Mostrando entradas con la etiqueta libros. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta libros. Mostrar todas las entradas

domingo, 20 de julio de 2025

La idea de Israel. Una historia de poder y conocimiento - Ilan Pappé


Creo que lo primero que deberíamos hacer es felicitarnos porque haya conseguido terminar este libro. Las condiciones no eran las mejores, el tema era árido y francamente desagradable, el tiempo disponible no era demasiado y todo se volvía espeso y doloroso. Pese a todo, el libro ha sido leído y aquí vienen las conclusiones. Primero hablaremos de las motivaciones para leerlo. Imaginen que a ustedes no les importara una mierda que en un rincón del planeta se estuvieran asesinando fríamente a unas 200 personas al día. Imaginen que están en un banquete, una boda y que cada día fueran asesinadas todas las personas de esa boda. Y mañana otras 150. Y mañana 200. Y mañana 175. Sin discriminar entre hombres, mujeres o niños. Niños. Imaginen que les importara un poco y que quisieran saber qué pasa en ese país que ha decidido que todo da igual porque hay un motivo superior que es Israel y la idea de Israel. Este libro, lo descubro mientras leo, no es reciente, no es actual, está editado en el 2015. En diez años han pasado muchas cosas y lo que ha pasado es la confirmación de algo que ya apuntaba el libro. El libro, de lo que va, es de describir cómo un grupo de pensadores, profesores, etc., discuten la visión y ideología del sionismo. Los judíos tienen derecho a un hogar nacional y ese hogar nacional es Palestina, tierra de la que fueron expulsados hace dos mil años. A partir de ahí, todo está justificado para que Israel, así se llamará el estado, exista y sobreviva y sea ese hogar nacional judío. Este grupo de pensadores que se llamarán o les llamarán postsionistas, lo que harán será discutir esas premisas fundacionales y especialmente, lo que acontece en torno a la llamada guerra de Independencia o la Nakba si eres palestino, la catástrofe. Este grupo de historiadores se propone discutir esa visión gloriosa de una guerra en la que unos pocos vencieron a muchos y dejar al descubierto las atrocidades cometidas para expulsar a los árabes de sus tierras. El relato oficial consiste en que allí prácticamente no vivía nadie, que la gente se fue porque quiso, que los árabes atacaron sin motivo, que los árabes no quieren la paz, que después del Holocausto Israel era la solución. Estos pensadores e historiadores postsionistas discuten la filmografía utilizada para vender el relato, las novelas, las series televisivas, todo aquello que justifica que Israel estaba en su derecho. Los pensadores postsionistas hablan también de las discriminaciones interiores, no solo con los árabes, sino con los judíos mizrajíes, aquellos que vienen de los países árabes, de Marruecos, de Irak, del Yemen, y que son 'llevados' a Israel como mano de obra y son discriminados por los askenazíes, judíos que vienen de Europa. Este resentimiento de los mizrajíes con los askenazíes no se materializará en una cosa de izquierdas sino que será el Likud quien aproveche ese resentimiento contra los Laboristas representantes de los judíos askenazíes. Y la cosa irá a peor. Quién nos discute que somos judíos, seremos los más. Esta corriente postsionista tendrá una influencia tenue en la vida cultural y política israelí, pero la suficiente como para que provoque una reacción del relato oficial. Así, con la desaparición de la preeminencia laborista y el decantamiento de Israel hacia la derecha o la extrema derecha o lo peor de todo del mundo, se establecerá un relato neosionista que consistirá en dar la razón a los postsionistas, es verdad, se cometieron todas esas cosas, pero es que eran necesarias, están justificadas y de paso, todo está justificado. Ya no se trata de maquillar, de falsear relatos, de subvertir la historia desde las escuelas hasta la cultura de masas, sino de plantear que la brutalidad es bien. Que no hay que tener complejos. Y en esas estamos y diez años después esa carencia de complejos ya es explícita y se habla de deportaciones masivas, de 'transferir población árabe' sin un ápice de vergüenza, de negar la humanidad y de convertirse en un estado que deja pequeño lo de fascista porque todo está justificado. El libro finaliza con los intentos de Israel, de sus gobernantes, que se dan cuenta de que se convierten en un estado paria, un estado antipático, para lavar su imagen, el pinkwashing, Israel como isla de democracia, Israel como aportadora de valores tecnológicos y científicos. Como vemos hoy, esa idea de vender Marca Israel sigue viva y sigue siendo un relato que sirve para justificar la barbarie. Y así, cada día pueden morir asesinadas 200 personas a sangre fría, personas que van a por un saco de comida y son tiroteadas simplemente por que sí, porque Israel lo vale, lo justifica, Israel se asienta en eso y sin eso no existiría. Al menos Ilan Pappé lo cuenta y lo explica. 

miércoles, 25 de junio de 2025

Marcos Gendre. Blues de la Frontera. Anarquía y libertad de los Amador.


Por si tenéis alguna duda para la próxima vez, cuando llegue mi cumpleaños regalarme libros. Aquí alguien tuvo a bien considerar que este libro quizás me podría gustar y acertó. Probar suerte vosotros también. Cuando quité el papel de regalo y vi que libro era rápidamente pensé, este libro me va a gustar. Porque me gusta Pata Negra aunque sea precisamente el disco del Blues de la Frontera el que menos he escuchado como disco. Canciones sueltas, cómo no vas a haber escuchado nunca Me quedo en Sevilla, o Camarón, o Lunático, o la inmensa Pasa la Vida o la canónica Blues de la Frontera. Porque uno es más del gamberro Guitarras Callejeras o del rockero extraño Rock Gitano. Pero claro, este disco... Pues bien, el autor Marcos Gendre, periodista musical, nos cuenta la gestación no solo de este disco emblemático, sino también de todo un sonido, de la historia de la fusión (oh no, maldita sea, lo he tenido que decir) de la conjunción, de los caminos que llevaron a dos gitanos de Sevilla, de las Tres Mil Viviendas, a hacer una música que no era más que el producto de años y años escuchando las músicas de su tiempo y las músicas de sus ancestros. No sólo escuchándolas, sino formando parte de una industria musical rudimentaria, oculta, a veces obtusa, casi siempre reacia, no solo con lo que suponga un avance, sino con lo que provenga de lo popular. La música de Pata Negra no es más, ni nada menos, que un paso más de un camino largo por el cual la música, en este caso un apéndice del flamenco, le sirve al propio flamenco para seguir vivo y sobre todo, para acercarse a mucha gente que tiene por el flamenco, por lo jondo, por la guitarra la bailaora el palmero el cantaor, una aversión atávica, visceral. No escuchar flamenco por ideología, por considerarlo ajeno, por creerlo cañí, españoleante, señorito, tópico, rancio. Y el flamenco es mucho más que eso, es tanto que no lo sabría definir, así que lo dejo ahí. El libro está construído a partir de las declaraciones y entrevistas con protagonistas del tema, desde los tiempos de Sabicas hasta los omnipresentes Smash y el inefable Kiko Veneno. La familia Amador y allegados como el ketamínico Antonio Carmona, la omnipresente y oculta a la vez Cathy Claret, van dando su opinión (a veces un poco redundante, porque da la impresión de que hay mensajes que se quiere que se tengan claros y se repiten) y su versión de la cosa, del surgimiento de una pareja artística, la de los hermanos Rafael y Raimundo Amador que, tras muchos años de briega, justo cuando parecía que habían dado con la tecla de lo comercial, separan sus caminos. Y en esto el libro es muy pulcro. Así como se remarca y se recalca mucho algún que otro aspecto de su biografía y de su formación, se es muy respetuoso con los motivos de la separación y con los devenires posteriores, como si no se quisiera hacer sangre sobre el declive de Rafael y el éxito mainstream de Raimundo. Especialmente recomendables son las disecciones de cada canción del disco, que nos llevan a otros mundos que también están en este y que nos obligan a escuchar el Blues de la frontera una vez más, porque se nos había escapado algo. Gracias, una vez más. 

martes, 10 de junio de 2025

Intermezzo - Sally Rooney


No, no estoy fino últimamente. No estoy en mi prime. No ando como yo era. Patino, me equivoco, no estoy. La edad, los múltiples frentes, yo que sé. La vida. O igual es que siempre fui así. Vean cómo claramente en la tapa de este libro viene una suerte de sinopsis. Pues bien, cómo leí yo esta sinopsis, qué entendí, qué clase de empanada tenía yo, que tardé unas treinta o cuarenta o cincuenta páginas en convencerme de que el libro no se ambientaba en Nueva York, sino en Irlanda, en Dublin. Las primeras páginas quizás me engañaron o me dejé engañar y ese ambiente entre bohemio, intelectual, profesional liberal, woodyallenesco o noahbaumbachesco, el ajedrez, etc., me hizo viajar a Nueva York. Pero no. Era en Irlanda. Lo que a la postre puede tener algo de influencia en el resultado final, pero no te creas. Porque el libro, siendo interesante, siendo entretenido, al final de todo, te deja una sensación de bueno y qué. Una historia de dos hermanos, uno mayor y otro más joven, que se quieren, sí, pero que no lo saben demostrar, como decía la canción de Siniestro. Un hermano mayor con dudas en sus relaciones y uno joven que se embarca en su primera relación. El comentario desafortunado, la susceptibilidad, el complejo, el no saber expresarse, el no querer expresarse, el no saber reconocer, todo eso. El libro es eso, todo eso que pasa y que es la vida y que es tu vida y que es su vida y la de aquel y la de aquella, las cosas que nos pasan. Ya, bueno, y qué. Es que no estoy muy fino, la verdad.  

lunes, 30 de diciembre de 2024

Los libros del 2024


Hace tres días exactamente le comentaba a alguien con quien me había citado que prefería acudir en transporte público que en coche, ya que así podía leer durante una hora y avanzar en la consecución de una cifra de escándalo en cuanto a la lectura de libros en este año. Nada menos que 20. Es cierto que el último libro está por terminar, pero como quiera que estoy pletórico por haber alcanzado una cifra alta y nadie me va a venir a llamar la atención por haber engordado el listado con un elemento más o menos, yo lo coloco y ya está. Ni que decir tiene que, cuando le expliqué a esta persona que llevaba un listado de libros leídos y que estaba apretando para llegar a los 20, el comentario sobre un cierto frikismo llegó inmediatamente. En otro contexto, con otras personas, también se me echó en cara que uno no debía leer por engrosar unas cifras, sino por placer. Cada uno que se baje la moto como quiera. En mi caso, lo único que hago es continuar un año más con la tradición y reto que se propuso La Página Definitiva, la de leer 50 libros al año. Este 2024, por unas cosas o por otras, casi se podría decir que me he dedicado a leer. Podría haber hecho otras cosas, que las he hecho, o bien otras más, que no las he hecho. Pero leer, amiga mía, te quita de en medio durante una considerable porción de tiempo y eso ya es mucho. Entre la selección de este año, vuelven a primar los libros que son ensayos sobre temas históricos, más o menos lejanos, ensayos sobre la realidad y aunque hay novelas, sé que no acabo de prodigarme en exceso en el tema. Se repiten algunos nombres e incorporo otros. Un solo libro de Zweig y ninguno de Simenon ya que de Simenon tengo la sensación de que o ya me he leído los libros que encuentro o no van a ser como los libros que ya me he leído. Sea como sea, al lío. 

  1. Francisco Veiga - Ucrania 22 El mundo se ha vuelto loco, dicen, pero no es verdad. Todo tiene un sentido, un porqué, un hacia dónde y hay que saber de dónde venimos. La guerra de Ucrania parece una cosa y son bastantes cosas más. El Veiga se lanza a escribir un libro sobre una guerra que ha cambiado Europa y que la va a cambiar más en el futuro. Un libro para saber de qué va la cosa y qué nos estamos jugando. En tiempos de mucha polarización, el libro no escapa de una cierta crítica hacia la política occidental y su forma de jugar con la salud y la vida de la gente en aras de intereses superiores, sin dejar de lado que Rusia tampoco es inocente. Muy interesante, como siempre todo lo que escribe el Veiga.

  2. Jorge Amado - Cacao Si íbamos a Brasil y a Salvador de Bahía especialmente, había que leer algo de Jorge Amado. No fuimos a la casa de Jorge Amado, pero sí que fuimos a una plantación de cacao y no, no pudimos palpar qué era lo que se sentía trabajando en una plantación, porque eso solo lo sabía hacer Jorge Amado. Sobre condiciones de vida de mierda, vidas de mierda y eso que ya no se lleva de 'conformación del sentido de clase'. Libro pequeño, pero grande.

  3. Cristian Segura - Gent d’ordre. La desfeta d’una elit Porque quienes tienen sentido de clase son ellos. La gente de orden, la gent d'ordre catalana que puede estar en un bando y en el otro, que puede ser tan de derechas como nadie, pero más de izquierdas que tú, todo a la vez y en todas partes. Un libro fenomenal para entender que aquí, los que cuentan y los que dicen y los que hablan y los que opinan y los que establecen y los que se quejan y los que cantan y los que bailan y los que se manifiestan, son siempre los mismos. Y aunque se hable de derrota, todos sabemos que esa manera de ser y de pensar, siempre prevalece. Y aquí también. Aquí más.

  4. Sergi Pàmies - A les dues seran les tres Si Sergi Pàmies saca un libro, hay que leérselo. Cuando no tengas referencias o te falte energía para leer, siempre hay un libro de Sergi Pàmies que, casi igual que el anterior y que el anterior, te llenará unas cuantas horas con las vicisitudes de una persona que comparte contigo tantas cosas que, aunque sabiendo que no es verdad, te parece un colega, o alguien que se parece a lo que tú, quizás, quisieras ser en algún momento. No falla.

  5. César Alcalá - Ángel Pestaña. El caballero de la triste figura Una mierda para mí y otra mierda para el libro. Como ya comenté en su momento, me interesa muchísimo la figura de Ángel Pestaña, vi este libro en La Central y sin encomendarme a Dios ni al Diablo me lo compré. A los cinco minutos fui consciente del error, porque la pretensión del tal César Alcalá es la de elucubrar sobre los beneficios de un encuentro entre Pestaña y José Antonio Primo de Rivera y una alianza entre el obrerismo y el patriotismo y esa patraña. Lo mejor del libro es que fusila constantemente biografías escritas por correligionarios de Pestaña o por el propio Pestaña, pero cada vez que asoma la zarpa del autor, apesta a facha que no veas. Fracaso.

  6. Mar Garcia Puig - La història dels vertebrats Un tremendo libro que nos deja al descubierto todo lo que le pasa a una persona cuando quiere tener descendencia, cuando esa descendencia llega y cuando esa descendencia crece. Un libro que toda familia en el trance debería leer para enterarse de que no todo es 'estamos bien' sino que estar mal es de personas y que estar mal uno o una, especialmente si es una, no nos invalida ni nos reduce, sino que es lo que hay. La compañera ha escrito un libro que nos prepara y que nos alecciona sobre cómo tratamos la salud mental y especialmente la salud mental femenina. Mal.

  7. Annie Ernaux - Los años Sin conocer a la autora, me lancé a la lectura de este libro que recorre la vida de alguien que puede ser el trasunto de la propia escritora francesa. Un paseo por la trayectoria vital de una mujer desde los años de guerra y postguerra hasta nuestros días en los que a veces de manera trascendental y la mayor parte del tiempo de manera muy doméstica, nos acercamos a la evolución de un país y cómo los miedos, los cambios, las decepciones, van modelando desde lo cercano hasta lo global, la política y la sociedad. Interesante.

  8. Stefan Zweig - Américo Vespucio. Relato de un error histórico Vale que no es la obra más así de Zweig, pero siempre es interesante refrescar una manera de contar tan particular como la del austriaco. En este caso, nos cuenta de qué manera Américo Vespucio, sin pretenderlo, le dio nombre a todo un continente. Y de cómo, finalmente, la información y el juego del teléfono, se comunican. Valga la redundancia.

  9. Christian Ingrao - Creer y destruir. Los intelectuales en la máquina de guerra de las SS Este es un libro extenso, arduo, áspero, pero que te atrapa de tal manera que se convierte en una especie manual imprescindible que confirma lo que todos deberíamos saber. No estaban locos, eran unos putos nazis. No estaban tarados, no eran cuatro zumbers, era un plan, una política, una cultura, gente con capacidad, gente con preparación, preparados para exterminar y convertir en un infierno en la tierra la vida de quienes ellos consideraban, muy científicamente, muy legalmente, muy culturalmente, muy históricamente, que sobraban. Y no solo lo pensaron, lo teorizaron, sino que lo llevaron a la práctica pistola en mano por los campos de Europa. Principalmente Europa del Este, que es dónde más gente sobraba según su muy científica y racional manera de pensar el mundo. No estaban locos, eran unos putos nazis.

  10. Eduardo Bravo - AAA. Del peronismo mágico al Caso Almirón Eduardo Bravo era uno de los Hermanos Pizarro. Solo por eso, respeto. Pero es que, además, hizo la serie UMMO, una maravilla sobre la timada de los Ovnis en los años sesenta y setenta que nos enlaza con naves del misterio y horizontes actuales. En este libro desentraña algo tan obtuso como el peronismo y especialmente el peronismo de extrema derecha y sus conexiones, vaya por dios, con nuestra política doméstica y oiga usted no sé de qué me está hablando y ahora no es el momento de desenterrar partes dolorosas de nuestra historia sino de mirar el futuro y hacer frente a las amenazas que, vaya por dios, son siempre nosotros. No aprendemos más sobre peronismo, pero deja la bola a media pista.

  11. Antonio Espino - La invasión de América Quizás porque en esos días justamente no andaba yo muy fino, este libro me sentó mal. Muy mal. Un libro escrito con toda la idea de no dejar ninguna duda, ni la más mínima brizna de duda, de que la conquista de América no fue una labor civilizatoria ni originó una cultura ni ninguna mandanga buenista y fascistoide como la que nos quieren vender ahora los de 'no eran colonias'. El libro es una atrocidad detrás de otra masacre, detrás de otro aperreamiento, de descuartizamientos y de empalamientos y de manos cortadas y de terror. Básicamente, una historia de la conquista a través del terror y de cómo la codicia, única y exclusivamente la codicia, fue el motor de toda una maquinaria de exterminio que hoy nos quieren hacer pasar por intercambio. No tenemos perdón de Dios.

  12. Louise Bryant - Miralls de Moscou Un pequeño libro pero muy entretenido sobre las impresiones de una periodista norteamericana durante los años de la Revolución rusa y sus gentes. Gentes que parecían destinadas a tener un papel importante que cayeron en el olvido o cayeron fusiladas por sus propios camaradas. Gentes que pasaban por allí y que merece la pena recordar. Gentes que realmente mandaron y gobernaron y de los que ya en aquellos tiempos se trazaban perfiles que, por muy amistosos y a favor que fueran, no dejaban de esconder cierta mirada de aprensión hacia algo que era nuevo, vivo, pero no se sabía por dónde podía salir. O sí.

  13. Rafael Chirbes - Crematorio Dicen que para entender lo que ha pasado en Valencia en estos meses hay que recurrir a Berlanga. Hay que recurrir a Chirbes. Este libro canónico es todo un retrato de una manera de hacer país y de hacer negocios en este país y de construir carreras y de construir fortunas y de construir imagen y de construir en zonas inundables y de construir ciudades y de construir imperios y de construir, en definitiva, caiga quien caiga. El empresario, el rico, el factotum, el político, la familia, la familia rica, los machacas, los mafiosos, el dinero, la construcción, la cultura, el buen gusto, saber vivir, los revolucionarios, la casta, la sangre, la violencia. Todo.

  14. Pierre Lemaitre - El silencio y la cólera El amigo de la Llibreria Carrer Major me dijo en Sant Jordi 'este es mejor que el primero'. Y no. El primero era 'El ancho mundo' y era un buen libro de intriga que combinaba diferentes escuelas y maneras de explicar historias diversas en diversos ámbitos. Este segundo libro creo que no llega a ser tan entretenido como el primero, porque es más limitado en su línea argumental y porque a veces da la impresión de que estira demasiado algo que no. Y que deja abiertas cosas que tampoco. Dicho lo cual, el tal Lemaitre sabe cómo tenerte amarrado a la lectura esperando 'el girito', pero esta vez me parece que se le ve un poco el cartón o que juega con esa incertidumbre demasiado para al final, pse.

  15. Brigitte Vasallo - Tríptic del silenci Si ya pones mala cara cuando se habla de charneguismo porque tú ya no estás ahí porque tú ya eres lo que debes ser y ves el Foraster y te crees que ese es tu mundo y el mundo al que debes pertenecer y escuchas el discurso de Aitana Bonmatí recogiendo la Creu de Sant Jordi y dices 'es que es eso', naturalmente este libro no te dirá nada. Incluso estarás en contra. Incluso puede que furibundamente en contra y lo ridiculizarás. Ya están los garrulos con el charneguismo. Los inadaptados. Españolazos. Lerrouxistas. Fascistas. Pero si leyendo este libro hay algún momento en el que un pellizquito en la patata te dice 'es que eso me pasa a mí', este libro, que no es un libro sino un grito, te llamará y te reafirmará en que, no, no es lo mismo, no venimos del mismo sitio, no estamos de la misma manera y nuestra manera, ojo, es la manera.

  16. Vidal Aragonès - Francesc Layret. Vida, obra i pensament Me llevé este libro de casa de un colega porque una biografía de Layret parece interesante de la misma manera que hemos dedicado tiempo a Seguí o a Pestaña. Esta vez el autor es conocido, ex diputado de la CUP. Y la biografía no ha dejado de parecerme casi constantemente una manera de decir 'si Layret viviese ahora, sería de los míos'. Como teoría, pues mira, cada uno arrima el ascua a su sardina, como biografía, a veces deseas que se acabe de una vez.

  17. Roberto Saviano - Los valientes están solos  El libro de Chirbes ficciona lo que el libro de Saviano documenta. Un libro dedicado a repasar los últimos años de vida del juez Falcone antes de que la mafia le volara el coche en plena autopista. La pretensión de este juez de intentar acabar con la mafia en Sicilia y por ende en Italia, choca con la incomprensión o directamente conchaveo de sus propios correligionarios con la mafia, los políticos con la mafia y los medios con la mafia. Y la mafia misma, claro. Negocios, política, leyes, todo bien mezcladito en un relato que te engancha aunque sepas que todo va a terminar mal. Muy mal.

  18. Nuccio Ordine - La utilidad de lo inútil. Manifiesto. Aquí yo pensaba que el libro iba a ir de una cosa y luego va de otra. Yo pensaba que iba a levantarme el ánimo pero finalmente lo que hace es reivindicar eso que llamamos improductivo, es decir, el saber, el conocer, incluso el procrastinar sin sentido, jugar. En unos tiempos como estos en los que lo que importa es 'facturar' que alguien enciman nos haga palmas con que eso de pensar es realmente lo que hace avanzar el mundo, pues no nos hace ningún favor porque si me hacen palmas yo me lanzo. Y no me puedo lanzar. Para tenerlo en casa.

  19. Nikolai Gogol - Tres relats de Sant Petersburg Por los pelos, pero al final ha caído un ruso. Tres cuentos de Gogol, uno de ellos dicen que es lo mejor que escribió, el de 'El abrigo'. Los tres cuentos, breves, son idas de olla progresiva, con finales de me lo saco de la manga y despiporre por que sí, pero están bien para romper la gravedad que a veces tienen los rusos. Gogol es uno de los pioneros. Y ahí aparecen los funcionarios, el frío, lo irreal, la pobreza, aparentar, ascender, comer, beber y que en medio de todo eso, pues que no se te vaya la olla.

  20. Antonio Espino - Exploradores del Nuevo Mundo Y finalmente, si el anterior libro de Espino nos cuenta todo el catálogo de atrocidades posible, en este libro nos adentramos en todo el catálogo de calamidades posible que se encontraron estos exploradores heroicos del Nuevo Mundo que únicamente soportaron porque la posibilidad del oro les hacía inmunes a cualquier otra consideración. Naufragios, canibalismo, exterminio, hambre, heridas, muertes, enfermedades, pero oiga, es que si no voy yo, igual va este y se queda con el oro. Atroz.

domingo, 29 de diciembre de 2024

Rockdelux, 40 años


La revista Rockdelux celebra su 40 aniversario y qué mejor manera de hacerlo que regalarnos, previo pago en kiosko, uno de esos especiales que tiene pinta que será repasado y repasado hasta aprenderlo casi de memoria como ha sucedido con otros especiales gloriosos editados. Si su especial 200 no te sirvió para hacerte con una guía musical de referencia o bien no descubriste que había muchísimos discos de grupos españoles que desconocías y que eran buenísimos con su especial 20 años, no sé de dónde has sacado las referencias musicales y prácticamente culturales en las que te mueves. Seguramente de otros sitios, de otras revistas, de otras emisoras. Rockdelux, Radio 3, los festivales, la filmoteca, ir de marcheta, esas cosas que hacíamos antes y que escuchábamos antes y que ya casi no hacemos. Rockdelux ya no se lee, en mi caso, por una pereza estúpida a registrarme o suscribirme, pero siempre que sacan algo en papel, sufro por si llego al kiosko y me lo han quitado, porque en Santa Coloma cada vez hay menos kioskos y sé que somos bastantes los que pugnamos por el número especial. Y llega el momento de comentar el contenido y lo haré desde el reconocimiento de que yo sí que comparto buena parte de esas referencias y de esos personajes que la revista considera como esenciales para entender estos cuarenta años transcurridos en la música, el cine, la literatura, etc. Pero también entiendo que se cometen algunas injusticias que, no siendo yo precisamente seguidor, creo que habrían merecido un criterio más benevolente aunque entendiendo que ya hay otras publicaciones y otros medios que exaltan hasta la saciedad los méritos de quien aquí no aparece. Me refiero por ejemplo al caso del Robe, epítome de una cierta escuela de rock entre urbano y poético que a mí me ha interesado siempre poco pero que entiendo que tiene una trascendencia para mucha gente, mucha en este país o bien alguien como Manolo García, al que tampoco tengo en estima en cuanto a su producción musical, pero sé que es una referencia casi generacional para mucha gente. Y no sé si lo serán en mayor o menor medida que personajes como Kiko Veneno o La Mala Rodríguez o Josele Santiago, pero me parece que es una ausencia y una elección muy particular que yo comparto, pero que señalo. Y así llevo varios días perdiéndome entre los perfiles más diversos y 'reservándome' leer los de aquellos que me parecen más trascendentales para mí, como por ejemplo el de Kurt Cobain que siempre es el primero que me sale cuando abro el especial. Y no serán tus referentes, pero siempre se puede descubrir algo nuevo o atreverte con algo o con alguien al que quizás has tenido más respeto o reconvención de lo necesario. Para acabar de hacer atractivo el número, se nos apunta el resumen del año en lo musical, cinematográfico y literario y uno ya ha asumido hace tiempo que no está ni se me espera y entre los que conoces y los que conoces pero no te hacen ni siquiera levantar el dedo meñique de la pierna derecha, pasas el listado musical sin entender casi nada. En cuanto a películas, vamos razonablemente bien y por lo que respecta a series pareciera que he dedicado el año a ver demasiada morralla que no destaca. Algunos comentarios por ejemplo a la elección como segunda peli del año la de Segundo premio (espera que lo acabo de coger, que es por lo de Segundo...), o bien Los Años Nuevos como una de las mejores series, quizás aquí porque retrata a un 'target' específico de la propia revista y se (nos) hayan sentido identificados con la misma. Tengo un colega. De los libros ni hablo porque ni siquiera he sabido encontrarlos cuando he ido a buscarlos. Cero. En fin, que siempre es un placer perder el tiempo leyendo, aprendiendo o reflexionando sobre qué es lo que consideramos culto, culturalmente consumible y recomendable. Y mientras estamos haciendo esto, no estamos haciéndonos daño con otras cosas. 

jueves, 5 de septiembre de 2024

Tríptic del Silenci. La condició txarnega - Brigitte Vasallo


Este libro la verdad es que no es un libro. Un libro como uno espera que sea un libro que se ponga a hablar del charneguismo y de lo que es o de lo que parece ser o lo que quiera que sea. Un ensayo, vamos. Un tratado sobre la condición de los que no tenemos ni el nombre ni los apellidos y que poco o mucho tenemos una historia que no aparecía y no aparece en casi ningún sitio. Aparece, de vez en cuando, claro. Pero no así. Porque lo que hace Brigitte Vasallo en este compendio de páginas es transmitir un grito. Es decir, no esperen en este libro algo académico, algo político, una reivindicación personal, una historia de la familia, la superación, lo pobres que éramos y mira ahora, el sufrimiento, la buena acogida, lo integrados que estamos, nada. No. Lo que Brigitte Vasallo dice en este libro es ese estar hasta los mismísimos de no ser. De ser y de no ser, de no poder ser nunca. De estar siempre y no poder estar nunca. De tener la cabeza en muchos sitios, con mucha gente y saber que eso no está bien, que no es lo que se espera, que no tenemos y no somos. Que queremos ser otra cosa. Que no tenemos ni siquiera el nombre bien. Nada está bien, puto español de mierda. Fascista. Nyordo. A quién le importa de dónde eran tus padres. Eso. No esperen en este conjunto de páginas nada que no sea ese grito que quieres lanzar cuando te das cuenta de que no, no eres y no serás nunca. 

martes, 9 de julio de 2024

La invasión de América - Antonio Espino


Mi hermano y yo compartimos la afición por la Historia. De hecho, él está estudiando Historia. Y como sabe que me gusta, me regala cosas que tienen que ver con. Y así, por mi último cumpleaños, me ha regalado dos libros, éste y otro también del mismo autor sobre los llamados conquistadores de América. Bien. Este libro es una auténtica salvajada, un ejercicio detallado de cómo se conquistó un continente sin edulcorantes de ningún tipo y que es más que necesario en tiempos como los que vivimos en los que las ideas reaccionarias, patrioteras, claramente neofranquistas, respecto a nuestro pasado histórico, parecen revivir gracias al auge de una extrema derecha que comienza no solo a controlar un cierto discurso sino a hacerlo oficial gracias a su presencia en los gobiernos municipales y autonómicos de la mano de la derecha del PP. Porque el libro ya desde su prólogo nos viene a señalar que si desde siempre la historia de la conquista ha sido un tema sobre el que se ha tenido una mirada bastante dulcificada y que ha sido la propia voz americana o voces foráneas las que han conseguido imponer la visión de la conquista como una barbaridad y un genocidio, hoy existe una nueva oleada de loas a la hispanidad y esas mierdas como por ejemplo son las películas documentales de López Linares o ciertas obras históricas. Así que Antonio Espino decide contar, basándose ojo en las propias palabras de los cronistas y protagonistas mismos de esas pretendidas hazañas heroicas, qué fue realmente lo que sucedió y cómo hay que calificarlo. Ni entendiendo la época, ni las circunstancias, ni lo que es una guerra, ni justificando cosas tan preciosas como el pretendido mestizaje que esconde las violaciones en masa, ni la pretendida riqueza cultural que surge del intercambio... a base de matanzas, masacres, muertes, terror. Porque lo que nos cuenta este libro es una historia de terror. No entraré en detalles que, quienes me han escuchado hablar estas últimas semanas ya he abundado en el tema, pero de lo que se trató desde que Cristóbal Colón puso el primer pie en aquel lugar, fue de robar, atracar, masacrar, aterrorizar, matar y extraer todo el beneficio posible de una tierra y unas gentes. Aterrorizar, masacrar, explotar. Sin más. Lógicamente ante esos desmanes tan tremendos, surgieron voces in situ que pusieron el grito en el cielo, e incluso se promovieron leyes que pretendían parar aquellas masacres. Lo que nos indica, esas mismas leyes, que las masacres, la barbaridad, el terror, existió, por la voluntad de querer pararlas. El libro, aunque parece grueso, en realidad no lo es tanto, porque esas páginas no son capaces de recoger todo lo que allí sucedió. Y lo que provocó. Y lo que provoca hoy día cruzarte con gente descendiente de aquellos a los que fuimos a masacrar y sorprenderte de que puedan vivir, de que se pueda vivir con ese peso encima, con ese miedo. No hay héroes, no hay heroicidad, no hay leyenda de conquista de unos pocos valientes sobre una masa, hay utilización de rivalidades, de crueldad, de oportunismo, de codicia. El propio autor en alguna entrevista he visto que decía que todo esto no es más que la historia de la codicia. Y por codicia se puede hacer de todo. Y de todo es de lo que se habla y se recoge en este libro. La parte final del libro recoge experiencias de resistencia, que no de victorias, de los invadidos, pero incluso estas historias vienen a decirnos que el principal aliento para la resistencia era la contina masacre y crueldad. No hay perdón. Como decía la canción de los Fabulosos Cadillacs, no hay nada que festejar. 

martes, 11 de junio de 2024

Eduardo Bravo - AAA. Del peronismo mágico al Caso Almirón


Eduardo Bravo. La primera vez que vi a Eduardo Bravo fue en la serie documental UMMO (supongo que seguirá estando en Movistar) sobre lo que fueron los fenómenos OVNI en aquella España de los años 60 y 70, los programas de Jiménez del Oso y las revistas de ciencia patillera. No sé porqué pero ya le seguía en Twitter y no sé porqué, entendí o entiendo o creo, no lo sé, pero creo suponer, que formaba parte de los Hermanos Pizarro y que era uno de los grandísimos que hacían el programa de Melodías Pizarras. Y ya saben, lo antiguo es mejor y más divertido. Así que cuando vi que en su cuenta anunciaba que había escrito un libro sobre la Triple A y el peronismo mágico, yo ya no podía pensar en otra cosa que en tener este libro que finalmente ha caído en mis manos. El peronismo. Analizar la situación política actual es ciertamente complejo y requiere unos conocimientos y una profundidad que, sin tiempo ni formación, nos coloca lejos a veces de lo que realmente es. Distinguir porqué y porqué no, qué mueve a la gente para identificarse con una propuesta política o con otra, saber porqué Alvise puede ser eurodiputado, entender el vídeo de Kirts, todo eso, no es nada sencillo. Pues el peronismo es más complicado todavía. Así, si uno sigue una historia del peronismo, puede entender que se trate de un movimiento político que consiguió sumar a las clases populares a la historia argentina y hacer llegar eso que llamamos justicia social a amplias capas de una población que había sido sistemáticamente olvidada, denigrada y explotada sin más durante décadas y que por eso fue combatido por la oligarquía argentina con mucha dureza. Si uno tiene que elegir entre el peronismo de Kitchner y la locura turbofascista de Milei, naturalmente no hay color. Pero. Hay otro peronismo. Un peronismo que no es menos importante que ese peronismo del que usted me habla. Quizás el propio Perón fue siempre ese peronismo y hubo quien quiso ver, porque no hubo otra cosa, algo que les conectó con la izquierda. Pero ese otro peronismo, el de extrema derecha, ay. Entender el peronismo es una cosa tremenda. Y este libro ayuda. El libro de Eduardo Bravo nos cuenta el fenómeno de la represión salvaje contra el peronismo de izquierda y la izquierda en general llevada a cabo por los gobiernos peronistas con 'Isabelita' Perón al frente y Daniel López Rega a los mandos. El brujo, López Rega, un personaje siniestro, asqueroso, que inauguró lo que después amplificó la Dictadura de Videla y compañía. La creación de grupos policiales o parapoliciales encargados de eliminar a gente. De organizar masacres entre peronistas de derecha contra peronistas de izquierda. Todo ese mundo lo retrata Bravo a partir de personajes y centrándose en uno de ellos, el siniestro policía Rodolfo Eduardo Almirón y cómo ese asesino, se fuga a España y aquí trabaja de guardaespaldas de Fraga o bien participando en otras trifulcas, como los sucesos de Montejurra. El libro es entretenidísimo porque, aunque lo que cuenta es gravísimo y una prueba más de la crueldad de quienes no tienen escrúpulos para matar únicamente porque así se ordena, lo hace con toques de humor que convierten lo siniestro en esperpéntico sin quitarle un ápice de veracidad. No se ríe, ayuda a que veamos aún más ridículos a quienes nos quieren en la cuneta. Mención especial, dentro del dramatis personae del libro, a la aparición de Posadas, el líder de la Cuarta Internacional Trotskista y sus teorías sobre la vida en otros planetas (que lógicamente ya habían alcanzado el socialismo), la conveniencia de las guerras nucleares y demás ideas que ole. Como no podía ser de otra manera, el libro retrata también el país en el que vivimos, donde puedes ser un fascista asesino sin tener que preocuparte demasiado porque nunca se sabe quién te debe algo o tú le puedes tener pillado de los destos. Un libro que se devora y que da ganas de seguir profundizando en eso del peronismo que ya tú sabes que no lo vas a desentrañar, pero... con el tiempo.  

jueves, 30 de mayo de 2024

Christian Ingrao - Creer y destruir. Los intelectuales en la máquina de guerra de las SS


Los nazis eran unos hijos de puta. Con esta preciosa frase podríamos resumir este libro, denso, minucioso, detallado, preciso, duro, que nos cuenta cómo toda una generación de intelectuales, universitarios, personas cultas, preparadas, científicas, espirituales, leídas, cultivadas, entregaron todo lo que tenían al servicio de una idea de exterminio del diferente y de superioridad racial. No solo lo idearon, sino que también lo ejecutaron. No solo pusieron el andamiaje intelectual, crearon la teoría, es que también apretaron el gatillo y bajaron a las fosas para rematar con el tiro en la nuca. Este libro de quinientas páginas, más o menos, nos cuenta cómo unos niños que vivieron la Primera Guerra Mundial y el trauma que supuso, para la derecha, ojo, un trauma que alimentó un sentimiento y una manera de educar y de educarse y de trabajar en la revancha y en preparar la toma del poder de esos niños que pasaron a jovencitos de instituto y de ahí a la Universidad y entre palizas a comunistas y palizas a socialdemócratas y excursiones a zonas pobladas por alemanes y palizas a separatistas iban sacándose sus estudios y cuando llegan los nazis al poder, ellos ya están ahí y o son nazis ya de antes o no tienen ningún problema en ingresar porque se han criado en eso.

El espíritu Völkisch. Nacionalismo exacerbado. Superioridad. Tradición. Sentimiento de pureza. Nos rodean enemigos. Estamos en peligro. O ellos o nosotros. O ellos o nosotros. No hay solución que no sea imponernos por las armas. Necesitamos más. Necesitamos espacio. Hay pueblos que son animales. Inferiores. Los judíos nos dominan. Los judíos son crueles. No necesitamos a los judíos. Völkisch. 

El libro nos lleva primero a Checoslovaquia, luego a Polonia y por fin a la Unión Soviética, donde estos jóvenes brillantes podrán dar rienda suelta a su ideología. El exterminio de 22 millones de personas que tenían previamente contabilizadas. Sin piedad. Mujeres, niños, todo. Fusilamientos, tiros en la nuca, gasearlos en camiones. Primero a lo loco, luego sistematizado. 

Y no, en este texto no hablaremos de locura, no aparecerá la palabra locura. El libro nos cuenta precisamente eso. No estaban locos. Es que eran unos hijos de la gran puta. 

El libro acaba con la derrota y las justificaciones que utilizarán para escapar de las condenas que les habrían tenido que llegar en los juicios. Yo solo recibía órdenes. No arrepentimiento, no perdón, no nada. Muchos salieron de rositas. Otros fueron ejecutados. 

La bestia sigue ahí. A veces uno oye cosas. Hijos de puta. 

martes, 2 de abril de 2024

Américo Vespucio. Relato de un error histórico - Stefan Zweig


Es muy sencillo. Lo dice la contratapa y lo dice el propio Zweig en la parte final de este librito la mar de interesante. Es un resumen que vale para este caso pero vale para todo. Y uno cree que quizás se ha utilizado toda la historia por parte de Zweig para llegar a la parte final y decir esto. En ocasiones, en muchas ocasiones, es más importante aquel que cuenta un hecho que el que ha protagonizado el hecho en sí. El caso de Américo Vespucio. Cristóbal Colon 'descubre' un territorio nuevo, pero él no lo sabía y se murió sin reconocerlo. Él creyó que estaba en la India. Sin embargo, el primero en saber reconocer que lo que se acaba de 'descubrir' no era tierra conocida sino desconocida, fue Américo Vespucio. Y Vespucio no era nadie. Era un simple piloto de uno de los barcos que intentó reconocer esa tierra nueva y que, efectivamente, supo ver y supo escribir, sobre todo, que era un mundo nuevo. Más allá de la idoneidad del verbo 'descubrir', del papel de esos navegantes y descubridores y su legado, o de cómo pudo ser que un personaje en principio sin la envergadura de otros marineros, etc., pudo darle el nombre a un continente, de lo que se trata aquí es de reconocer que un hecho en sí, puede no tener importancia si uno no lo cuenta. Emisor, receptor, mensaje. Saber contar es más importante que hacer. Una vez más. 

miércoles, 20 de marzo de 2024

Los años - Annie Ernaux


Las historias que contamos las podemos contar de muchas maneras pero solemos contarlas centrándonos en hechos, momentos, partes de nuestra vida que, posiblemente no sean las importantes. Nos encontramos, nos reunimos y hablamos de nuestros trabajos, de las matrimoniadas, de nuestros proyectos vacacionales. Un día, otro, otro más. Discutimos, a veces sobre asuntos que tienen que ver con la política, con deportes, hablamos de algún concierto. Naces, escuchas a los demás, un día empiezas a hablar tú, no paras, es posible que empieces a no saber de lo que hablas, te callas, te mueres. Este libro de Annie Ernaux se llama Los Años y cuenta la historia de una vida en la que tienen más importancia esas cosas que vemos y que no memorizamos, esas cosas que nos pasan y que se quedan en nuestra cabeza unos segundos, que quizás si tenemos tiempo y ganas nos sirven para elaborar algún pensamiento más o menos complejo o sencillo o nos han provocado un bienestar transitorio o una preocupación o un impacto, mucho más que esas cosas grandes a las que dedicamos la vida. Trabajar, comprar, querer hacer lo que hacen los demás, ser parte de algo, no estar solos, que alguien se acuerde de que existimos, poder comprar más, sacarnos fotos unos a los otros. Un libro sobre una mujer francesa que desde la posguerra y los recuerdos de la Segunda Guerra Mundial va avanzando hasta alcanzar la entrada en la primera década de los 2000 y nos cuenta su vida sin que tengan demasiada importancia esas cosas que pasan en la vida que son el trabajo, el marido, los hijos, de tal manera que el trabajo no tiene nombre y el marido y los hijos tampoco y es ella la protagonista y lo que le pasa tanto a ella como a su gente en un sentido abstracto y que puede ser el retrato de una generación pero tampoco. Un libro que está escrito de una manera en la que los recuerdos de aquello que probamos, vemos, sentimos, escuchamos (la importancia de las canciones y de los cantantes, mucha más importancia que la que tienen otros referentes a los que deberíamos señalar, padres, madres, compañeros, hermanos, hijos), leemos, contemplamos, simplemente recordamos. Recordar, que no se olviden esas cosas, esas enumeraciones de pequeñas y no tan pequeñas cosas y ese desencanto o esa falta de encanto o esa gloria que es la vida de quienes quieren vivir y recordar lo que han vivido. Un libro escrito de una manera que contagia, que limpia de grandes elementos lo que es una vida donde un olor o una marca de un producto es más importante que un trastorno determinado o una enfermedad o una muerte. Un libro donde todo lo importante que le pasa a alguien que piensa que su ilusión por hacer algo se ha pasado queda remediado en el libro mismo. Un libro, también es importante, sobre una generación que contempla la política, se involucra, cae derrotada, se ilusiona, se conforma, asume y no sabe cómo entender un mundo donde hay otros y otras que están en el mundo junto a ellos, en su barrio, en su ciudad y a los que no vemos hasta que nos los señalan. Y quien nos lo señala es el monstruo. El nacimiento de ese monstruo, contemplar como lo tenemos al lado, es también la historia de la vida. 

jueves, 7 de marzo de 2024

La història dels vertebrats - Mar García Puig


Es complicado ponerse a hacer algo parecido a una crítica de un libro sobre el que no se puede hacer una crítica. Tampoco me gustaría caer en lo que podría ser un canto de alabanzas únicamente porque el libro lo ha hecho una compañera y porque el libro, finalmente, es mucho más que un libro. Escribir un libro como este, rellenar páginas contando lo que se cuenta en este libro, no está al alcance de cualquiera. Escribir un libro, contar una historia, que es tu propia historia, desnudándote como ya se anuncia en la portada, pero no desnudándote de esa manera superficial en la que nos mostramos ante los demás en lo que consideramos una muestra auténtica de nosotros mismos. No. Es otra cosa. Se me acaba de ocurrir que hay una canción que tiene una frase que tiene que ver con esto. Con esto y con tantas cosas. Es la canción Paracaídas de Los Enemigos. Una frase sencilla que dice Tengo problemas que nadie me planteó. Mar García Puig es madre de dos hijos justo el día 20 de diciembre de 2015, cuando el país votaba en unas elecciones generales que la convirtieron en Diputada al Congreso por En Comú Podem. Y todo eso que todo el mundo pensaría que sería una feliz coincidencia se convierte en una tortura. Y cuando digo todo, es todo. Porque lo que Mar García cuenta es que eso de ser madre y aparecer todos juntos en la foto como en esas fotos de las casas de muebles de felicidad contagiosa no es ni lo normal ni lo habitual ni nada que se parezca. Y lo de estar radiante y gloriosamente acompañada en la muy noble tarea de cambiar el mundo, pues como que tampoco. Lo que Mar García cuenta, y que hace verdaderamente especial este libro, es que no se trata de la típica historia de superación ante la adversidad, sino que la autora nos muestra con toda la crudeza lo que pasa cuando nos pasa y solo nosotros sabemos lo que nos pasa. Y si eres mujer, lo que ha pasado y pasa cuando pasa. Quién dice lo que les pasa, quién cuenta lo que les pasa, quién diagnostica lo que les pasa, quién decide qué hacer para corregir lo que les pasa. El libro de la compañera es su historia pero es también la historia de millones de mujeres que no respondieron a la versión canónica que nos hemos impuesto de maternidad. Un libro que combina lo más personal, lo más íntimo, con la erudición y la sabiduría de alguien con los conocimientos y la curiosidad de saber y de quererlo contar y contarlo bien. Que se entienda. Y se entiende perfectamente. Tan perfectamente que no conozco a nadie que no haya leído el libro que no haya quedado impactado por lo que se cuenta, por cómo se cuenta y por la crudeza en la descripción de lo que se siente cuando pasa. Porque pasa. Y se hace muy difícil no utilizar un vocabulario determinado para describir qué es eso que pasa, porque soy un señor de casi cincuenta años y no soy padre, pero ese miedo, ese terror, está ahí. Ya hace días que leí el libro y le tenía mucho respeto a escribir nada sobre él porque todo lo que se diga no será preciso. La cosa más clásica que me sale desde el principio es decir que hay que ser muy valiente para escribir así, para escribir y describir algo así en primera persona. Hay que ser muy valiente, como lo es Mar. Pero estoy convencido de que no es valiente el término necesario aquí. Por favor, lean este libro, al menos sean valientes ustedes. 

miércoles, 14 de febrero de 2024

Ángel Pestaña. El caballero de la triste figura - César Alcalá


Pues nada. Que uno lleva mucho tiempo detrás de leer algo, alguna biografía sobre todo de Ángel Pestaña. Uno va por la Central a buscar libros, siempre se acuerda de Ángel Pestaña y solo ve el libro este de cuando fue a Rusia. Y de repente, estas navidades, me encuentro con este libro. Sin encomendarme a Dios ni al diablo, ni leer la solapa, ni leer la bio del autor, ni leer nada, preso de la emoción, me lo llevo. Ya en casa, al día siguiente, ansioso por empezar a leerlo, me leo algo sobre el autor que aparece en la solapa y, horror, veo que el autor está especializado en libros sobre la Guerra Civil... pero del otro lado. A Google. Horror. El horror. Me he comprado un libro facha. Comienzo a leer el libro y sí, nos cuenta mucho sobre la honradez, la austeridad, el compromiso, la fidelidad, lo incomprendido... pero que se entrevistó o se pudo entrevistar con José Antonio Primo de Rivera y que fíjate tú si eso hubiera cuajado qué bien todo. Esto aparece ya como premisa inicial para presentar el libro y el porqué se ha dedicado al personaje. El estómago revuelto. Pero no me voy a rendir. Porque el libro es una fascistada, claro, pero para hablar de la vida de Pestaña, de la vida propiamente dicha de Pestaña, ha recurrido a la propia autobiografía de Pestaña y al libro escrito por Ángel María de Lera sobre Pestaña y éste era un compañero de Pestaña en el Partido Sindicalista. Todo el resto, todo el contexto histórico, toda la explicación de fenómenos como el pistolerismo, los testimonios que recoge sobre el tema, el delirante relato del comienzo de la guerra civil, la revolución de octubre del 34, está claramente situado en testimonios de la derecha de la época o si no, el autor lo lleva todo al terreno que le conviene. El caos de la izquierda, lo inevitable de la guerra, el plan anarquista para la revolución social que ya tenían preparado en el 36, todo y más en una narración torpe y asquerosa por donde revolotea la vida de Pestaña de una manera inexplicable. Porque no tiene nada que ver todo lo que cuenta de Pestaña con su perorata derechista pero el mero hecho de querer presentarle como alguien que, ay, podría haber sido algo que jamás fue, le sirve para ver si cuela. Y no cuela. Nos enteramos de la vida paupérrima de Pestaña contada por él mismo, de una infancia terrorífica, de su vagabundear, de cómo endereza el rumbo en el norte de África, de su llegada a Barcelona ya metido en el anarcosindicalismo, de su ascenso en la CNT, de sus posicionamientos, de su evolución que no es evolución sino reafirmar una idea que tiene que ver con lo expuesto con Seguí pero que en el caso de Pestaña le lleva a acabar planteando algo parecido al laborismo, es decir, un partido de los trabajadores que se nutre a partir de los sindicatos, rompiendo con el anarquismo de revolución constante e inmediata... Yo quiero entender al autor. Le interesa la tesis, no expuesta, pero aprovechada en otros países fascistas o populistas que absorbieron base obrera (como el peronismo, por ejemplo) que les daba una legitimidad que los señoritos que conformaban la élite del fascismo no tenían. Y por ahí la quiere colar, pero no cuela. A testimonios de derechistas, le siguen fragmentos de la vida de Pestaña, insisto, corta y pega de su libro y de la biografía de Lera. Y como no puede contar otra cosa en el final, tiene que hacer cortas y pegas de las prensa de  la época, la republicana, claro, que narra el entierro y los panegíricos que se hicieron sobre Pestaña y uno ya solo puede sentir entre pena y alivio porque se ha acabado un tiempo ignominioso en el que he tenido entre las manos un engendro que, al llegar al final, se despide diciendo que ha sido impreso el día de San Fernando rey de Castilla y de León. Váyase usted a la mierda. 


Por cierto, que hoy es el cumpleaños de Ángel Pestaña. Qué casualidad. 

viernes, 19 de enero de 2024

Francisco Veiga - Ucrania 22. La guerra programada


Las guerras no son como nos las cuentan. Cada vez menos. O bien, siempre han sido así y nos hemos querido creer otra cosa. Desde hace dos años se vive una guerra en Europa, una más, la guerra de Ucrania. La invasión rusa de Ucrania fue el paso final o a lo mejor es solo un paso intermedio o algo que todavía está por definir, de una escalada de acción y reacción que comienza con el final de la Unión Soviética, la injerencia norteamericana y el progresivo rearme moral y político de Rusia que desemboca en una invasión que finalmente no parece la invasión que se nos cuenta sino algo que nos cuesta definir. Nada es lo que parece y todo es mucho más claro de lo que pudiera ser. Un nuevo libro del grandísimo Francisco Veiga que, en esta ocasión, vuelve a los asuntos contemporáneos y relacionados con el mundo del Este europeo o balcánico y lo hace para dar una visión personal y explícitamente personal de lo que él cree que está pasando realmente. Si es que el 'realmente' tiene algún sentido en un juego político en el que los actores son diversos, y los muertos son siempre los mismos. Lo único que queda claro es que unos y otros y en esos otros hay tantos actores que asusta, decidieron hace tiempo que los ucranianos eran la carne de cañón en un conflicto latente e interesado que va dejando destrucción y heridas que va a ser difícil de cerrar. Pero aunque suene repetitivo, es que a lo mejor da igual que se cierren o no, porque estamos ante una guerra en la que nada es tal cual. Rusia invade Ucrania y su invasión queda frenada para convertirse en una guerra de posiciones. Rusia no ha conseguido lo que buscaba y la resistencia ucraniana ha conseguido parar a la bestia. O no. O a lo mejor Rusia no buscaba nada de eso y su maniobra militar pretende otra cosa y la mirada es mucho más amplia y los Estados Unidos son los que se encuentran ahora con la obligación de hacer alguna cosa más si no quiere ver cómo Rusia consigue algo que no sabemos lo que es pero que no parece ser 'devolver' a Ucrania a la madre patria. O vete a saber. Bueno, si lo queremos saber tenemos que leer el libro y en el libro, si se quiere, se entiende. Un libro que da respuestas a todos los que contemplábamos esta guerra con extrañeza, sin saber qué pasa realmente, quién va ganando, quién está perdiendo, cuál es el relato, quién avanza y quién retrocede. Mucha información, sin información. Pues ya está aquí el Veiga para contarnos el qué. Y por primera vez, creo que ya lo he dicho, se permite mojarse realmente en sus opiniones más allá de los datos, sino que incluye un capítulo de impresiones personales sobre momentos concretos que nos ayudan a entender que todo es un juego y que nunca nos pase. Al que lo quiera, se lo dejo. 

jueves, 18 de enero de 2024

Jorge Amado - Cacao


En los folletos promocionales, en las tiendas con artículos para llevar, el mejor chocolate, la costa del Cacao, visite una hacienda, la casa del Coronel, aquí dormían. Explicado así nos parece que los arbolitos estaban allí, llegaban unas personas y cogían el cacao y otras personas, muchas menos claro, estaban en unas casas grandes y preciosas mirando cómo trabajaban y les entregaban el cacao y luego ellos ya lo vendían y así cíclicamente hasta que pasa alguna otra cosa y ya el cacao no y no pasa nada. Jorge Amado fue un escritor brasileño, de militancia comunista durante un tiempo, que describió desde Salvador de Bahía la situación que se vivía en su país en diversos ámbitos. Uno de ellos, el mundo de los trabajadores y trabajadoras del mundo del cacao, como en este libro Cacao. El libro sorprende desde un principio porque está escrito de una manera rara y es que el escritor se esfuerza en escribir como si él mismo fuera el trabajador protagonista de la obra, una persona que viene de una familia que ha tenido dinero, su padre tenía una fábrica, pero entre malas suertes, malas artes y demás desgracias dentro de un sistema de semi explotación donde no cabe otra cosa que o machetear el patrón o largarte del pueblo, se ve abocado a trabajar en una plantación de cacao donde se encuentra con que la esclavitud en Brasil se había acabado hacía ya algunas décadas pero las condiciones de trabajo y de vida eran lamentables. Un coronel sin ningún tipo de escrúpulos explota a todo el mundo y todo el mundo lo sabe pero no sabe qué hacer. Y las mujeres trabajan y son explotadas doblemente porque no están solo para trabajar sino para que el señorito de turno las viole y aquí no ha pasado nada y si pasa es que tu vida se ha ido a la mierda. Y todo es estar siempre en el filo de la navaja, al límite y sin saber qué respuesta dar. Y la única respuesta es la instrucción y la formación, pero allí no hay espacio y solo las situaciones límite te llevan a largarte, a la ciudad, a otra ciudad y finalmente adquirir algo que saben lo que es pero no lo saben expresar y es la conciencia de clase. Cómo se adquiere conciencia de clase incluso no sabiendo que lo que estás haciendo habitualmente es tenerla. En muchas ocasiones, el mensaje es casi aplicable al día de hoy, cuando tanta y tanta gente sabe que algo está pasando y que habrá que darle una respuesta y esa respuesta tiene nombre. Y luego paseas bajo el cacao, compras bolsitas de nibs, pruebas el postre y te preguntas todo eso. 

sábado, 30 de diciembre de 2023

Los libros del 2023


Una muy buena cifra. Si nos ponemos a pensar que este año ha sido especialmente intenso y que no ha habido muchos momentos de paz o bien si pensamos que ante tanto disparate el mejor refugio de siempre ha sido la lectura, lo que viene a ser la evasión de toda la vida, podemos decir que es una muy buena cifra haber alcanzado los 13 que en realidad pueden ser 15 si somos ratoneros y decimos que el libro de Cuentos de Bolaño en realidad recogía tres libros de cuentos, pero no lo voy a hacer, aunque al decirlo ya lo estoy haciendo. Son 13. Como siempre, demasiada inclinación hacia los temas de divulgación política, víctima de las presentaciones de libros, pocas novelas y noto también que hay poca novelística contemporánea, un mal que no sé corregir. Cada visita a una tienda de libros es para acabar comprando más o menos lo mismo de más o menos los mismos autores. Aportar que la recuperación de los viajes en metro a partir de septiembre ha supuesto recuperar la costumbre de leer en los viajes y eso se nota en el tramo final de la lista. Solo recordar que esto de poner los libros leídos, además de una boutade, forma parte de un reto que hace años instauraron en La Página Definitiva, consistente en leer 50 libros en un año. Jamás lo conseguí, pero oiga, 13 (que pueden ser 15) está muy bien.

  1. Antonio Manuel - Flamenco. Arqueología de lo jondo Imbuído en el espíritu andalucista y atrapado por sus conferencias, finalmente compré el libro de Antonio Manuel y me leí el libro de Antonio Manuel y disfruté del libro de Antonio Manuel, aunque no me pude abstraer en muchos momentos de esa sensación de que me estaban contando una historia muy bonita que ya me venía bien, pero que se basaba en intuiciones, en deseos, en la voluntad, en la reivindicación y en lo que el sentido común nos dicta, pero que finalmente no estaba fundamentado en algo académico. Y qué más dará. Uno ya no puede ver el flamenco de otra manera y cada vez que escucha un ole, sabe que se está conectando involuntariamente con lo sagrado. El flamenco, fellah menkub. 
  2. Anton Chéjov - El beso y otros cuentos Uno es más viejo que los viejos y se acuerda de algunas cosas y de otras cosas no se acuerda. Y leyendo este libro de cuentos de Chéjov uno se acuerda de haber leído antes alguno de esos cuentos o quizás los hubiera leído todos o en otra colección, quién sabe. Cuentos rusos protagonizados por rusos y rusas con sus vicisitudes que son muy rusas pero uno no sabe porqué conectan con un algo universal que los convierte en indispensables. Y necesarios. Cada cierto tiempo, cada año, un ruso o dos. 
  3. Vladimir Nabokov - Pnin Nabokov fue ruso y dejó de serlo. No sé ahora mismo, cuando han pasado supongo que casi diez meses desde que me leí este libro si con este libro podemos hablar de un autor ruso o si aquí ya era norteamericano del todo. Creo que era norteamericano del todo aunque el libro es ruso o quiero yo que lo sea. La historia de un particular profesor ruso en los Estados Unidos, sus problemas sentimentales y sus problemas en general. Un libro que es una delicia porque te conecta con muchas cosas que son de uno y que aunque no lo fueran te hacen sentir una simpatía especial hacia el tal Pnin. 
  4. James Joyce - Dublineses Jamás leí nada de James Joyce. Ahora, con la muerte de Shane MacGowan todos nos hemos vuelto otra vez irlandeses. La fascinación por lo irlandés a todos nos ha arrastrado alguna vez en la vida. Leer a James Joyce no sé si entra dentro de esto, pero este libro Dublineses, es todo aquello que uno quiso saber sobre los irlandeses y no se atrevió a preguntar. Irlandeses en un momento muy concreto de su historia, antes de. Justo antes. Un libro que contiene ese famoso cuento que John Huston adaptó al cine y que yo todavía no he visto y no sé si una vez leído el cuento famoso voy a querer verlo. Un libro triste, un libro sobre la dignidad, cuentos sobre personas que sobreviven, que se acuerdan, que son irlandeses antes de que ser irlandés se redujera a otros estereotipos o quizás este libro contribuyera también a un estereotipo mayor. Yo que sé. Decir se pueden decir tantas cosas. 
  5. Erika Flatland - Sovietistán. Un viaje por las repúblicas de Asia Central. Este libro me lo dejó el Mendo y me lo leí a la correprisa porque se lo quería dejar al Albert Gerard para que leyera cosas sobre Kirguistan. El libro es el recorrido de una periodista por esos países del Asia Central que fueron repúblicas soviéticas y hoy ya no lo son y son países independientes pero pueden ser cualquier cosa. Países con historias milenarias y hoy sometidos a gobiernos que nos parecen en muchas ocasiones objeto de burla, mofa, pero que sirven para lo que sirven y que han encontrado en el pasado distorsionado una manera de sobrevivir en un futuro que parece que nunca va a llegar y si llega ten mucho miedo. Que dan ganas de ir a Uzbekistán, pues dan ganas. Pero no sé. 
  6. Pierre Lemaitre - El Ancho Mundo Al fin una novela y qué novela. Historión por parte del francés Lemaitre donde se mezclan las ubicaciones indochinas (vietnamitas), libanesas y francesas. Un libro en el que se mezclan varias historias familiares y que desembocan en historias a veces inconexas aunque te atrapan igual. Con muchos ecos, para mí, en las historias que pasan en Francia del maestro Simenon, el libro te mantiene enganchado durante toda la lectura y uno echa de menos leer algo más de eso, algo más de novela que te cuente una historia que te enganche, un libro largo. un libro para disfrutar, un pedazo de libro. 
  7. Salvador Seguí Rubinat, El Noi del Sucre - Antología En el centenario de su asesinato, qué mejor momento para leer sobre una figura fundamental en la historia del anarcosindicalismo y, ahora voy a provocar, en la izquierda. Este libro recoge los escritos del líder (aunque no podamos hablar de líderes) del anarcosindicalismo que, leído, analizado y digerido, realmente no se aleja demasiado de un pensamiento revolucionario por lo pragmático y revolucionario por todo lo que propone por ser precisamente garante de una revolución que no es solo retórica o simbólica sino que va mucho más allá. Tan allá que como siempre, tiene que lidiar con enemigos exteriores pero también con quienes lo quieren todo y lo quieren ya. Un libro que leído ayuda mucho y que desenmascara también a quienes hacen de la revolución una cuestión banal. 
  8. Jaume Bosch - La nostra policia En tiempos en los que el tema de la seguridad se ha convertido en un asunto sobre el que la izquierda debe tener un discurso y ese discurso se necesita ya, resulta que Jaume Bosch ya tenía ese discurso hace muchos años y no lo hemos sabido o querido ver. Quizás la influencia del discurso ACAB nos ha hecho más mal que bien y no sabemos si ir hacia detrás o hacia delante. El libro de Jauma Bosch nos habla de la historia de los Mossos y cómo construir un cuerpo y fuerza de seguridad, de lo que se proyectó a lo que es y de las distintas luchas por que la policía sea de una manera o de otra. Las policías pueden ser de muchas maneras y la izquierda tiene su modelo. Un libro necesario. 
  9. Xavier Domènech - Lucha de clases, franquismo y democracia. Obreros y empresarios (1939 - 1979) Un libro denso. No es un libro como para ojearlo u hojearlo o como se diga. No es un libro para pasar el rato. Es un libro que nos habla de como la lucha de clases fue el vector principal de un movimiento antifranquista que existió y existió gracias a la organización de la clase trabajadora reivindicando y consiguiendo derechos. Esos derechos que el franquismo como garante de los intereses primeros de los empresarios y el capital, pensaba defender a sangre y fuego, fueron finalmente los que terminaron por demostrar su obsolescencia. Y ahí, oliendo el peligro, los empresarios juegan una vez más sus cartas para defender sus intereses de la mejor manera y la más cómoda. Hasta que les interese otra cosa. La parte de los trabajadores muy bien, pero la que realmente es iluminadora es la de los empresarios. 
  10. Kim Gordon - La chica del grupo Kim Gordon es la bajista y cantante y una de las compositoras de la magnífica, mítica y referencial banda Sonic Youth. Después de un desengaño amoroso y vital de tres pares de narices, se lanza a escribir un libro sobre su vida en el que el dolor traspúa a cada momento pero en el que descubrimos que, detrás de la voz femenina de Sonic Youth hay toda una artista multifacética e inspiradora, al menos para mí. Un libro sobre el papel de una banda, el papel de cada uno en una banda, las relaciones dentro de una banda, las relaciones con la música, con la familia (importantísimo en el caso de Kim Gordon), con el espectáculo, con el negocio y con hacer del arte una forma de vida. 
  11. Genaro Villagrasa - Una casita junto al río Asistí a la presentación de este libro sobre la vida en las Casas Baratas de Buen Pastor y me encantó de tal manera la manera de explicar de su autor, Genaro Villagrasa, que me tuve que comprar el libro. Una novela histórica que funciona como un documental de la vida en esas Casas Baratas que nos habla de fenómenos como la precariedad laboral, la ocupación de la vivienda, la autoorganización, el clasismo, la política, y el tirar para delante como principal ideología. Un libro con un puntito siempre de humor que quita hierro a lo que supuso un drama generacional de órdago, la derrota de la República y la derrota en la Guerra Civil, a partir de la vida de una familia que llega desde cualquier parte y se irá a cualquier sitio, porque somos eso. 
  12. Roberto Bolaño - Cuentos Este libro contiene tres libros de cuentos de Roberto Bolaño. De esos tres libros yo recuerdo haber leído al menos dos, quizás los tres. Hacía mucho tiempo o quizás no lo había hecho nunca, releer un libro. Pero me apetecía leer o releer a Bolaño y sentir aquello que se siente cuando lees a alguien que te mete tanto en su mundo que, de repente, todo parece estar en un libro de Bolaño. Y mola, asfixia, enriquece, aplasta, apasiona y preocupa. Al recuperar los viajes en metro, largos viajes en metro, únicamente leía uno o dos cuentos por viaje, no más. Cada cuento había que digerirlo y masticarlo. Porque no puedes pasar páginas y pasar páginas y ya está. Son cuentos escritos que parecen sacados de la propia vida y hay que tomárselos con el debido respeto. Un universo terrible que una vez que se prueba, no tiene fin. 
  13. Fermín Chueco - El tiempo pasado que se fue Por último, el libro del Fermín. Un libro que merecerá una crítica con más tiempo. El libro del Fermín nos habla de la historia de su familia en Lopera, un pueblo de Jaén que bien pudiera ser el pueblo de mis padres aunque no lo es. Y aunque no lo es, como me pasa con el propio Fermín, cuando leo esas vidas pareciera que estás leyendo las vidas de gente que conoces. Aunque mi historia familiar de emigración no es esa, sí que puede ser la de otros miembros de mi familia que no son los directos, mis padres, pero sí pudiera ser la de mi chacho José, por ejemplo. Una primera parte del libro va de eso y una segunda parte del libro va de la vida de Fermín, en Lopera y también aquí en Santa Coloma. Interesante saber qué cuenta Fermín de su vida y qué le cuenta Fermín a sus loperanos. 


lunes, 4 de diciembre de 2023

Roberto Bolaño - Cuentos


Este libro está en casa desde hace tiempo. Lo tenía porque alguien me lo dio, regaló, lo sacó de algún sitio y yo no pensaba leerlo porque son libros de cuentos que ya tengo por separado y había leído. Llamadas telefónicas, Putas asesinas, El gaucho insufrible, recogidos en un solo volumen. En mi cabeza, en la teoría, esos libros ya estaban leídos. En la práctica no. Porque así como ha habido cuentos que estaban en mi memoria, otros parecía que venían a mí por primera vez. Y que te venga por primera vez algo de Bolaño, es repetir otra vez la experiencia que significa leer algo de alguien que no solo está escribiendo, sino que está viviendo la escritura y te la hace vivir a ti y te vuela la cabeza. Así que para volver a leer o releer o lo que sea es te libro me he tomado mi tiempo. Un tiempo dedicado a leer uno o dos cuentos al día, no más. Porque no es cuestión de leer a bulto, de leer al peso, sino de disfrutar y digerir lo leído, de no pasarlo por alto. Y de apreciar que, lo que se está leyendo, no es únicamente un ejercicio de composición, efectos, intrigas, tramas, etc., es algo más. Es una memoria de vida, inventada o real, real e inventada, todo a la vez y en todas partes. Desde los cuentos más opresivos a los más abiertos, de las historias más deliberadamente convencionales a las más barrocas, todo parece que está vivo, que pasa, que está pasando una y otra vez. Lo peor de todo es que piensas que todo eso te puede pasar a ti. Que todo eso que estás leyendo podría ser también tu vida. Y porqué tú no estás escribiendo todo eso que también te pasa. Que también te imaginas que te puede pasar, que le puede pasar a la gente que conoces. Naturalmente hay una vida de Bolaño que tú no vas a vivir, la vida del chileno exiliado, la vida del escritor latinoamericano y el peso de una fama buscada y encontrada con la que emular a los grandes que pesan tanto. La vida del adolescente mexicano, la vida del escritor que solo vive por la escritura, la vida del hijo, de la pareja, de lo que sea, la vida. En estos cuentos está Bolaño, está A. Está Belano. Están todos los personajes reales e irreales, las situaciones espantosas, negras tristísimas, las relaciones sentimentales más absurdas, las más apasionadas, todas. Está el peso de la literatura latinoamericana, el peso de los grandes, de los pequeños, de los escondidos, de los tótems, de lo que se aspira a ser y no se será nunca, pero se es. Están las ganas de escribir siempre como si fueras Bolaño. Está plantarte ante la necesidad de escribir un texto y encontrarte que ya no eres capaz de, ni siquiera, intentar escribir como Bolaño, de hacerlo a tu manera, que se han agotado los temas, que ya no eres ni serás nunca lo que hace veinte años, cuando leíste esos mismos cuentos y los libros grandes de Bolaño, pretendiste emular, pretendiste ser. Falsas imitaciones de un escritor cuya vida tú no alcanzarás a vivir, ni te atreverás a imitar. Estos tres libros de cuentos, un solo volumen de cuentos, no son lo mejor de Bolaño porque todo el mundo ya ha canonizado qué es lo mejor de Bolaño. Y sin embargo, en estos cuentos está también lo mejor de Bolaño. No creo que haya que decir mucho más.