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jueves, 18 de abril de 2024

Revolution 9


No viene el calor y te encuentras con días como este. Días en los que parece que va a hacer bueno y hace frío. Y el frío es bueno y que llueva es bueno y todo es bueno. Pero en nuestra cabeza, bueno es otra cosa. Tendría que dejar de hacer este frío. Hoy caminando por la montaña, bajando de ella, me han adelantado unas chicas corriendo y he tenido miedo de que me empujaran. Soy una persona mayor. Bajando caminando de la montaña he buscado el sol y no la sombra. He intentado asomar la cabeza en la conversación que se tenía en la parada del autobús, pero no he podido. Caminando por la montaña he notado que las plantillas de las bambas venían bien para esto pero siguen apretándome mucho el pie y todo se solucionaría aflojándome un poco los cordones. Pero todo se solucionaría siempre haciendo algo sencillo y no es todo tan sencillo. En el metro, volviendo de la montaña, estaba escuchando el Barstool Blues de Neil Young, esa versión en directo de nueve minutos. Nueve minutos. Número nueve. Number 9, number 9, number 9. Se ha subido una chica con un altavoz y antes de que comenzara a cantar he sacado un euro para dárselo. Se lo he dado. Estaba escuchando Barstool Blues y cuando he acabado he parado el spoti. Barstool blues no sé de qué va, creo que habla de algún colega suyo, como muchas de sus canciones que hablan de colegas que se mueren. Una vez tuve un amigo que se murió mil veces. Eso dice la letra de la canción. Dice muchas más cosas pero no sé qué dice. Hoy en la montaña había una fila entera de señores escuchando. Señores en la primera fila, también señores en la segunda. Solo tíos. Había pocas, muy pocas señoras, chicas. Casi ninguna. El tema del compañerismo es algo que también me tiene ocupado. No lo he pensado mientras bajaba por la montaña, pero, sí ayer y un poco esta mañana. No lo sé. El tema del Ben Yart también me tiene atrapado. Escucho canciones. Cada día escucho una nueva. Creo que entiendo por donde quiere ir el pájaro, pero no sé si tomármelo en serio o considerarlo un vendedor de crecepelo. Que es lo que parece. Es muy malo. Pero malo de ser malo, de persona que quiere parecer mala, que no tiene yo que sé, un mínimo. La calle, el chándal. El vídeo en los barrios chungos. La pena es de pega. Los gitanos en la plaza tocando la guitarra. Podría vivir un millón de vidas y no entender nada. No entender a todo el mundo tampoco es un problema. No entender porqué pasan las cosas, qué piensa la gente, no preocuparse por todo. Qué hacemos, dónde vamos, porqué el Madrid asesina el fútbol cada año o cada dos años. Porqué el fútbol es la puta mierda. Bueno, no siempre. Este año el fútbol es una maravilla. Aunque no haga calor. Ya hará calor.  

miércoles, 17 de abril de 2024

Agaporni


Me quisieron explicar cómo era y me dijeron 'es como un agaporni'. La gente debe pensar que yo soy biólogo porque regularmente me ponen ejemplos del mundo animal o vegetal que consideran que tengo que conocer y la verdad es que nada más lejos de la realidad. Como un agaporni qué es. Cuando alguien me habla de agapornis, automáticamente mi cabeza viaja hasta aquellos lejanos tiempos en los que debías mantener vivo a un animalito gracias a una maquinita diminuta que había que accionar de una determinada manera y que ahora no recuerdo pero que debía parecerse a la palabra 'agaporni' para que yo me vaya a eso. A esa maquinita, a ese animalito que puede que fuera un agaporni, pero ya no lo recuerdo y ahora dudo si utilizar el móvil para informarme. A veces, no siempre, prefiero mantener un puntito de ignorancia, un espacio sin completar. A veces, por ejemplo, no recuerdo si ya he dicho antes que no quiero mirar en el móvil si tal o cual cosa es cierta, ni siquiera si ya he utilizado antes este mismo ejemplo o esta misma situación o esta misma imagen de alguien que no quiere mirar en el móvil si una cosa ya la has dicho o si está por decir. Me quedan muy pocas cosas por decir y es posible que en algún momento empiece a repetirme. Hay a quien le gusta escuchar o leer mil veces la misma cosa. Disfrazada más o menos. Hay quien hace de escribir o tocar exactamente lo mismo un sello de fábrica. ¿Quién no está buscando siempre algo que se parezca a algo que le gustó una vez? El caso es que en esta ocasión voy a utilizar el móvil para que no tengáis una imagen distorsionada de mi sabiduría infinita o penséis que por timidez o arrogancia prefiero dármelas de algo que en realidad no soy porque me puede la curiosidad y voy a ver lo que es un agaporni. Y sí. Se parece. 

jueves, 28 de diciembre de 2023

La latica


Harto ya de escuchar programas y podcasts de gente que va alardeando de ser así como tú y como yo y de hablar como habla la gente y de no cortarse un pelo y de decir lo que nadie se atreve y de ser los portavoces de una autenticidad que no se casa con nadie menos con el patrocinador o con el partido político que todo el mundo sabe que votas o que más o menos apoyas o que tal y que cual, en definitiva, un poco ya hasta el moño de que todo el mundo tenga su ventanita para poder decir y hacer, he decidido que voy a hacer yo lo mismo. La latica. Había otros nombres, pero con La latica (o La latuni, que también se barajó), tengo además la oportunidad de poder hacer yo también publi de la latica que toque que casi siempre será una latica de birra para que la gente no piense que soy un moñas de mierda de esos que van bebiendo cocacolas o nesteas o puta agua. Tendré un equipo de colaboradores y si acaso tendré un equipo de reporteros y tendré un equipo de expertos y tendré muchas cosas y pondré también a una chica, una chica para que se escandalice de las cosas que decimos mientras bebemos una latica de. Porque yo sí que voy a escandalizar a la gente. Vamos a hablar sin tapujos, vamos a hablar con ganas de ofender, porque ya está bien de gente que se cree que está bordeando los límites, nosotros, yo, porque el programa voy a ser yo, yo me voy a cagar en todo pero en todo de verdad, no voy a dejar títere con cabeza o sin cabeza y voy a pasar tanto de los convencionalismos y de lo políticamente correcto que toda esa caterva de inadaptados que están en el mundo esperando a que alguien les diga lo que nadie les dice, me van a adorar. Y mientras me bebo otro traguito de cerveza les iré colando mi mensaje que es un mensaje en el que hay unos enemigos claros, esos enemigos que solo yo veo y que aunque los vea todo el mundo nadie se atreve a ir contra ellos, pero yo y mis colegas entre traguito y traguito de birra, lo vamos a decir todo y no nos va a callar nadie. Y vamos a hacer giras por teatros y giras por lugares donde nadie se ha atrevido a decir lo que yo digo, y nos vamos a reír de los subnormales, de los que tú y yo sabemos, de los cerdos, de los garrulos, de los del Espanyol, de los andaluces, de los castellanos, de los gallegos pero poco porque tengo un colega gallego que está medido en una movida super guapa, y buah, es que lo estoy pensando y me estoy emocionando y luego ya cuando eso, como además contaré mis movidas y tendré un espacio para mí para que yo me explaye porque soy yo el dueño del programa, pues entonces, entonces, me presentaré a las elecciones municipales y entonces sí, no volveré a cometer el mismo error. Entonces sí que voy a petarlo. 

jueves, 14 de septiembre de 2023

Mexicalcoatl


Yo no recuerdo, pero cómo me voy a acordar, aunque creo que todo comenzó con la eterna discusión sobre si el tequila se tomaba con cerveza o sin cerveza y derivó la cosa en que en realidad el tequila es Mezcal pero se llama de otra manera por un tema de demonización de origen y yo no me lo acababa de creer porque el sabor del mezcal me pareció diferente y lo mismo me dejé llevar por los conejos de los que hablaba la etiqueta y la mente se me fue, y el gusto claro, a eso que huele y sabe aunque no lo pruebes, el conejo cuando lo estás desollando y lo estás despellejando, y que el mezcal no estaba frío y estaba natural y todo eso se fue complicando a la tercera o cuarta ronda y procuraba todo el tiempo no caer en el tópico del viaje y del perro y del maestro y del otro mundo y ver los muertos y las calaveritas y los diablitos y el pueblo asándose de calor y las barbas de varios días y estaba haciendo esos esfuerzos bien notorios por parecer el más maduro de la mesa y en realidad no hacían falta porque ya lo era sin necesidad de demostrar nada y fue entonces cuando me di cuenta de que algo no iba bien y no sé lo que era pero veía que la gente bailaba y nadie, absolutamente nadie, bailaba bien, o con algo de ritmo, con algo de gracia, porque siempre hay alguien que baila con algo de gracia y en este caso los doce mil conejos me hacían no apreciar ningún tipo de ritmo en los bailes de la gente y estaba pensando en todo eso cuando me encontré sentado en un banco de una calle que no identifiqué hasta algunas horas después y no estaba especialmente mal, no tenía ganas de vomitar, ni me dolía la cabeza, ni tenía la boca pastosa, ni me había cagado encima, ni mucho menos meado, estaba bien, entero, pero ya no llevaba la ropa de la boda, estaba vestido como para ir a caminar por la mañana y la calle era otra calle que en otro tiempo yo frecuentaba mucho y que no tenía bancos o no los recuerdo yo y pensé que el ayuntamiento no dejaba de hacer cosas y más cosas y no conseguía recordar el nombre de los novios y un conejo saltó encima del banco y me miró y me quiso explicar algo sobre Teotihuacan y me acordé de ti. Claro. 

miércoles, 5 de julio de 2023

Amigo


La voz de Roberto Carlos se nos mete en la cabeza e invade nuestro mundo confortable de flema anglosajona, modos de bestir vritish y de ser como si fuéramos de aquí mucho pero pareciendo de fuera para mandarnos mensajes dulces, sencillos, populares. Roberto Carlos nos canta desde muchos ángulos diferentes y nos deja claro que las cosas más lindas son aquellas que se expresan con sencillez. Si necesitas demasiado para explicarte cuando todos saben lo que quieres decir, es que no lo estás haciendo bien. Otra cosa es que no quieras que nadie sepa realmente, aunque al final todo el mundo lo hace. Roberto Carlos tiene canciones que inevitablemente nos asaltan la fortaleza. Nostalgia. El gato que está triste y azul, Lady Laura y tiene otra y tiene muchas, algunas de ellas con su inseparable Erasmo Carlos, otras ya el solo cuando era Roberto Carlos y salía en nuestras televisiones y era el ídolo y tú lo veías en la tele y pensabas que a quién en su sano juicio le podía gustar Roberto Carlos y ahora tienes a Roberto Carlos en la cabeza. Amigo, mi querido, mi viejo, mi amigo. De esta solo me sé el estribillo, no me sé nada más. Pero es de esos estribillos que te vienen a la cabeza cuando la palabra amigo sale a la palestra. Amigo, amigo, amigo. Mi querido, mi viejo, mi amigo. Viejos amigos no se tienen tantos,  porque los viejos amigos son difíciles de conservar. Ya sé que vosotros lo hacéis porque sois gente excepcional y tenéis un corazón que no os cabe en el pecho, pero el resto de mortales, es difícil. Vosotros ya sé. De toda la vida. Yo tengo muy pocos viejos amigos. ¿Dónde ponemos la frontera? Da igual, que el sentido de este texto no es ese. El sentido del texto es otro. Uno que yo me sé y que tú te sabes también. Amigo. Había una canción de los Golpes Bajos que decía algo como que no me trates de amigo si me vas a dejar dolido... mi amigo. Amigo. Roberto Carlos decía otra cosa pero no me acuerdo de la canción y no quiero escucharla para que se me quede ya metida dentro todo lo que queda de día. Solo quería decir hoy que, amigo. 

viernes, 23 de junio de 2023

Ser alguien


Being someone, ser algú, ser ningú, nadie te conoce cuando estás down and out, este va a ser un tema recurrente durante unos meses. Ser alguien, sentarte en los sitios, no levantarte cuando te lo piden, no ser consciente de que no eres nadie, eres alguien y mereces estar sentado, porque lo eres, los símbolos, los signos, los identificativos, los saludos, las palmadas, los gestos, estar sentado o estar de pie, ser citado, ser nombrado, te tienen en cuenta, has sido seleccionado, podrás decir, tienes algo, estás sentado o estás de pie, ser alguien después de tantos años sin haber sido nadie, estar en sitios donde nadie antes te había visto, estar en sitios donde ya nadie te espera, donde crees que eres pero ya nadie te va a mirar, parte del decorado, dar ambiente, la nota de color, no es nadie, no ha sido nadie, eres algo, vas de algo, quieres algo, que se note, que se sienta, que se aprecie, el momento ha llegado, ahora estamos aquí y va a quedar claro, meridianamente claro que somos, somos los que estamos, pero no había nadie, porque no siempre es todo lo que es y seguro que había otros sitios donde ser y estar y parecer. Ser, estar y perecer. El sitio, la foto, el momento, la personalidad que entra y que avanza hacia los puestos de privilegio y quién te lo iba a decir y a ti y a ti que ibas a estar allí y que en todo ese marasmo de personas había una persona que estaba y por eso, espera, que quizás por eso mismo, claro, para que no se relacione una cosa con la otra, no vaya a ser, pero igual no se lo dijeron a todo el mundo, o yo que sé. I wanna be me, i wanna be you. Esa canción de los Sex Pistols, ya ves tú que cosa tan antigua, tú quieres ser yo, no quieres darte cuenta, eres tú, pero tú deberías darte cuenta de que posiblemente todo el mundo sabrá, en esta ciudad, que no eres nadie. Y lo que eres no merece la pena. Merecer la pena, aunque no seas nadie, aunque nadie te de una palmada por la espalda, un abrazo, un saludo, un amigo y un siervo. Eres nadie, eres nada, eres poca cosa, eres mac o eres pc. Hay quien se cree pc y quiere ser estar y perecer. Estás ya pereciendo y estás creyendo que eres alguien. Ser alguien. Ser como alguien. Estás ya pareciendo alguien. Estás. 

domingo, 16 de abril de 2023

Crisis de personalidad


Y todo lo que has recogido es frustración y ansiedad. Todo por tener una crisis de personalidad. Esta mañana, mientras estaba en el campo de la Grama durante la celebración del décimo aniversario de la FE Grama, me ha dado tiempo a pensar en los diferentes estados de ánimo que pueden recogerse a lo largo de un día. En realidad no me ha dado tiempo a nada, porque estaba de conversa con mi partenaire de asiento, así que todo lo que diga que ha pasado, en realidad no ha pasado. Confundo la realidad con la ficción, cosas que pasan y no pasan, pensaréis, no, no he llegado a ese punto. He pensado en cosas que uno siente en un mismo momento, frustración, euforia, calambre, nervios, ilusión, lesión, saxofón, salchichón. He pensado en todas y cada una de esas balones de reglamento que se escapan de un partidillo en una plaza cualquiera y que uno desea fervientemente que le llegue el balón para poder tocar cuero. Es una crisis de personalidad como un piano. Te crees la prima donna en el espectáculo y un día, quizás mañana, quizás al sol de una plaza cualquiera de Santa Coloma, te das cuenta de que no eres más que eso, uno más que no sabe ni entiende. Esta mañana, mientras subía hacia la plaza del Barri Llatí con la compañera Clari iba pensando para mí en los distintos estados de percepción que uno recoge a lo largo del día. Hablar, hablar, hablar, hablar. Tienes una crisis de personalidad y no sabes si eres o vas a ser o llegarás a ser o estás ya siendo lo que vas a ser y no sabes si estás o tienes ganas o estás teniendo ganas. Y hablas y das palmadas en la espalda y estás esperando a que ese nivel de tensión que sabes que existe no se pierda. Y todo lo que has recogido es frustración y ansiedad, porque tienes una crisis de personalidad. Esta mañana, mientras bajaba de la plaza del Barri Llatí, me ha dado por pensar en los diferentes estados de alucinación. Tienes una crisis de personalidad. Estás en ese estado en el que sabes que con la chaqueta de pana ya no vas a durar mucho, porque viene el calor de verdad y empieza a sobrarte todo y sabes que en manga corta, ay, la manga corta, es donde de verdad te la juegas. La percepción que tiene un amigo. Un amigo. Esta mañana, mientras estaba tomando algo en el Termes, me ha dado tiempo a pensar en los diferentes estados de cocción. Una cosa es lo que uno cree que está haciendo y otra cosa es saber si ya está hecho. Una cosa es el tiempo y otra cosa es quién decide lo que es el tiempo. Y estás deseando contarnos algo y estamos mirando el reloj para saber cuándo nos vamos a poder ir. Es una crisis de personalidad. Ahora mismo es domingo por la noche y no me ha dado tiempo a más. Es una crisis de personalidad, por favor que no pare. 

jueves, 23 de marzo de 2023

El Imperio Bizantino


Usted sabe, como yo, que el Imperio Bizantino es sinónimo de lío, de confusión, de inestabilidad y de trifulcas sin cuento. Internas. Trifulcas internas y claro, también campañas de expansión en un principio y luego campañas para intentar defender lo indefendible. Indefendible nos lo parece ahora, pero en su tiempo los bizantinos, que se consideraban a sí mismo romanos en un principio y luego fueron cada vez más griegos, los bizantinos digo, consideraban que eran ellos los que merecían un respeto y una consideración por parte de los demás pueblos ya que ellos eran los herederos del antiguo Imperio Romano, ellos eran la civilización y ellos eran el canon de algo que estaba únicamente en su cabeza pero no en la cabeza del resto de pueblos. El Imperio Bizantino es un auténtico lío. El Imperio bizantino siempre con emperadores débiles y rebeliones internas y madres del emperador malísimas que dominan a sus hijos y emperadores que recurren a pueblos extranjeros para que defiendan el imperio y el imperio se debilita porque los extranjeros no tienen consideración con el imperio y los vikingos y los almogàvers y toda la historia y todos los pueblos túrquicos acechando las fronteras y el poderío del imperio persa que dura tantísimos años que no sabe uno si fue, se extinguió, duró, pero estaba ahí y acechaba y por el norte los pueblos eslavos que se van haciendo con el rollo de los bizantinos y les copian la religión y les copian todo y hasta consideran que ellos son la nueva Roma y no esa Roma que tarde o temprano va a caer, pero que en su cabeza estará el recuperar esa Roma que se perdió y todo esto son cosas que ya habrá leído usted, que suele leer mucho y del Imperio bizantino se lo sabe todo, las batallas en el hipódromo, las luchas intestinas, los migueles, los basilios, los juan, todos ellos están ya olvidados y Justiniano y su mujer Teodora sí que han sobrevivido a la memoria con cierta dignidad y les estudiamos y escuchamos conferencias y usted cree que es necesaria una serie de Netflix para dignificar como se merece la memoria del Imperio Bizantino. Con sus luchas intestinas y sus peleas familiares y emperatrices enviadas al convento y Rávena y el poder evocador de la presencia bizantina en la península Ibérica que parece que no, pero tuvo su importancia. Todo eso usted ya lo sabe, no estoy descubriendo nada. Y ya nos hemos distraído un poco. 

viernes, 10 de marzo de 2023

Marcha


¿En qué piensas, marchador? El marchador camina manteniendo un ritmo, regulando el esfuerzo, midiendo la cadencia, calculando cuándo debe apretar y cuándo ha de descansar marchando. El marchador piensa en sus cosas cuando está marchando pero sus cosas son las cosas de la marcha, no piensa en lo que le espera cuando acabe o lo que ha hecho antes. No piensa en su gente ni piensa en ese programa de televisión que le tuvo enganchado hasta altas horas de la madrugada a sabiendas de que estaba haciéndolo mal y no debía trasnochar. Trasnochó. Se levantó temprano. El marchador entrena y se prepara para las carreras. No sale a pasear porque cuando pasea le dicen que camina raro. Él sabe que no camina raro, que camina normal, pero la gente piensa que por ser marchador ya camina de una manera diferente. Cuando está en una carrera procura no pensar, se concentra y aparta de su mente cualquier elemento que le distraiga de lo único que le importa en ese momento. Al acabar, hablando con otros compañeros marchadores, les comenta la carrera. Alguno de ellos le dice que mientras marchan les gusta pensar en otras cosas, en planes para el futuro, en recordar alguna canción que les ayuda a hacer más llevadera la marcha, que si se concentran demasiado solo en la carrera se ponen nerviosos, les da ansiedad y es entonces cuando fallan. Él no entiende cómo pueden hacer una cosa así. Desde pequeño le enseñaron que debía concentrarse, que no se podía hacer de otra manera. Otros marchadores, otras culturas, personas que viven de una manera distinta las circunstancias de una carrera. Todo esto lo estoy pensando mientras estoy en marcha. Me gusta penar en otras cosas. Es otra marcha. Cambio de marcha. En marcha. 

jueves, 23 de febrero de 2023

El año pasado sí que fue bonito


El año pasado sí que fue bonito de verdad. Cada año nos juntamos los que podemos y recordamos el año pasado. Un año pasado que siempre es mejor que este. Este año nos hemos reunido también unos cuantos, menos que el año pasado, porque el año pasado sí que fue bonito, este año no ha sido tan así, así que eso. Y recordamos aquellos campos verdes, aquellas mañanas limpias, aquel aire fino, aquellas comidas equilibradas, los sueños profundos, las amistades estrechas, los momentos de recogimiento, los premios y las dádivas, aquellas canciones que cantamos, los hijos que tuvimos, el verano intrépido, el otoño recogido, el invierno gozoso y la primavera radiante. Ah, la primavera del año pasado, sí que fue una primavera, una primavera que fue larga, extensa, que todos recordamos, que ni sobró ni fue imperceptible como la de otros años, qué bonita la primavera. Y qué medido y equilibrado que fue el año pasado, qué morigerado y qué estupendo. El año pasado, por estas fechas, pensábamos que no podría ser superado, pero el año pasado, este año pasado, ha sido sin duda el mejor. Las flores, el mar, el aire, las rosas, las rosas que son flores, el pasado que no volverá dicen, pero sabemos que sí que vuelve, el pasado vuelve el año que viene, siempre mejor. El año pasado siempre será el mejor. 

jueves, 16 de febrero de 2023

Punxa'm


Usted ve todas esas calles y todas esas plazas, todas esas aceras con ese poste de la luz, con ese bar en el chaflán, con una televisión dentro donde no pueden poner el fútbol porque ahora han cambiado otra vez lo del fútbol o bien porque pasan de poner el fútbol porque la gente se les apalanca y para que se les apalanque ahí la gente pues tampoco se van a dejar el dinero por la cara y tienen toda la razón o no porque a ver si ahora ya no vamos a poder ver el fútbol en ningún sitio y es que esto del fútbol tiene miga o la tenía antes, pero usted que está viendo todo esto y le gusta opinar sobre todo y pasea por calles que no reconoce, porque no las reconoce y tiene que hacer un esfuerzo por no perderse porque yo ahora le digo la calle tal y usted puede que dedique unos minutos a buscar en el google o bien tiene a alguien a su lado que le diga, sí hombre, es la calle tal, que está allí donde la cuesta termina y se le ha puesto cara de no entender nada de lo que le estoy diciendo porque posiblemente no me entienda y piense que todo lo que va a leer y lo que ha leído es otra cascada de palabras que no tienen otro objeto que confundir y crear un ambiente y una sensación y se ha sentado en un banco en el que ha esquivado las manchas blancas que puede sean cagadas de pájaro o que sean otras cosas que no sé porque no soy biólogo y no tengo necesidad de serlo y se ha sentado en el banco con el solete en la cara y se siente satisfecho de que todo esté saliendo más o menos pero algo le dice que no está saliendo como usted querría si es que en algún momento ha pensado que esto iba a ir como usted querría o usted no había pensado realmente en nada porque a usted todo esto es que le daba un poco lo mismo por no decir que es que no le apetecía demasiado y ahora caminar por las calles con los postes de la luz y entrar en conversación con personas que usted pensaba que había dejado atrás, en otra vida, en otro tiempo, ya no podemos ni podremos, no sé qué me pasa que las sombras últimamente son más frías, tu teléfono es muy frío, tus llamadas son más cortas, dame una cita, vamos al parque, pero qué parque y de qué parque me está hablando usted, que hace tiempo que me habla de parque, parque, parque, y yo aquí no veo el parque por ningún lado, pero ahora quisiera que me dedicara unos segundos de atención para decirle que estoy espectante y expectorando mucho últimamente y no sé qué puede pasar, vamos a ver, lo que estaba diciendo, es que usted va por todas esas calles y piensa, pero qué hago yo aquí. Piku, piku, piku.

martes, 17 de enero de 2023

Botella medio llena, botella medio vacía


Te lo puedes tomar de muchas maneras. No te lo tomes de golpe. Te lo puedes tomar de aquella manera. Puede que creas que lo estás haciendo bien. Es peor si sabes que no lo estás haciendo bien pero entiendes que solo puedes hacer esa cosa. Esa cosa que sabes que no está bien. Porque lo sabes. Y si no lo sabes es que eres yo que sé. Porque hay que ser yo que sé. No te lo tomes a mal. Tómatelo como lo que es. Hay muchas maneras de tomárselo y tú te lo estás tomando de una manera que es controvertida cuando menos. Cuando menos. Al menos podrías reconocer que lo que estás haciendo lo estás haciendo porque no tienes otra cosa que hacer. A nivel general, a nivel particular. No tienes nada que hacer. Es una botella que puedes ver medio llena o verla medio vacía. Si la ves medio llena es porque piensas que estás protagonizando algo, algo interesante, que te has vuelto a poner en el pelotón de cabeza, que estás liderando, vuelves a estar ahí. Pero cuando vuelves a tu casa, la botella está medio vacía, porque sabes que todo esto es tan poca cosa, en realidad el objetivo es tan pequeño, el beneficio, porque hay que calcular el beneficio, los costes, el esfuerzo y lo que se obtiene, es tan contraproducente, que sabes que no, pero no puedes hacer otra cosa. No sabes hacer otra cosa. Estás tan acostumbrado a hacer la misma cosa que toda la puta vida igual, toda la puta vida igual. Siempre así. Siempre igual. Siempre con el mismo piñón fijo. Pero que a mí me da un poco igual, también te digo. Solo me gustaría que vieses la botella cómo está. Y el vaso. Ahora me vas a obligar a buscar una relación entre la botella y el vaso y me lo estás poniendo difícil. Cómo te lo digo. Te digo que debe haber algo dentro de la botella y que lo que haya dentro de ella debe llenar el vaso. Si el vaso está vacío es porque no hay nada dentro de la botella. Ya voy cogiendo el hilo. Si no tienes nada con lo que llenar el vaso, lo que estás haciendo es vender una moto, no, mejor, no vender la moto, lo que estás haciendo es poner el tubo de escape en la moto y entonces, y entonces. Yo sé lo que quiero decir y sé que tú me estás entendiendo, ¿verdad? Lo del vaso, lo de la botella, lo del tubo de escape del final como pum de confeti glorioso. ¿Lo has entendido todo, no? Es que tampoco sé si eso. Bueno, sigo con otra cosa. Que está todo cantidad de liado.

lunes, 28 de noviembre de 2022

Día del Mediterráneo


En el Día del Mediterráneo vuelvo a insistir en que no me gusta ir a la playa. Todo y que los últimos tiempos me han llevado a ser más transigente a la hora de considerar los destinos de playa como 'posibles', no acabo yo de verme en la playa así de natural. Así que esta es mi aportación sobre el día del Mediterráneo en lo que tiene relación con el mar propiamente dicho. O la playa. Distinguiría luego el tema del pescado, claro, tema mar. Mar y pescado. Del pescado últimamente parece que también me estoy abriendo un poco más, pero evaluando con cierta perspectiva, no ha sido tanta la apertura de miras que se presupone a este nuevo... eso sí, como bastante más pescado. Sobre las cosas de comer lo dejaría ahí. Estaría más pendiente del tema de la cultura, claro. El tema de la cultura mediterránea sí que me daría para hacer una reflexión amplia sobre el tema. Pero no creo que sea el momento, no creo que sea el espacio tampoco, todo y que hoy es el día del Mediterráneo. El día del Mediterráneo es un momento más oportuno para simplemente mostrar mi más completa adhesión al concepto de mediteráneo. Aunque las influencias culturales que uno arrastra no siempre coincidan con este espíritu mediterráneo que anuncio, ya que musicalmente, cinematográficamente, no te diría que literariamente, las influencias son más anglosajonas, centroeuropeas, qué te diría, incluso latinoamericanas. Pero del Mediterráneo, culturalmente hablando, qué puedo decir. Los griegos, los romanos, toda la cultura norteafricana, los fenicios, los cartagineses, bizantinos, esa parte de los Balcanes que está ahí, qué decir de la costa marsellesa y todo el Levante, solo con eso ya bastaría para decir eso de que uno, claro que sí, es Mediterráneo. El Mediterráneo, vaso de vino tinto en un pueblecito de la costa. Pescadito bueno. Hotelazo en Benidorm, Costa del Sol, burrito en Mijas, Mataró, Sol y Playa, Camping la Ballena, nací en el mediterráneo, soy nosequé soy marinero y bajo las cañas tal. Un poco todo eso. Hoy que el día está francamente belga, a quién se le ha ocurrido que sea el Día del Mediterráneo. Joan Manuel Serrat, la paella valenciana, la manga del mar menor. 

Vacaciones en la Manga del Mar Menor. Mi padre, creo que por segunda vez en su vida, pilló un apartamento de los de la Telefónica. Fuimos a la Manga, con mi abuela y con mi tita Antoñita y mi tito Martín. Yo tenía entonces 17 años creo. Año olímpico. Me aburrí muchísimo en la Manga. Ni mi tita Antoñita ni mi tito Martín tenían la culpa. Es que no me acuerdo de nada. Había unos hoteles que se llamaban Dominica, Martinica y otro. Y la playa. Siempre la playa. 

miércoles, 9 de noviembre de 2022

A favor del libre comercio


Soy una persona que me tengo por inteligente. No especialmente constante, ni especialmente hábil. Reconozco que cada vez más, necesito que se me expliquen las cosas un poco despacio. Antes creo que no me explicaban las cosas tan complicadas que ahora me explican y por eso es que necesito algo más de tiempo. Antes evitaba las cosas complicadas, que no me exigían demasiado, pero ahora he entrado en una dinámica de circunstancias en las que me enfrento a conceptos complicados o materias que se me hacen una montaña y que por eso mismo antes esquivaba y será por lo mismo por lo que ahora me cuestan. Pero no por ello dejo de comprenderlas. Sigo más o menos un esquema establecido de pensamiento, de razonamiento de las cosas, por las cuales todo tiene al final un sentido determinado y así voy desenvolviéndome por el mundo. Nunca he ido bien de cabeza y he sido más bien remiso a entrar al choque, pero no por ello rehúyo la pelea o cuando hay que meter la pierna o dejar los tacos, pues lo hago. Creo que soy un buen pasador, tengo mis detallitos técnicos, pero estoy bastante fuera de forma. Me puedo pasar el partido hablando y ordenando el equipo. Si eso significa que sé trabajar en equipo, pues tú mismo. Me parece que escribo deprisa con el teclado, aunque miro el teclado, pero hice el curso de meca y me lo saqué. Tengo conversación pero noto que, con los años, voy limitando mis temas de discusión a uno solo. Efectivamente. No sé si antes no era así también. Pero ahora se me nota más. Mido uno setenta y peso más o menos ochenta quilos, pero tampoco me peso demasiado. Salgo a caminar todas las mañanas que puedo, pero hay mañanas en las que no resisto la tentación de volver al catre cuando suena el despertador. Me pasa que creo que siempre soy peor de lo que luego me dicen que soy. Me pasa también que a veces ve uno cada cosa que piensa, para que lo haga este, ya voy yo. Y en esta dicotomía de comportamiento me he ido moviendo. Mal pero bien. Peor pero mejor. Ahora mismo estoy disponible. Bueno, aunque no lo estuviera, si la oferta es buena y la podemos vender entre todos de una manera fetén, manejando el relato y esas cosas, puedo hacer lo que sea. No soy rápido, pero tampoco estoy todo el rato quieto. Suspendía gimnasia repetidamente. También tengo mala caligrafía. Puedo ir vestido de una manera absolutamente informal y de repente un día ponerme una chaqueta. Y la gente me dice, qué haces con chaqueta, qué elegante. Me gusta leer. Me gusta mucho la música, pero la música que me gusta a mí, que suele ser un abanico amplio de músicas que, seguramente, no concuerdan con tus gustos. Si concuerdan con tus gustos, ya no me gustan. Con lo de leer me pasa algo parecido, muestro interés por escritores que no he leído pero si no los he leído ya con la edad que tengo, será por algo. Me gusta escribir y soy rápido componiendo textos más o menos resultones que sirven para salir del paso. Siempre me ha costado mucho la formalidad en los textos. De catalán creo que voy bien, pero reconozco que hablando puedo soltar un 'trabaju' o cosas parecidas porque no puedo ir tan deprisa como me gustaría. De inglés, pues mira. También soy capaz de inventarme el italiano. He viajado por algunos sitios pero tampoco me mato por viajar. Tengo coche compartido a medias con mi compañera. Como todo el mundo, yo también considero que un proyecto va más allá de unas siglas. Y que importan las personas. Y los objetivos. O lo que se me diga. Correo electrónico y teléfono móvil. Pueden leerme en este espacio elgelidotolya.blogspot.com y verán que como digo una cosa, puedo decir la otra. Estoy pendiente del móvil las 24h por si me quieren llamar. Gracias. 

lunes, 17 de octubre de 2022

Sí. Ya.


Claro, si me lo estás diciendo será porque tú crees que es así, pero me gustaría decirte algo. No sé lo que te pasa pero la próxima vez igual te mando a tomar por culo. Que entiendo que los tiempos son complicados y que esta carrera hacia delante sin saber si el precipicio está ahí ya mañana o estará dentro de un mes o estará dentro de no se cuándo, nos tiene a todos un poco descolocados. O igual es otra cosa que no sé. Pero te voy a decir que aquí tenemos todos un poquito. Un algo. Lo que sea, pequeño o grande, y que no estamos demasiado en condiciones de tener paciencia con la gente. Conmigo el primero, que ya entiendo que estoy muy pesado y muy cansino siempre con el mismo tema que parece que no haya otro tema en el mundo que este. Pero te voy a decir. Yo tengo mis temas. Tú tienes tus temas. Y cuando uno tiene sus temas se le escucha y se le atiende y se le pone un poquito de buena cara, nada más. Aunque solo sea porque se reconoce en el tema que tiene el otro parte de lo que tiene uno también. Así que no me jodas. No me jodas con el bufido y con el tirito y con la pose, que aquí estamos todos un poco con el cable pelado ya y solo necesitamos que nos pongamos a darnos entre todos la espalda. Las tinieblas, la oscuridad, la negrura, el miedo, el terror, el pánico, la incertidumbre, el no saber, no encontrar un camino, no reconocer el camino, no tener claro qué ni para qué o tenerlo claro y creer que nadie más lo tiene tan claro como lo tienes tú, todo eso, todo eso y más cosas, eso ya lo sé, lo sabemos, está ahí y supongo que pocas veces ha estado tan poco claro todo como ahora, no lo sé, yo no lo sé, supongo que lo sabrás mejor que yo, pero te quiero decir que me imagino que todo esto está siendo pues como está siendo. Que quieres pensar que lo que yo te digo es tal, pues lo piensas, claro, no pasa nada, pero que te quiero decir, a ver, que eso. Que yo que sé. Que no sé ni porqué te estoy diciendo esto si ni siquiera te conozco. Pero mira, que ya que te tengo delante, pues te lo suelto a ti y listos. Venga, no pasa nada. 

jueves, 13 de octubre de 2022

Podría haber sido usted


Y podría haber sido cualquier otro. En estas cosas no sabe uno nunca. Fíjese usted. Si yo ahora mismo le dijera la cantidad de veces que me han dicho una cosa parecida, no se lo creería. Y aquí estoy, aguantando el tipo como se puede. No le puedo asegurar que yo no reaccionara como lo ha hecho aquel, ojo. Que cada uno sabe lo que lleva dentro y las cosas no son siempre como dos y dos con cuatro. A veces son cinco. O a veces son tres. Eso es que es impredecible. Yo no puedo decir, por ejemplo, que estas cosas me cojan por sorpresa. Estoy acostumbrado a ver muchos tipos de personas y uno se acaba dando cuenta de que en la vida hay que contar hasta cien la mayor parte de las veces. Aunque no nos demos cuenta, manejar bien el tiempo y no dejar llevarnos por la primera reacción, la que nos pide el cuerpo, es la más sabia. Esto mismo, ahora que ya voy siendo más viejo, cuando yo era un mozo lo hubiera resuelto poniéndole a más de uno la cara colorada y ahora, pues bueno, ahora tragas, respiras un poco y piensas que en menos de lo que nos pensamos, todas estas cosas no tienen más que un camino, el olvido. Y solo con eso podemos ir tirando hacia delante. Ya sé que ahora usted, que se ve en ese trance, lo lleva de una manera solo medio regular. Pero podría haber sido usted y podría haber sido yo mismo. Y no hay que llevárselo a lo personal, son maneras de expresarse. Gente que tiene esas formas las encontrará usted en los sitios menos pensados. Y están, vaya que si están. Si lo ha visto usted mismo, con sus propios otros. Y qué se cree, que es a usted solo a quien estas cosas... qué va, esto es universal. Esa clase de cosas que pasan y que nos pasan no son más que el producto de un conjunto de circunstancias que se nos escapan. Dese tiempo. Dese un poco de calma. Respire y piense. Que aquí estamos todos en el mismo barco. 

lunes, 19 de septiembre de 2022

Una sensación


No sé si te pasa como a mí. A veces lo siento. Me pasa. Está. Es. Y no lo puedo soportar. Y es entonces cuando me lo pregunto. Y cuando encuentro la respuesta, que no siempre es lo que quiero escuchar. Es una sensación. La sensación de que podría perderse todo en un instante. Que todo podría hacer click y saltar por los aires. Soy una persona con un fuerte sentido de la responsabilidad. Sobre todo cuando es la responsabilidad de los demás. Hasta que en un momento concreto, por causas que yo solo conozco, que entiendo en ese preciso instante, lo puedo dejar todo y entrar en esa espiral por la que desciendes hasta consumirte en lo más bajo y no hay quien te detenga. Es una reacción, es una sensación. Es esa sensación de que todo depende de uno mismo, de un objetivo concreto, de una causa, de algo que en tu cabeza es primordial y pasa por delante de todo. Es esa sensación por la que todo puede irse al carajo, inmediatamente, ahora mismo, ya, que le den por culo. Así de sencillo. No me pasa muy a menudo o, podría expresarlo de otra manera, quizás me pasa siempre y solo se manifiesta cuando es necesario. Quizás no es una sensación. Quizás es un estado. Una constante. Siempre ha sido así. Posiblemente me esté pasando ahora. O se me está pasando ya. 

miércoles, 22 de junio de 2022

En este banco


En este banco hemos soñado un mundo nuevo. En este banco nos hemos sentado y mientras uno de nosotros, de pie, nos va relatando las noticias del mundo, hemos imaginado que todo volvía a ser como una vez fue. Un mundo nuevo igual al que ya había sido antes en nuestra cabeza que recuerda aquel mundo pasado que jamás existió pero que recordamos como si hubiera sido verdad. La verdad nos la contamos cada día, escuchamos la radio bien temprano en casa, mientras nos apañamos para hacer la tarea que se nos encomendara o encomendase en su momento y que hacemos porque nos da pie a poder venir un rato al banco y encontrarnos y relatarnos eso que ha pasado. Eso que pasa que nos consume, que nos atasca y que nos impulsa. Encontrarnos y hablarnos y tocarnos el brazo y decirnos en voz alta pero no alta, en esa voz alta que quiere y no quiere ser alta porque sabe que lo que está diciendo no es lo que debería decirse, no le gusta a la gente de aquí, de este entorno. Aquí hay otros bancos, otra gente, otros que están de pie y están sentados en otros bancos y que hablan, estos sí, a voz en grito, sin tapujos, sin miedo, porque lo que dicen parece que es lo que la gente quiere oír. Nosotros sabemos que lo que decimos es lo que la gente piensa de verdad, lo que pasa es que no se atreven, la gente tiene miedo, pero nosotros no, nosotros cada día nos decimos lo que pensamos y lo hacemos con esa voz que no quiere ser oída pero quiere que se note. En este banco hemos pensado en la vida que perdimos, en el futuro de nuestros hijos, nos hemos enorgullecido de lo buenos que son nuestros hijos, de lo bien que le va a nuestras hijas, hemos alardeado de nuestros nietos y nietas, nos hemos acordado de los que ya no están. En este banco hemos recordado un mundo nuevo. En este banco trabajamos por un mañana como el de ayer. En este banco tenemos muy claro lo que nadie más ve. En este claro tenemos muy claro lo que ve todo el mundo y nadie se atreve a decir. En este banco lo tenemos muy visto todo y muy hablado todo y nos saludamos por las calles cuando nos cruzamos y no podemos hablar y nos miramos y sabemos que al día siguiente nos volveremos a encontrar en ese banco. Ese banco no es. Es otro banco. 

viernes, 18 de febrero de 2022

Podría ser


¿Es esta ilustración una ilustración de Yenan o quizás es de otro Yenan? ¿Cuál es el Yenan de verdad? ¿el que pensamos que es el único de verdad o el otro? Da igual porque los dos son de verdad y los dos son. Es decir, que lo que venía a ser el motivo de este texto que era nada más que hacer suposiciones ya comienza de manera un poco mustia. Yo quería hacer una nueva enumeración de cosas que podrían ser y que a lo mejor ni son ni lo van a ser nunca. Puede que ni siquiera hayan sido. Iba a decir por ejemplo que, viendo las noticias sobre Rusia y Ucrania, pudiera ser que nada de lo que nos cuenten esté pasando. Que Rusia ya haya invadido a Ucrania. Que Rusia haya sido derrotada ya y que estemos viviendo una ficción. Que no se atreven a decir que Rusia no existe, por ejemplo. Que jamás han habido rusos. Pudiera ser que todo lo que está pasando en torno al tema de Madrid y el PP en Madrid, no fuera más que una pantomima y que esto en realidad fuera una cosa de acaparar la atención y así con el conflicto y la refriega dejar a un lado cualquier otra consideración. Esta teoría no es mía, es de mi amigo M. Yo no soy tan así, soy más convencional y todavía pienso que esto será más bien una pelea por el negocio. Pero no me atrevo a decir qué pasará. No me atreví ayer, aunque en realidad lo hice y dije que la Ayuso tenía cara de barra. Pero eso fue ayer y total, lo que escribí ayer es fácilmente desmentible y no queda constancia y la palabra desmentible tampoco existe y la estoy utilizando y qué pasa. En realidad qué pasa un poco con todo. Qué pasa con la vida que es viernes y pudiera ser que todo volviera de repente a un martes sin fin. A un miércoles vacío. Podría ser que nada de lo que estuvieras leyendo en este momento fuera más que un texto de miércoles. Un texto escrito para un estado de ánimo de día sin perspectiva y no para una gloriosa tarde de viernes. Viernes por la tarde. Seis de la tarde. Quizás el momento más excitante de la vida de cualquier ser humano que pueda disfrutar de un viernes por la tarde, claro. Antes, cuando eras joven. Antes, cuando los viernes por la tarde eran la puerta de algo. Qué podemos decir que no ya se haya dicho, inventado, sin que parezca una copia. Ahora mismo estoy intentando luchar de manera denodada contra la tentación de estar escribiendo un texto inspirado por una conversación de miércoles por la tarde. Una conversación en torno a unas lecturas, a un libro, a una manera de contar y no quisiera estar intentando hacer como que aquello pasó pero tampoco como que ya voy. Ahora mismo. Podría ser que buena parte de este texto no sea para nada salvable. Hay una posibilidad entre mil de que este texto se vaya a la mierda. Como un cuento ruso falso, como una película que no sabes contar, como cualquier otra cosa. 

jueves, 10 de febrero de 2022

Bertolt Brecht


Bertolt Brecht nació en Alemania y murió en la República Democrática Alemana. Bertolt Brecht escribió obras de teatro, compuso poemas y fue una persona políticamente comprometida. Bertolt Brecht también escribió letras para canciones. Bertolt Brecht dejó algunas frases célebres. Muchas de esas frases célebres se utilizan continuamente por parte de todo tipo de personas a las que les gusta recurrir a las frases célebres, a las citas, a lo que otros han comentado o reflexionado para darle un poco de lustre a sus propios pensamientos. Bertolt Brecht era una persona política. Aunque también decía que había que entretener. Bertolt Brecht tuvo un grupo de teatro en Berlin. Un grupo de teatro de esos emblemáticos y cada gran dramaturgo de nuestro tiempo ha tenido uno. Bertolt Brecht fue colaborador de Kurt Weil y de Lotte Lenya, la pareja de compositor y cantante que popularizaron esas canciones de cabaret pero que no son solo canciones de cabaret, muchas de ellas con las letras de Bertolt Brecht. Bertolt Brecht fue el autor de esa frase tan manida y que tanta rabia me da de los imprescindibles. Esa que dice que hay personas que son imprescindibles, sobre todo en los partidos políticos. En los movimientos. Los imprescindibles. Qué miedo ser imprescindible. También es autor de ese poema del primero vinieron a por los tal, y no dije nada. Ese poema, cuántas veces nos lo habrán pasado por la cara en los últimos tiempos. No dijimos nada. Ahora que vienen a por nosotros qué decís. Y eso. Bertolt Brecht fumando un puro. Bertolt Brecht con gafas y sin gafas. Bertolt Brecht y esa frase que decía que la libertad sin pan o primero el pan y luego la libertad o algo así. Bertolt Brecht y Alemania. La irresistible ascensión de Arturo Uy. Bertolt Brecht y esa otra frase que dice que el arte no debe ser un espejo de la realidad sino un martillo para transformarla. Esa frase me gusta, fíjate. Porque no siempre hay que pensar de manera original, también hay que remitirse a los clásicos. Bertolt Brecht como un clásico. Eso tiene algo de gracia. El rostro ese que se dibuja al final de la película Cabaret, cuando poco a poco va apareciendo la esvástica. En el cumpleaños de Bertolt Brecht, tus amigos te deseamos que tengas una buena tarde. El teatro comprometido. Películas con mensaje. Poemas con mensaje. Bertolt Brecht posando frente a un piano. Bertolt Brecht componiendo su poema sobre Baal. 

¿Has dicho Baal?