que está sufriendo un problema gordísimo y hay gente a la que literalmente parece que se la bufa porque su objetivo, este día, toda la vida, es otro. Y no van a parar hasta que ese objetivo se cumpla, que no lo hará nunca, porque nunca será suficiente, y mientras van desgastando ahora esta causa, ahora esta otra, ahora aquella, y mañana la siguiente. Se trata, al parecer de no querer saber, de no querer preguntar, de no querer establecer mecanismos para ayudar a quien merece una ayuda y de considerarlo absolutamente todo como un caso de guerra en esa revolución permanente, que nunca pasa, pero no será porque no se pone entusiasmo y se quema todo lo que se toca. Se trata de que aquí importa un huevo un barrio, una familia, el trabajo, el progreso, la civilización o lo que sea, porque lo que interesa es reeditar cada día de nuestra vida un glorioso octubre de 1917 o un julio de 1936 o las glorias pasadas de hace unas cuantas décadas hasta que los partidos políticos vendieron al pueblo y llevarnos con nosotros aquello que la gente está necesitando. Porque al parecer, hay quien no necesita nada y que lo único que les llena la cotidianeidad aburrida de ayudar en lo que se pueda es acudir religiosamente cada día a ponernos un examen de integridad y compromiso. Pues mire, oiga, de todo se harta uno. Pero no se asusten. 

martes, 17 de enero de 2023

Botella medio llena, botella medio vacía


Te lo puedes tomar de muchas maneras. No te lo tomes de golpe. Te lo puedes tomar de aquella manera. Puede que creas que lo estás haciendo bien. Es peor si sabes que no lo estás haciendo bien pero entiendes que solo puedes hacer esa cosa. Esa cosa que sabes que no está bien. Porque lo sabes. Y si no lo sabes es que eres yo que sé. Porque hay que ser yo que sé. No te lo tomes a mal. Tómatelo como lo que es. Hay muchas maneras de tomárselo y tú te lo estás tomando de una manera que es controvertida cuando menos. Cuando menos. Al menos podrías reconocer que lo que estás haciendo lo estás haciendo porque no tienes otra cosa que hacer. A nivel general, a nivel particular. No tienes nada que hacer. Es una botella que puedes ver medio llena o verla medio vacía. Si la ves medio llena es porque piensas que estás protagonizando algo, algo interesante, que te has vuelto a poner en el pelotón de cabeza, que estás liderando, vuelves a estar ahí. Pero cuando vuelves a tu casa, la botella está medio vacía, porque sabes que todo esto es tan poca cosa, en realidad el objetivo es tan pequeño, el beneficio, porque hay que calcular el beneficio, los costes, el esfuerzo y lo que se obtiene, es tan contraproducente, que sabes que no, pero no puedes hacer otra cosa. No sabes hacer otra cosa. Estás tan acostumbrado a hacer la misma cosa que toda la puta vida igual, toda la puta vida igual. Siempre así. Siempre igual. Siempre con el mismo piñón fijo. Pero que a mí me da un poco igual, también te digo. Solo me gustaría que vieses la botella cómo está. Y el vaso. Ahora me vas a obligar a buscar una relación entre la botella y el vaso y me lo estás poniendo difícil. Cómo te lo digo. Te digo que debe haber algo dentro de la botella y que lo que haya dentro de ella debe llenar el vaso. Si el vaso está vacío es porque no hay nada dentro de la botella. Ya voy cogiendo el hilo. Si no tienes nada con lo que llenar el vaso, lo que estás haciendo es vender una moto, no, mejor, no vender la moto, lo que estás haciendo es poner el tubo de escape en la moto y entonces, y entonces. Yo sé lo que quiero decir y sé que tú me estás entendiendo, ¿verdad? Lo del vaso, lo de la botella, lo del tubo de escape del final como pum de confeti glorioso. ¿Lo has entendido todo, no? Es que tampoco sé si eso. Bueno, sigo con otra cosa. Que está todo cantidad de liado.

lunes, 16 de enero de 2023

Sumar, siempre positivo.




Todo es muy difícil. Seguimos en la lucha, derrota tras derrota hasta la victoria final. Lo importante es resistir. Los medios de comunicación, el complot de la judicatura, las estructuras profundas del estado, los partidos que actúan como freno constante, la gente que no se entera, todo mal. Todo es tan difícil que al final la gente piensa que es tan difícil que nada merece la pena. Y la gente o se cansa y acaba no participando o acaba yendo a soluciones que no aportan nada, perjudican más que suman. Y se trata de sumar. 

El sábado tuvo lugar el acto de escucha de Yolanda Díaz y Sumar en Barcelona. El acto fue un éxito. Un éxito de convocatoria, 1800 personas llenaron el Auditori de Glòries y otras mil más se quedaron fuera. Ya dijimos que había que ir tempranito. Yolanda Díaz, junto con Ada Colau como presentadora, y una serie de ponentes que hablaron de temas de juventud, de sindicalismo, de vivienda, de feminismo, de la utopía y, sobre todo, de que es posible hacer, legislar, cambiar la vida de la gente a mejor. Disculpen el tono demasiado formal de este texto. Pero seamos un poquito... o no. Ada Colau presenta el acto con 40 minutos de retraso ya que tanto Ada como Yolanda se han pasado por la cola de la gente que no ha podido entrar para disculparse. De Santa Coloma hemos venido unos cuantos. Muchos cuantos. Hemos venido tantos que nos hemos hecho una foto en la que siendo tantos no hemos salido todos, porque seguía viniendo gente. De Santa Coloma, sí. Y somos los de En Comú Podem los que hemos venido. Porque los de En Comú Podem somos los de la Yolanda. Es que luego, bah, ni luego. Esto está claro. Punto y aparte. 

El sábado comenzó el acto con la intervención de Ada Colau que dio paso a la intervención de las diferentes ponentes, que fueron breves y estuvieron muy bien, especialmente Nel·lo y Buron. Todos. Y todas. Y Yolanda Díaz. 

Yolanda Díaz dio el sábado la receta para seguir adelante. Mirar en positivo, dar valor a las cosas que se han estado haciendo, hacerle ver a la gente que hay esperanza. Que se puede y se está pudiendo. Con lo que se tiene se están consiguiendo muchas cosas, pese al freno que supone compartir gobierno con un partido que teme perderse si avanza, pero al que hay que empujar y al que hay que forzar a que se comprometa con políticas para la gente. 

El discurso. El tema es sumar en positivo. Básicamente. De lo que se trataba el sábado era de escuchar un mensaje en positivo, un mensaje de que, como alguien dijo antes, se puede, y se está haciendo. Y que hay que trabajar para seguir haciendo más. Lo demás, es pensar que nada es posible, que todo es oscuro, que no hay alternativa. Y aquí no hemos venido para desmoralizar a nadie, ni para, ni mucho menos, defender un castillo determinado. Aquí se está para que la gente viva mejor. Lo demás es no poder. 

Así que, en Santa Coloma, en Catalunya, donde haga falta, la suma, sumar, siempre en positivo.   

viernes, 13 de enero de 2023

Nostalgia de Rock'n'roll


Ayer se murió Jeff Beck. Jeff Beck fue un guitarrista de rock. Sus dos primeros discos con The Jeff Beck Group son muy buenos, en ellos cantaba Rod Steward y tocaba el bajo Ron Wood. Antes había tocado en The Yardbirds, donde sustituyó a Eric Clapton. Después de The Jeff Beck Group, pudo haber entrado a tocar con los Rolling Stones, también con Pink Floyd. Justo después de The Jeff Beck Group surge Led Zeppelin que, con una fórmula casi igual, consigue un éxito planetario. Luego miles de colaboraciones, discos en solitario, un guitarrista para guitarristas, una leyenda. Uno de esos 'el mejor'. Pero se murió ayer. Justo cuando a Shakira y el tal Bzrp se les ocurre sacar una nueva canción, en la que la colombiana lanza un ataque desmedido contra su ex marido, el ex futbolista ex Gerard ex Piqué. Y ya es la tercera canción que la colombiana dedica a esta persona. Tres canciones ya. Sin duda un exceso de canciones de despecho y de rabia que bien pudiera haber dedicado a otras cosas, como cantarle a su tierra, al amor de sus hijos, a la fuerza que le da Dios para afrontar nuevos retos, al propósito de ser mejor persona. Pero no, tres canciones ya a esto. Y qué tres canciones. Y qué les voy a decir de la música así en general. Ya no hay rock. El rock, un tío cogiendo la guitarra y haciendo raca raca y punteos de vez en cuando pero sin pasarse porque si no eres un brasas y no molan los brasas salvo si eres bueno porque lo dice la revista tal de rock y entonces aprecias, rock, un tío agarrando el micro y soltándose ahí derramando carácter, carisma, actitud. Actitud Rock. Se acabó, ya no hay de eso y ahora solo es un fulano que ni mira a cámara, que ni sé qué cara tiene, ahí sentado con las gafas de sol y a su lado Shakira o un pavo que se llama Quevedo o un Residente o yo que sé cantan en un idioma que no se entiende y siempre parece que es la misma canción. Todo programado, en su habitación, como el que hace un powerpoint. Toda la música se puede hacer ya hoy desde el mismo ordenador portátil desde el que estoy escribiendo. La música es ya una mentira gigantesca. ¿Una banda de rock? ¿Una banda? Tres o cuatro o cinco pavos ahí dándole a sus instrumentos. Eso que parece que es lo que tiene que ser, lo normal, todo eso ya es una cosa de ciencia ficción. Ahora toda la música se hace como el que manda un mail. No hay espíritu, no hay fuerza, no hay sangre en las venas. Como si fuera una infección, incluso los grupos de rock han ido perdiendo su esencia buscando siempre 'lo electrónico' y perdiendo cada vez más esa naturalidad, ese aquí estamos y con esto vamos. Ayer Shakira hizo así y eclipsó no solo a Jeff Beck, es que volvió a poner de manifiesto que la música ha muerto. ¿Dónde están los discos de Rolling Stones, de Bob Dylan, de los grandes? Discos hechos de verdad, discos con canciones que salen de dentro, con respeto a las músicas que se hacían antes, con referencias, con corazón. Nostalgia de ese rock, de esa actitud, de esa música de verdad que ya solo hacen cuatro o cinco leyendas y que van cayendo poco a poco. La música se muere y queda en manos de gente que canta letras incomprensibles, que no sabe tocar, que solo sabe mover el culo, que solo enseña coches caros y parecen todos macarras de barrio. Y yo pienso que estamos en un tiempo de decadencia total y que ya no tiene arreglo. Voy a ver si la estufa sigue encendida que me ha entrado frío en las piernas y me voy a hacer una infusión y a ver si queda un mantecado y me como medio. Y me voy a poner un disco de Neil Young para escuchar música de verdad. 

jueves, 12 de enero de 2023

Sholojov, Kostin, Popov y los demás


Quise un día hablar con mis amigos de un asunto. Llevaba un tiempo enamorado de una chica que vivía en otra ciudad. Nos carteábamos, alguna vez me trasladaba donde vivía y salíamos a comer. La había conocido en una reunión a la que fuimos Sholojov, Kostin, Popov y los demás. Discutíamos sobre algún tema relacionado con la literatura, creo que criticábamos a Chéjov y abogábamos por una literatura realmente comprometida con los problemas de la gente. Ella se puso a favor de Chéjov. Me gustó, aunque fue ella la que se dirigió a mí. Yo hice aquella vez un discurso doctrinario sobre cómo la lectura podía instruir al pueblo sobre sus condiciones de vida y que adquirieran conciencia de clase. Sholojov, Kostin, Popov y los demás no eran tan así. Yo era el que más. Ella vino directamente a hablar conmigo para decirme que parecía verme dentro de una caja y que no podía imaginarme hablando de la misma manera dentro de diez años, si no es que me había vuelto un idiota. Sholojov, Kostin, Popov y los demás se echaron a reír, yo me puse colorado, seguimos hablando y quedamos en cartearnos. Se llamaba Luba, no lo he dicho. Tenía el pelo rizado, era morena, toda ella transmitía vida, desbordaba energía, tenía una risa salvaje. Quise un día hablar con mis amigos de ella, de lo que sentía. Sholojov, Kostin, Popov y los demás estaban en un salón donde iba a producirse un encuentro con trabajadores de una fábrica. Cuando acabó nos sentamos en torno a una mesa. Creo que estoy enamorado de Luba. Sholojov, Kostin, Popov y los demás hicieron algún comentario sobre el amor a distancia, alguno de ellos me felicitó, otro le recriminó porqué felicitarme por estar enamorado si eso es un proceso humano normal y corriente, comenzaron otra discusión. Quise intervenir, pero me sentí como dentro de una caja, encerrado, sin encontrar dentro de ella nada que me sirviese para decir algo. Entonces lo entendí.

miércoles, 11 de enero de 2023

El país de la extrema derecha


Las imágenes podían engañar. No estaban celebrando algún éxito de alguna selección deportiva, preferiblemente la selección de fútbol, que es la que en cualquier país, como todo el mundo sabe, es capaz de lanzar a la calle a tantísima gente enfervorizada. Eran exaltados de extrema derecha que asaltaron los poderes institucionales brasileños para reclamar un golpe de estado, una intervención militar, que bajase una versión chucknorrisada de Jesucristo a la Tierra para que les salvase del comunismo. El comunismo que encarna Lula Da Silva, vencedor de unas elecciones democráticas en las que se tuvo que concentrar todo el voto que no estaba pensando en clave Chuk Norris, desde la izquierda a los centristas pasando por los liberales, pero qué más da, todo es comunismo. Llama la atención la apropiación de los colores del equipo nacional, la apropiación de la bandera. Llama la atención en Brasil y aquí nos llama la atención de aquella manera. La apropiación de la bandera, que los españoles sean unos y no todos, que los catalanes sean unos pero no todos, que al ver una bandera unos sientan repulsión y los demás desapego y viceversa, es algo a lo que aquí estamos bastante más acostumbrados. Pese a que hoy en Twitter te puedes encontrar a gente con la bandera nacional en el perfil soltando cosas de izquierdas, la visión del símbolo te hace mirar con desconfianza. Hubo un intento, en los primeros tiempos de Podemos, de hacer de la bandera y del patriotismo, una herramienta para expandirse. No sé si eso continúa siendo. La bandera, envolverse en la bandera, llevar la bandera a conciertos, siempre me ha parecido raro. He llevado camisetas de equipos, camisetas de selecciones, pero nunca he llevado la de aquí. La extrema derecha piensa siempre que el país son ellos. Que puede ser cierto, porque ser un patriota debe ser algo muy extremo. Sentir amor por el país. Por cualquier país. No me iré a citar a los clásicos como La polla Records, pero siempre quedó en mi una especie de idea extraña sobre porqué uno es de un país y otro es de otro. Porqué nacer a diez kilómetros de una frontera u otra, te puede hacer de un país o de otro y por ende, has de defender ese tal como tu propia nosequé porque.... no me alcanza. El país, la nación, etc. Si acaso tu nación o país ha conseguido algo glorioso, pero a nivel muy colectivo, a nivel ganar una guerra una vez que significó una catarsis, ha protagonizado una revolución que ha cambiado el orden y ha dado bienestar a todo su pueblo, no sé. Algo así. Menudo jardín, verdad. Nacionalista. Es un jardín. Ahora podría decir que no soy nacionalista, que soy republicano porque quiero construir un país tal, pero es que no quiero construir ningún país. El bienestar no está en el país, será que está en la gente. De este país, de ese, de aquel, de todos. La camiseta del equipo de fútbol para definir los que somos de este país y los que son de aquel. La cultura, la lengua, la tradición, el desfile, el fútbol, los cantes y los bailes, el flautín y el pandero, la faja y la bota de vino, el cinturón con tachuelas, el gorrillo de medio lao, el mapa del territorio, la amenaza de otros pueblos que contaminan nuestro bonito mundo. Todo eso. Menudo jardín. ¿Habéis leído la última chorrada de extrema derecha pero es Houllebeq y posiblemente es que no le entendáis? Nuestra cultura, mi vaca, no me hablan en mi lengua cuando pido un café. No me siento satisfecho. Menudo jardín. 

martes, 10 de enero de 2023

La Reina Mágica de Blemblerd

A los dos les pareció bien y se desviaron del camino para visitar a la Reina Mágica de Blemblerd, de la cual habían oído hablar aunque no apareciera en ningún pasaje del libro y todos negaban que pudiera pertenecer al canon. Pero ellos fueron y la encontraron en el mismo lugar que los rumores apuntaban. La Reina Mágica de Blemblerd vivía en una gruta escondida en el monte Blindlin y desde allí controlaba a un pueblo de agricultores pacíficos, en principio, a los que se llamaba los Blimblerds. Estos Blimberds podían suponer una fuerza de combate invencible si se revestían de los conjuros que la Reina Mágica de Blemblerd les proporcionaba, por lo que habían podido mantener su independencia respecto a otros reinos y otros magos durante toda su historia. Claro, había quien se preguntaba cómo podía ser que la Reina Mágica de Blemblerd viviera desde siempre y que su pueblo, los Blimblerds siembre hubieran tenido su protección. Los dos llegaron, preguntaron, les dirigieron hacia allí y se la encontraron en un trono recubierto de pieles. Era una mujer de edad indefinible, pelo larguísimo, entrecanoso, pero no parecía ser ninguna anciana. La Reina Mágica de Blemblerd les preguntó de dónde venían y cuál era su destino. Sabía que nadie se dirigía allí adrede. Los dos le respondieron que se dirigían hacia un destino fatal ya que habían sido encargados del cumplimiento de una misión casi imposible y que antes de llevarla a cabo querían conocer también cuales eran sus posibilidades de contar con nuevos aliados y al mismo tiempo si era verdad lo que decían aquellos pasajes no reconocidos por la historia oficial sobre su poder. La Reina Mágica de Blemblerd solo les dijo que le parecía bien que tuvieran un objetivo que cumplir, que eso denotaba firmeza de carácter y que fueran tranquilos. Y sin más se fueron. Un poco desconcertados, los dos siguieron su camino y se preguntaron si no sería aquella actitud el secreto de la pervivencia de la Reina Mágica de Blemblerd, que ni siquiera les había preguntado su objetivo, ni su misión, ni en qué podía ayudar. Pues quizás fuera eso. 

lunes, 9 de enero de 2023

Flamenco: Arqueología de lo Jondo - Antonio Manuel


Este libro. Este libro se merece, seguro, una crítica con mucho más tiempo, una crítica mucho más elaborada y con muchas más referencias que sirvan para apuntalar mi discurso, pero no va a poder ser. Me va a poder más la urgencia y las ganas de decir lo que tengo que decir que otras cuestiones. Y ahí voy. Este libro es un regalo, un regalo que viene dado por mi interés en las conferencias que Antonio Manuel tiene colgadas en redes y que me causaron un profundo impacto. Estas conferencias en torno a la huella morisca y al origen del flamenco se basan, muy en trazo grueso, en una premisa básica: con la mal llamada reconquista de los cristianos del territorio de Al Ándalus, no se perdió del todo la presencia de una cultura que había estado siglos asentada en este espacio geográfico, sino que toda esa herencia cultural e idiomática pervivió de diversas maneras en formas de lenguaje y expresiones culturales, costumbres, formas de vivir la religiosidad, etc., y también en el flamenco. Según nos explica Antonio Manuel en este libro dedicado al flamenco y su origen, esa huella morisca, filtrada también en el pueblo gitano y con todas las herencias anteriores de otros que antes poblaron la península, está en el origen del flamenco. Incluso del propio nombre del flamenco. Felah Menkub, campesino o jornalero al que han desposeído de todo, de lo material y de lo inmaterial, provendría de esta herencia, de esta presencia que se hace visible a todos en monumentos como la Alhambra o la Mezquita de Córdoba, pero que se quiere oculta en el resto de costumbres y expresiones culturales, en este caso andaluzas, que es donde se fundamenta el libro, en la idea de una Andalucía que ha sido expoliada de tantas cosas que ni siquiera su cultura es suya y ni siquiera su cultura se admite que pueda tener otros orígenes que los castellanos y romances. Bien, el autor nos explica, de una manera realmente fascinante, los orígenes de cantes, de palos, de palabras, de expresiones, incluso de letras que tienen su raíz en esa presencia musulmana. No puede ser que todos se fueran, no puede ser que aunque se convirtieran no conservaran algo de su historia, de su idiosincrasia. Algo tuvo que quedar. Ese algo que uno ve y que, desde su ignorancia, considera lógico. Oyes cantar, oyes y ves y piensas, es que esto es... cómo no va a ser. Antonio Manuel hace un ejercicio de reivindicación de ese pasado y de ese origen y, ojo, no lo impone a todo lo de después ya que todo lo de después no lo entiende sin eso. Y sin embargo. 

Sin embargo, el libro, a medida que se lee, sorprende porque se basa en lo que el propio Antonio Manuel ha intuido, ha inducido, ha observado, pero sin aportar muchas más referencias documentales que las de algún texto de Lorca, o las aportaciones de dos o tres nombres pero no de obras a las que remontarse. Y es entonces cuando surgen las dudas. No hay bibliografía. Dónde puedo yo seguir investigando sobre esto. ¿Cómo puede ser que esta idea del flamenco, tan estimulante y lo digo muy en serio, no sea merecedora de una obra más densa, más académica (en la academia también hay espacio para los investigadores heterodoxos), a la que el autor nos remita para abundar en todo esto? Y esa sombra de la duda te acompaña si cometes el error de querer buscar en las redes alguna referencia sobre el libro y el autor y ves como lo ponen a parir quienes desde la flamencología denuestan sus teorías como si de un charlatán se tratara. 

Lo que nos parece claro, diáfano, leyendo este libro, lo que no parece que tenga otra vuelta de hoja y es evidente, la permanencia de lo morisco, lo andalusí en lo andaluz, la reivindicación de una Andalucía con una cultura que es heredera directa de, aunque no se haya querido nunca admitir, pues parece que no, que no es y que ya hace tiempo que se dejó de pensar así. Y no quiere uno pensar que es víctima de un relato nacionalista más, ni que se va a dejar llevar por quienes quieren eliminar cualquier referencia a lo moro de nuestra historia, no vaya a ser. Pero genera dudas. Y ahí estoy. Con las dudas.  

jueves, 5 de enero de 2023

Sholojov, Kostin, Popov y los demás


Eran todos mis amigos. Nos encontrábamos en todas partes. No nos hacía falta quedar para acabar en cualquier parte discutiendo sobre cualquier tema. Sholojov, Kostin, Popov y todos los demás. Formábamos un grupo heterogéneo, cada uno venía de un lado, cada uno pensaba de una manera, todos éramos jóvenes y no todos nos sentíamos jóvenes. Cuando nos subía el alcohol a la cabeza éramos capaces de soñar con un mundo diferente. Pocas veces estábamos sobrios, así que ese mundo nuevo nos parecía siempre posible. Mis amigos, yo, una época. En aquellos años, la ciudad no era como te la imaginas. Todos los callejones tenían un garito donde podíamos dejar pasar las horas. Todas las avenidas estaban llenas de gente que se movía sin rumbo. No había tantas luces. Yo podía pasar desapercibido entre la gente y mis amigos podían ser cualquiera. En aquellos años los viejos tendrían nuestra edad. Sholojov, Kostin, Popov y los demás nunca pensaron que todo podía acabar en un momento. Todos sabíamos que la vida nos iría llevando a cada uno a depositarnos en la orilla de algún lugar, alejándonos de aquel mundo nuevo. Pero no sospechamos que aquello podía acabar de golpe. Un día alguien dijo que el gobierno había dispuesto que a partir de ese momento... y todos lo recibimos con alegría. Sholojov, Kostin, Popov y todos los demás nos ilusionamos tanto. Eran todos mis amigos. Yo fui el primero en largarme. El otro día vi un documental sobre un diario y me acordé de todos ellos. Sholojov, Kostin, Popov y todos los demás. Había mucha luz. 

miércoles, 4 de enero de 2023

Historia selecta


Páginas que lanzamos a la papelera. Momentos que quedan ocultos entre la hojarasca de una vida plena. Sobrevolar lo mundano para quedarnos únicamente en lo elevado. Fuimos una vez pero eso no es lo importante. Poder escribir nuestra propia historia y seleccionar de ella lo que ha de quedar y lo que se ha de obviar. Una historia de vida en la que nos construimos un hilo, una trama principal, de la que conseguimos descartar los elementos que pueden enturbiar el producto final. Un producto final que ha de ser de consumo ecuménico, que no ha de tener un flanco débil por el que pueda entrar la controversia, la confrontación, el haber sido parte de algo, sino resaltar que hemos sido un todo. Vivir una vida completa en la que podemos seleccionar los fragmentos más luminosos y desdeñar aquellos que, no por menos luminosos o trascendentes para con la vida de los demás, pueden resultar demasiado orgánicos, demasiado constreñidos a un pasillo, a un despacho, a una gestión, a una decisión concreta, a papeles o planes o elementos definitorios del espacio que puedan parecer poco proclives a la trascendencia. Seleccionar las virtudes de manera que parezca que hay una sola idea, un solo propósito en la vida y que en ese camino o a ese camino lo has fiado todo. Que nunca se fue o se perteneció o se caminó codo con codo con algo concreto, sino que se flotó en el ambiente como un perfume que caló entre todos aquellos que estuvieron en contacto contigo. Una vida en recortes, en instantes, una vida pasada por el tamiz de otros y de otras que quieren que tu vida sea lo que tú quisiste. Una vida en la que de todos y para todos, sin detenernos en un momento concreto, sin ahondar. Cuando llega el final, si lo hemos hecho bien, podemos decidir qué es lo que somos y qué es lo que queremos contar de uno mismo. Nunca fuimos. Que quede claro. Nunca fui. Jamás estuve. Y así, podemos abrazarnos todos en la ilusión de que, efectivamente, esos años no existieron como tal, sino que fueron otra cosa. Una cosa diluida, obviada, que empalidece ante otros años, otros momentos, otras gentes, otras situaciones, otras contribuciones. Al final, uno cuenta lo que quiere. En el final, contarán, si tenemos esa suerte, lo que queramos. Al final, todos seleccionaremos lo que se parezca más a la imagen que queremos reflejar. Y otros, pese al esfuerzo evidente, recordaremos lo que nos de la gana. 

martes, 3 de enero de 2023

De Cachitos a Rockdelux. Fuera del tiempo.


El otro día vi que Rockdelux, la revista musical que ha sido guía de gustos y vetos en esta santa casa desde hace décadas y que había dejado de publicarse en papel, volvía a editar su recopilación de 'Lo mejor del año' en papel. Así que esta mañana he ido al kioskero de la puerta del metro y he preguntado y bingo, no he tenido que buscar mucho. Lo tenían. Rockedelux ha sido siempre una especie de termómetro que medía mi paso de una cierta 'sintonía' con los gustos culturales imperantes por parte de 'esa gente' que leía Rockdelux. Yo, que no creía ser como ellos, quería ser como ellos y en algunos momentos, llegaba a conectar. Con el paso de los años, vas comprobando que esa conexión con lo que la revista considera que es lo mejor y lo que tú consumes ya a diario, se va alejando. Esto había sido una sensación progresiva, como cuando ves el cartel del Primavera Sound y ya no seleccionas entre los que te gustan y los que no sino entre los que te suenan y los que no, ahora ya es total. 

De hecho ya me he comprado la revista pensando que estaba tirando un poco el dinero ya que, primero, no iba a conocer nada de lo que me iban a hablar, como así ha pasado y segundo porque tampoco iba a encontrar el aliciente para investigar en qué es eso que se escucha ahora. Pero lo he intentado. He puesto la lista de las mejores canciones internacionales y tengo que decir que no es que esté fuera, sino que estoy fuerísima. No hay ninguna canción que, incluso sonándome, pueda interesarme para nada. Hy propuestas que puedo llegar a no entender pero las que entiendo, tampoco me mueven un dedo. ¿Me preocupa? Bueno, a todos nos gustaría seguir siendo 'modernos', 'contemporáneos', estar en la onda, yo que sé. También hay que saber cuándo hay que saber decir que nuestro momento ya pasó. 

Reconozco que sí, que Rosalía como mejor artista y mejor canción nacional, no solo me suenan sino que son banda sonora habitual en mi casa. Me sorprenden ausencias como la de Los Estanques y Anni B Sweet en una lista en la que aparecen por ejemplo Los Planetas que yo no he escuchado ni una canción del disco nuevo de Los Planetas... y más cosas. Tema películas, series... hay una película que me ha llamado la atención, la de 'El Hombre del Norte' dentro de las mejores películas, que me pareció una película bastante chufla sobre un tema que podría haber dado más de sí. Sobre los libros mejor ni hablar, porque ahí sí que estoy absolutamente en otra dimensión. Ni cerca de conocer a ninguno de los libros propuestos. En fin. 

¿Por qué Cachitos? Pues porque se me ha ocurrido que estoy más cerca de Cachitos que de Rockdelux. Es decir, que la propuesta de música nostálgica, casi sin discriminar entre géneros, casi como cuando en esta nueva sobrevenida de 'pinchadiscos', en la que me vale absolutamente todo lo que suene a añejo sea Karina, Gary Glitter, María Jiménez o Los Mitos. Pero no me vale lo moderno, lo de ahora, lo Rockdelux, por que no lo entiendo, no me gusta. Como si mi época fuera la de los sesenta y no esta. Quizás la música me resulta más familiar, más cómoda y lo otro ya se me ha ido. Incluso sospecho que la propia música del Rockdelux debe ser ya una apuesta por querer ser y que en realidad ni siquiera es y busca epatar a gente como yo para hacerla sentir fuera de juego cuando posiblemente estemos ya todos navegando en el espacio, perdidos. 

Así, en la pasada Nochevieja, me descubrí tarareando canciones de la Orquesta Mondragón, o reconociéndole a Dile a Papá que no volveré más de la Rosenvinge que es una buena canción... cosas de señor mayor. Antes. Ahora. Tengo un año para intentar ponerme al día o seguir refugiándome en vídeos de The Specials, Kinks, recopilaciones de rock progresivo, o constatando que lo que me gusta y creo que podría ser de masas, en realidad no pasa el filtro. 

Un año más. 

lunes, 2 de enero de 2023

En la muerte de Jaume P. Sayrach



A Santa Coloma llegaron, hace algunas décadas, antes de que nada se pareciera a lo que hoy tenemos, unos cuantos curas. Estos curas venían con ideas que no eran nuevas pero que eran diferentes a las que se suponía que debían tener los curas de la España dictatorial nacionalcatólica. Los curas rojos. Me cuesta imaginar otra ciudad en la que estos curas rojos hayan tenido tanta incidencia, no solo espiritual, sino sobre todo política. Uno de esos curas con ideas diferentes era Jaume Patrici Sayrach i Fatjó dels Xiprers que, como bien ha retratado el compañero Chema Corral en un artículo extenso sobre su trayectoria, nacido en una familia de bien, prefirió dedicar su vida al trabajo junto a la gente trabajadora. Y qué mejor lugar que aquella Santa Coloma donde todo comenzaba, todo era barro y siniestro y duro y hacía falta absolutamente de todo, para predicar y cambiar el mundo simplemente cruzando el río Besós. 

Hoy toca recordar a una figura carismática de nuestra ciudad y eso, como Chema Corral y otros, lo harán a la perfección. Yo haré lo que pueda. Ayer, a primera hora, con la cabeza y la barriga todavía en la nochevieja recién concluída, llegaba la noticia a los móviles. El Pitarque difundía su vídeo para dar la infausta noticia. Todo el mundo ya sabía y él mismo en su Capvespre lo iba anunciando, que el final estaba cerca. Pero que no pasaba nada. 

Toca recordar las veces que hablé con él. Personaje asiduo en la vida asociativa, cultural, política, siempre aparecía en conversaciones de militancia. Su influjo, su proselitismo, su activismo desde Grama y Fòrum Grama... gracias a Alexandra Sevilla tuve una entrevista con él para colaborar en Fòrum Grama. Antes, creo recordarlo en actividades de Coloristes cuando mi padre estaba allí. La entrevista, en el carreró de detrás de la biblioteca, con Manuel Valls por allí también, fue más una manera de hacerme la ficha. Yo no era joven, no me tenía visto, quería saber qué era y de dónde venía y recuerdo su expresión de indisimulado desagrado al saber 'mi afiliación'. No obstante, pude escribir algunas cosas en Fòrum Grama, y jamás nadie me dijo una cosa u otra. Desde entonces cada vez que nos encontrábamos, un saludo, algún comentario. No sé porqué nunca se me ocurrió hablarle de otra manera que tuteándole. Yo no puedo decir que fuera su amigo. Recuerdo algunas reuniones más. Una visita al hospital de Can Ruti con más gente o una comida en casa de la Dordella. 

Si me toca hacer una valoración de su figura, me quedaré con la capacidad del personaje de atraer a otras personas para llevar a cabo una eterna tarea de reformulación de la ciudad, de pensamiento, de crítica, de ideas, algunas de ellas podrían ser asumidas sin complejos, otras costaba de masticarlas. Su adscripción al primer equipo de gobierno municipal del PSUC no le impedía ser crítico y no considerarse parte de una organización o esquema prefijado, manteniendo a veces opiniones y hasta muy última hora, personalísimas. 

Me queda también la idea de una persona que estuvo aquí, peleó por una ciudad mejor, por la vida de la gente. Y no dejó de preocuparse por ello hasta el último segundo. Y eso no lo podemos decir de cualquiera.