sábado, 9 de marzo de 2024
Dejadme decir algo sobre las manifestaciones del 8 de marzo
Dejadme decir algo, que será muy breve y no tiene mayor trascendencia que la opinión de un señor así que podéis ignorar perfectamente este texto como se ignoran tantas cosas y continuar estando a gusto leyendo y apreciando las opiniones que más os gustan o las de otros señores que tal. Lo que vengo a decir es que las manifestaciones del 8 de marzo son sin duda, y esto creo que ya lo he dicho alguna vez en textos anteriores sobre el 8 de marzo en los que también me he atrevido a opinar, digo que estas manifestaciones son sin duda la principal movilización transformadora que existe. Una movilización en la que participan, como me dijeron ayer, tanto las que están organizadas y formadas y politizadas como las que no. Una movilización masiva a la que se va con alegría, con rabia, con ganas. No es una movilización de las que toca ir, no es algo que nos concierna a unos pocos, es la movilización que está a flor de piel y que incumbe a todas las personas y es por eso que es que el 8 de marzo es el día en el que, sí, el sistema, sí, el sistema, está más en riesgo. En definitiva, que el feminismo más allá de las propias manifestaciones y los días señalaítos es, ahora mismo, lo poco que nos salva del monstruo. Y es por esto, y dejadme que lo diga, que es la movilización más peligrosa, la movilización más temida y la movilización más ininteligible por quien es sistema y quien quiere que todos los focos giren sobre sí mismo o sobre si misma. Y en el mismo plano coloco a quienes convocan manifestaciones para contrarrestar el factor masivo, espectacular, impresionante, sobrecogedor, de las manifestaciones masivas en las que el poderío de un o de varios feminismos se siente y desborda, a quienes te dicen a qué manifestación ir o si una manifestación es feminista o no, como a quienes convocan manifestaciones pensando en encontrarse las mismas caras y saludarse y pensarse como únicos representantes de la cosa que pueden utilizar una movilización escasa para colocar un programa político determinado donde al final una de las cosas que menos importa es el 8 de marzo, sino cagarse en alguien en concreto. Que puedo ser yo mismo. Y ya está.
jueves, 7 de marzo de 2024
La història dels vertebrats - Mar García Puig
Es complicado ponerse a hacer algo parecido a una crítica de un libro sobre el que no se puede hacer una crítica. Tampoco me gustaría caer en lo que podría ser un canto de alabanzas únicamente porque el libro lo ha hecho una compañera y porque el libro, finalmente, es mucho más que un libro. Escribir un libro como este, rellenar páginas contando lo que se cuenta en este libro, no está al alcance de cualquiera. Escribir un libro, contar una historia, que es tu propia historia, desnudándote como ya se anuncia en la portada, pero no desnudándote de esa manera superficial en la que nos mostramos ante los demás en lo que consideramos una muestra auténtica de nosotros mismos. No. Es otra cosa. Se me acaba de ocurrir que hay una canción que tiene una frase que tiene que ver con esto. Con esto y con tantas cosas. Es la canción Paracaídas de Los Enemigos. Una frase sencilla que dice Tengo problemas que nadie me planteó. Mar García Puig es madre de dos hijos justo el día 20 de diciembre de 2015, cuando el país votaba en unas elecciones generales que la convirtieron en Diputada al Congreso por En Comú Podem. Y todo eso que todo el mundo pensaría que sería una feliz coincidencia se convierte en una tortura. Y cuando digo todo, es todo. Porque lo que Mar García cuenta es que eso de ser madre y aparecer todos juntos en la foto como en esas fotos de las casas de muebles de felicidad contagiosa no es ni lo normal ni lo habitual ni nada que se parezca. Y lo de estar radiante y gloriosamente acompañada en la muy noble tarea de cambiar el mundo, pues como que tampoco. Lo que Mar García cuenta, y que hace verdaderamente especial este libro, es que no se trata de la típica historia de superación ante la adversidad, sino que la autora nos muestra con toda la crudeza lo que pasa cuando nos pasa y solo nosotros sabemos lo que nos pasa. Y si eres mujer, lo que ha pasado y pasa cuando pasa. Quién dice lo que les pasa, quién cuenta lo que les pasa, quién diagnostica lo que les pasa, quién decide qué hacer para corregir lo que les pasa. El libro de la compañera es su historia pero es también la historia de millones de mujeres que no respondieron a la versión canónica que nos hemos impuesto de maternidad. Un libro que combina lo más personal, lo más íntimo, con la erudición y la sabiduría de alguien con los conocimientos y la curiosidad de saber y de quererlo contar y contarlo bien. Que se entienda. Y se entiende perfectamente. Tan perfectamente que no conozco a nadie que no haya leído el libro que no haya quedado impactado por lo que se cuenta, por cómo se cuenta y por la crudeza en la descripción de lo que se siente cuando pasa. Porque pasa. Y se hace muy difícil no utilizar un vocabulario determinado para describir qué es eso que pasa, porque soy un señor de casi cincuenta años y no soy padre, pero ese miedo, ese terror, está ahí. Ya hace días que leí el libro y le tenía mucho respeto a escribir nada sobre él porque todo lo que se diga no será preciso. La cosa más clásica que me sale desde el principio es decir que hay que ser muy valiente para escribir así, para escribir y describir algo así en primera persona. Hay que ser muy valiente, como lo es Mar. Pero estoy convencido de que no es valiente el término necesario aquí. Por favor, lean este libro, al menos sean valientes ustedes.
viernes, 25 de agosto de 2023
90 minutos que cambian el mundo
El pasado domingo, después de un partido emocionante y de una no menos emocionante racha de partidos en los cuartos y semis, la selección española ganaba el Mundial de Fútbol. Femenino. Es importante esto último, porque no es simplemente un partido o un campeonato. Es femenino. Y es fútbol. El fútbol no es baloncesto, no es atletismo, no es natación. El fútbol, guste o no, es el deporte que tiene una dimensión que trasciende del mismo juego. Significa muchas cosas. Que la selección española consiga el mundial es importantísimo porque pone a las mujeres en la primera línea de la atención, el foco sobre ellas, de repente, conocemos a Putellas, Hermoso, Paredes, Coll, Bonmatí, Carmona... y lo que parecía frikismo se convierte en natural. Las mujeres jugando al fútbol. Las mujeres ganando. Y lo que ha sido más iimportante, no ha sido un triunfo por casualidad. La lucha de las mujeres futbolistas por dignificar su deporte, su trayectoria, sus luchas, sus demandas, deberían servir como indiscutible banderín de enganche para todos aquellos que, por lo que sea, nos ponemos de parte de quien lucha por sus derechos. No ha sido la típica victoria de churro, ha sido una victoria trabajada y luchada. Por todas las jugadoras que echaron al dinosaurio Quereda, por las 15 que dijeron basta, por las 3 que no se fueron pero también por las que volvieron para jugar y ganar. Una victoria que significa muchas cosas, significa tantas cosas que no verlo, no entenderlo, no calibrar que esto es un salto adelante y que estas mujeres no son solo deportistas conn una habilidad, sino que son luchadoras, y quienes llevan adelante la vanguardia de una lucha que tiene muchos frentes, quedarse en que no te gusta el fútbol o que la selección española es 'española', es reaccionario. ¿Conocen ustedes algún futbolista de la liga española que haya hablado de su sexualidad? El fútbol femenino lleva miles de años de ventaja en esto. Y en tantas cosas. Y entonces, cuando pese a todo, pese a absolutamente todo, se consigue ganar un mundial, llega el presidente de la RFEF y se pone valiente. Valiente para el besuqueo, para tocarse los cojones, para tirar de cojones para celebrar un triunfo donde los cojones precisamente no han sido el fundamento, besuquea y encima chantajea, mafiosea, insultay hace todo lo posible por convertirse en protagonista de algo que no le tocaba. Y de golpe, el triunfo de la selección femenina convierte a todo el fútbol español, a todo, periodistas, jugadores, clubes, en una cosa antigua, carca, machuna, ceporra, antigua, tan antigua que parece mentira que hayamos sido seguidores de algo tan cavernario, tan rancio, tan mugriento. Periodistas que en el primer minuto se reían de las cosas que estaban pasando de repente se dan cuenta de que la ola que ha llegado les ha cogido por sorpresa y tienen que rectificar, pero no lo entienden, pero tienen que variar su discurso y siguen sin entenderlo. Y pasan los días y todo se vuelve oscuro y al mismo tiempo luminoso. El gol de la jugadora Olga Carmona ha desencadenado un marasmo de cambios en la sociedad que han ido, por desgracia porque se ven acompañados por la reacción tanto del presidente como del entrenador Jorge Vilda, infame, en cascada hasta que... llega la comparecencia del presidente Rubiales en la que iba a presentar su dimisión. Y entonces, todo ha sido grotesco, todo, desde sus acusaciones al falso feminismo, a la reivindicación del Campeones en masculino, al pico y no beso, a la narración de los hechos, a pedir perdón a la casa real pero no al resto del mundo, a todo, absolutamente todo, todo ha sido tan increíblemente absurdo, machista, sensiblero, cobarde, rancio, acusica, faltón, derrochador del dinero público anunciando una renovación de medio millón de euros por la puta cara a alguien a quien las jugadoras NO Quieren...., alguien a quien le ha atribuído los méritos, ignorando a las 15 jugadoras que se plantaron.
Todavía es por la tarde y mi club, el club de mis amores, el Athletic Club, no ha dicho palabra. Hace 20 años el Athletic Club puso las bases para montar una sección de fútbol femenina ejemplar. Hoy el Athletic calla. El Jose, un compañero de la Peña del Athletic de Santa Coloma. siguiendo al femenino por esos campos, se terminó convirtiendo en un divulgador fotográfico amateur, por la cara, voluntario, ya que nadie había reparado en que esos partidos necesitarían una ficha técnica, fotografías, las cosas que habitualmente se hacen en los partidos del masculino. Esa precariedad de medios. Esa dejadez. Hace cuatro años, en casa ya vimos el Mundial femenino. Pensamos, oh, este mundial servirá para que cada vez más gente siga el fútbol femenino y... bueno, pasaron cuatro años y la rebelión de esas 15 jugadoras tuvo que darse para que las mejoras llegaran.
Lo de hoy del presidente de la Federación ha sido dantesco, un escándalo que debería teneer consecuencias inmediatas, dimisiones, ceses, etc. El silencio de los futbolistas está siendo palmario. Y el cambio de paradigma que se está viviendo está siendo tan grande que en una semana se le ha dado la vuelta a todo como un calcetín. Lo que parecía únicamente reservado para machotes sin mancha, ahora ya no lo es. Y cuando el negocio peligre, todo saltará.
90 minutos de un partido de fútbol en Australia que para algunos no era nada, ni significaba nada, no tenía importancia o era 'español' y nada más, resulta que está poniendo patas arriba tantas cosas a tantos niveles que el gol que se está marcando, se recordará por décadas.
jueves, 9 de marzo de 2023
Feminismo en campaña
El feminismo como la sanidad, la educación, la vivienda, las políticas medioambientales, la pacificación de calles o la gestión de los servicios sociales es materia de discusión política. Y cada uno de los diferentes partidos políticos tenemos nuestra opinión al respecto. Y yo no se la voy a dar. Porque no me toca a mí decidir si se ha de impulsar un grupo de mujeres o se ha de hacer lo posible por contrarrestar el poder de tal grupo u otro grupo en aras de que la opción política tal o la opción política tal tenga una mayor repercusión en el movimiento. El feminismo es, ahora mismo, la mayor fuerza movilizadora de masas. El feminismo no existe. Lo que existe, según me dicen, son feminismos. Feminismos diversos, plurales, ricos en matices y en formas de expresarse, con un hilo conductor pero con muchas maneras de ser y de sentir. Hay quien quiere... ya hablo como aquel, 'algunos'... no, no quiero ir por ahí. Los feminismos colomenses son variados, indisciplinados, porosos, o eso es lo que me gustaría a mí. Que no hubiera una manifestación mañanera y otra por la tarde porque unas y otras no pueden ir a una manifestación u otra porque si tú no fueras tan americana yo tampoco sería tan ruso. Pero no le pidamos al feminismo lo que otras movilizaciones no han conseguido. Mejor dicho, entristezcámonos porque al feminismo ha llegado la manifestación por el matiz, por la velocidad y por la primacía. Sobre todo la primacía. Sobre todo va separado. Un sobretodo es otra cosa. Para otra vez. Ya que escribimos en español para que nos entienda la masa proletaria, que se note. El feminismo como herramienta política. No comentaré lo del 7M, pero debería comentar que en el feminismo, como en la vida sindical, como en la vida política, como en la vida, si hay un nicho de negocio, se va a por él. Y si el nicho de negocio peligra, pues se defiende con uñas y dientes. Lo llevamos viendo varios años y cada año va a peor. Así nos encontramos con que esas manifestaciones multitudinarias y que le enchufaban a uno una dosis de realidad y de entusiasmo simultáneo sobre el poder movilizador de las causas con sentido común, se mantienen, pero se intentan solapar con guerras de guerrillas por las cuales todos y todas queremos nuestra mani, nuestro minuto de gloria, nuestra palmada en la espalda feminista, nuestra foto de grupo. Y así avanzamos firmes y adelante hacia la atomización del movimiento que nos mantendrá fieles en la lucha, fieles en departamento, rabiosamente dentro y fuera y mientras tanto, avanzamos. Y se avanza. No hay más que verlo. Y sí, menos princesas y más alcaldesas. Lo firmo.
martes, 18 de octubre de 2022
Zapatero, el feminismo y todas las cosas
Hoy ha visitado nuestra incomparable ciudad nada menos que el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en el marco de la conferencia inaugural de la 6a Cumbre Iberoamericana de Agendas locales de Género. No es la primera vez que el Ex presidente Zapatero visita nuestra ciudad. Su presencia como ponente acompañando a la alcaldesa está justificada, supongo, por su papel en la extensión de los derechos civiles durante su mandato, tarea por la que merece el reconocimiento que merece. Pero (remember, remember), no podemos olvidar si somos un poquito de izquierdas que Zapatero fue quien aquella noche de Agosto puso la soberanía nacional bajo la alfombra y primó el pago de deuda a los intereses nacionales. El famoso artículo 135 de la constitución que nos condicionó la política total del país a garantizar una estabilidad financiera que supuso recortes y un cambio de paradigma que empobreció, más, a la gente trabajadora. Reforma constitucional y sin referéndum. Pero claro, quién se acuerda de eso si estamos hablando de feminismo.
El caso es que Zapatero ha hecho hoy una serie de afirmaciones sobre él mismo y sobre diversos asuntos que, bajo mi humildísima opinión, que no soy ni experto en feminismo, ni en marxismo, ni en nadismo, me hacen pensar que quizás, solo quizás, Zapatero no ha venido aquí sino a escucharse y a desvirtuar el sentido de una cumbre sobre políticas de género. No repasaré todo el contenido, pero me quedaré con alguna perla. Por ejemplo, venir a decir que él fue el primer político que se declaró abiertamente feminista me parece una barbaridad absoluta. No niego que puede que fuera el primer presidente del gobierno de España que lo hiciera, pero decir que fue el primer político feminista ni que sea de España, me parece que estás como Johnny Weissmuller creyéndote Tarzán en la clínica donde te internaron. Esta primera barbaridad no puede ocultar la segunda.
Venir a decir, en una cumbre iberoamericana, que tanto el liberalismo como el marxismo olvidaron a la mujer, es ya para levantarse del foro, cumbre, reunión, summit o lo que quieras decir y largarte. El marxismo, ideología y método crítico de pensamiento para alcanzar la liberación y la igualdad del género humano, la supresión de clases, etc., olvidando al feminismo es una falsedad de un calibre tal que no nos queda sino pensar que este político socialista ha venido a este foro a provocar. Quizás el público se haya quedado atónito ante sus palabras, yo directamente me he sentido agredido, insultada la inteligencia de cualquier persona que haya sentido alguna vez al marxismo como algo válido, que siga pensando que sin el marxismo no habría un pensamiento crítico y una inspiración para la emancipación, una barbaridad como un piano.
Despreciar el marxismo frente al feminismo y acto seguido hacer una auto vindicación de un mandato, una trayectoria y hasta una experiencia personal feminista, me ha parecido una boutade. Consumir un tiempo de intervención desmesurada un narcisismo exasperante. Repetirse y utilizar términos como que el feminismo es civilizatorio, en una cumbre iberoamericana donde lo 'civilizatorio' se ha utilizado tantas veces como sinónimo de opresión de las culturas nativas, es cuando menos inoportuno. Civilizatorio o bárbaro.
No entraré en las intervenciones que ha hecho la alcaldesa, que a su lado, pese al enfoque siempre escorado de su feminismo, ha parecido gloria. Simplemente decir que Zapatero hoy aquí ha hecho un poco el ridículo y que para pasear viejas glorias para que, ante un auditorio repleto de mujeres formadas, decir semejantes boutades, es mejor que invirtamos el tiempo en traer a personas que hoy, en 2022, hacen políticas realmente transformadoras, feministas, revolucionarias, y no ese mensaje encantado de haberse conocido que nos ha colocado hoy.
Encima venir a vender la moto hoy de que la extensión de derechos, la lucha infatigable, los derechos y los derechos, cuando has votado como PSOE alargar el plazo para enmiendas con PP y VOX para retrasar la aprobación de la Ley Trans y derechos LGTBI, que ha provocado que una histórica como Carla Antonelli se haya dado de baja, es de una hipocresía mayúscula.
Que también, sabiéndolo, para qué vamos.
lunes, 9 de marzo de 2020
¡Hablemos de feminismo!
Esperanza porque hay gente joven.
Siempre digo esto en las movidas. Gente joven. Gente joven que no piense como los viejos. Eso es importante también. La juventud no asegura nada y puedes tener veintipocos años y pensar, moverte y trabajar como lo más antiguo. O antigua. Es igual.
No estamos hablando de eso. Estamos hablando del feminismo y estoy hablando yo del feminismo y ya hace rato que tendría que estar callado, o opinando de otra cosa, o yo que sé. Una cosa es una cosa y esa cosa será lo que la cosa quiera ser o le apetezca. Y así más o menos vamos avanzando. Nos encontramos por el camino con compañeras y con compañeras que hace mil años que no veíamos y que se aburrieron de ser compañeras y que, naturalmente, no tienen ninguna necesidad de volver a ser compañeras si ser compañeras significa volver a pasar por lo mismo. Y eso es también feminismo. Pasar del tema. Evitar espacios de mierda.
Unas chicas llevan delante nuestro pancartas hechas por ellas mismas, que son las mayoritarias y que se han impuesto respecto a lo que se ve en otras manifestaciones. Mensaje propio y sin uniformizar. En una cara lleva un mensaje en inglés. Es un mensaje que me llama la atención. Le voy a hacer una foto y cuando la pancarta se gira, '¡Cállate pavo!'. Toma castaña.
Le pido a la compañera si me deja hacer una foto. De la cara b.
Cállate pavo. Ahora me tocaría hacer algún tipo de refutación de esta afirmación, los hombres deberíamos, los hombres somos, los hombres tal y cual. Hacerme el guay.
No me voy a hacer el guay.
Visca la lluita feminista. Viva la lucha feminista.
Poca cosa más. Que cada día mejor, tú.
Menos cuando ves que otro zumbado le ha pegado un tiro a su pareja en Castellón y ves la cara del pavo y es todo como que yo que sé. Como que no sabes qué decir.
lunes, 2 de marzo de 2020
Crónica del #Plegramenet de Febrero. Pantallazo a destiempo.
Qué pasó el lunes por la tarde noche. Pasó que el movimiento feminista en Santa Coloma se declaró la guerra a sí mismo. Pasó que una de las experiencias más alucinantes de movilización que uno recuerda haber vivido, como son las huelgas del 8M, las manifestaciones y movilizaciones, ya no es vista como algo positivo, sino como algo para ser delimitado, compartimentado, redefinido, roto. Y lo hizo nuestra alcaldesa y la portavoz de The Sufragettes. No solo eso, también se permitieron el lujo de apoyar a las integrantes del Partido Feminista, recientemente expulsadas de Izquierda Unida por sus posiciones transfobas como poco. Lo cual ya no tiene ni sentido ni razón. Si una portavoz de una entidad dice esto, pero esta entidad está compuesta en su mayoría por personal político y técnico del Ajuntament, qué imagen se está dando de lo que el movimiento feminista tiene que ser en la ciudad. Da miedo. Como diría y dice el Azagra, Glubs. Ese Glups, esa aspereza, esa tensión, ese fantasma del futuro en el que la alcaldesa se permitió aventurar que quienes hoy sois feministas mañana dejaréis de serlo porque ya no se os podrá considerar como tal, fue tan grave, una situación de tanta agresividad hacia quien en ese mismo momento aún parecen compañeras de lucha, que a mí, que como machirulo comumacho o lo que sea, estaba allí contemplando con mis piernas abiertas la escena y mi cerebro pensando en fútbol y películas de Chuck Norris, a mí, que ni me va ni me viene, me vino.
Y me vino un perfume a rancio que tiraba para atrás. Y no concibo que gente de esta ciudad a la que tengo como progresista, como moderna, como de otra manera, esté ahí dando apoyo, haciendo bulto, no sé cómo. Y no salgo de mi asombro. Porque no me puedo creer que ante las barbaridades que suelta la inefable Lidia Falcón haya feministas de nuestro pueblo Santa Coloma que digan, es verdad, tienen razón. Y ya casi que da lo mismo lo que pasó el lunes en el pleno y que no suene esto a que no pasó nada más. Porque lo que pasó además o junto a esto, es como poco, menos trascendente. O a lo mejor sí. O yo que sé.
Porque las situaciones trascendentales en la vida han de ser valoradas como lo que son. Y cuando se dan estas situaciones, es mejor tomarse un tiempo, con cautela, y emitir un juicio. Yo que sé lo que digo. Cosas que son menos importantes. Como que por ejemplo la situación de Serveis Socials que ahora se llama Drets Socials está digamos que medio regular. Pero eso son temas que ya sabemos que para ti o para mí. Es decir, que son temas que si los tratas, finalmente la culpa será de otro. En Santa Coloma siempre tiene la culpa alguien que no eres tú. Y eso nos hace vivir tranquilos, con patente de corso. No hace falta nada más que considerar que seguro que hay alguien ahí fuera que tiene algo que ver con lo que te pasa y que exime de responsabilidad a lo más cercano. Tu Ajuntament no puede hacer más. Acostúmbrate.
Resultados de las pasadas elecciones. 17 regidores socialistas. Pero algo debe pasar ahí dentro para que se comporten como si tuvieran 10. Todo es casus belli, todo es susceptible de ser chamuscado. Todo es susceptible de ser adormecido o criticado furibundamente. Pongamos un ejemplo.
Durante el pleno se presenta una moción de ERC sobre la defensa del espacio público y sobre la cosa de la ciudad vivible que nosotros votamos pero como de aquella manera porque a ver, todo el rollo punitivo no nos va, el caso es que en esta moción se nos ocurrió decir que la ciudad está un poco de aquella manera de sucia y que podríamos mirar métodos nuevos, o bien antiguos, pero otros, para lo de la limpieza porque parece ser que con lo que se hace no es suficiente. Pues mire usted, cómo se pusieron los 17 regidores que parecen 10. Que de dónde han sacado a esta gente. Y lo de que se deje de culpabilizar a la gente y se limpie desde l'Ajuntament. Qué desfachatez. Pues acto seguido, la regidora del ramo, Ana Belén Moreno, vino a decir exactamente que hay gente incívica que no hace caso. Y eso no es culpabilizar ni nada.
No pasa nada.
Cada vez, dicen, hay menos gente mirando los plenos en el Youtube del Ajuntament. Supongo que la gente tiene interiorizado que esto de la política municipal está de capa caída.
Lo de los 40.000 colomenses de más. Está claro que si dices que esta ciudad de 120.000 colomenses, para ser vivible y disfrutable, debería quedarse en 80.000 colomenses es porque hay 40.000 colomenses. Y ya está. No pasa nada. Cada vez que he escuchado hablar de esponjamiento y de que en las ciudades sobra gente pienso 'me están diciendo que me pire'. Aunque no me lo digan. O aunque se lo digan a otro. Vale, y quién sobra. No sobra nadie, me dirás. Saco la cosas de contexto, me dices. Sí. Vivimos de sacar cosas de contexto.
Pero ese no es el tema.
El tema son las marcas blancas y los malos augurios para una sociedad, la colomense, que vive pendiente del Ajuntament y lo que pase en el Ajuntament y lo que se decida desde el Ajuntament y sus marcas blancas. El pleno. Estamos hablando del pleno.
El pleno bien. Se aprueban las mociones del Sahara y se aprueban las mociones que se presentan por las escuelas y sus equipamientos y nada como siempre tiene que ver con nada y hasta Ciudadanos parece de la izquierda estatalista si se pone. Porque lo de los barracones no tiene nombre pero mira qué cosa tan así que el foco siempre se pone en otro sitio y en otra gente. Siempre.
Y ahí estuvimos.
Dándole vueltas a la cabeza sobre el fin del feminismo, el fin de la revolución, el golpe de estado de Brumario, el bonapartismo feminista, el así es porque así me parece a mí. Una lástima aunque se levante el puño para afirmar nosequé. Una lástima defender postulados transfobos, homófobos y luego reafirmarse en todo ello y hacerlo por un mero afán de hacer daño. Únicamente.
Un pleno más en Santa Coloma de Gramenet. Vamos a hacer un pantallazo de la realidad. Y se lo vamos a enviar a todo el mundo.