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domingo, 20 de julio de 2025

La idea de Israel. Una historia de poder y conocimiento - Ilan Pappé


Creo que lo primero que deberíamos hacer es felicitarnos porque haya conseguido terminar este libro. Las condiciones no eran las mejores, el tema era árido y francamente desagradable, el tiempo disponible no era demasiado y todo se volvía espeso y doloroso. Pese a todo, el libro ha sido leído y aquí vienen las conclusiones. Primero hablaremos de las motivaciones para leerlo. Imaginen que a ustedes no les importara una mierda que en un rincón del planeta se estuvieran asesinando fríamente a unas 200 personas al día. Imaginen que están en un banquete, una boda y que cada día fueran asesinadas todas las personas de esa boda. Y mañana otras 150. Y mañana 200. Y mañana 175. Sin discriminar entre hombres, mujeres o niños. Niños. Imaginen que les importara un poco y que quisieran saber qué pasa en ese país que ha decidido que todo da igual porque hay un motivo superior que es Israel y la idea de Israel. Este libro, lo descubro mientras leo, no es reciente, no es actual, está editado en el 2015. En diez años han pasado muchas cosas y lo que ha pasado es la confirmación de algo que ya apuntaba el libro. El libro, de lo que va, es de describir cómo un grupo de pensadores, profesores, etc., discuten la visión y ideología del sionismo. Los judíos tienen derecho a un hogar nacional y ese hogar nacional es Palestina, tierra de la que fueron expulsados hace dos mil años. A partir de ahí, todo está justificado para que Israel, así se llamará el estado, exista y sobreviva y sea ese hogar nacional judío. Este grupo de pensadores que se llamarán o les llamarán postsionistas, lo que harán será discutir esas premisas fundacionales y especialmente, lo que acontece en torno a la llamada guerra de Independencia o la Nakba si eres palestino, la catástrofe. Este grupo de historiadores se propone discutir esa visión gloriosa de una guerra en la que unos pocos vencieron a muchos y dejar al descubierto las atrocidades cometidas para expulsar a los árabes de sus tierras. El relato oficial consiste en que allí prácticamente no vivía nadie, que la gente se fue porque quiso, que los árabes atacaron sin motivo, que los árabes no quieren la paz, que después del Holocausto Israel era la solución. Estos pensadores e historiadores postsionistas discuten la filmografía utilizada para vender el relato, las novelas, las series televisivas, todo aquello que justifica que Israel estaba en su derecho. Los pensadores postsionistas hablan también de las discriminaciones interiores, no solo con los árabes, sino con los judíos mizrajíes, aquellos que vienen de los países árabes, de Marruecos, de Irak, del Yemen, y que son 'llevados' a Israel como mano de obra y son discriminados por los askenazíes, judíos que vienen de Europa. Este resentimiento de los mizrajíes con los askenazíes no se materializará en una cosa de izquierdas sino que será el Likud quien aproveche ese resentimiento contra los Laboristas representantes de los judíos askenazíes. Y la cosa irá a peor. Quién nos discute que somos judíos, seremos los más. Esta corriente postsionista tendrá una influencia tenue en la vida cultural y política israelí, pero la suficiente como para que provoque una reacción del relato oficial. Así, con la desaparición de la preeminencia laborista y el decantamiento de Israel hacia la derecha o la extrema derecha o lo peor de todo del mundo, se establecerá un relato neosionista que consistirá en dar la razón a los postsionistas, es verdad, se cometieron todas esas cosas, pero es que eran necesarias, están justificadas y de paso, todo está justificado. Ya no se trata de maquillar, de falsear relatos, de subvertir la historia desde las escuelas hasta la cultura de masas, sino de plantear que la brutalidad es bien. Que no hay que tener complejos. Y en esas estamos y diez años después esa carencia de complejos ya es explícita y se habla de deportaciones masivas, de 'transferir población árabe' sin un ápice de vergüenza, de negar la humanidad y de convertirse en un estado que deja pequeño lo de fascista porque todo está justificado. El libro finaliza con los intentos de Israel, de sus gobernantes, que se dan cuenta de que se convierten en un estado paria, un estado antipático, para lavar su imagen, el pinkwashing, Israel como isla de democracia, Israel como aportadora de valores tecnológicos y científicos. Como vemos hoy, esa idea de vender Marca Israel sigue viva y sigue siendo un relato que sirve para justificar la barbarie. Y así, cada día pueden morir asesinadas 200 personas a sangre fría, personas que van a por un saco de comida y son tiroteadas simplemente por que sí, porque Israel lo vale, lo justifica, Israel se asienta en eso y sin eso no existiría. Al menos Ilan Pappé lo cuenta y lo explica. 

domingo, 22 de junio de 2025

Trump contra nosotros


Trump ha decidido bombardear Irán hace unas horas. Las bombas tochas que se necesitaban para acabar con la presunta amenaza nuclear de Irán las ha puesto él, ya que Israel no disponía de ellas. Israel hasta ahora se limitaba a ir asesinando selectivamente a gente y a aterrorizar a la población. A cambio estaba recibiendo misiles que causan bajas, claro, pero en un número significativamente inferior al que causa Israel, ahora no voy a poner la relación pero ya sabemos que un muerto blanco es mucho más que un muerto negro, por lo que no se puede consentir que Irán ose a responder. No creo que mucha gente llore por el régimen de los Ayatollahs. Más allá de nuestro antiamericanismo feraz y de ver en Irán o cualquiera que queme banderas yankis un aliado, el régimen iraní no es un modelo de nada. Nadie va a llorar por él. Nadie va a salir en su ayuda. Aunque Irán no fuera un régimen teocrático y fuera otra cosa, tampoco cambiaría nada. Nadie va a llorar por ellos. Toda aquella milonga de la decadencia norteamericana, de la caída del imperio romano, del emperador loco que da palos de ciego, del presidente que iba a concentrarse en lo propio y dejar de lado el intervencionismo, Trump era igual o mejor que los demócratas que siempre querían meter la cabeza en todo, el poder disuasorio de Rusia y de China, todo aquello. Toda esa patraña. Finalmente Israel ha decidido lanzarse toda vez que ha comprobado que la impunidad de la que goza es ilimitada y que cuenta con el entusiasta apoyo de la administración USA, sea esta la que sea, y en este caso una administración que no cree en nada que no sea sus santos cojonazos. Que gane Trump, decían algunas mentes preclaras de la izquierda real que venían a contarnos que los demócratas no son fiables, que mienten, que con palabras bonitas engañan, y que Trump iba de frente y había dicho nosequé. Que la clase trabajadora le había votado y eso significaba algo. Decían. Que gane Trump. Llegará a un acuerdo con Rusia y se acabará la guerra de Ucrania. Preparémonos. En las últimas horas Pedro Sánchez ha dicho que eso del 5% en armamento, no. Y el presidente estadounidense, el mismo Trump, ha dicho que a ver qué pasa con España que no se anden con gilipolleces. Pero Trump. Pero la progresía. Que Rusia. Del orden de 200 muertos al día en Irán y toda la carnicería de Gaza. Matar por matar. Matar por la diversión de animalizar al enemigo, de verlo correr por un saco de arroz medio abierto y tirotearlo. La UE dice que quizás son indicios de crímenes de guerra o de algo. No sabemos qué. Todo borrado ante la imagen de un israelí ante un edificio derruido diciendo algo que no queremos escuchar porque nos da asco. Ya son víctimas también y hay que entender el derecho de Israel de asesinar a 200 personas al día en Irán por la seguridad de todos, como dijo Netanyahu. Cosas que no creíamos están pasando. Cosas, fenómenos, políticas que pensábamos que eran de película distópica que jamás ocurriría. Masacres a cielo abierto, incipientes dictaduras en nombre de la democracia y de la libertad, indicios de que hemo vivido un tiempo y que ahora vamos a vivir otro y no queremos verlo o no sabemos cómo afrontarlo. No, pero todavía Irán puede. Irán no puede hacer nada, no tiene nada que hacer. Ni Rusia, ni China. Solo nosotros podemos aún intentar articular algo que sirva para seguir resistiendo. Ni Rusia ni China me pueden servir como referencia, como aliado, como nada. Solo nosotros, la gente que todavía crea que se puede vivir en libertad, en democracia, con derechos, con sanidad, con educación, con servicios públicos, con empleos dignos. Esa gente. Nosotros somos los únicos que podemos resistir toda esta mierda. Porque Trump y quienes están en su bando van contra nosotros, que no se nos olvide. 

miércoles, 16 de abril de 2025

Trump, todo el rato, en todo


Trump, Trump, Trump. Te levantas por la mañana y en la radio comentan lo que han hecho, las noticias comentan lo que ha dicho, las tertulias no salen de su asombro, los artículos intentan encontrar explicación, hay un plan, no lo tiene, está loco, es tonto, es malo, es listo, le rodean idiotas, es idiota, le rodean locos, le rodean psicópatas, le rodean nazis, le rodean y él es, todo el rato, en todas partes, siempre, todos los días, a todas horas, ha expulsado del país a inocentes, ha cambiado las reglas económicas no se sabe en qué dirección, ahora las vuelve a poner como estaban, no, solo un poco, expulsa a gente a El Salvador, se reúne con el presidente de El Salvador y el presidente de El Salvador parece que es un coleguita más de una tropa de psicópatas que nos dicen que todo eso que habíamos pensado que iba a venir poco a poco o alguna vez o en un tiempo futuro, resulta que ya está aquí. Y vemos como dice que le va a quitar las subvenciones a universidades americanas por ser de izquierdas, o como se censuran discursos de artistas, o cómo se pretende cambiar el contenido de la educación, de los museos. Una operación a gran escala, que nos parece hecha sin gran sutileza, poco finamente, como si la hicieran unos mastuerzos, pero que se está haciendo y vemos cómo Bernie Sanders y la Ocasio están haciendo mítines por las ciudades y nos ilusiona pensar pero sabemos que todo eso puede ser la nada porque si en unos meses está haciendo esto, qué puede seguir pasando, puede que decida que no se vota más y a ti qué te importa y a mí que me importa lo que esté haciendo el tarado este si aquí en España el PSOE no es de izquierdas y la Otan y el gasto militar y el último vídeo y el último zasca que le mete en el programa ese que dijo que jamás pisaría y aquí aunque venga la derecha nos va a dar igual porque en realidad nunca ha gobernado la izquierda y cuando ha gobernado es porque era una izquierda dócil y que convenía y nos va a dar lo mismo porque lo que interesa es crear espacios de libertad antifascista donde podamos vivir y compartir y cantar y hacer lecturas y comentar lo mal que está todo y porqué la gente no despierta, porqué no reacciona, porque es que es evidente, evidentísimo que todo está fatal y nadie hace nada por remediarlo. Y en la tele mientras comentamos eso, Israel ha vuelto a bombardear Gaza porque tengo estos huevos así de gordos y han matado a 500 personas y lo que te preocupa a ti es buscar cómplices del bar de al lado de lo que está pasando y compartes un discurso de Putin diciendo que amigos europeos, con vosotros no tengo nada porque lo que me pasa es que fíjate que el imperialismo y acaricias en el bolsillo la chapita de la hoz y el martillo y lloras. Pero vamos a llorar todos. Trump otra vez, a ver qué ha dicho ahora, qué cabrón. 

martes, 25 de marzo de 2025

No hay límites para Israel

 

Los últimos días habíamos visto manifestaciones en Israel para protestar por ciertas decisiones del Gobierno que se interpretan como pasos en dirección del establecimiento de un régimen iliberal. Habían destituído a la Fiscal General y al jefe de los Servicios secretos y la gente se había echado a la calle. Casi de manera paralela, Netanyahu había decidido dar por concluido el alto el fuego y por consiguiente, continuar la masacre en Gaza. En pocos días, miles de muertos. Repitámoslo porque miles de muertos se dice así pronto, pero paladeemos bien el miles de muertos. Miles de personas muertas únicamente porque Netanyahu necesita a los partidos de la extrema derecha (más) para que le den apoyo en momentos en los que está en la cuerda floja. Que no sea que estas decenas de miles de muertos no sean sino una manera de camuflar que Israel ya no es, si es que alguna vez fue, una democracia. Esa democracia espejismo, oasis, entre tanto régimen salvaje árabe y musulmán. Ese refugio de civilización, de cantantes en Eurovisión, de Maccabi de Tel Aviv en la Euroleague, viva la vida viva victoria afrodita, como demostración de que no es el lugar sino que es la gente la que hace y que si esa gente no ha sido capaz y ellos sí, pues eso. Carta blanca. Carta blanca para masacrar inmisericordemente a una población palestina que no se va a ir de allí pero que va a morir allí, ante el silencio cómplice de todos nosotros. Y de los propios israelís los primeros. No hay límites para Israel. La sensación de impunidad, qué sensación, la constatación de que no hay nada que no puedan hacer la tenemos cada día. Justo ayer la foto de un joven periodista asesinado, periodista palestino, nos servía de enésimo recordatorio de que Israel va a por todo. Una prueba más. Pero no la última. Nunca es la última. Ayer se informaba que el codirector del documental ganador de un Oscar hace unas pocas semansa, el palestino Hamdam Ballal había sido apaleado por unos colonos que entraron en su casa y que muy mal herido había sido arrestado por el Ejército y recogido en un ambulancia. Se desconoce su paradero. Da igual que seas conocido, reconocido, internacionalmente prestigiado, simplemente osas estar allí, vivir, ser otra cosa, y por ello has de morir. Es el mundo en el que vivimos, donde la maldad, la absoluta falta de escrúpulos, se ha convertido en regla de exposición. Podemos matar a cualquiera, en cualquier sitio, por cualquier motivo, sin motivo, nos da igual, qué más da, podemos matar y matarte cuando queramos, indoloramente con un dron y disparando desde otra parte del mundo o simplemente entrando en tu casa y dándote una paliza de muerte. Podemos hacerlo. Qué pasa. Y lo peor no es eso, lo peor es que no hay nada delante para decir 'hasta aquí'. No hay límites. Que no nos pase. Liberad a Hamdam Ballal. 

viernes, 18 de octubre de 2024

Tots ocells - Oriol Broggi


Hace unos días se celebró la Biennal del Pensament en Barcelona. Pasaron por nosequé espacio diversos escritores y pensadores que reflexionaron sobre el mundo y sus misterios. En uno de los reportajes del Telenotícies, en los que se esfuerzan en pintar esa Catalunya de obras de teatro, estrenos en el Liceo, exposiciones tal, pusieron sus cámaras allí en la Biennal y en concreto en la aparición de Wajdi Mouawad, autor de la obra Tots ocells. Wajdi Mouawad es un autor nacido en Beirut, Líbano, pero canadiense. Ponían micros al público y una señora decía que había ido a ver Tots ocells ya dos veces. A los pocos días, mi compañera me dijo que recordara que íbamos al teatro el miércoles. El miércoles no puedo, igual puedo, pero así de primeras no puedo. No recordaba ni la obra que iba a ver. Finalmente las piezas encajaron y pude ir a ver la obra. Era Tots ocells y en mi cabeza la imagen de aquella señora yendo a ver dos veces la obra estaba muy presente. Ya tiene que ser buena, porque además son tres horas. O más. Bien. Totalmente mediatizado por mis lecturas sobre charneguismo, me fijo en el elenco de la compañía en el cartel que preside la entrada recinto teatral, un espacio que yo no visitaba desde hacía por lo menos 20 años. El espacio es una maravilla. Veo el elenco, el personal, la dirección. La obra. Un príncipe, hijo de un rey, claro, vive en palacio pero le gusta salir por ahí a ver mundo. Un día conoce a una muchacha que es esclava de un magnate. La esclava es muy guapa y el príncipe se enamora. Pero no se pueden casar, él es príncipe y ella es una esclava pobre y posiblemente sea musulmana porque el magnate es un malísimo magnate de origen bereber. Y la familia de él se opone, claro. Y hay una trama y disputas y al final, por arte de nosequé, se descubre que la esclava fue raptada de niña de un palacio por parte de unos piratas moriscos y ella es, no solo cristiana, sino la hija perdida del duque de tal. Este argumento, digno de Lope de Vega, por ejemplo, es, de otra manera pero no tan de otra manera, el qué de una obra de tres horas y cuarenta y cinco minutos con el conflicto de Palestina como fondo. Un conflicto en el que se exponen los motivos, los traumas, las contradicciones, los dolores, las firmezas, las intensidades de una de las partes, y el lirismo y la poesía y la delicadeza de la otra. Un conflicto que nace de un dolor y que se quiere resolver con unas metáforas sobre pájaros y peces que casualmente coinciden con las partes menos estimulantes de una obra que a medida que va transcurriendo y que se van sucediendo los giros finales transforma toda esa intensidad en una sensación de gato por liebre. Un folletín disfrazado de denuncia o de radiografía del mundo actual, tal y como reza en el folleto. Con momentos en los que un progre de nivel medio, un progre de nivel Broncano, se sonroja, como el arrepentimiento y perdón de una violadora así porque sí. Tres horas y pico de interpretaciones al límite de lo posible, rayando en altísimos niveles de emoción, de desgarro, de todo, pero que no sirven para otra cosa que para disfrazar de bienal de pensamiento algo que está diseñado y pensado para tocar la fibra sensible en muchos palos, de muchas maneras y colocarnos un mensaje final confuso, sin buenos, ni malos, ni nada. Y una cosa es una cosa y otra cosa es otra. Pero un poco ya es la tónica de todo. Y es que viendo el chozo, se ve el melonar. 

lunes, 7 de octubre de 2024

Un año bárbaro


Mientras escojo el título del artículo y selecciono una foto, es posible que hayan muerto 10, 50 o 100 o 200 personas en Beirut, o en Gaza, o en Cisjordania. Qué más da. Hoy hace un año, un atentado de Hamas contra un país cuyo servicio de inteligencia es capaz de infiltrarse y asesinar a la cúpula de la seguridad de Irán, de Hezbollah y de cualquier otro de sus enemigos y acabar con ellos a su antojo. Murieron más de mil personas, asesinadas muchas de ellas a sangre fría. La sensación de poder vengar años, décadas, lustros de opresión, asesinatos selectivos, humillación constante, ocupación de casas, terrenos, vidas, bombardeos sobre población civil, un infierno en la tierra, durante unas horas en las que el enemigo parecía haber desaparecido, tuvo que ser apabullante. Israel lo estaba esperando. Desde ese día, se ha alterado tanto el orden de las cosas que estamos ante un cambio del orden internacional en el que se nos está diciendo alto y claro que cualquiera de nosotros, países, comunidades, naciones, localidades, clases, podemos ser aplastados, masacrados y eliminados, exterminados y ridiculizados ante las cámaras, sin que pase absolutamente nada. Supongo que antes de los nazis, nadie llamó nazi a nadie. Existirían otros apelativos. Hoy, llamar nazis a los responsables del Estado de Israel no me parece correcto. Esto es otra cosa. Un país se considera legitimado a perpetuidad a tomarse la justicia por su mano, a no respetar ni resolución internacional, ni legalidad, ni principios, ni humanidad. No es una guerra, no pelean contra seres humanos, sino contra bestias a las que no se les puede ya otorgar el beneficio de ninguna duda. Todos los palestinos son culpables. Todos los que discutan sus procedimientos, somos culpables. Arrasar Gaza, exterminar Cisjordania, bombardear Beirut, atacar a Irán. Es posible y probable que yo no simpatice con Hamas, que no lo haga con Hezbollah, que el régimen de los ayatollahs me parezca penoso. Pero esto es diferente. Aquí hay otra cosa que parece que se esté utilizando como laboratorio. Hasta dónde podemos llegar. Cientos, miles de muertes, cientos de miles de muertes provocadas por enfermedades derivadas de los bombardeos, vídeos de soldados riéndose, vídeos cantando. La barbarie en nombre de la civilización. En nombre de la paz, un genocidio. En nombre de la seguridad, el caos. Todo por que son de los nuestros, todo por una culpa ancestral, todo por el dinero, todo por alianzas y tácticas y estrategias y movimientos y órdenes que cambian y que cuestan miles, cientos de miles de vidas. En Palestina y en otras partes del mundo. Pero el caso palestino es tan doloroso y lo es porque los victimarios son un pueblo que ha sido la gran víctima siempre. No todos, ni siquiera deben ser la mayoría, solo los que comparten la idea sionista. No todos los judíos. Siempre he admirado a tantos judíos que no me lo explico. Cómo puede ser. Es. Y hacemos manifestaciones y nuestro gobierno hace gestos simbólicos, pero no parece que se pueda ir más allá. Quizás cuando vuelvas a estar en el gobierno tú, que no hiciste nada, cambie la cosa. Quizás tantas cosas cambien. Lo que no cambia es que esa gente está condenada a ser masacrada y no sabemos qué puede pasar para que la cosa cambie. Y llevamos un año y pueden ser más. Una masacre sin fin. Pero es en nuestro nombre, porque somos nosotros, porque son como nosotros. Es una barbaridad. 

jueves, 9 de mayo de 2024

Viva Palestina libre


Es decir, llevan 40 mil muertos, no, llevan asesinadas 40 mil personas en Gaza desde octubre. Es decir, Israel ha asesinado a 40 mil personas desde octubre mediante una campaña de exterminio absolutamente impune. Es decir, lo lógico y normal es que personas con sensibilidad hacia el exterminado, hacia el oprimido, quieran protestar. No es antisemitismo, es decir, no se puede ser antisemita por querer una Palestina libre y en paz. Es decir, debería ser lógico que se protestara por lo que es una absoluta indecencia. Un genocidio. Un exterminio. Un ataque impune, repito, abusador, sañudo, malvado, con la intención de aleccionar y erradicar. Pues lo lógico es que haya quien se sitúe del lado del que está siendo exterminado y no del exterminador. Pero no. Al parecer hemos llegado ya a ese punto en el que la protesta no tiene cabida, no puedes, no debes. Al parecer, atenta contra la libertad pretender gritar que Palestina debe y tiene que ser libre. Al parecer es cosa de locos pensar que Israel se está comportando como un Estado salvaje. Al parecer lo que queremos es decir Viva Hamas cuando decimos Viva Palestina libre. Al parecer saben mucho, interpretan lo que les conviene, no quieren que. No quieren que, en general. Porque atenta contra su libertad. Lo que estamos viviendo cada día, imágenes que nos desploman como género humano, merecen una respuesta. Al menos que alguien se rebele, alguien exprese que es una mierda como una catedral, que no puede ser. Pero no, estamos viviendo, como ya se vivió con la guerra de Ucrania, un ensayo de lo que es y lo que no puede ser. De lo que se puede y con quien se puede. Ya no se puede. Pero siempre se puede, aunque se pongan como se pongan, se podrá. Y Palestina será libre. 

lunes, 11 de diciembre de 2023

Total Impunidad


Un día son nosecuantos muertos, otro día más son unos cuantos muertos más, otro día es un hospital, el otro es una escuela, tal día un vídeo en el que se ríen de nosequé, el día siguiente son otra cantidad de muertos, cien, doscientos, otra mezquita volada, el día siguiente son imágenes de prisioneros desnudos, al día siguiente se ríen de otra cosa, mañana quinientos muertos más, tal día una imagen nos destroza el alma, la siguiente nos destroza otro trocito, mañana se vota una resolución, pasado no se vota nada, mañana doscientos muertos, al día siguiente una declaración, pasado doscientos muertos, al día siguiente una escuela, pasado mañana un anuncio que proclama que hay que trasladar a la población, hoy son doscientos muertos más, quizás ciento cincuenta, no se descarta que todos los muertos sean de Hamas, pasado mañana ha dado igual, un hospital ha sido destrozado, antes de ayer se reían de los juguetes de los niños palestinos, hoy un vídeo de un ministro israelí diciendo que la ONU es una mafia, por la tarde miles de tuiteros de derechas replican y dicen que la ONU es defensora de Hamas y una mafia, por la mañana doscientos muertos más, unas cifras nos dicen que la mayoría de las muertes son de mujeres y niños, por la tarde nos dicen que esos muertos son utilizados como escudos humanos, este periodista por la mañana estaba vivo y ahora ya está muerto, han volado otra escuela, se han reventado otro hospital, ya menudean en las noticias las imágenes de ataques a población de religión judía en países de Europa, en Gernika hacen un pedazo de bandera con los colores de Palestina, imágenes en la tele de un tipo con una motosierra en la mano diciendo que los zurdos de mierda nosequé, unos días después ese tipo es presidente de Argentina, mañana doscientos muertos más, toda nuestra solidaridad y empatía con Israel, esta tarde han volado otro hospital, imágenes de soldados haciendo coñita con bañarse en la playa de Gaza, mañana atacarán otra escuela, edificios destrozados, familias enteras que se mueren, el presidente o primer ministro o cualquiera de esas peculiaridades de los británicos que los convierten en seres emulables a los cuales todos nos gustaría parecernos en vestuario, modos, lenguaje, gustos musicales, color de piel, peinados como el cantante de los Stone Roses, el primer ministro británico que se llama Rishi Sunak, dice que los Derechos Humanos se los va a pasar por el forro porque lo primero es lo primero y los Derechos Humanos son un incordio, la noticia no le interesa a nadie, alguien dice algo sobre el fascismo que nos está llegando ya a los tobillos y por la tarde Israel ataca otra lo que sea y se carga a otra familia y le ponemos cara y le ponemos rostro a cada uno que va muriendo y la vida continúa y dentro de un rato, algunas horas, os contaré que he estado de puente y es cierto que he seguido las noticias y vosotros y vosotras también y que han habido concentraciones una vez más, pero cada día que pasa muere y muere y asesinan a más gente. Asesinatos. En masa. No está pasando nada. Hasta que nos pase. 

viernes, 3 de noviembre de 2023

Un periodista muerto. Nos están matando a todos.


El periodista entra en directo para decir que les están matando, a los periodistas, la periodista que está al otro lado, desde el estudio, no puede más y rompe a llorar. El periodista se llama Mohamed Abu Hatab. El periodista dice que les matan a conciencia. Que van a por ellos. El periodista dice que no sirve de nada llevar el distintivo de periodista, el chaleco, da lo mismo, les disparan igual. Media hora después, el periodista y su familia mueren. No mueren. Les están asesinando y les está asesinando el Estado de Israel. La que consideramos la única democracia de Oriente Medio, un oasis de civilización en un desierto rodeado de bárbaros, está perpetrando asesinatos a sangre fría contra población civil de todo tipo. Yo ahora pongo el acento en este caso de alguien que está anunciando su propia muerte y que efectivamente acaba siendo asesinado. Su delito es cualquiera, da lo mismo, seguro que hay alguien que le encuentra una justificación. Son palestinos, son árabes, son culpables. Están en Gaza, deben hacer un esfuerzo por desligarse de Hamas, merecen morir. 

Una carretera llena de cadáveres de civiles, de personas, de seres humanos, se desplazan hacia el sur cuando les habían dicho que se desplazasen hacia el sur. Da igual, van a morir igual. Les están matando igual. 

Un ambulancia despanzurrado y cuerpos hechos polvo a su alrededor. A una ambulancia no se le dispara. Pues se le dispara igual, no es la primera vez, no será la última. Merecemos morir todos. No dejan de salir vídeos de israelíes pidiendo que los maten a todos. Que los borren de la faz de la tierra, que los hagan desaparecer. El lenguaje, los gestos, dónde está la memoria de ese pueblo, quién ha jugado con la memoria de ese pueblo de tal manera que consideren que todo les está permitido. Judíos sionistas en Nueva York diciéndole a judíos no sionistas que merecían morir en las cámaras de gas. Estamos llegando a eso, estamos llegando a todo. 

Estamos viendo algo que no estábamos viendo y no puede pasar ni un día, ni una semana sin que lo denunciemos. Lo que está pasando es una carnicería. Lo que está pasando nos está pasando a todos y a todas, porque a todos y a todas se nos puede aplicar un día ese mismo criterio. No ser, no somos, no estamos, somos animales, no comulgamos, estorbamos, sobramos. Nos pueden asesinar, nos pueden acribillar, nos pueden matar, nos pueden humillar, se pueden reír de nosotros, se pueden burlar de nuestro miedo, nos pueden desear la muerte, pueden hacerlo todo y más y todo y más está ya permitido. 

Y ayer nos lo recordó Gerardo Pisarello, ¿por quién doblan las campanas? Doblan por ti. Doblan por nosotros. 

martes, 31 de octubre de 2023

Crónica del #PleGramenet de Octubre. Zona de Bajas Condecoraciones


Hay un momento en el pleno municipal de ayer que me parece una obra de arte de la política colomense entendida como la asunción por parte de todos los partidos políticos presentes en el consistorio de que todo está bien y que nos tenemos que poner de acuerdo en que no debemos tocar nada porque es así como son las cosas y como mucho, para hacer algo, mejor nos enmerdamos todos y vamos todos a una con cualquier cosa que parezca algo complicado y así no nos hacemos daño. Lo importante es no hacerse daño. En las pasadas elecciones municipales, el PSC, Núria Parlon no solo consiguió repetir 17 regidores de un total de 27, una cifra que es una absoluta barbaridad, sino que consiguió que, salvo con intervenciones histriónicas, salidas de tono, bufonadas, provocaciones o momentos de discursito épico mirando a cámara esperando el aplauso que a veces llega y a veces no, consiguió que todos quisieran ser como el PSC, todos quisieran estar ahí, nadie quiera desmarcarse. Ese momento de gloria del pleno municipal de ayer llegó cuando el portavoz del PP, el señor Jurado, anunció que habían retirado una moción para pedir una prórroga en la aplicación por parte del Ayuntamiento de la Zona de Bajas Emisiones en Santa Coloma ya que la alcaldesa había preferido que todos los partidos tomasen una determinación sobre este asunto para evitar perjuicios para los ciudadanos colomenses. Es decir, el PSC local se apunta, como el señor Albiol en Badalona, a considerar la Zona de Bajas Emisiones como un problema. Un problema, una molestia, algo que fastidia y que a ver cómo lo hacemos para que los colomenses y las colomenses con automóvil no lo sientan como algo que ha llegado para hacerles la púa. El consistorio en pleno, en pleno, ojo, no solo la derecha, también el principal partido de la oposición y primera fuerza de izquierdas, compra el relato de que esto es un problema y se tiene que estudiar para que no fastidie a los y las colomenses. La instauración de la Zona de Bajas Emisiones, que tiene como objeto mejorar la calidad del aire que respiramos en nuestras ciudades, no se hace para causar daños a los trabajadores, se hace para mejorar su calidad de vida. Mejorar los indicadores de salubridad del aire, mejorar nuestra esperanza de vida, mejorar la salud de nuestros hijos. Pero parece que el populismo de vuelo gallináceo ha anidado en el corazón del pleno municipal y el miedo a, el terror a, la posibilidad de que el colomense no entienda, echa el freno de mano. El resto del pleno, sobre los pasos conocidos y ya citados en textos recientes, no me extenderé más. Las mociones sobre lo que está pasando en Gaza, que está pasando una masacre por parte del Estado israelí sobre la población palestina, pusieron de manifiesto que una cosa es estar en el gobierno municipal y tener una retórica impermeable y otra es patinar y no meter el dedo en la bañera por miedo. Plantear una moción sobre el tema centrándolo todo en la acción sanguinaria de Hamas, ignorando las décadas de abusos por parte israelí, ya dice mucho. Leer una respuesta a las críticas y a la acertadísima intervención de Sumud y Paula su portavoz, leer una respuesta, insisto, leerla, que no te salga de las tripas, la tienes que leer porque así aseguras que la asepsia continúa siendo la manera de hacer y de ver las cosas y que total, ya se manda ayuda humanitaria... es de una falta de ganas de complicarnos la vida en esto de la política local, nacional, internacional, mensual, semanal, como le llames, que tira de espaldas. Por lo demás, muy bien la Fabiana con la propuesta del minuto de silencio que tendría que haber partido de la propia alcaldesa o del consistorio, y qui ple passa any empeny. 

jueves, 26 de octubre de 2023

Nuestro problema con...


La masacre que está perpetrando el Estado de Israel en Gaza nos ha puesto ante los ojos una evidencia que habíamos preferido no encarar. Los propios gobernantes o representantes o portavoces o lo que sea de la entidad israelí ya no tienen ningún pudor en decir que su acción está legitimada ya que no están peleando contra otros seres humanos, sino contra animales. Así, se desentienden de cualquier responsabilidad por posibles, y reales, crímenes de guerra, y los hacen pasar por otra cosa. No están matando niños, niñas, ancianos, jóvenes, adultos, personas, árabes, están matando animales. Y por eso, además, se revuelven contra todo aquel que diga, simplemente diga, que lo que está ocurriendo es una barbaridad. Seas el secretario general de Naciones Unidas o usted mismo, Israel no consiente que se discuta lo que hace porque no tiene discusión. Porque es como erradicar una plaga, piensen lo que eso significa, una plaga, algo a erradicar, algo que es pernicioso. Los árabes. Los palestinos. Nuestro problema con los árabes podría haber sido el título de este texto, pero al decir 'nuestro' podríamos haber ampliado el círculo a cualquier otro colectivo que no fuera el que entendemos por 'nosotros'. Pero es que, ya sabemos también que ni siquiera 'nosotros' somos nosotros para buena parte de ese nosotros. Simplemente porque no compartimos. Lo que sea. No lo compartimos y somos sospechosos, censurables, exiliables, exportables, erradicables. Nuestro problema con todo aquel o todo aquello que sea diferente. Hubo un tiempo, hasta no hace poco y no me gustaría que se perdiera de vista que para mucha gente todavía, el pueblo judío era erradicable. Para mucha gente lo es todavía. En el mundo conspiranoico todavía son los culpables de miles de cosas y dominan el mundo desde sus escondrijos. No hay que engañarse y dejar de pensar que algunos que ahora critican la acción de Israel utilizan argumentos también de papel de plata en la cabeza. No hay que ser tan así. Simplemente hay que calificar como criminales de guerra a aquellos que han extremado su ideología de tal manera que hablan abiertamente de animales para referirse a personas. Y esto les está llevando, de una manera irreversible, a perder la batalla del relato. Así los gobernantes y políticos de la oposciión israelí, queriendo representarse como parte de nuestro mundo y representantes de la occidentalidad frente a la barbarie animal exótica oriental perniciosa (prejuicio de toda la vida desde los griegos hasta nuestros días), se están complicando la batalla del relato. La batalla de las muertes la están ganando sin duda. Masacres diarias, imágenes terroríficas, pero eso ya lo tienen descontado. Lo que no cuentan con  perder es seguir siendo presentados al mundo como víctimas, cuando lo que están haciendo no tiene perdón. Y así nos encontramos con invocaciones a textos bíblicos y demás majaradas, hablar de seres de luz y de seres de la oscuridad, para justificar, ya de manera desesperada, lo que es una ida de olla completa o bien, mejor, un plan atroz que busca crear el gran quilombo que les justifique una acción aún mayor en la que, ahí sí, todos y todas tendríamos que enmerdarnos. Todavía más. Nuestro problema viene de lejos. No aceptar lo otro y no aceptar que somos producto de muchas cosas, que somos muchos y uno, pero a los españoles qué nos van explicar. Si esto lo inventamos nosotros. Un poco. 

jueves, 19 de octubre de 2023

Superioridad


Al final, lo que parece que queda después de todo, de los bombardeos, de los hospitales, de los bombardeos, de las muertes, de las noticias, de las muertes, de los bombardeos, de las sanciones, de las reuniones, de los bombardeos, de las cumbres, de las resoluciones, de los bombardeos, de los cohetes, de los terroristas, de las muertes, de los bombardeos, de las equidistancias, de los minutos de silencio, del contexto, de los kalashnikov, de las kufiyas, de los pañuelos palestinos que son lo mismo, las concentraciones, las manifestaciones, los bombardeos, las muertes, los cadáveres, los libros, los estudios, los análisis, los gràficos, el mapa de Israel expandiéndose, los bombardeos, la ocupación, las guerras, el revisionismo, el sionismo, el panarabismo, el salafismo, el terrorismo, el yihadismo, el laicismo, los rabinos, los ultraortodoxos, la derecha, el laborismo, los bombardeos, las muertes, la animalización, la guerra, las bombas, los suicidas, las muertes, los bombardeos, los presidentes del gobierno, los primeros ministros, las autoridades nacionales, las declaraciones, los manifiestos, los desastres, el desierto, los beduinos, las ciudades, los templos, los subfusiles, los Uzi, los reservistas, el Tsahal, el IDF, la Yihad islámica, Hamás, Egipto, Siria, Irán, China, Rusia, los Estados Unidos de Norteamérica, Israel, los guettos, los bombardeos, los muertos, las muertes, los cadáveres, los genocidios, el terror, al final, lo que queda de todo, me da la impresión, es que tenemos que decidir si hacemos caso de quienes ven el mundo desde arriba o desde abajo. Y esto último no lo he expresado bien. Debemos decidir si somos parte de quienes ven el mundo desde la superioridad o somos de los que sentimos cariño y ternura por los débiles pero poco más, o si asumimos que no somos ni superiores ni inferiores. Pero que sigan bombardeando, que paren, que lo reemprendan, que prosigan, que lo detengan, que hagan un alto el fuego, que se den la mano, que lancen un cohete, que pongan el vídeo. Los bombardeos, las muertes. 

viernes, 13 de octubre de 2023

¿Qué haces cuando el mal avanza sin freno?


Lo que se ve en la imagen no es otra cosa que un ataque del Ejército israelí sobre Gaza con fósforo blanco, cosa que está terminantemente prohibido por la barbaridad que supone aplicar esto sobre seres humanos. Pero es que el Ejército israelí ya no considera seres humanos a los palestinos. No sé si ya o desde hace mucho tiempo. Lo que estamos viviendo estos días puede marcar un antes y un después en la vida política de nuestro entorno. Puede ser el inicio de una guerra de consecuencias inabarcables. Puede que sea una masacre más sobre la población palestina de Gaza. Puede que sea cualquier cosa dantesca, horrorosa, feroz, mortal, nauseabunda. Pero lo que está siendo es la puerta de entrada para toda una serie de medidas que, pretendiendo una cosa, buscan otra. El fin de la democracia. O al menos, el fin de la posibilidad de expresar opiniones políticas disonantes. Francia, Alemania y Reino Unido, al menos, ya están promoviendo medidas para prohibir o restringir, las muestras de apoyo a la causa palestina. Así de simple. En Reino Unido, enarbolar la bandera palestina es delito. Así de fácil. Y se está perdiendo ni siquiera el decoro, no sé si alguna vez lo hubo. Políticos con responsabilidad de gobierno en Israel están proclamando barbaridades que harían sonrojar al más nazi de los nazis. Un ex primer ministro israelí diciendo en antena que porqué le preguntan por las muertes de civiles palestinos. Ministras de gobierno israelí diciendo que los palestinos pueden salir nadando por el mar, que no se quejen tanto. El propio primer ministro se ufana de mostrar edificios reventándose. Se propagan bulos, como que se han decapitado 40 bebés, para utilizar luego esto contra cualquiera que muestre simpatía por la causa palestina. Se está abriendo la puerta a algo que no sabemos cómo saldrá, si es un ensayo o si viene para quedarse. No puedes decir. No puedes hacer. En defensa de la democracia y como muestra de solidaridad con quienes se parecen a nosotros y son ciudadanos y seres humanos. Los otros no. 

Desde siempre, creo, he sentido curiosidad por la cultura judía. Sean practicantes o no, muchos de mis referentes han sido judíos. Me admira la capacidad de pervivencia de una religión y una cultura que ha sido capaz de influenciar en el pensamiento occidental de una manera capital. Desde la capacidad de abastracción, de creación, de búsqueda de la manera de hacer sin llamar la atención, de discutir sobre todo, de poner en tela de juicio todo, de avanzar, de crear desde la ortodoxia toda la vanguardia, todo. La historia del pueblo judío es fascinante y admirable. Y siempre hay que tener simpatía por quien ha sido perseguido, encerrado en guetos, objeto de las ansias de exterminio por parte del Mal. Por eso, no entiendo nada. 

¿Qué hacer cuando todo esto pasa? ¿Seguir con las proclamas de siempre? Las muestras de solidaridad, apoyo total, hasta dónde podemos llegar, qué es lo que realmente se puede hacer en una situación como esta, cuándo el mal avanza. Cuando ves que el fascismo adquiere categoría de norma. ¿Qué hacer? ¿Prepararte para un combate fascinante? ¿Tener miedo ante lo que será una derrota absoluta? ¿Está mal pensar en todo esto mientras el Ejército israelí ordena evacuar a un millón de personas de sus casas porque se le antoja ante la amenaza de que todas estas personas puedan morir? ¿Qué nos espera?

lunes, 9 de octubre de 2023

Están solos


El sábado por la mañana nos levantábamos con la noticia de que Hamas había perpetrado un ataque en territorio del Estado de Israel. No sólo lanzamiento de cohetes sino penetración en el mismo territorio israelí provocando un número elevado de muertes. Automáticamente, lo que le viene a uno a la cabeza es esa cantidad de películas en las que nos enseñan que si un supuesto terrorista palestino mueve un bolígrafo de este lado de la mesa a este otro lado de la mesa, un dron, un monitor, un algo, lo detecta y los servicios de seguridad neutralizan al instante la amenaza. Las películas. Desde el aire, todo monitorizado, todo controlado, todo susceptible de ser aplastado al momento. Inocuamente. Y de repente, vemos cómo un festival, una rave, de repente se convierte en una carnicería ante nuestros ojos. Ojos occidentales asustados que de momento se ponen de parte de nuestros hermanos de costumbres israelíes y condenamos y nos solidarizamos y decimos que este no es el camino. Nunca es el camino. Nunca sabremos lo que es vivir en esas condiciones, las condiciones de los palestinos, los de Gaza y los de Cisjordania. Nunca nos podremos comparar, por muy injustas que sean nuestras condiciones de vida, a lo que ellos viven. Así que no podemos comprender qué es lo que pueden sentir en esos territorios los que ya solo creen que inmolarse puede ser una solución. Y ni eso. Un grito de atención. Automáticamente, lo que me vino a la cabeza también es pensar en el horror que se les venía encima. Por el momento, ya son 100 niños muertos. Solo niños. Una carnicería se abalanza sobre Gaza. Todo está justificado. Y todo es susceptible de empeorar. Porque están solos. Quizás este ataque ha sido una demostración precisamente de esto, que están solos, que ya no hay esperanza, que todo el mundo, incluso sus tradicionales aliados, les han abandonado. El ministro de defensa israelí acaba de calificar la situación con estas palabras: 'Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia'. Ante esto, ya no hay nada que añadir. Ya no son personas, son animales humanos. Qué calificativo puede merecer esto. No son personas, son animales humanos. Hemos llegado hasta aquí y no es el final de nada, es solo el principio. Y están solos. Nos pueden hablar y contar que quizás Hezbollá, que quizás Irán. Nada. No hay absolutamente nada que pueda hoy día hacer frente a la potencia de fuego de un Estado Israelí en manos de lo más zumber de su espectro político. Con el apoyo explícito de la mayor potencia militar. Y con unos países árabes que están deseando bajarse del barco para facilitar su apertura a nuevos mercados. Más liga de fútbol millonaria y menos palestinos. Así que ahora mismo, con el corazón encogido para saber hasta dónde le conviene llegar a quien manda en Israel, hasta dónde piensa llegar con la masacre, y qué cambia todo esto en la zona. Quizás estemos presenciando la muerte de lo que pudo haber sido una solución para Palestina, de manera definitiva. El cruel canto del cisne de un pueblo condenado, ahora sí, quizás a la expulsión definitiva. Un nuevo polvorín, dicen, se abre a las puertas del mundo civilizado. Los civilizados estamos en nuestro derecho de hacerlo todo arder. Por el momento 100 niños muertos. Pero esos 100 niños llevan muriendo desde hace mucho tiempo. Y ahora están más solos que nunca. Otra masacre, otra carnicería, todo nuestro apoyo. 

sábado, 17 de noviembre de 2012

Gaza está siendo operada quirúrgicamente

El doctor Ehud Barak, miembro del equipo médico del doctor Netanyahu, está interviniendo quirúrgicamente en Gaza ante la aparición de unas bacterias violentas, que han aparecido unos meses antes de que se celebren elecciones en Israel, dueños del hospital.
No sé si la gracieta es muy afortunada.
Otra vez imágenes de niños con las cabezas abiertas en la televisión. Una nueva intervención quirúrgica de Israel en Gaza para acabar con la violencia contra su territorio. El derecho a defenderse, dicen. El ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, dice que si vuelven a entrar con el Ejército en Gaza, tendrán que ir hasta el final.
Uno escucha estas cosas y no sabe si la civilización avanza, si estamos locos, o somos los animales más hijosdeputa que pueblan la faz de la tierra. Hasta el final. Avigdor Liberman.
El de la foto, Ehud Barak, super militar israelí, fue primer ministro con el Partido Laborista. Ahora ya no sé ni quiero saber a qué partido pertenece.
Esperemos que la cosa se quede aquí, pero ya llevan 38 muertos palestinos y 3 israelíes. 280 heridos, decenas de ellos niños.
Pero se ha tirado un cohete sobre Tel Aviv y claro. Hay que defenderse.
A ver cuántos muertos palestinos cuesta la defensa y el cálculo electoral.