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jueves, 3 de diciembre de 2015

Diálogo

- Blanca Suárez. A la primera.
- Anda que bien. La primera vez que dices el nombre de la interlocutora a la primera.
- Blanca Suárez.
- Muy bien.
- Blanca Suárez.
- Vale.
- De no saber ni cómo te llamabas o si salías en muchas películas o en pocas películas, de repente, verte en todas partes. Que si en la serie tal, que si en la película cual. Sales en la del Alex de la Iglesia.
- ¿La has visto?
- No. También sales en la serie de Carlos V.
- ¿La has visto?
- Tampoco. Y me gustaría. Porque puede ser interesante. No sé. Porque es una parte de la historia del país y de Europa, muy interesante. Tópicos a parte, porque siendo un personaje... oye, porque va junto o separado... es que estoy en una etapa ahora mismo en la que no estoy seguro de nada.
- Coño. ¿Y eso?
- Uf. No te lo puedo explicar. Porque si te empiezo a explicar seguro que me lío con metáforas y parábolas y la verdad, hay cosas que se tendrían que explicar de una manera clara y sencilla. Y no creo que sea demasiado importante.
- ¿Y si no lo puedes explicar, por qué coño lo asomas?
- Bueno, siempre es bueno mostrar de lo que quieres hablar o lo que tienes en la cabeza. No sé, aunque luego no digas nada, o se quede en nada, pero por lo menos decir que en la cabeza tienes algo.
- ¿Eso es una metáfora? Porque seguro que todo lo que dices tiene algún sentido oculto. Seguro que alguien, en algún lugar, está leyendo lo que pones por aquí para averiguar si te estás bufando de alguien o si lo estás criticando veladamente. Estás loco. ¿Eso que llevas en la cabeza es papel de plata?
- Si. Lo encontré el otro día en un sitio y dije, voy a probar. Oye. Y es efectivo. Yo era muy poco receptivo con lo del papel de plata. No me lo creía. Eso de que poniéndote papel de plata en la cabeza las ideas que el Gobierno o la CiA o la Liga de Baseball nos quieren meter en la cabeza, no penetraban, que eso no era cierto. Y lo es. Desde que llevo el papel de plata en la cabeza, veo las cosas con mucha más claridad. Veo que lo que me decían era cierto, que...
- Ya te estás riendo de alguien, seguro.
- Con un papel de plata en la cabeza seguro que no me estoy riendo de nadie. Al contrario, me expongo a que los demás se rían de mí. Ellos no lo saben, pero estoy haciendo un servicio a la gente con esto. Estoy avanzándome a una posible...
- Para, para. Una cosa. ¿Por qué hablas conmigo si no sabías ni quién era, si no has visto películas mías, si no ves la serie...? ¿A santo de qué?
- Bueno, vi una peli tuya, la de Almodóvar esta de los aviones.
- Amores pasajeros.
- Si tú dices que se llamaba así... no sé.
- ¿Empieza la campaña esta noche?
- Qué cabrona que eres, cómo te gusta hurgar.
- ¿Porqué?
- Porque sabes que es un tema peludo ese.
- ¿Peludo por qué?
- Joder, porque sí.
- ¿Pero por...? ¿Qué pasa, que hay mal rollo?
- No, no, qué va. Si entre los de En Comú Podem...
- ¿Podem? ¿Vas a hacer campaña con Podem? ¿Y Izquierda Unida?
- Uf.
- ¿Te has ido de Izquierda Unida?
- Noooo, ¿cómo me voy a ir de Izquierda Unida? No, es que Esquerra Unida está en una candidatura que se llama En Comú Podem. El nombre podría ser otro, cierto. Los colores otros. También. Todo podía ser distinto y mejor. Claro. Que nos podíamos haber presentado solitos, pues era cuestión de que unos cuantos valientes le hubieran puesto ese valor y ese arrojo que se les presupone y haber montado la fiesta. Pero no pasó. Así que aquí hacemos campaña por un rollo propio, que se llama En Comú Podem, que incluye a mucha gente y también a nosotros. Y mientras no se demuestre lo contrario, nosotros somos EUiA. Y si a alguien no le queda claro, que vaya a las reuniones y pregunte. O actúe. O proponga.
- Pero tú vas y te da igual eso de que no se pueda votar a Garzón...
- Da igual lo que te cuente. Si tú quieres votar a IU y ya de antes no querías ni empezar a hablar, da igual lo que se te comente. Oye, ¿por qué me quitas el papel de plata de la cabeza?
- ¿Cómo?
- Que no me quites el papel de plata de la cabeza, que es quitármelo y empezar a decir que me creo lo de En Comú Podem.
- ¿Qué?
- Que no me quites el papel de plata de la cabeza.
- ¿Pero entonces no quieres que IU gane las elecciones? ¿Prefieres a Pablo Iglesias, que no tiene ni puta idea?
- Que no. Que yo quiero que gane IU, pero que aquí, si podemos ir todos juntos...
- Pero si se os mean en la cara...
- ¿Cómo?
- Si, que se os mean en la cara. Que pasan de vosotros.
- Pues que se jodan. Qué placer más grande que verle la cara a la gente que no quiere que estés en un sitio, que hacer acto de presencia y...
- Oye, todo esto que estás poniendo, va a haber quien se lo lea con lupa.
- O con gafas.
- Tú llevas gafas de pasta. ¿Algún disco nuevo así que mole?
- Oye, el de Las Ruinas, el último. Estaba yo perdido perdido, y con este disco he encontrado como un asidero. Mira que las Ruinas no son precisamente...
- Son malos.
- Que no, que no son malos. Que están bien, que están muy bien. Son sencillos.
- ¿Y de fuera? No sigues nada.
- De fuera, nada. Es grave.
- ¿Entonces, volviendo a lo otro? ¿Esta noche empieza la campaña?
- Sí.
- Con En Comú Podem.
- Sí.
- Pero eso es como ir un poco por libre ¿no? Y no respetar a tu propia gente ¿no?
- Te voy a poner bien el papel de plata en la cabeza.
- Ponte tú también y nos hacemos una foto.
- Vale.
- Oh, qué guapo.
- Si. Guapísimo. Venga, lo dejo ya.
- Vale. Nos vemos.
- No creo, que estos días voy a estar muy liado.
- Va, que seguro que encuentras un hueco.
- Que no sé.
- Bueno, tú mismo.
- Oye, que eso.
- Si, oye, antes de que te vayas ¿qué tal si me cuentas así por encima cómo ves lo del Madrid ayer?
- Ostia, qué mala baba tienes... ahora que nos vamos, que no lo tengo preparado ni nada, venga adios.
- Adios, adios...

jueves, 15 de octubre de 2015

De culo

- Pues así será. Todo lo veo mal. Irá a peor. Por mucho que nos esmeremos, ellos son mejores. Por mucho que pensemos, ellos lo harán mejor. Son más. Tienen de todo. Hasta las fotos nos salen en negativo.
- Qué negativo ni qué ostias. Siempre estás igual, con lo bonita que queda la manta de atrás.
- Pues no sé, me ha dado un bajón.
- Bueno, que no se diga que no soy una persona elegante y no pregunto porqué. Va ¿por qué? Mira, ahora al menos suena una canción que te gusta.
- Sí. Bob Dylan poniendo voces. Pues no sé. Porque nos toca estar de bajón, nos toca perder y siempre pensar en perder. Otros lo hacen todo bien y les escriben bellos versos de alabanza. A nosotros no nos hace caso nadie. Yo quiero ser como esos que salen siempre en los diarios y...
- Un momento, que me pierdo ¿quiénes son los otros? ¿Los que copian o el PRI?
- ¿El PRI?
- Es igual, Bob Dylan.
- No, no, ahora no te quedes ahí. Explícame eso del PRI.
- ¿Es que no lo ves?
- Yo, menos la manta, lo veo todo en negativo.
- Va, que te digo lo del PRI. Es ser el niño en el bautizo y el muerto en el entierro. Sacar el córner y rematarlo. Gobierno y oposición a la vez. La Revolución detrás de la Virgen del Pilar.
- ¿Cómo te pasas no? Eres muy valiente. Decir esas cosas. ¿No piensas en que la gente te tiene que votar y, bueno, esas cosas igual...?
- Sí, siempre es mejor abstenerse. Parece que todo ha cambiado y es más importante lo que digan de tí que lo que realmente eres. No sé cómo explicarlo. El PRI.
- Y dale con el PRI. Me molesta un poco el papel de plata en la cabeza.
- Pero es lo que se lleva ahora.
- Yo pensaba que con el papel de plata iba a protegerme del frío, del cambio de tiempo. Pero no. Estoy destemplado.
- Estás llevando la conversación a un punto...
- Qué punto. Punto blanco.
- Punto rojo, no participo.
- Peste alta.
- ¿Qué es peste alta?
- ¿Tú no has jugado nunca a peste alta? ¿De qué planeta vienes tú?
-  Peste alta no sé lo que es.
- Uno llevaba la peste. Entonces si te tocaba, te pasaba la peste. Solo podías librarte si estabas 'en alto'. Subido en algún sitio.
- Ah, entiendo.
- Qué entusiasmo ha levantado la peste alta... ¿Viste lo del Companys ayer?
- Sí, subida en un tiesto.
- Sobrevolando el Turó del Pollo, ya te veo. Fue muy interesante. Companys era de los nuestros. Bueno. De los míos. Republicano y de los míos. Casi como el Iceta. Eso decían hoy en la radio. Si no levantas los cuatro deditos como los... eres como el Iceta. Hasta Companys.
- Sí, eso he oído.
- Oye, no te mojas nada.
- Pero si antes me decías...
- Ya, pero...
- Que nos cuentan una historia en la cual parece que todo el mundo ha sido siempre indepe y no es así. Y yo creo que es mejor. Y además te das cuenta de que la historia se repite. Como un péndulo.
- ¿Un péndulo?
- O un mirall.
- ¿Net?
- No, en serio. Cuando pasa todo lo del Estatut de Núria, cuando los republicanos se enfrentan entre ellos, cuando los tuyos de fuera no te reconocen como suyos sin cambiarte, cuando la única vía para luchar contra un estado represor es hacerte independentista. ¿O no?
- ¿Tú eres indepe? ¿Indepe porque has llegado a este punto?
- ¿Hace falta esto? ¿Hace falta plebiscitar la conversación?
- Uy, no, no. Yo era por meter baza.
- Puedes hacer alguna reflexión también tú.
- Yo paso. No voy a hacer ninguna reflexión más.
- ¿De culo?
- ¿Cómo? ah sí, es porque con el título este tengo más visitas. Hay una entrada que se llama Pandero que lo peta siempre,
- ¿Y ahora qué?
- No sé. ¿Seguimos otro día? Hoy intentaré ir a eso del Còmic Social. Aunque no lo montamos nosotros, pero yo que sé.
- ¿Qué tiene que ver quién lo monte? Fòrum Grama organiza una charla también esta tarde.
- ¿Qué es más cool? ¿Fòrum Grama o el Còmic Social?
- Va, nen, ¿Quién te crees que eres? ¿Larra?.
- Ya, claro. Pero tengo que medir bien a dónde voy. Si luego hago una crítica o una crónica o algo...
- Invéntate algo nuevo ya, que la gente tenemos derecho a copiar cosas nuevas.
- Bueno, nosotros vamos a empezar a copiar ahora también.
- Como locos.
- ¿Lo de la conga al final no lo vamos a hacer?
- Todo es ponerse.
- Pues así será. Todo lo veo mal. Irá a peor. Por mucho que nos esmeremos, ellos son mejores. Por mucho que pensemos, ellos lo harán mejor. Son más. Tienen de todo. Hasta las fotos nos salen en negativo.

martes, 17 de febrero de 2015

Diálogo

- A ver, tú. Oye una cosa. No eras tú el que decía que ya se había pasado el frío y que no se qué coño de la sensación térmica y tal... pues lo has clavado, fenómeno.
- Bueno, bueno. A ver si ahora por un comentario tonto me van a tomar por el hombre del tiempo. Era simplemente un comentario, una especie de sensación que tenía de que el frío se había ido ya, que lo peor había pasado, sólo era eso.
- Dios, qué tonto. Mitad de febrero y dice el tonto que ya se ha ido el frío. Hay que ser tonto, maestro.
- Bueno, pues nada. Pues perdón, oye. Que vaya manera de entrar también. Con las ganas que tenía yo de hablar contigo y para una vez que... vas y entras así. Ten un poquito de piedad de mí, jefa. Qué guapa mordiéndote el labio así ¿no?
- Pse. Qué quieres que te diga. Seguro que alguno me verá fea. O me dirá que no es para tanto. ¿Has visto el mechón ese cayendo por la cara? Pues seguro que a alguno le parecerá que el pelo por la cara, que vaya, que mira, que toma, que taun.
- Eso es como todo. Lo que uno ve así como precioso y bonito y guapo, a otro o a otra le puede parecer un morcón.
- ¿A qué piso vas? Porque vaya conversación de ascensor. Eso es como todo... esperaba más de ti.
- ¿De mí? No esperes tanto. Que engaño mucho. Que parezco muy así, pero me paso más rato callado sin nada que decir que aportando cosas.
- Ya, no me tienes que contar nada. ¿Has visto la película en la que salgo? ¿Esta del Goya?
- Qué va. Si ni siquiera me sé el nombre de la película en la que sales, como tú misma dices. No. No la he visto. Hace que no voy al cine... yo que sé. Creo que vi HER y ya no he vuelto.
- Es que estás muy ocupado, tete.
- Ya. Todos los días. Algo. Ayer hubo un acto sobre Urbanismo Popular, por ejemplo.
- Ostia, qué interesante, cuenta cuenta. Espera que me pongo cómoda para que me cuentes. Qué puto frío, chico.
- Oye, hablas muy mal, ¿no? No hablar mal de... no, como con muchas palabrotas, ¿no?
- No sé. Tú sabrás.
- Bueno, el caso es que hubo un acto sobre Urbanismo Popular y fue bastante interesante. El PSC quiere o quería hacer una especie de reordenación de espacios, desafectaciones, afectaciones y una serie de historias con una finalidad económica, porque si no tenían que pagar y por un tema legal, y han aprovechado para intentar colar una movida en plan 'mira qué super plan nos hemos inventado para pintar Santa Coloma de verde. Pero no cuela. Y ayer hicimos un acto...
- Hicimos.
- Sí, los de la coalición.
- ¿Qué coalición?
- Nosotros. ICV-EUiA.
- Explícalo, copón.
- No hace falta ahora explicar tanto, que yo que sé. La gente no quiere tanto lío. La gente quiere ganar. Ganar y gobernar.
- Qué curioso no. Antes mucha gente no quería ganar y gobernar y ahora quieren ganar y gobernar.
- Es curioso. Pero mucho. Antes la gente no quería ganar y gobernar. Recuerdo que decía, mucha gente, que querían empoderar, que eso de gobernar era un fulaco y que no valía para nada, porque en realidad, ganabas y llegabas al Ajuntament y no tenías el poder. Porque no tenías el poder económico y entonces había que empoderar.
- Qué tiempos aquellos de empoderar, ¿verdad? Parecen tan lejanos y al mismo tiempo tan de hace nada...
- Sí. Pues ahora esa misma gente, o mucha de esa gente, o alguna de esa gente, ha cambiado el discurso y quiere gobernar.
- Gobernar y ganar.
- Y un cielo azul y un sol brillante.
- Y una mañana fresca y tu cuerpo a mi lado.
- Y el río de agua clara y la brisa en tu rostro.
- Y qué bonito es todo.
- Claro que sí, vida mía, acércate a mí y dime que me quieres.
- Me he perdido.
- Yo también. Pero vuelvo ya. Se ha muerto el de Sergio y Estíbaliz. El Sergio. Que ahora tú dirás, y a mi qué. Pero seguro que alguna vez habremos cantado alguna canción suya.
- Ya. Esas cosas pasan. Oye una cosa. ¿Y entonces cómo va todo?
- Pues mira. Va. Tirando. Mucho curro ahora, muchas cosas, mucho lío. Pero cuando estoy así como agobiado y me veo superado pienso 'mayoría social, ganar, los de abajo, ciudadanía, el ciudadano, asamblea ciudadana', etc.
- Eres un mamón.
- También.
- No, ya en serio. Lo demás todo bien o qué.
- Si. Hoy empiezo las clases en la Uni. El viejo y el mar. El viejo profesor. El abuelo cebolleta. Los viejos somos más. Joder, qué guapa mordiéndote el labio. Como te vea mi hermano...
- Ya. Oye una cosa. Todo el rato estás haciendo referencia a cosas de política. ¿No eres un poco pesado con el tema?
- ¿Tú has visto jugar al Athletic? ¿Quieres que hablemos de fútbol?
- No, no. Déjalo.
- El otro día bajé al bar. Le dije al camarero que todo era una mierda. Que nos íbamos al carajo. Que no merecía la pena hacer nada. Y el camarero me dijo que tenía razón. Que todo era una mierda. Que no merecía la pena que hiciéramos nada. Y se me saltaron las lágrimas. Y a él se le saltaron las lágrimas. Y nos pusimos a llorar. Y nos abrazamos. Y yo noté que él estaba llorando por otra cosa más profunda. Y yo le dije que no se preocupara, que...
- ¿Qué me estás contando?
- Yo que sé. La peña cuenta cosas así. Y se emocionan y lloran. Yo también. Yo también me emociono mucho con las cosas. Y lloro. Pero no veo futuros esperanzadores.
- Será porque no quieres, porque eres un cascabelito. Anda, tontorrón, que seguro que va la cosa bien.
- Si ya lo sé. Si es la coña. Si es por reírnos. Tú no sabes lo de la risa qué bueno es. Y lo que les jode que nos riamos.
- ¿Tienes un cigarro?
- Touché.
- Venga, tápate que hace fresco y que vaya bien.
- No, reina mora, que te vaya bien a ti.
- Hasta luego.
- Venga.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Dos clubbers que no lo son, vuelven a casa de madrugada y discuten sobre Gramsci sin conocerlo

- No ha estado mal ¿verdad?
- Bueno, no. La tercera o cuarta canción que han tocado aquellos que iban todos de negro y tenían el tambor aquel, no estaba mal. Pero la música ha sido lo de menos.
- Si. Oye, ¿volvemos andando o pillamos el metro ya? Podemos ir dando un paseo hasta la parada de Arc de Triomf y coger el metro allí.
- Qué ganas de andar.
- No sé, tampoco hemos hecho nada hoy, así damos una vuelta y vamos charlando. Tengo ganas de caminar un poco.
- Bueno, no sé. Lo que quieras. ¿Y de qué tienes ganas de hablar?
- Pues hay algo que me intriga. Llevo muchos días viendo la televisión y leyendo periódicos por que me ha empezado a interesar esto de la política.
- No jodas, tío. Menudo puto rollo ¿no?
- Sí, tío, Un rollo. Pero no sé, colega, hay que hacer algo porque esto es una puta mierda y no sé, pero, me leí un par de artículos en el Rockdelux y luego he visto alguna noche que no he salido alg´n programa en la tele y me he ido interesando por el tema. En el curro no puedo hablar de esto con nadie, porque la gente va mucho a su bola y no le interesa a nadie, pero no sé, estoy como muy rallado ahora con este tema. Y eso, últimamente me estoy encontrando con gente que dice cosas interesantes y casi siempre nombran a un tal Gramsci, que al parecer es como muy importante. Pero ya está muerto. Murió hace mucho.
- No sé. Gramsci. Y qué es, ¿griego o algo así? ¿Un filósofo?
- No, tío. Creo que es un político. No sé si italiano. La cosa es que lo nombran mucho, en plan 'como decía Gramsci', o 'esto enlaza con lo que Gramsci comentaba', o 'hay que leer a Gramsci'... incluso dicen a veces gramsciano, como si hubiera algo que fuera 'como Gramsci', no sé si me entiendes.
- Sí. Pues debía ser tope de importante el Gramsci este ¿no?
- Sí, tío. La cosa es que sale en todas partes. Hasta hay un pavo que sale por la tele que tiene la cara del Gramsci en el ordenador pegada.
- ¿Qué dices?
- Sí, tío. Es curioso, porque es que yo nunca había oído hablar de él. A ti tampoco te suena.
- Qué va. Yo de política paso mucho. Mi hermano sí que habla mucho de política y tal, pero está siempre enfadado y siempre despotricando de todo. Paso. No quiero rollos chungos. Yo quiero que todo esté guay y que la peña sea feliz y... bueno, eso. Pero paso de rollos.
- No, si a mí me pasaba igual. Pero bueno. El tal Gramsci este tiene una frase que se ve que la dice todo el mundo. Los políticos, digo. O los periodistas cuando hablan. O la gente esa que sale en la tele, yo que sé. Esa peña. Que si lo viejo no ha muerto, lo nuevo no puede nacer.
- ¿Cómo?
- Si. Es una frase muy guapa. Lo viejo tiene que morir para que lo nuevo pueda nacer.
- Lo nuevo tiene que nacer...
- Si. Como que esto de ahora tiene que hundirse o destruirse, para poder hacer una cosa nueva.
- ¿Y cómo se va a destruir?
- Pues lo vamos a destruir nosotros, me parece. O lo tenemos que destruir nosotros. Bueno, nosotros. La gente que está en contra de esto.
- Ah. Vale. Que hay que cambiar una cosa por otra, ¿no?
- Sí. Eso. Está bien ¿no?
- Si. Oye ya llegamos a Arc de Triomf, seguimos hasta Marina o qué.
- Yo que sé. Si. Vamos. O nos montamos ya si quieres. Es que el metro está ahora...  no sé. Demasiado crío bolinga.
- Ya. Pero no sé. Tampoco tengo ganas de llegar a casa a las dos mil. Lo pillamos y acortamos un poco. Que me mola lo del Gramsci ese, sigue, tío.
- No, si tampoco es que tenga más idea. Como sólo dicen esto, pues es con lo que más me he quedado.
- Lo nuevo tiene que acabar de nacer cuando lo viejo se muere.
- No. Bueno, parecido. Lo viejo tiene que morir para que lo nuevo pueda nacer.
- Y si no hay nada nuevo ¿qué? Se muere lo viejo y qué hay.
- Siempre habrá algo digo yo ¿no? Debe ser como la música. Hay un estilo, ese estilo cambia y hay otro estilo y así.
- Pero seguimos escuchando la música de hace tiempo, música antigua.
- Ya. Bueno, no sé. Será un ejemplo malo. Pero se entiende lo que quiero decir, bueno, lo que dice el Gramsci ese.
- Si. Esa frase sí. Pero ¿sólo dijo eso? Es de esos filósofos de los que sólo conocemos una frase...
- No sé. De momento la gente solo va diciendo esto. Lo de lo viejo y lo nuevo.
- Ahm. Oye, y lo de las tías con los shorts, cómo lo vamos a hacer... ¿y de qué se murió el Gramsci?
- Pues no sé. Se enfermó o algo. Lo miro. Aquí no va a haber cobertura ahora.
- Bueno, es igual.

martes, 17 de junio de 2014

Diálogo

- Hola.
- Hola, a ver cuéntame.
- No, pues nada, que por esas cosas que tiene la programación televisiva, da la casualidad de que he visto en poco tiempo creo que tres películas en las que eras la protagonista o, como siempre, la chica que acompaña al protagonista.
- Toma ya.
- Si. En una eras una chica de la que se enamoraba Matt Damon, pero de la que no debía enamorarse. En otra, la última, eras la madre de un niño que en el futuro iba a ser nosequé. Y hay otra en medio que ahora mismo se me ha ido de la cabeza, pero eso, que eran tres. No conocía tu nombre. Tu cara me sonaba, pero el nombre no me venía.
- Me llamo Emily Blunt.
- Si. Ya lo sé. Lo sé. Blunt. Como el Blunt ese de la canción empalagosísima aquella, James Blunt. Qué rollo de canción y qué carrera tan de arrastrarse por el fango de ese muchacho. De ser un one hit wonder a ir probando y probando y probando. Qué lástima.
- Es que la gente... oye y que igual tú no lo sabes, pero hay gente a la que le gusta y le sigue y el muchacho tiene un porvenir.
- Pues será así, claro. La verdad es que si le siguen dando alas, es porque alguien le hará caso, claro.
- Es lo que hay. Que uno no lo siga, no significa que no exista. Es lo que tiene estar metido ahora mismo en esto de las redes sociales y tal. Estás tan metido en escuchar a gente que te mola y que piensa como tú, que crees que no hay nada ahí fuera. Y claro que lo hay.
- Si. Claro. Después de tanto tiempo escuchando y leyendo a gente a la que no tienes ninguna intención de seguir, te ofrecen la posibilidad de escoger tú lo que quieres que sea tu mundo y te encierras en una burbuja de autosatisfacción un tanto engañosa. Piensas que vas a hacer la revolución mañana y cuando convocas sólo tienes en la puerta a unos cuantos, pero no a todos los susceptibles.
- Ya. Bueno. ¿Vas a tardar mucho en hablar de Podemos? Es que a esta hora me echo una siestecita marranera y así que si tu vas hablando yo me quedo así traspuestilla y ya...
- Oh. Nada. No. No sé. Es que es el tema. Todo el mundo habla o si no, ya hablo yo. Podemos. No sé. Es un fenómeno curioso del que supongo que ya habré dicho todas las teorías que se me ocurren por aquí, pero es que cada día sale una cosa nueva que origina más debate.
- Está la cosa movidita, sí. Vosotros lo tenéis mal ¿no?
- Hombre, nosotros... es que no sé qué decirte. En principio no tendría porqué, pero parece que la intención es que sea que sí. Y jode. Es decir, que dices... hombre, si gente que nunca ha escuchado la voz de la idea, consigue acercarse a algo que se parece tanto a lo nuestro y que resulta que juntos podríamos... pero ves que no, que lo que se pretende es ir a degüello porque nosotros somos y ellos son y aquellos parecen y tal... es como muy así.
- Bueno, pero es que vosotros os habéis quedado un poco ahí estancaos ¿no?
- Yo que sé. Yo creo que no. Pero igual hay gente... es que hay gente como muy extraña, o que muy extrañamente (por expresarme mejor), aparece ahora en un bando antisistema cuando por trayectoria no parecería que... y ahí los tienes, descubriendo en público que ellos quieren también aire fresco y revolución. Pero sin nosotros, claro. Ahora si, pero cuando pedíamos nosotros algo... ni caso.
- Yo es que cada vez que os oigo hablar así de vuestros líos y tal, la verdad es que paso bastante de todo. Es como que os ocupáis demasiado de cosas que no tienen importancia.
- Ya... no la tienen. Pero la tienen. Es que la tienen.
- Yo que sé.
- Y esa especie de cosa de lo nuevo y lo viejo. Me da miedo. Lo nuevo no es nunca tan nuevo. Lo viejo a lo mejor no ha sido usado nunca. O igual tienen razón. No lo sé. Pero a mí me sabe a humo. Y lo siento.
- Bueno...
- Te estás quedando ahí medio medio. Oye una cosa, ¿tú que edad tienes? ¿lo miro o me lo dices?
- Míralo.
- Del 83... eso son 31 años. Ah, qué joven.
- Qué cosas. Eres un abuelo. Con 39 y te crees que todo el mundo es joven por debajo de ti.
- Ea.
- Oye, y tanto hablar del espacio inabarcable de lo político y social... tú de curro ¿qué?
- Hombre, pues es el tema peludo. Yo hablo mucho de todo, pero de eso es que prefiero no hablar. Bueno, que hablo y eso, pero que preferiría... no...
- Por qué. Se te ha acabado ya la excusa, claro. Es decir, que ya no sabes que contar. ¿no?
- Ya, tú sabes mucho. En fin, que eso. Que no hay nada que hacer.
- Eso, escurre el bulto, que va todo estupendamente.
- Bueno, que ya.
- Ya.
- Mira, se ha nublado y todo.
- Va, si, dejémoslo ya. Venga, pues hasta otro rato.
- Joder, qué bajón.
- Va, adeu.
- Deu.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Diálogo

-   - Hombre, pero cuánto tiempo…
-   - Pues sí, ya hacía tiempo que no…
-   - Y a qué se debe el honor…
-   -  Pues no sé. Igual no es un honor. Igual es que no tengo otra cosa que decir.
-   - Pues tampoco es para ponerse así. Uno decide hacer las cosas o no, según le pete, ¿no?
-   - Uf, no sé qué decirte. No. No lo veo ya tan así. Uno no hace las cosas según le pete como dices, sino más bien según pueda.
-   - ¿Qué pasa? ¿Qué no haces lo que quieres o qué?
-   - Hombre, hacer hacer… hago muchas cosas, pero lo que quiero, realmente, no. O sí. Vaya, ya nos hemos metido en un berenjenal. El libre albedrío y esas cosas. No sé, no me quiero meter demasiado ahí, en ese tema, porque no lo tengo muy claro. No tengo tiempo siquiera para pensar en…
-    - Vaya, así que ahora vas de estresao. Eres de esos que están muy liados, que van de aquí allí… no, mejor aún, eres de esos que van diciendo que hacen muchas cosas para convencerse de que la vida no es tan asquerosa como parece.
-   - ¿Qué vida? ¿La mía?
-   -  Claro, que la vida… que su vida es…
-   - Si, más o menos va por ahí la cosa, la verdad. Uy, qué ocupado que estoy y cuántas cosas tengo que hacer… y me falta día y todo eso. Pero son parches. La vida, así, son parches.
-   - Bueno, hay gente que hace de esa vida ‘la vida’ ¿no? Hay gente que confunde los parches con la vida. Confundir un parche con un proyecto más amplio.
-   - Y tanto. Somos muchos los confundidos. Pues nada. Oye, eso, que ayer te vi en la tele, que no había visto nunca la serie ésta en la que sales. Antes salías en más series, pero si te digo la verdad no me suena el nombre de ninguna serie en la que pudieras salir. Lo tengo en la punta de la lengua, pero es que no me sale. Tampoco, y perdona, me sonaba cómo te llamabas. ¿Te llamabas?
-   - Teresa Hurtado de Ory.
-   - Caramba. Vaya con el nombre. Hurtado de Ory, casi nada. Nombre de noble.
-   - Bueno, no sé.
-   - Claro, no lo sabes porque yo no lo sé. Si yo no lo sé tú no lo sabes tampoco. Pero bueno, ahí está el qué de todo esto.
-    - Si. Y bueno, qué más te cuentas. Si has vuelto por aquí es que querrás contar algo.
-    - Hombre, pues contar, es que tengo como muchas cosas que contar, pero yo que sé. Las cosas van de aquella manera nada más. Pero no van mal. Están regular. No sé.
-   - No vas a decir nada interesante ¿verdad? Esta va a ser otra actualización de aquellas en las que van pasando las líneas y finalmente buenas tardes y hasta siempre.
-   - Ay, pues no sé. No. Yo que sé. Oye una cosa, pregunta un poco estúpida. ¿Has tenido que engordar para el personaje? Porque tú antes eras maja y eso, pero cara de bollo… supongo que es para que el personaje.
-   - Gilipollas.
-   - Ves. Oye, que estás muy guapa. Digo más, estás muy muy guapa.
-   - Gilipollas.
-   - Bueno. Eso.
-    - ¿Oye? ¿Fuiste a Madrid? No fuiste… ay, mira, la chica aquella que te gustaba tanto en el anuncio del Tricentenari.
-   - Si, la actriz aquella, cómo se llamaba… no me acuerdo. ¿Gemma Bel?¿ Silvia Bel? No me acuerdo. El anuncio del Tricentenari. Para ser un anuncio de la Generalitat parece un anuncio de la ANC. O del Barça.
   - Muy imparcial todo. Como si estuviésemos en 1715, al día siguiente del final de la guerra. No oblidem, som i serem.
-   - Pues bueno, eso es lo que piensas tú, pero no puedes ir contra los tiempos. Y si una mayoría de la gente está por esto, pues, a ver...
-   - No, claro. No puedo ir contra nada. Estoy mayor.,
-   - Ahora vas a dar pena.
-   - Na.

-   - En fin. Y la revolución ¿cómo la llevas? 
- Pues la llevo... osti, mira, un salto de línea.
- Estás perdiendo facultades, antes al menos controlabas las tabulaciones. 
- Es lo que te digo, que no estoy en el mundo. Una cosa ¿eres sevillana no?
- Si. ¿Por qué?
- No, por nada. Tiene que hacer bueno ya por ahí.
- Bueno, pues como en todas partes. 
- Será eso.




lunes, 22 de abril de 2013

Diálogo

- Hola, estoy un poco nervioso, la verdad. Hola.
- Hola, ¿nervioso por qué?
- Ay, no sé. Me intimida usted. O tú. Me intimidas. No sé. Así como hay muchachas que pueden intimidar por que son muy guapas o muy tal, tú intimidas porque pareces enormemente inteligente.
- ¿Fiesta de los tópicos? ¿Carnaval de lo manido? Por que llevo gafitas en la serie y hago de científica y desde pequeña se me ha visto en papeles de chica lista no significa que...
- Que signifique lo que quiera significar. El caso es que, incluso vestida de civil, me pareces una mujer la mar de interesante.
- No lo entiendo. Es vestida de civil cuando te tengo que parecer interesante, no vestida con las gafotas y la ropa de 'nerd'.
- Es que con la ropa de empollona y con las gafotas y haciendo de rara rarísima, es cuando más me interesas. No sé. Y mira que con Blossom, cuando hacías Blossom, dabas un poco bastante de rabia, pero ahora, yo que sé... yo no era nada aficionado a la serie esta en la que sales, la de Big Bang Theory, pero sabiendo que sales tú, la veo cada vez que puedo. Me parece que eres la salsa de la serie. Los otros hacen sus gracietas de capullos, sus citas contínuas a lo frikis que son, que son muy listos, hablan de teoremas, naves espaciales, proyectos, etc., pero... cuando sales tú en la serie, con tus rollos chungos y esa mirada de zumbada, me encanta.
- Muchas gracias. La verdad es que no sé, salir en esta serie me ha supuesto un...
- Como que no salías en ningún sitio. Sé que te vi en una película en la que hacías de hija de Woody Allen, aunque no era dirigida por él. Una sobre unos americanos que se quedan en Cuba o así. Era muy graciosa esa película. Y tú estabas muy graciosa.
- La peli sí que la dirigía Woody Allen. Y bueno, si te interesa, soy doctora en Neurociencia, para agrandar el mito.
- Toma castaña. Osea que es cierto, que fuera de las pantallas, también eres un cerebrito. Increíble. Y estoy mirando, y también eres experta en judaísmo y eso. La pera negra.
- Pues sí. Lo mismo te hago una cosa que te hago la otra. Para todo hay que valer.
- Y tanto que sí. Es algo de lo que no soy capaz yo, fíjate. Me veo... no sé. No me veo a la altura de los tiempos.
- Uy. Qué aquí me va a venir un rollito de autocompasíon. Venga.
- No, no. Mira, es que ayer fuimos a una barbacoa con unos amigos y eso y... no sé. Fue como entrar en otra vida. En la vida que debería ser, y no es que yo fuera el único que no respondía a los cánones de 'familia, niños, curros guapos', porque otros tarambanas había en la sala, pero no sé, me pareció que estaba un poco fuera de lugar. No. Tampoco. Fuera de lugar no. Pero sí que estaba... en un escalón inferior. No me había adaptado al medio.
- Te veo venir. Vas a seguir con el tema de que 'no estás preparado para la vida moderna'. Pues vas listo entonces, ¿no? Como no espabiles te va a comer el gusano de verdad.
- No sé, espero que no. Espero que no, de verdad. Pero ayer, aunque me lo pasé de narices, me dejó el día una sensación un tanto amarga. Yo que sé.
- Bueno. No sé, la vida es así, pero no todo el mundo tiene que responder a los mismos estándares de comportamiento y vida y eso, hay quien está y quien no está por la labor y todo el mundo vive.
- Ya. Pero veo que no.
- Pues habrá que espabilarse. ¿Qué planes tienes?
- Pues a ver, planes, tengo bastantes, pero no sé cómo hacerlos. Como que el esfuerzo para hacerlos me requiere demasiadas... competencias que no tengo. Y ya estoy haciendo alardes que leerán otros que no deberían leer esto, pero que si lo hacen...
- Tienes muchas puñetitas ¿no? No me molaría nada ser tu amiga, o tu algo, la verdad. Qué coñazo de tío.
- Pues esa es otra. Esa es otra, sí.
- Pues chico, no sé. Estamos en primavera, lee, aireate, despéjate, haz algo. No sé. No te preocupes, que de todo se sale.
- Tanta neurociencia para esto.
- Pues algo así debe ser. Oye, que tengo que largarme.
- Oye, pues nada. Que muy guapa de civil, eh.
- Gracias majo.
- De nada, Mayim.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Diálogo

- Hola.
- Hola, buenos días. ¿Qué tal?
- Bueno. Aquí. Hoy aquí y mañana allí.
- Anda. Antes decías 'hoy aquí y mañana también aquí', ¿qué pasa?
- Bueno. Lo que tiene que pasar. Oye, una cosa, antes de empezar con otras cosas, el otro día, hace ya unos cuantos días, vi una peli tuya en la que también iba la cosa de agua. Qué tema tan recurrente, el agua, venga agua. Iba de un piso que estaba como maldito, y llovía y caía agua y tenían goteras y había fantasmas. Era una película que ni fu ni fa, pero que al salir tú, pues... mira, la vi entera. Qué mal rollo de final.
- Ya, esa peli se llama... no me acuerdo, pero si. Agua también. Vaya rachita que llevas de agua.
- Si. Entre el grifo, el otro grifo, las películas y la ostia... si, mucha agua.
- Bueno. Son rachas.
- Rachas. Aguas. Oye una cosa ¿tú ves el futuro?
- Pues no. La verdad. Claro que no. En las pelis algún papel un poco raro he hecho, pero así en la vida real, ver el futuro, pues no. ¿Por qué? ¿Te inquieta?
- Me acojona. La verdad es que me supera. El futuro. Lo que tiene que venir. Tengo la impresión de que va a ser peor.
- No, hombre. Seguro que es mejor.
- No sé. Ayer, hablando por teléfono con Matilda, le dije que dentro de los diferentes 'lopeores' que hay, este era un 'lopeor', pero que lo que vendrá a partir de ahora seguro que es 'lopeor'. Osea, que de una cosa que era mala, pasaremos a otra peor. O igual, con lo que será peor. No sé si me explico.
- Meridianamente, aunque claro, yo estoy en tu cabezón y veo por dónde van las líneas de la argumentación.  Voy a ver si encuentro algo que ponerme en los hombros, que así a lo pelón hace un frío serio.
- Si. Jennifer Connelly. Guapa entre las guapas. De las más guapas. Salías ya en la peli del Laberinto, aquella en la que también salía David Bowie. Eras una cría entonces y yo era un crío entonces, y decía uno... jopo, qué muchacha tan guapísima. No sé si habías salido en alguna película antes. Creo que en Érase una vez en América. Me parece. Si. El caso es que luego dejaste de salir o no te seguí yo mucho en las películas, pero has ido saliendo y tal y aunque la verdad es que las películas que hacen suelen ser un poco trufas, es verte y zas. Mira, me gusta.
- Bueno, pues nada. Ya si eso, me voy mirando mejor los guiones o algo.
- Miento. Mira, en una peli si que estás bien. Bueno, no tú, la película está bien. La de La muerte y la doncella. Ostia no. Perdona.
- No, no salgo ahí. Te has confundido porque salía también Ben Kingsley. Yo salgo en una con Ben Kingsley, que él hace de iraní o así y me quita la casa.
- Si, si, es cierto. Me he confundido.
- Ya pasa.
- Que por cierto, el otro día vi Gandhi y, amiga, vaya peliculón.
- Pues si. ¿Y bueno, cuenta, qué tal entonces? ¿Lo ves tan mal o qué?
- Hombre, lo veo mal. La verdad. Así como todo el mundo me dice que no, que es para mejor, que venga, que si, que tú esto y lo otro, pero yo lo veo fatal. Fatal de verdad. Pero bueno, al menos por el momento, habrá que desconectar y serenar los ánimos y hacer por poner buena cara para que los demás no lo pasen peor. Es una liberación por una parte, pero por otra... da miedo.
- Ya. Pero bueno, yo que sé. Algo saldrá, ¿no?
- Yo que sé. Está fatal la cosa, la verdad.
- ¿Y de las otras cosas qué?
- Lo demás va todo muy bien. La verdad es que eso ayuda mucho, que vaya bien. Si no, si que el drama hubiera sido mayúsculo.
- En fin. ¿Haces puente al menos?
- Hombre, qué menos. Seguro que si. Igual es puente indefinido, pero si. El viernes me voy a ver a Los Planetas. Mira, una forma de celebrar el fin de ciclo. Por la cara, ojo.
- ¿Has vuelto a hacer la pirula?
- Bueno, ahora más pirula que nunca. Porque es como una especie de pirula póstuma.
- Joder. Oye, ni con esto puesto se me va el frío, ¿tenéis puesta la estufa?
- Si, pero no calienta nada.
- Bueno, pues siendo así, me voy a ir largando.
- Pues nada. Ya nos iremos viendo.
- A ver si eso.
- Venga.

martes, 17 de julio de 2012

Diálogo

- Hola ¿eres chico o eres chica?
- Una chica, so tonto. Si ya lo sabes, para qué preguntas...
- Es que me apetecía hacerte la pregunta. Aunque sepa la respuesta. Desde que te vi en Orlando. Qué película, Orlando. Pero más que la película, el libro. Qué divertido el libro. Cómo me reí.
- Claro, la traducción de Borges...
- No, no. Yo me lo leí en una traducción en catalán. Me hizo mucha gracia, de verdad. Oye, otra pregunta ¿tú has venido a este mundo a trabajar?
- No, yo soy actriz. Bueno, se supone que los actores y actrices trabajamos también claro, pero bueno, es otra cosa. Yo soy actriz pero hago más cosas en la vida...
- Osea, que tú no has venido a este mundo a trabajar. A ganar dinero, vamos.
- No. Bueno, no sé. A tener algo de sustento, supongo ¿por qué?
- Porque me parece que nos están empurando de manera que entendamos que nosotros hemos venido a este mundo a trabajar. A trabajar y a ganar dinero. A tener dinero. A esforzarnos y hacer lo que sea necesario por tener dinero. Por crecer y progresar.
- Bueno, se supone que el ser humano busca eso. El sustento. Y a poco que pueda, intenta mejorar, progresar, porque si no estaríamos todavía en...
- No sé dónde estaríamos. Si a mí me dejaran... así en plan 'si esto me lo dejan a mí'... no sé, desde luego, no obligaría a nadie a esforzarse, a cambiar, a tener que replantearse su vida para seguir subsistiendo.
- ¿Qué pasa, que lo de la crisis te está tocando la pera?
- Uf. Si. Y que el otro día me encontré con una antigua compañera del insti en el metro. No sé porqué salió el tema de los mineros. Y me soltó el rollo del cambio, de no vivir de la subvención, de reinventarse, de atreverse, de no tener miedo a hacer cosas nuevas, de no estancarse... no. No pude estar de acuerdo. No aquí. No yo.
- Hombre, pero si estás mal, algo tendrás que hacer para solucionarlo.
- Haré lo que tenga que hacer, pero no haré lo que se me obligue. Y menos aún, haré lo que tenga que hacer, pero no lo que sea beneficioso para otro, no para mí. Que se me diga que lo que tengo que hacer es esto, y readaptarme, porque tengo que hacer el trabajo que antes hacían tres... no me parece reinventarse, me parece comerme una polla enorme.
- Ala.
- Claro. Que digas, antes no sabía hacer esto y ahora lo sé hacer porque hemos tenido que readaptarnos... pues estupendo. Haces el trabajo de otro. No es ser valiente y tal. Es que te jodes y punto. No es ningún acto de crecimiento personal. Es agachar la cabeza y seguir para delante y que no te toque a ti la peladera.
- Venga, ya estamos con el discursito. ¿A las barricadas entonces?
- Yo que sé. Para qué. ¿Cuántos vamos a ser?
- Pues bien empiezas. Si te preguntas cuántos vais a ser... debería ser más importante el qué más que el cuántos.
- Ya bueno. Mira, que no. Que no me enredes. Que yo que sé. Por ejemplo, ahora una chica acaba de largarse de un portazo de la empresa. Ahora mismo. Ahora mismito. De un portazo. Aquí te quedas. Con la reinvención. Mientras yo me leo el marca, tú haces la limpieza. Reinvéntate. Pues se ha largado.
- Joder.
- Pues si. Cambiando de tema, porque si sigo igual... aléjame las tijeras. Oye, qué. Que el otro día te vi en una peli. Estupenda. En la de Moonrise Kingdom. Muy bonita la película. Ahí tú haciendo de Servicios Sociales. Una peli que da gusto ver. De verdad.
- Bueno, no salgo mucho. La verdad es que no salgo mucho en casi ninguna película. Salir, salgo, y la gente se queda con mi cara, claro. Pero así como que de protagonista, no hago mucho. Una peli para mi sola.
- No ¿verdad? Es raro.
- ¿Y el verano qué? ¿Cómo pinta?
- Pues mira, mejor ni hablar. Mucho ruido y pocas nueces. Mucho verano y poco verano a la vez.
- Pues vaya, al menos las vacaciones...
- Ni me las comentes.
- Y a las manis del 19 irás, claro.
- Pues claro. Dicen que van a venir los picoletos y los maderos y todo. Pero no enfrente, si no con nosotros. Ea, te tocan la cartera y compañeros todos. Qué cosas.
- Pues bueno. Que no sea nada. Oye, a pasarlo con salud.
- Nada, hasta luego.
- Venga.

miércoles, 18 de abril de 2012

Diálogo



- Hola.

- Hola, ya pensaba que te habías olvidado de mí. Llevaba ya un tiempecito aquí con la posturita y se me estaban quedando los hombros congelados.

- Perdona, es que estaba a otras cosas y no tenía tiempo para pararme a hablar con nadie.

- Vaya. ¿Y ya va más calmada la cosa?

- No. En realidad no es que no tuviera tiempo, era una excusa. Es que no sé, no tenía nada que decir.

- ¿Y ahora si?

- Bueno, la verdad es que tampoco tengo muchas cosas que decir.

- Chico, vas bien. Ni sabes, ni dices, ni entiendes. Qué alegría.

- Pues si. Un poco si.

- Pues será que no hay cosas por comentar. Cine. Por ejemplo. ¿Hace mucho que no vas al cine?

- Pues bastante. Oye una cosa, ahora que hablas de cine. ¿Tú cuánto hace que no sales en una película un poco potable?

- Bueno pues... la verdad es que si no te parecen buenas las películas de Garci. Pero he hecho cosas con Garci.

- Mira, a mi Garci... me la bufa. No sé. Últimamente solo veo películas de mierda por la tele. Películas de mierda. Ayer daban por ejemplo Bearn o la Casa de Muñecas, que dirás, un peliculón de cine español. Pues no. Ni me asomé. Preferí medio ponerme a ver una de la Jennifer Aniston que daban en la Sexta y que ya he visto. Ni la terminé, por eso. Y de Garci, ni que me pagaran.

- Pues mira, no sé. Más cosas, la verdad es que está chunga ahora la cosa. Y más que lo va a estar, al parecer.

- Bueno. Pues que lo esté. Me va a días esto. Hay días en los que pienso que hay que empezar a meterle fuego a las papeleras, contestar de mala forma a los fachillas del entorno, dar caña en general. Y otros días en los que me puede el 'pa qué'. Para qué te vas a molestar en ponerte borde si total... Ayer una del curro quiso meter baza en el tema Argentina, Repsol, y no dije nada. Me callé. Me insistió, y dije que no tenía nada que decir. Ella pensaba, claro, que detrás de Repsol iría Telefónica, y otras. Y que luego 'el loco de Venezuela' y mi jefe insistió con 'el que se viste con trajes regionales'. En otros días hubiera metido baza, pero ayer me callé. Paso.

- ¿Cómo que paso? Si te callas...

- Paso, de verdad. Porque ya no mido. No me pongo gracioso, o... no. Me pongo muy borde y faltón y para eso, mejor me callo. No sé. No es una postura muy allá, pero por ahora, la prefiero. Sobre todo para discutir con cierta gente. Para ponerte a su altura, lo mejor es tragar saliva un ratito y listos.

- No sé. No pensaba que fueras tan...

- ¿Cobardón? Yo que sé. Es que pasarme de gracioso tampoco me mola como antes. Al menos en estos días. Igual, yo que sé, la semana que viene me pongo flamenco y monto otro pollo y listos.

- Bueno. Joder, menos mal que me has sacado del archivo, porque con esto de que no espabila el tiempo...

- Si. No espabila. He salido en mangas de camisa a tomarme el café con leche...

- Vaya, como un funcionario.

- No me hagas hablar. El caso es que he cogido algo de fresquete. Los dedos helados. A ver si escribiendo algo cojo algo de tono. El otro día planté semillas de girasol, que ya planté una vez y se me congelaron. Pues estoy viendo que la cosa va a ir por el mismo camino. Se me van a helar en cuanto asomen la cabeza.

- No tienen mucha tierra además.

- ¿Cómo lo sabes?

- Hombre, porque yo lo sé. No entremos en lo de siempre.

- Ya. Perdona. Si, no tienen mucha tierra. Tendré que comprar. Y hacerle agujeros al tiesto por abajo, porque si no se hará charquete.

- Pues compra y haz. Qué bonito tema el de las plantas, las flores y todo eso ¿no?

- Precioso tema, si.

- ¿Entonces qué? Lo de Argentina, qué. No dices nada.

- Pero a ver. ¿Qué tengo que decir? No sé. Está claro, ¿no? Es una empresa que explota unas historias para SU beneficio. No para el mío. O para el de los ciudadanos... españoles, o turcos. Solo para el suyo. El señor Brufau al parecer es un fiera no pagando impuestos y tal. Yo que sé. Pues oye, casi que se jodan ¿no? No sé.

- ¿Viste el fútbol?

- ¿El Madrid? No. Bueno. Si. Vi la primera parte, pero en la segunda me puse a ver otra cosa. Es que me jode ver un partido del Madrid o el Barça. Lo ves, acaban ganando. Mira, ayer por o menos, el Madrid palmó. Pero no sé, como que el final siempre es el mismo.

- Te veo a tope, nen.

- Ya ves. Lleno de ilusión. Dándolo todo.

- Vaya plan.

- Pues si. Oye, guapa, morena, que ya si eso. Que me alegro de haber hablado contigo y perdona por la espera.

- Nada. A mejorarse.

- Venga.

lunes, 20 de febrero de 2012

Diálogo



- Hombre, hombre, hombre. Qué alegría tan grande.



- Ay, gracias. ¿Nos conocemos de otro sitio, no?



- Si, mujer, de hace ya... uf, no me acuerdo. Hablamos hace tiempo. Y fíjate, el sábado estábamos hablando de ti y ayer sales ya en la gala de los Goya como una campeona. Qué alegría.



- Ya ves. De un pelo. Pero bueno, aquí estoy. Remontando.



- Pues si. Muy bien. Silvia Abascal. ¿Te quieres creer que el otro día, cuando estábamos hablando de ti, tenía en la cabeza todo el rato el nombre de Isabel Garcés? Y claro, tú no eres Isabel Garcés, que ella era una actriz muy mayor que hacía de abuela de Marisol y eso.



- Debe ser porque hice algún papel en el que me llamaba Isabel y se te quedaría el nombre.



- Pues debe ser eso. Es que tienes cara de llamarte Isabel. No sé. Aunque te digo una cosa, no he conocido a ninguna Isabel rubia. Pero oye, las cosas de la cabeza.



- Dímelo a mi.



- Ostia, perdona, vaya comentario tan fuera de sitio. Perdona, de verdad.



- No pasa nada. Oye, te gustó la gala o qué. ¿La viste entera?



- Pues si, la vi entera. Mira, tenía interés por saber si se zumbaban al Almodóvar o qué.



- ¿No lo puedes decir de otra manera?



- Es cierto. Estoy un poco... en fin. Tenía ganas de ver si la del Urbizu ganaba. No es que le tenga una animadversión especial a Almodóvar, pero es que la peli última no me gustó mucho. Me gustó más la de los malvados. Y me parecía injusto que no le fueran a dar los premios gordos al otro, solo porque Almodóvar podía montar un pollo o algo.



- Qué pollo ni qué pollo. Hay que ver cómo es la gente. Os situáis ahí en un plano en el que se tiene que estar a favor o en contra y si no hacéis por que el otro se sienta mal, se enfade, la arme, no os dáis por satisfechos. Y cuando se cabrea, decís, 'qué tonto, y encima se enfada'. Qué país.



- Si, es como lo que contaba Gila ¿no? Eso de las fiestas del pueblo en la que le hacían a uno mil púas y luego si se enfadaba le decían que 'si no aguantas las bromas, vete del pueblo'.



- Más o menos.



- Pues eso. La gala pues mira, bien. Me hicieron gracia los sketches...



- Uy, qué técnico. Sketches...



- Si... los números de la Cayetana con las instrucciones de la gala. Con el momento del Karra Elejalde agradeciendo y agradeciendo y diciendo... seré breve. Lo bueno es que fue justo después de que el Lluis Homar se liase y se liase...



- Pero ¿te pareció aburrida o sosa?



- No, bien. Normal. No sé. Bien. Y como siempre, las muchachas. Guapísimas. Ana Alvárez, por dios. Marta Etura, Angie Cepeda, Lucía Jiménez el ratito que salió bailando... tremendas.



- Siempre estamos con lo mismo.



- Bueno. Mira. Algo hay que mirar.



- En fin. Supongo que irías a la mani de la mañana ¿no?



- Si. Fui. Conseguí arrastrar al padre del invento. Allí fuimos los dos.



- ¿Mucha gente, no?



- No sé. Gente. Mucha, no sé. Yo creo que hubo más en la última de los Indignados. En octubre o así. Mucha más. Aquí había gente, pero más o menos como el día de la huelga. No sé.



- Te veo un poco así.



- Si. Porque mira, me tocó las pelotas que viniera la gente del Psc. Así de cruel. No entiendo que hace dos meses justificasen esto y aquello, y ahora volvemos a ser todos amiguitos. Pues no. Me toca las meninges. Me enerva. Que la gente, los militantes, haga lo que quiera, pero ver a la Chacón, al Navarro, a mi alcaldesa que hace un año justificaba las reformas y los cambios y los recortes porque había que estar con los tiempos y los cambios. Pues mira, no me hace gracia.



- Hombre, pero no se puede ser así. Ahora tenéis que estar todos unidos, supongo ¿no?



- ¿Unidos? A ver... dios dijo hermanos, pero no primos. Los de la Cgt iban por libre, y supongo que otros colectivos también. Y lo entiendo. Ugt y Ccoo son vistos más como parte del problema que como 'compañeros'. Imagínate el Psc. Fatal.



- Pues lo tenéis claro entonces.



- Claro no. Azul oscuro casi negro.



- A ver si seguís para delante o qué hacéis.



- Yo que sé.



- Y el resto ¿qué? ¿todo bien?



- Bien, si. Tirandillo.



- Oye, que me estoy fijando... ¿esto es nuevo no? ¿esto lo has cambiado verdad?



- Pues si. Ya no estamos donde antes.



- Parece como más amplio ¿verdad?



- Si, si. Y con más cositas y tal. A ver.



- Oye, que tanto rato de pie me canso. Que a ver si nos vemos otro día.



- Muy bien. Que me alegro mucho de verte. En serio.



- Gracias.



- Nos vemos.