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miércoles, 12 de junio de 2024

Ey Benju!


Benju! Que he visto que el Facebook me ha recordado que hoy era tu cumpleaños y nada, que he pensado que molaría mucho que estuvieras por aquí para comentar la jugada. Los géminis tenemos que apoyarnos entre nosotros porque nadie más puede entender cómo se vive siendo géminis. Y si además de lo géminis, también lo otro... qué quieres que te cuente, Benju, que no estés viendo tú mismo desde donde estés. Camarada, se ha puesto la cosa de una manera que cuesta verle el hilo al asunto. El hilo me refiero del que tirar para intentar reengancharnos a la movida. Porque la cosa está que parece que pasan las cosas y nosotros miramos desde abajo o desde un rincón, y ya no utilizaré más la imagen del rincón, y todo aquello que habíamos pensado que era el camino parece que se tambalee. Sí, ya sé que todo lo que habíamos penado no era exactamente esto, pero podía parecerse bastante. Anda que no lo sufrimos. Mucho. Y hubiera sufrido muchísimo más si hubieras visto algunas cosas. Pero lo de ahora ya no es tanto de sufrir, como de estar preocupados. Seguro que nos hubiéramos tomado unas fantas y hubiéramos discutido largo rato y no hubiéramos llegado a ninguna conclusión ni hubiéramos trazado ningún plan, porque planificar requiere algo que yo no tengo, y estaríamos intentando hablar con gente a ver qué es lo que puede pasar. Qué pasa. ¿Cómo puede ser que pase y que nos pase todo esto? Como siempre, la culpa no está en ningún sitio más que en nosotros mismos y ese nosotros es amplísimo, tan amplio, que abarca a gente que no cree ni quiere ser nosotros. Pero es. Hubieras flipado tantísimo con movidas como la del Alvise, como la de esa gente, que es nuestra gente al final, currelas, chavales que deberían recibir una propuesta o algo, una idea, una sensación, incluso simplemente un cariño por nuestra parte, y que están tan lejos de nosotros que llega el primero que les dice que a la mierda todo con el discurso más burdo y grosero y que estás viendo desde el Tibidabo que es una trola todo y aun así, ñaca. Benju, nen, es que son muchas cosas las que te estás perdiendo y no sabes lo que se hecha de menos tener a gente con la que hablar y con la que sintonizar. Ay, Benju, no sabes la de veces que nos acordamos de ti. Y ya me imagino las risas que nos estaríamos echando con toda esta mierda. Porque colega... En fin, feliz cumple, Benju. Hoy nos tomaremos una a tu salud. 

martes, 14 de mayo de 2024

Los dogmas, el PSC


El quesito dicen que no es queso, que es otra cosa. Y como esto, casi todo. Los debates surgidos durante y después de la campaña electoral, conocidos los resultados y sin conocerlos, se repiten y se repiten sin que haya una respuesta consensuada. El PSC es de izquierdas. Así lo percibe la gente que les vota. Y si ellos se presentan así y la gente los considera así porque les vota por eso, será así. Un ex referente de la CUP ha hecho un tweet en el que señala que posiblemente haya llegado el momento en el que esta formación considere formar parte de un govern de izquierdas junto con PSC, ERC y Comuns. Inmediatamente se le han saltado a la yugular para decirle que el PSC es de izquierdas. No es un tema nuevo, como digo, en conversaciones y informalidades varias, cuando se habla del PSC automáticamente se le considera 'no kosher'. Herederos de aquel PSOE y PP, la misma mierda es, todavía hay una izquierda que pone la línea del fuera de juego donde le da la gana y se mantiene dogmáticamente en la esquina, defendiendo una honorabilidad y una rectitud que poco a poco deja de interesar a la gente hasta que un día, de golpe, sepas que eres de izquierdas pero no se lo puedas decir a nadie. Ser de izquierdas en 2024 es algo que parece que merece una reflexión. No hay mucha gente de izquierdas si nos atenemos al concepto de izquierda clásica. Si ese concepto de izquierda clásica lo supiera yo sintetizar de alguna manera, lo haría. Pero no me siento capaz. Supongo que con apuntarlo y dejar que el lector agudice su ingenio y su memoria, tendrá claro que esa izquierda clásica, murió hace años. Aunque hoy mismo nos encarguemos de intentar resucitarlo, en la calle, eso no está. Y nadie lo espera. Hay otra izquierda, clásica también, que es la que se adapta a los tiempos, momentos y situaciones. Que ya hace lustros que no le hace ascos a pactos con el capital, a ser el capital y a representar los intereses no solo de una clase, sino de muchas más cosas. Esa izquierda no nos gusta porque no entendemos la ductilidad. Y entndemos que, al final, no sirve a los intereses de la mayoría, sino a los de unos pocos pero... al final es quien más apoyo recibe de la mayoría. No sé si me explico. El PSC ha logrado en Santa Coloma más votos que todo. Todo. Es el lugar donde más votos ha recibido. Como sabemos, Núria Parlon ha anunciado que dejará la alcaldía de Santa Coloma para ocupar una conselleria, probablemente la de Interior. Pues bien, hoy mismo un tuitero cercano a la esquerra indepe hace un tweet diciendo que estamos deseando que se vaya Núria Parlon porque solo se ha preocupado de la policía y no de la pobreza. Es como si la realidad nos molestara y verbalizando muy fuerte algo, esa realidad fuera la que queremos. Si lo piensas, pasa. Pero no pasa. Y así, mientras nosotros nos cagamos en Núria Parlon y en el PSC, el PSC se queda con nuestro quesito, con nuestro queso y con todo el mundo que, más o menos, se siente de izquierdas mientras tú eres un elemento cuando menos raro que pareces tratar de gilipollas a todos tus vecinos. No sé si me explico bien. Que es otro problema, que no nos explicamos bien.  

lunes, 13 de mayo de 2024

La insoportable levedad del ser. Un análisis del #12m


Hemos perdido dos diputados. Teníamos 8 y ahora tenemos 6. Es el peor resultado de nuestro espacio político en 20 años. Al menos, eso he leído. Recuerdo cuando conocimos los resultados de las elecciones pasadas. Quedar muy por detrás de ERC era un cambio de época, pero quedar por detrás de VOX, que entonces era algo exótico, fue todo un drama. En estas elecciones, ni siquiera con el previsible batacazo de ERC hemos conseguido unos resultados aceptables, todo y estar por encima de la media de nuestro espacio. No hemos recogido voto de ERC ni de una CUP en franco retroceso. El PP se ha colado también ahí y es ya la segunda fuerza en Santa Coloma en unas elecciones autonómicas. Hasta aquí los números más o menos fríos y el análisis en caliente vendrá ahora. Caliente porque han pasado unas pocas horas y aunque ya ha dado tiempo para ver dimitir a Pere Aragonés, todavía estamos digiriendo que, efectivamente, estamos al borde de algo que no queremos ver. La posibilidad de un Govern tripartit, con PSC y ERC, nos hace estar cavilando acerca de la importancia de esos seis diputados conseguidos y nos distrae de otro tipo de análisis. Seis diputados para una organización política que partía como decisiva y como la 'catalizadora' de unas elecciones que venían a definir el modelo de la Catalunya que ha de venir, después de años de hablar de cosas que no puede ser un resultado como para obviarlo y para estar con la cabeza puesta en cálculos y exigencias que pueden provocar más sonrojo que interés entre quienes nos vean desde fuera. Nuestros seis diputados son decisivos, sí, pero qué pasa con nuestro espacio político. ¿Qué pasa con la izquierda a la izquierda del PSC? (O en paralelo con el PSC) Hace un año, menos de un año, porque hace un año pasó otra cosa que también nos dará para análisis, tuvimos un muy buen resultado, aupando a nuestro espacio a la segunda posición de unas elecciones generales en las que recogimos lo que a todas luces es voto prestado ante la alarma suscitada por la llegada de las hordas de la extrema derecha. Pasada esa ola de terror, somos lo que tenemos. Y nuestra capacidad para ser una respuesta a las necesidades de la gente, es esta. Hace un año, los resultados de las municipales ya nos dijeron algo parecido, aquí en Santa Coloma de manera sangrante, pero a nuestro alrededor de manera más o menos similar. Nos cuesta conectar con la gente. Tenemos un electorado fiel, de piedra picada, pero no tenemos capacidad de atraer. Y el peligro de acabar teniendo un mensaje cada vez más encerrado en nosotros mismos ante la incapacidad de conectar (o hacer una lectura menos dogmática de lo que somos y de cómo es la sociedad catalana, española y europea en 2024), nos convierte en gente que está en un rincón, que pide jugar con el balón, pero que quiere que se juegue con unas reglas que los demás ya no quieren cambiar de ninguna manera. No conectamos con los barrios populares, de una clase trabajadora a la que no le enviamos mensajes de cariño sino aleccionadores. Y a la gente que debería ser nuestro público preferido a tenor por los contenidos, personas, etc., que componen nuestro espacio, ya se les presentan opciones mucho más atractivas que la nuestra, menos exigentes como el PSC o más aspiracionalmente deseables como ERC. Nos cuesta. Afortunadamente, tenemos algo que nos hace únicos y es precisamente una militancia que se revuelve ante la adversidad y que desde hoy mismo está ya expresando una opinión y una voluntad de hacer cosas, de estar en la calle, de conectar con lo que parece que hemos perdido. Así, entre ser una sociedad de amigos o ser un partido político con aspiración de modificar para bien la vida de la gente, hacerla mejor, debe haber un camino que estamos dispuestos a transitar. Y seguro que para algunos y algunas, esta situación de empequeñecimiento no es suficiente y lo que representamos, nuestra memoria, nuestro presente y nuestro futuro, es un pastel demasiado apetecible como para no seguir apretando hasta nuestra deseada desaparición, pero nosotros no estamos aquí solo para resistir, sino para enriquecer la vida política y la vida en general con lo que somos y sabemos. Solo espero que nos quede tiempo, fuerza, generosidad y militancia como para poder poner todo eso en la calle y que seamos útiles a la gente. 

jueves, 14 de marzo de 2024

¿Un país de tragaperras?


Un momento, colominos. ¿Os imagináis un espacio más grande que Santa Coloma, como Santa Coloma y Sant Adrià juntos, que fuera todo él como el bingo Capitol o como lo que vemos delante de la Plaça del Manelic? ¿Todo así? ¿Os molaría tener eso ahí? No lo vamos a tener ahí, sino que lo tendríamos en Tarragona. Un macrocasino, un Las Vegas, pero no un Las Vegas como se ve en las pelis donde van tres pájaros y pillan una moña de esas en las que dejas de grabar y luego te pasas toda la peli recordando a ver qué has hecho y qué risas nen. No, un Las Vegas con 1200 tragaperras y todo lo que conlleva de salud y bienestar un complejo como este. Salud, bienestar, buen rollo. ¿No? No parece que sea el modelo de sociedad que alguien de izquierdas consideraría como aceptable. Juego, etc. Bien, ¿no? Pues resulta que para aprobar los Pressupostos de la Generalitat, el PSC, Partit dels Socialistes de Catalunya, le ha impuesto a ERC, Esquerra Republicana de Catalunya, que es el partido que gobierna la Generalitat de Catalunya, pero con 33 diputados de 135, aprobar el PDU por el que se podría comenzar a construir esto en Tarragona. Una condición que dirás tú que qué tendrá que ver con los presupuestos, pero es eso, qué tendrá que ver. Pues el PSC le ha impuesto esto para dar su apoyo. Y ERC ha aceptado. Y pretendían que nosotros, los Comuns, aceptáramos también porque los presupuestos son muy importantes. Y así, nos aparecen vídeos de regidoras de ERC en Santa Coloma diciéndonos las múltiples cosas que se consiguen con estos presupuestos como, por ejemplo, la 2a residencia para la gente mayor, si Comuns aceptamos el macrocasino de marras que, total, quién sabe si se hará o no se hará o yo que sé. Tú di que sí y ya si eso vamos tirando. No es serio. Y no es justo para los colomenses y las colomenses que se les diga que no tendrán la Segunda Residencia para la gente mayor, pública, si no aceptamos que coloquen 1200 máquinas tragaperras en Santa Coloma. Bingo y línea. Es un chantaje tan burdo que uno no sabría dónde meterse, pero aún así, la autoconfianza es tan grande que, con todos los datos en la mano y tal, piensa uno que ha de estarse muy desesperado para llegar a ese extremo con tal de condicionar el voto de un grupo que se sabe que no está por la labor. Si no hay macrocasino, que es que nos lo ha impuesto el PSC que es muy malo pero es que no podemos hacer otra cosa, si no hay macrocasino, no hay Residencia. Con todo el morro del mundo. Y finalmente, como decidimos no ceder al chantaje (la residencia hay que hacerla porque eres Gobierno de la Generalitat y si no la haces es porque no es tu modelo hacer residencias públicas y sabes que esto era una maniobra para presentarnos como unos irresponsables pero, ay, aquí quien queda como que gobierna no para la gente, sino para los negocios de otros, eres tú), el president Aragonés convocó elecciones. Y ahora, colomense, paisano, pensarás, vaya, por culpa de los Comunes estamos otra vez con la mierda de las elecciones. Claro, porque nosotros convocamos las elecciones... no, nosotros no las convocamos, no es por culpa nuestra. Es por culpa de un president y de un partido que es ERC que no ha sabido plantarse ante un PSC que juega duro, que sabe a lo que juega y juega a meterte en su película y de esa película ya no vas a saber salir, pero te metes y entonces te ves ahí subalterno de ellos y piensas, ay, que yo venía a Substituïr al PSC y me encuentro con que o acepto lo del macrocasino con 1200 tragaperras o se me acaba el rollo del Molt Honorable y la Generalitat Republicana. Y el PSC satisfecho porque piensa que va a ganar, Pobre Cowboy Bill, tan de largo que podrá elegir con quien gobierna. Y ERC supongo que buscará en los bajos fondos para encontrar algún ex que pueda vender como otro trofeo para meter en sus listas. Y buscará en los bajos fondos para crear candidaturas submarinas. Y mientras el PP mirándolo todo desde Badalona y cuánto lío y estas izquierdas que no se ponen de acuerdo y ya limpio yo. Y Vox diciendo que no, que ya limpio yo. Y Aliança Catalana, los zombis del norte, limpiando también. Porque aquí las jugadas son múltiples y son variadas y el rollo de tener el Govern de la Gene es muy goloso y soltarlo, poner en riesgo soltarlo, es porque ahí dentro eso de que el PSC te diga lo que vas a hacer y lo que no, igual todo el mundo no lo digiere bien y a lo mejor antes de que pete, pues patada para delante. Y qué malos los Comuns, qué falta de responsabilidad. Que no, a ver, que no vamos a tragar con las tragaperras. Y el 12 de mayo entonces nos vemos en las urnas otra vez y nosotros con la cabeza bien alta porque, efectivamente, nosotros no queremos un país de tragaperras. Vosotros, no lo sé. Espero que tampoco. 

jueves, 16 de noviembre de 2023

Yo digo sí


Contra los agoreros y los que piensan que no se podrá hacer nada, porque las mayorías, el PNV, Junts, el propio PSOE, nosotros mismos que ya no somos esa izquierda que en sus sueños se levanta por las mañanas y es claramente de izquierdas y todas las cosas que pasan en este país o en este conjunto plurinacional o como le queramos llamar, contra todo eso, yo creo que sí. Es decir, todo eso será, y no será fácil, pero habrá que estar ahí y habrá que estar ahí apoyando. Incluso los que ya claramente se sitúan a la contra estarán apoyando porque lo que harán será elevar el nivel de exigencia y eso es bueno. Todo eso es bueno. Todo eso está bien y todo eso es necesario, porque así uno no se relaja. Claramente. Evidentemente. Pero sin pasarnos tampoco, porque lo que pueda parecer exigencia puede parecer ganas de destruir. Y eso es otra cosa. 

Estamos en un país que tendrá un gobierno como no lo habrá, otra vez, en ningún país de nuestro entorno. Nuestra mera presencia, la presencia de un partido o formación o espacio político que se sitúa a la izquierda de los partidos tradicionales y a la izquierda de la socialdemocracia sea eso lo que signifique en este país, ya hace que todo merezca la pena. Porque no hay nada más, en ningún sitio, no existe. Alemania, me dirás, claro, Alemania. En fin. No existe. 

Qué es lo que tenemos que hacer. Lo que se pueda, naturalmente. Pero hacerlo sobre todo con alegría, porque sin alegría, nada. Sin tener espacios en los que podamos hablar, compartir, explicarnos, hacer, activar, relacionarnos, criticar, mostrar nuestra insatisfacción pero también hablar de lo que nos gusta, de lo que está bien, de lo que debemos defender, todo esto no nos llevará a ninguna parte y únicamente tendremos el papel de espectadores de la acción de un grupo de personas que estarán ahí y con la que tendremos una relación de adoración y cuando estos ídolos digan lo que digan, nosotros detrás. 

Y solo para eso, no merece la pena. 

Así que yo digo sí y espero que tú digas sí también.

domingo, 18 de junio de 2023

Ada Colau, alcaldesa


Ayer por la tarde se puso fin a 8 años de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona, que se dice pronto, que parece poco y qué largo se os ha hecho, ¿verdad? Qué largo se os ha hecho a quienes no pudísteis soportar en su momento que alguien venido de fuera de todo, de las estructuras de los partidos y contra los partidos pudiera suscitar una corriente de simpatía tanto por su proyecto como por su persona como por tantas cosas que pasaban en 2015 que han dejado de pasar y que contra todo pronóstico, consiguió ser la primera fuerza en unas elecciones municipales que a todos nos dejaron con la boca abierta. Desde entonces, se nos ha hecho corto. Sabíamos quienes estábamos por ella, desde siempre, que iba a enfrentarse a muchas cosas, cosas tremendas, cosas terribles, pero lo que no sabíamos, desconfiados que somos siempre la gente de izquierdas, era que iba a ser capaz de acometer una transformación real y completa de la política, para ponerla al servicio de la gente. Que eso haya durado ocho años, que el mandato haya durado muchos más años de los que han durado en otras partes, se ha debido a casualidades, a tenacidad, a inteligencia política y a capacidad de conectar con un tiempo y con un espacio social que ha llegado hasta casi, casi, provocar la pesadilla de quienes quieren que todo sea como siempre es y que, ay, lo consiguieron el pasado 28 de mayo. Contra Ada Colau muchos han vivido mucho mejor, pero vivirán mejor sin Ada Colau en la alcaldía, porque podrán hacerse o continuarse con políticas que Ada y su gente habían dejado arrumbadas para poner en marcha proyectos que han colocado a la ciudad de Barcelona como un modelo. Y no un modelo de Full Informatiu y autobombo de consumo doméstico y página pagada en diario, no, un modelo reconocido internacinalmente. Pero eso se ha acabado. Las elecciones no fueron bien y, pese al estupendo resultado después de todo tipo de ataques por tierra, mar, aire y en todo tipo de redes, con los poderes económicos y políticos de la ciudad con la mira puesta en la alcaldía de Barcelona como trofeo de caza fundamental de estas elecciones, se ha conseguido que el electorado se vuelque en un anticolauismo que no tiene parangón como forma de entender la política más que aquí. Puta Colau. La culpa de todo la tiene Ada Colau. Todos los días, a todas horas, en todas las portadas. Y sin embargo, Ada Colau y su equipo, siempre su equipo, han llevado adelante lo que otros solo anuncian en renders. Insisto, una política volcada precisamente en aquellos a los que no se ha escuchado nunca. Se ha intentado, se ha hecho, pero no se ha llegado más lejos. Con el tiempo, ahora mismo, lo único que sale es mostrar admiración hacia una figura política minusvalorada, menospreciada, ridiculizada, odiada, que siempre ha salido a flote. Siempre incluso cuando la han dado por muerta y enterrada. Siempre incluso, cuando se consideraba que ya no pintaba nada en la política catalana. 

Así nos encontramos con un día de ayer en el que Ada Colau y Barcelona en Comú decidían. Una decisión no fácil, una decisión complicada pero con todo el sentido. Salvo para quienes solo saben ver a la derecha si se viste de rojigualda, no es lo mismo el PSC que Junts per Catalunya. No es lo mismo. El PSC puede y tiene todos y cada uno de los defectos de una organización completamente posibilista que no se mueve nunca contra el orden. Pero no es Junts per Catalunya. No es Trias. El PSC puede y es muchas cosas y lo saben quienes alcanzan con ellos acuerdos de gobernabilidad, partidos de todo signo y condición, pero, también, hay que saber dónde se ubican mayoritariamente sus votantes. Si eso no lo entendemos y no lo sabemos y no lo queremos ver o solo nos interesa cuando queremos hacer maniobras de sustitución, es otra cosa. Si lo que estamos es llorando por más puestos de trabajo, dinero  poder dentro de la institución, es otra cosa. Pero dar apoyo al PSC, con todas las políticas que nos chirrían, nos ralentizan, nos entorpecen, y demás, no es dar apoyo a un gobierno municipal con Trias. No lo es. Y si es peor una cosa que la otra, entonces es que sí, soy un merluzo, pero prefiero ser un merluzo que votar a un tipo de derechas para que gobierne mi ciudad. 

Así que Ada Colau y Barcelona en Comú sigue siendo decisiva en la política catalana, pese a todo y pese a muchos y muchas. Ahora tocará intentar, seguir intentando, recomponer una mayoría de izquierdas y seguir avanzando, ahora sin liderar, en algo que ha sido y que tendrá que volver a ser. 

Ahora y siempre, Ada Colau Alcaldesa!

martes, 30 de mayo de 2023

Crónica de la campaña electoral en Santa Coloma. Gracias.


Dicen que lo importante es participar, el espíritu olímpico. Nosotros habíamos empezado esto diciendo que pese a todo, estábamos aquí. Estamos aquí, como la canción de Feria. Hace un tiempo, nosotros también, nos conjuramos para poner en marcha un proyecto que diese continuidad a una larga historia de izquierda transformadora y útil en Santa Coloma de Gramenet, pero sobre todo, poniendo en marcha un espacio en el que eliminásemos las desconfianzas, los conflictos, las toxicidades, las reuniones en la cumbre, las reuniones en tu casa, las cuotas, las reglas de medir logos, las ruinas, los ruidos, los golpes encima de la mesa y todo lo que nos sonara a otros tiempos. Queríamos aprovechar lo que somos, la gran familia de la izquierda colomense, para construir un espacio abierto, abierto a quien quisiera aportar, a quien conectase con políticas diferentes, con políticas útiles, con una manera de ver la ciudad que quisiera a la ciudad, que quisiera a su gente, pero no estuviera conforme con lo que había. Queríamos y nos conjuramos para ello y tenemos que decir, con mucho orgullo, que ese espacio está ahí, está creado y ahora nos queda un camino que no es duro ni es difícil, al contrario, es maravilloso. Ahora queda lo más bonito, que es ampliar ese espacio y volver. Volver a la institución municipal y también volver a la calle. La calle ha sido fundamental. Han habido otras cosas fundamentales, pero la calle y la ausencia de ella, ha sido fundamental. Porque no hemos llegado. Todo este caudal de buena onda, de buena gente, de esas sonrisas que tanto disgustan a quien nos quiere enfermos como ellos, de entusiasmo, de implicación, de alegría por hacer algo distinto y  bueno, todo eso, no nos ha servido para al menos, mantener nuestra presencia en el consistorio. 1910 votos no nos sirven, pero nos dan la vida. Porque aquí se trataba de mantener con vida un espacio que había sido condenado a muerte. Y nos hemos dejado la piel para que esto siga vivo, sano y fresco. Y ahí está. 1910 colomenses han mantenido la confianza en nosotros y si siempre se hace este cartelito de agradecimiento como si fuera una rutina sin importancia, en esta ocasión, el cartelito es más sincero que nunca. Porque durante un año y medio hemos estado metidos en una vorágine de actividad como organización para demostrar que sí, que estamos aquí, y que tenemos algo que decir y aportar en la política colomense. No ha sido suficiente. Seguiremos haciéndolo y seguiremos aprendiendo a hacerlo mejor. 

La ciudad ha votado y ha decidido otorgar de nuevo su confianza al PSC de Núria Parlon que, por muy pocos votos, repite sus 17 regidores, cosa que ya parecía increíble hace cuatro años y ha vuelto a repetir de manera muy meritoria. Porque enfrente se le había querido situar un candidato mediático, que podía apelar a un voto muy diverso, desde el socialista al nuestro, como Gabriel Rufián, además de su voto independentista o nacionalista y que se pretendía situar como la única alternativa al parlonato. Como se ha visto, al único voto que ha apelado realmente ha sido al nuestro gracias a una calculada asimilación del personaje al espacio de Podemos, con actuaciones a falta de una semana para empezar la campaña  que ya tendremos tiempo de analizar. Los resultados de ERC nos dicen que ha sido esta la única localidad de nuestro entorno donde ha aumentado en votos. Ni Badalona, ni Sant Adrià, ni Hospitalet, ni Barcelona. Solo ha crecido aquí con un candidato que, para muchos de los nuestros era más de los nuestros que nosotros mismos. El hecho de ver a gente de otras candidaturas haciéndose fotos con el candidato de ERC a pocos días de las elecciones, decía mucho sobre a qué se estaba aspirando. Sin embargo, eso no ha sido suficiente ni siquiera para un resultado que hiciera arquear una ceja al PSC. Un PSC que ha basado su discurso en ofrecer una imagen de ciudad atractiva, bonita, joven y risueña. Moderna y amable, como su candidata, la campaña del PSC ha vuelto a conectar con la gente de Santa Coloma, con la conectada y con la que solo se conecta en política con estos comicios. Y que vuelve a demostrarnos, que esta ciudad hay que entenderla, quererla, tratarla bien, con respeto hacia su gente, porque todo lo demás no suma. Nosotros, desde la candidatura de En Comú Podem lo hemos intentado, hemos tenido un discurso y una campaña en el que, proponiendo políticas diferentes no entrásemos en conflicto con la 'colomensidad'. Porque nos lo creemos. Pero no hemos llegado al lugar que pretendíamos, que era el de obtener representación suficiente como para poder romper con una manera de gobernar que nos parece antigua. Y no hemos llegado. 

Tampoco hemos llegado a detectar como se merecía la presencia de un voto de derecha en nuestra ciudad. Sabiendo que mucha de la gente de Ciudadanos no se considera de derechas, pero que el discurso al que se han agarrado en estas elecciones sí que lo es, podemos decir que hay 6 regidores en este consistorio de derechas y extrema derecha. El discurso contra la Ciba, el discurso contra la inmigración, cargar las tintas con el discurso de la seguridad, los ocupas, las ayudas a los extranjeros, el amplísimo consenso respecto a los temas de movilidad a favor de los coches y contra 'la Colau' como adalid de un sistema de vida que atenta contra la propiedad privada, el miedo a lo desconocido, y que las organizaciones de izquierda alternativa parece que tengamos todo el día a las clases populares en la boca pero las clases populares nos ven casi como una amenaza antes que como una solución. Seis regidores de derecha y extrema derecha. No ha sido solo aquí, ha pasado en todas partes. En Badalona Albiol ha sacado 18 regidores y muchos de sus votantes, muchos, no votarían al PP jamás en otras elecciones, pero aquí sí. No lo hemos sabido detectar, no lo hemos sabido contrarrestar, no sabemos dar con la tecla. Quizás la alcaldesa y su discurso por la seguridad ha conseguido que la cosa no vaya a más y quien vota socialista siga haciéndolo y no le pase como en Badalona. Pero ahora con Vox en el consistorio qué puede pasar. Hasta dónde se va a llegar. Somos una ciudad plural, diversa, lo decimos y lo repetimos, pero hay mucha gente en esta ciudad que no entiende esto, que no lo asume como una riqueza, que se siente amenazada, y lo tomamos como algo pintoresco, gente muy facha, pensamos, gente muy rara, muy estrafalaria, no es algo que haya que magnificar. Pero ahí lo tenemos. Y tendremos que ver, muy mucho, qué pasa con esa ciudad diversa, plural y mestiza que no está representada en las listas de los partidos. Y tendremos otro consistorio donde una buena parte de la población de Santa Coloma no verá caras que se parezcan a las suyas. Y es culpa también nuestra. 

Toca ir acabando este texto dando una vez más las gracias a todo el mundo. Gracias también a quienes nos han forzado a un sobreesfuerzo, que nos han acicateado, que nos han impulsado, que nos han activado para demostrarles que somos y estamos y estamos bien, contentos, satisfechos, porque todo esto lo hemos hecho sin ellos. Gracias incluso al PACMA, que con sus 600 votos nos señala que hay colomenses que ponen en el centro algo que nosotros seguimos pensando como un ámbito secundario y que no lo es. Y puede resultar decisivo. 

Ahora sí, gracias a todos los que han puesto su confianza en nosotros, a los de siempre y a los que por primera vez han puesto nuestra papeleta en la urna por los motivos más diversos. El dolor que ahora siento por no haberlo podido hacer mejor y llegar a más gente hay que transformarlo en fuerza positiva. Ya sabemos cómo hacerlo, llevamos tiempo con ello. No volveremos, seguimos estando aquí. 

 

jueves, 2 de febrero de 2023

El candidato de En Comú Podem Santa Coloma a la alcaldía


Esas fotos de perfil en redes de la gente hablándole a un micrófono ante una cantidad indeterminada de personas que no puedes distinguir, porque no ves a la gente, solo ves la foto. Esa gente que está dirigiéndose a la masa, que le escucha esperando que lance la consigna, la frase, la idea, mil veces escuchada, reconfortante. Esa idea que no es nueva, ni es vieja, simplemente es y la lanza y ya queda y no nos preguntamos si la compartimos o no, simplemente la ha dicho y ya, me la creo. Hola, soy Antonio Molina y la asamblea ha decidido que sea el candidato a la alcaldía de En Comú Podem Santa Coloma en las elecciones de mayo de este año. Ser el candidato no significa que ya está todo hecho y que soy yo el protagonista de la película. Hemos elegido a los cinco primeros de la lista, la Clari, la Maika, la Rosa Perea y el Álvaro. Dentro de nada tendremos la lista completa. Interesados, razón aquí. El candidato. Quienes hayan leído este blog alguna vez saben que no he escondido nunca ni dónde estoy, ni dónde participo, ni que la política haya sido un interés manifiesto. Y la política colomense por demás. Desde el momento en el que comencé a militar en EUiA, y antes, cuando trabajé como periodista en Santa Coloma Radio, la política de Santa Coloma y en Santa Coloma me resultó fascinante. La figura omnipresente de Lluís Hernández como referente, las vidas y obras de los luchadores y las luchadoras por una ciudad que escapase a su destino de ciudad dormitorio, el trabajo incesante del PSC por obtener la alcaldía, el trabajo incesante del PSC por mantenerla, la ciudad roja transformada en la ciudad de la rosa, las mejoras, las luchas, los tropiezos, la persistencia, todo aquello que hace de la política colomense un hecho fascinante y al mismo tiempo un trabajo arduo, árido, difícil, pero no imposible. Nada es imposible. La candidatura de En Comú Podem vuelve a presentarse en Santa Coloma encarnando los valores y principios de siempre, los que siempre ha llevado por bandera nuestro espacio, pero sumando. Sumando miradas nuevas, sumando otra manera de hacer y explicar, no mejor, sí diferente. Y con un miedo terrible a sonar como si estuviera vendiendo una moto bonita y dulce y amable y te voy a dar un abrazo y te voy a poner cara de te escucho y quiero que sepas que cuando sea tal, es que te voy a tener en la cabeza y el corazón siempre. Uf, qué pereza. Sumando. Pues claro que hay que sumar. Hay que sumar a los que estaban y a los que no se lo acaban de creer. Creer que se puede terminar con 30 años de gobiernos del PSC y que el cambio no está en ponerle un poco de amarillo a la ensalada. El cambio está en hacer políticas diferentes, no en hacer mejor las políticas del PSC. Las políticas del PSC está claro que tienen una gran aceptación entre los colomenses. No necesitamos más de lo mismo. Es necesario que haya otra voz, diferente, que apueste por políticas diferentes, por aprovechar a la ciudadanía colomense y su potencial de manera diferente. No hace falta negarnos a todo, no hace falta desmontarlo todo. Hace falta otra mirada y una presencia de una izquierda moderna, transformadora, sin complejos, sin dogmas, sin cálculos, abierta y sin trampas. Una izquierda que quiera a Santa Coloma y que, parecerá una tontería, que quiera a la gente de Santa Coloma. Hay demasiada gente en Santa Coloma que quiere cambiar Santa Coloma cambiando a su gente, su diversidad, sus orígenes diversos, su forma propia de entender la vida y sus misterios. Y hay demasiada gente que le tiene miedo a cambiar cosas. Nosotros no. 

Porque nosotras somos las que hemos cambiado Santa Coloma, las que siempre hemos estado y seguimos estando delante en todas las reivindicaciones. En todas. En las que están clamando contra el cambio climático y por una ciudad más verde y habitable. En las luchas feministas. En las luchas por la justicia social. En cualquier espacio en el que se pueda trabajar por avanzar en derechos para la gente de Santa Coloma, ahí estaremos nosotros. Ahí hemos estado. Y ahí estamos. 

No somos más guapas, ni más listas, ni tan mayores, ni tan raras. Y nos gusta lo mismo que a ti. Estamos aquí. Esta letra de una canción de Feria y que luego versioneó Hidrogenesse, me parece perfecta para definirnos. No somos gente perfecta, no adoramos a nadie, no somos diferentes, no necesitamos diferenciarnos del resto de las colomenses, vamos a los mismos sitios, participamos de la vida en la calle, estamos en los barrios y somos barrio. Otra vez con las frases bonitas. Nen. 

El martes vino mucha gente al local tanto a la asamblea como a la inauguración del local del Carrer Sagarra 9, como Espai Lluís Hernández. Vino gente de siempre y vino gente que hacía tiempo y vino gente que asomaba la cabeza por primera vez. Vino mucha gente. Ponerle el nombre de Lluís Hernández no es inocente. El cura significaba muchas cosas, alguien capaz de reunir a gente a su alrededor diversa, que no tenían ni que ser comunistas, ni ser, ni dejar de ser, simplemente eran del Lluís. Ese es un espíritu que tenemos que recuperar. Que queremos recuperar. Que no hay que ser, que hay que querer y sumarse. Y ya está. Somos de Comuns, somos de Podem, somos y somos, pero tú también. Y por otra cosa más. Lluís Hernández no era perfecto. Y nosotros no somos perfectos. Y la cagamos y nos equivocamos y no somos dioses, ni reyes, ni tribunos. Somos gente de Santa Coloma, que hemos ido al mismo cole que tú, al mismo insti que tú, que hemos estado de bares contigo, que jugábamos en el equipo de fútbol sala y tuvimos aquella bulla, que estabas en aquella banda que no le gustaba a nadie, que currabas en el sitio aquel y coincidíamos en el metro y decías esta cara me suena y es de Santako fijo. Somos lo que somos y nosotros somos los de En Comú Podem. Todo el mundo lo sabe y todo el mundo nos conoce. Nos gusta lo mismo que a ti, estamos aquí.

Este blog se mantendrá más o menos como siempre, escribiendo sobre las cosas de siempre y cosas nuevas, historias nuevas, pero no se va a convertir en un diario de campaña. Este blog intentará seguir siendo un espacio de desahogo, de cambio de juego, de lugar en el que me pongo críptico y en el que me pongo crítico y qué bonito cuando eres capaz de hacer juegos de palabras con las cosas. Qué bien todo, ¿no? Pues al lío que se va el tío. 


viernes, 20 de enero de 2023

Quitarle la mayoría al PSC


Quitarle la mayoría al PSC en Santa Coloma en las próximas elecciones municipales, es el objetivo declarado de todas las fuerzas políticas de nuestra ciudad. Pero para qué. Quitarle la mayoría al PSC debería ser un objetivo no únicamente matemático, sino también de proyecto. Quitarle la mayoría al PSC para ser el PSC, para apoyar los proyectos del PSC o para empujar al PSC a hacer proyectos que ni el PSC se atrevería a sugerir, no sirve para nada. O sirve para ocupar cargos, que entre dinero en las arcas del partido, que crezca el ego, que puedas salir, ahora sí, en esas fotos de equipo de gobierno sin que parezcas un intruso sino siendo uno más. 

Hoy nos hemos almorzado con la visita del Ministro de Cultura, Miquel Iceta, a nuestra ciudad. La visita ha sido aprovechada por la alcaldesa para anunciar el proyecto de construcción de una piscina olímpica y diversas instalaciones multifuncionales en Can Zam. Este anuncio ha tardado muy poco en ser respondido por ERC, más que respondido, respaldado por ERC, que se ha querido apuntar el tanto de este proyecto. Un proyecto que rompe con el consenso de las entidades y partidos que luchan por que el terreno de Can Zam sea un pulmón verde para Santa Coloma, que no sea el contenedor para proyectos varios y que sea un espacio de árboles, vegetación, en el que la ciudadanía colomense y de las ciudades que nos rodean, pueda disfrutar sin necesidad de salir fuera del entorno urbano. Un gran parque urbano para Santa Coloma. Un parque con árboles. Pero parece que tanto para ERC como para el PSC, el parque tiene ya buena parte de su extensión completa y lo que queda puede utilizarse para 'contener' lo que se nos vaya ocurriendo.

Lo que se ha anunciado hoy es un proyecto, al que se destinan 5M de euros, cantidad del todo insuficiente, sobre el que no hay nada escrito. Pero se ha anunciado. Y ya está dicho.  Otro proyecto que no tiene en cuenta las necesidades de la ciudad y de sus ciudadanos, en momentos de emergencia climática, como ya hace el PSC con sus propuestas de 4o cinturón, de ampliación del Aeropuerto del Prat o de casino en el Hard Rock Café. Y ERC, aquí, se suma al carro. Votos por medio ambiente. 

Quitarle la mayoría al PSC para ser el PSC. Ese parece ser el objetivo de ERC en Santa Coloma. Mimetizarse con el partido que alcanza mayorías absolutísimas, calcar sus propuestas, aparecer en las fotos como si fueran uno más del Equipo de Gobierno. Ser el PSC, hacer lo que el PSC no se atrevería ni a sugerir. ERC en Santa Coloma nos lanza a Rufián como candidato con el objetivo de arañar votos para terminar con las mayorías absolutas socialistas, pero, al mismo tiempo, la voluntad expresada y manifiesta durante estos años de legislatura por parte de ERC no ha sido criticar el modelo y proponer otro, no. Lo que ERC ha hecho ha sido decir que el PSC no lo hace bien y que ellos lo harían mejor. Que es muy distinto. En formas, maneras y filosofía, ERC está copiando lo peor del PSC.

Si Santa Coloma necesita un cambio no lo hará de la mano de ERC, que únicamente parece interesado en copar posiciones de poder sin alterar en nada aquello que hay que cambiar en Santa Coloma. Quitarle la mayoría al PSC debería significar un cambio que desatasque la ciudad, que piense la ciudad en su conjunto y que aproveche su valor. No debe servir únicamente para apuntalar y perfeccionar un sistema de gobierno clientelar, que confunde partido e institución, que tiene a la ciudad adormecida. 

Quitarle la mayoría al PSC es necesario, pero hay que saber para qué. Otro modelo de ciudad, más valiente, más ecologista, más participativo, es posible. 


Foto Twitter Ajuntament de Santa Coloma

lunes, 16 de enero de 2023

Sumar, siempre positivo.




Todo es muy difícil. Seguimos en la lucha, derrota tras derrota hasta la victoria final. Lo importante es resistir. Los medios de comunicación, el complot de la judicatura, las estructuras profundas del estado, los partidos que actúan como freno constante, la gente que no se entera, todo mal. Todo es tan difícil que al final la gente piensa que es tan difícil que nada merece la pena. Y la gente o se cansa y acaba no participando o acaba yendo a soluciones que no aportan nada, perjudican más que suman. Y se trata de sumar. 

El sábado tuvo lugar el acto de escucha de Yolanda Díaz y Sumar en Barcelona. El acto fue un éxito. Un éxito de convocatoria, 1800 personas llenaron el Auditori de Glòries y otras mil más se quedaron fuera. Ya dijimos que había que ir tempranito. Yolanda Díaz, junto con Ada Colau como presentadora, y una serie de ponentes que hablaron de temas de juventud, de sindicalismo, de vivienda, de feminismo, de la utopía y, sobre todo, de que es posible hacer, legislar, cambiar la vida de la gente a mejor. Disculpen el tono demasiado formal de este texto. Pero seamos un poquito... o no. Ada Colau presenta el acto con 40 minutos de retraso ya que tanto Ada como Yolanda se han pasado por la cola de la gente que no ha podido entrar para disculparse. De Santa Coloma hemos venido unos cuantos. Muchos cuantos. Hemos venido tantos que nos hemos hecho una foto en la que siendo tantos no hemos salido todos, porque seguía viniendo gente. De Santa Coloma, sí. Y somos los de En Comú Podem los que hemos venido. Porque los de En Comú Podem somos los de la Yolanda. Es que luego, bah, ni luego. Esto está claro. Punto y aparte. 

El sábado comenzó el acto con la intervención de Ada Colau que dio paso a la intervención de las diferentes ponentes, que fueron breves y estuvieron muy bien, especialmente Nel·lo y Buron. Todos. Y todas. Y Yolanda Díaz. 

Yolanda Díaz dio el sábado la receta para seguir adelante. Mirar en positivo, dar valor a las cosas que se han estado haciendo, hacerle ver a la gente que hay esperanza. Que se puede y se está pudiendo. Con lo que se tiene se están consiguiendo muchas cosas, pese al freno que supone compartir gobierno con un partido que teme perderse si avanza, pero al que hay que empujar y al que hay que forzar a que se comprometa con políticas para la gente. 

El discurso. El tema es sumar en positivo. Básicamente. De lo que se trataba el sábado era de escuchar un mensaje en positivo, un mensaje de que, como alguien dijo antes, se puede, y se está haciendo. Y que hay que trabajar para seguir haciendo más. Lo demás, es pensar que nada es posible, que todo es oscuro, que no hay alternativa. Y aquí no hemos venido para desmoralizar a nadie, ni para, ni mucho menos, defender un castillo determinado. Aquí se está para que la gente viva mejor. Lo demás es no poder. 

Así que, en Santa Coloma, en Catalunya, donde haga falta, la suma, sumar, siempre en positivo.   

lunes, 22 de noviembre de 2021

Adelante Comuns!

De la misma manera que dicen que el fútbol es un estado de ánimo y ponen ejemplos de equipos que iban cuesta abajo, ponen en práctica un cambio de entrenador y por arte de tal comienzan a subir, quiero creer que más allá del símil futbolístico que usted perdone por haber utilizado, creo que esto va para arriba. Something has changed. Si en los últimos tiempos parecía que todo era un túnel tenebroso que nos llevaba al conformismo y a la desazón, a preguntarnos qué nos ha pasado para que lo que vivimos en 2015 y 2016 no se haya vuelto a repetir y que quizás la respuesta no nos gustara demasiado, lo vivido estos dos días durante la 3a Assemblea ha sido como un chute de energía positiva. Como si tuvieran razón los que hablan de inteligencia colectiva, es como si durante estos dos día nos hubiéramos agarrado a un optimismo encarnado en la figura de la Yolanda Díaz y el 'sotrac' que supone para la política en nuestro espacio, para quitarnos de encima miedos, complejos, temores y una cierta dependencia hacia factores externos para, al fin, reafirmarnos en un proyecto común. Al fin, aunque todavía queden resistencias y haga quien hace bandera de esas resistencias como palanca para buscar una suerte de... bah. La cosa va para delante y no piensa recular. Han sido, como digo, dos días no para recuperar nada, sino para cimentarlo. Porque veníamos de un espíritu comanche de los primeros años que fue cristalizando en algo que nos hizo perder a personas y organizaciones que aportaban cosas diferentes y nos fuimos quedando en algo demasiado reconocible aunque apelando a cosas nuevas. En ese vaivén nos hemos ido moviendo hasta que hemos llegado a una 3a Assemblea en la que al menos, sabemos hacia dónde vamos y tenemos claro en quién nos queremos mirar. El acto final de la asamblea, creo que es toda una declaración intenciones de quiénes somos, quiénes son como nosotros, con quien vamos a ir de la mano y cuál es nuestro papel en todo esto. Un papel que no es para nada menor y con el que tenemos fuerza suficiente como para poder decidir. Una asamblea que nos da confianza para poder hacer esa política que nos hemos propuesto poner en valor. Es fácil hacer como que nada es suficiente para ti, como que todo tiene que ser esa cosa tremendista de las frases célebres, y otra cosa es demostrar que, sin renunciar a lo que piensas y los objetivos, estás ahí para hacer algo. Y lo demás, pues patadas en el aire y convencimiento de que siendo cuatro o cinco o diez somos suficientes y que escuchándonos nosotros solos, estamos a gusto. Lo dijo Yolanda Díaz, lo dijo Alberto Garzón y lo dijo Jèssica Albiach. Y lo dijo o no sé si lo dijo la Mònica Oltra, que es la que más me gustó y con la que supongo más lejos me siento, pero y qué. Y lo hemos ido diciendo en los debates sobre enmiendas que finalmente han puesto las cosas donde debían estar. En el sitio de dejarnos de líos, dejarnos sobre todo de liantes y tirar hacia el lado por donde da el sol. Han sido dos días, pues, de buena onda, de recuperar confianza en nosotros mismos y de congratularnos de que tenemos a la mejor baza política del momento en nuestro bando, enganchando a la gente de una manera que vete tú a saber. Así que con debates teóricos, pero con política práctica, tenemos que plantearnos qué lugar es el que nos corresponde en la política catalana, pero también en la política nacional, y mucho ojo, también en la política local. Una Asamblea que nos ha de servir para que quien tiene ojos que vea, que los Comuns somos y estamos, y que no somos una anécdota, ni una cosa que ya no hace otra cosa más que... sino que estamos para hacer política y política útil para la gente. 

En definitiva, que desde Santa Coloma, seguimos construyendo Comuns y contribuyendo al cambio. Todo muy así pero es que es verdad ya. 

viernes, 19 de noviembre de 2021

A por la Tercera. Assemblea de Catalunya en Comú.


Esta tercera asamblea de Catalunya en Comú llega en un momento trascendental para la reconfiguración, la eterna reconfiguración, del espacio de la izquierda. Y llega en un momento trascendental porque, pese a todo, Catalunya en Comú se sitúa como el elemento sobre el que puede pivotar una manera de entender la izquierda diferente, de la mano de la figura de una Yolanda Díaz que parece empeñada en romper las costuras de los espacios y los partidos y las cosas irreconciliables. Lo que es irreconciliable es convertir la izquierda a la izquierda del PSOE en un espacio resistencialista, un espacio enfadado con el mundo, bronquista, que le hable a la gente en un idioma que ya no entiende y que si lo entiende, no le interesa. Esta asamblea de Catalunya en Comú debería servir para hacer eso. Para consolidar el espacio como una izquierda que sirve para dirigirse a la gente común, cosa que no es tan fácil. Esta asamblea también debería servir para, de una vez, construir una organización. Al menos en la cabeza de quienes somos Comuns, eso ya pasa, pero no es tan común como parece. Y así todavía tenemos a quien quiere construir pensando en las proporciones, las realidades democráticas, lo que realmente se es y no lo que se querría ser. Pues ya está bien. Esta organización debería ser una organización y debería tenerse en cuenta su ideario y sus planteamientos políticos si se quiere participar en ella. Es decir, si eres Comú, es porque lo que pone en el ideario, lo compartes. Parece sencillo. Como también parece sencillo querer compartir este espacio con compañeros y compañeras. Estar obligados a compartir espacio con personas que no comparten ni el ideario, ni la manera de funcionar, ni siquiera el concepto de compañeros y compañeras, no parece la mejor forma de avanzar en ningún sentido. Quizás esa apuesta clara por lo que deberíamos ser y somos y no tanto por lo que podemos perder si clarificamos las cosas... aunque yo mismo hace años pensaba que lo mejor era ser difuso, no ser claro, ser vago para poder ser inclusivo, llega un momento en el que si hay gente que quiere remar en otra dirección, cuál es el motivo por el que debemos estar en el mismo barco. Así esta Asamblea de Catalunya en Comú puede ser un momento casi tan fundacional como todo el proceso fundacional al que nos hemos estado dedicando todos estos años. Una organización en constante proceso de fundación, de cristalización, de delimitación, y al mismo tiempo, con la mirada puesta en algo que a día de hoy no parece que vaya a ocurrir así como de momento, como es la integración con los compañeros y compañeras de Podem Catalunya. Y porqué no vamos a hablar del momento 'verde'. Porque será un momento interesante. La petición de entrada en el grupo de los verdes europeos es algo que parece que puede ser definitorio del camino que tomen los Comuns, que tomemos como Comuns. Ser de los verdes o al menos pedir entrar en los verdes parecería que restringue nuestra pertenencia a otros grupos, como el de la izquierda, pero no debería ser así. Está claro que lo de los verdes es lo que ahora peta en muchos sitios, pero no peta en todos y no todo el mundo se define tan claramente como verde. Eso habrá que pulirlo. ¿Qué opino yo? Que la gente no está para rojos que vayan super de rojos porque hace ya muchos años que lo rojo clásico no funciona, pero lo de lo verde solo por serlo no significa demasiado y habrá que vestirlo de más cosas y más colores. De rojo también. Y ese parece ser el tema fundamental de la Asamblea, porque el resto de cosas bien pudieran asimilarse a una asamblea de los socialistas y sus cosas de todo está ya bien y para qué vamos a ir más allá si esto es fabuloso y son cuatro los que lo quieren romper. Otras cosas no merece ni siquiera la pena comentarlas. Y luego están los que pretenden hacer de Catalunya en Comú una cárcel turca, esa gente que pretende que la militancia o el activismo consista en leer unos estatutos como el que lee una torah y en querer hacer que convivan en un mismo espacio gentes que ya hace tiempo que no se pueden mirar a los ojos. Bueno, poder pueden, pero lo que ven... Y entonces qué quedará de la Asamblea que comienza mañana. Pues supongo que un nuevo día. Espero que un nuevo día y que demos un golpe de timón importante al calor de lo que estamos viviendo en los últimos tiempos, la esperanza de ser pieza capital del reordenamiento de una izquierda que está por el objetivo de siempre, pero de otra manera. Nosotros somos los de la Ada Colau. Nosotros somos los de la Yolanda Díaz. Yo creo que ya me quedaría satisfecho con eso. Y creo que ya es mucho. Y que lo tenga claro todo el mundo, de dentro y de fuera.   

martes, 22 de junio de 2021

No, pero.


Un poco sería eso. Un poco sería como que da igual lo que hagas, lo que digas y cómo lo digas, que no estarán de acuerdo. Los indultos han sido concedidos. El mero hecho de ser concedidos ya implica el hecho de una concesión por parte de alguien que está por encima y eso ya es malo. Eso ya quiere decir algo. Nos está diciendo que está por encima. Y no podemos tolerar que esté por encima. Que la gente que está en la cárcel se quede en la cárcel, dónde ya llevan tres años o más cumpliendo una condena que está dictada por los 'ya, pero' del otro lado. Un lado y el otro lado retroalimentándose en una carrera que, poco a poco, solo interesa a una parte muy reducida de lo que ellos creen que es 'la gente'. El pueblo. 

Hay que ver las noticias hoy en Tv3 para entender lo que cuesta digerir esto cuando has estado contando que en el otro lado no hay absolutamente nada y que todo era un erial democrático. Hoy las noticias se esforzaban en vender esto como algo menor y, en todo caso, como el efecto de la lucha del exilio según algún conseller, o como la respuesta ante un dictamen del Consejo de Europa. Porque Europa, como todo el mundo sabe, nos mira. O ese portavoz de la CUP ayer diciendo que no es que ellos estén en contra de los indultos, sino que el Gobierno con los indultos quiere... Todo un esfuerzo por mandar mensajes de calma a su público. tranquilos, esto no significa nada, esto en realidad no es lo que parece. Pero pasa. 

La noticia de los indultos significa mucho y significa sobre todo un primer paso para ir hacia otro sitio. Si esto es un paso hacia alguna parte que merezca la pena y no es simplemente una tregua para recomponer los espacios, lo sabremos si efectivamente no pasa nada. Pero que esto debería servir para empezar a replantearnos las cosas sobre el modelo territorial, sobre la mierda de la justicia y sobre cómo estamos por aquí. Por que por aquí estábamos hasta hace poco on fire y ahora qué. Ahora parece que ya nada, que ya todo normal, que ya es todo como si tal. Pero me parece que habría que hacer un esfuerzo por recomponer algo. Una cierta cultura popular, una cierta Catalunya popular que entendiese que no hay una única manera de hacer y de ser. Escuchar hoy en Rac1 a uno de los comentaristas de cabecera de la casa decir que el acto de ayer le pareció colonialista, pues es como que eso. Solo es nativo lo que es tal y cual. Y qué interés habrá con ser nativo.

Sea como sea, es un avance. Sin peros que valgan. Esa gente saldrá del talego y creo que solo el que no ha estado en el talego puede ponerse tiquismiquis con el tema. 

Y, de nuevo, mis dieses para los y las compañeras de Comuns. Porque cuando nadie daba un duro, ahí estábamos. 

Ahora a currar. 


martes, 8 de junio de 2021

Nosotros ya lo decíamos


La noticia ayer parece que era una noticia más. Pero es la noticia. Después de 7 años, si no recuerdo mal y seguro que recuerdo mal porque ando últimamente bastante flojo con los fachas, digo con las fechas, la carta que ayer se publicó escrita por Oriol Junqueras, parece que marca un antes y un después en lo que ha sido la historia del Procés. De reclamar la amnistía como única vía posible para solucionar el tema de los presos políticos y no dar otra posibilidad que la vía unilateral y la independencia por que sí como único camino posible para el tema nacional, ayer el líder de ERC reconocía que los indultos y la vía del diálogo y referéndum, es una solución, al menos, que es posible y puede ser esa solución.

Han sido siete años en los que los que pensábamos que eso era lo que iba a pasar porque ni se podía andar mirando para otro lado ni se podía vender motos que no son, nos han calificado de absolutamente cualquier cosa. Cómplices de VOX, franquistas, vendidos, IBEX, Franco, España irreformable, cómo era aquello que decían de crossa del régimen... todo eso. Ahora, una parte del independentismo, parece aterrizar y apuntarse a una vía que garantiza, al menos, la normalización de la vida política. Pero ¿es eso el fin?

El clima político en la Catalunya indepe ha vivido durante muchos años pensando que esto de la independencia era cuestión de tiempo, estaba al caer, era lo natural, ya estaba. Incluso que, de facto, había zonas en las que ya no se 'era España'. Si uno sigue únicamente una serie de medios y ve Tv3 de manera regular, puede llegar a creer que, efectivamente, hay una Catalunya que ya está fuera y que vive en otra dimensión, cultural, política, sentimental. España es una cosa que queda lejos. Ajena. Pero que está ahí porque tiene que estar para tener un adversario, una némesis. Pero no puede ser, llevar tan lejos el paroxismo. En algún momento es necesario parar el balón y mirar un poco. ¿No?

En una campaña, creo que fue de las generales del 2019, fuimos a un acto en Barcelona en el que se hablaba de los indultos como la única vía. Nos lo explicaban y pensaba yo para mí, estamos flipando si lo de los indultos tira para delante con la tropica que hay por ahí. Y fíjate. El Assens, la Rosa Lluch, la Vicky Rosell y el hombre este sevillano que ahora se me ha ido. Fantástico. 

Pues nada. Este es otro texto más para decir que eso, que los Comuns ya lo dijimos. Que lo dijimos y todo el mundo miraba a otro lado. Bueno, o nos miraban muy fijamente con cara así de amigos del régimen. Pero sabíamos que tarde o temprano, como en otras tantas cosas, las cosas irían cayendo a su amor. 

Ahora, pues nada. Esperar a que se concedan los indultos lo antes posible, salgan del talego los que están allí y se pongan a hacer política de nuevo. Y que otros piensen que los indultos han sido cosa suya. 

domingo, 30 de mayo de 2021

Rondel oro. Rondel verde.


Siempre me ha interesado esa jerga que emplean los rastas. Hablan de batallas que no puedes encontrar en los mapas. Batallas como la batalla por lo verde o por lo rojo. Una batalla que nos incumbe y que nos preocupa. Una de esas batallas que se dirimen y que sirven para delimitar un espacio, para hablar de una tradición, para hablar de un hilo, para hablar de los tiempos, para traicionarlos, para ponernos melodramáticos, para demostrar un desconocimiento deliberado del espacio y del tiempo, para demostrar un interés nunca ocultado por llevar el ascua hacia una determinada sardina, para hacer de un agravio una manera perenne de funcionar, para estar anclados en un memorial de decisiones que se hicieron a sabiendas que no estaban hechas nada más que para hacernos la púa y sin embargo aquí seguimos, haciendo cantos a la resistencia, para hacer fiesta y coros y danzas cuando otros abandonaron porque nos quedábamos con más espacio, para hacernos preguntas sobre la pervivencia en el espacio, a la capacidad increíble que tenemos de seguir agarrados al ascua ardiendo porque de esa ascua depende nada menos que uno de los elementos del rondel, no el verde, el oro. Tipo test sobre el espacio, urgentemente.

Del oro y no del verde es de lo que estamos hablando aquí. Del oro y no de otra cosa. Del verde podemos hablar largo y tendido y de lo que significa lo verde hoy en día. Ciertamente importante. Siempre lo ha sido, o al menos desde hace suficientes años como para habernos dado cuenta de que eso era así, eso ha sido así y ya hemos visto que eso será así. Lo verde es lo que, tarde o temprano, iba a pasar. Pero hablemos del oro.

Aquí estamos por el oro. Fuera del verde podríamos ser estupendamente dignos, pero todo nuestro conocimiento, todos nuestros títulos, todo el bagaje y los seguidores en twitter se quedarían en una pequeña anécdota sin más traslación en rendimiento económico como esa mierda que te comas. Es así. Y por el oro , brillamos. Por el oro, somos brillantes. Así que los aspavientos y los cantos a las democracias y a las participaciones y a las revoluciones que han de venir, se quedan en meras palabras que se han de llevar el viento porque dentro de dos años no se va a hablar de verde, qué digo dentro de dos años, dentro de este mismo año, no se habla de verde, se habla de oro.

Así que por el oro vamos a tener que envainarnos esos aires, esos twitters, esas camisetas y esos alardes para seguir trabajando en lo que estábamos. Pero ¿dónde estábamos? ¿O no? ¿O cuál es la alternativa? La alternativa quizás se presenta como un zumo de arándanos que yo no es que sepa mucho de dietética pero si el rondel verde quizás es algo de aquella manera, con el zumo de arándanos nos podemos cagar. ¿Serán los aspavientos y los golpes en el pecho el preludio de algún tipo de algo lo que fuera no quiero ni imaginarme porque es que supongo que a nadie se le habrá pasado por la cabeza? Oro, verde.

Y mientras tanto, la gente sigue mirándonos cada vez con más cara de extrañeza. Como si fuésemos parte de un mundo ajeno a todo. Los verdes, los rojos, los morados, haciendo profesión de fe, de adhesión a lemas, a sonrisas, a slogans, a cabreos, a compromisos inquebrantables, a palabras vacías de cualquier contenido real. A todo. 

Y mientras tanto, preguntemos por la calle si el rondel verde o el zumo de arándanos o las piñas van a ser lo que se va a llevar la próxima temporada. Qué calle. Estoy preparando otra cosa, ahora no tengo tiempo. Siempre hablan de batallas que no puedes encontrar en los mapas. 

martes, 16 de febrero de 2021

Lo antiguo y lo nuevo. ¿Qué ha pasado este domingo?


A ti, joven o persona de mediana edad que no has ido a votar porque ya estabas cansado de todos y de todas, que ya no confías en nadie, que has decidido expresar tu cabreo no yendo a votar y que has cortado por lo sano con lo que quizás fuera tu única manera de actuar en política, lo que pasó el domingo debe parecerte bien o mal o regular y justificarás haberte quedado en casa y haber contribuido a contagiar la desesperanza entre otros miles de electores, quisiera contarte que el domingo por la mañana, este domingo por la mañana, a las nueve y poco de la mañana, mientras llovía, mientras hacía un frío atroz, un buen puñado de abueletes, de personas mayores, mujeres y hombres, en sillas de ruedas, con muletas, resbalando para subir las escaleras, confundidos por las indicaciones, entorpecidos por las mascarillas y los geles y todo lo que tenemos que cumplir para con los demás, fueron a votar. Mientras tú, joven o persona de mediana edad muestras una escrupulosa exigencia para con los políticos y consideras que no hacen lo que tendrían que hacer, ni unos ni otros, hay quien vota aunque le vaya la vida y la salud y la integridad física para depositar su voto en una urna y que lo que no pudo hacer durante media vida no se lo quiten ahora. Supongo que este primer párrafo de este texto te importará mierda y media porque estás cansado o cansada después de este año y consideras que votar, votar ahora en este momento, no es justo después de un año de incertidumbres, terrible, lamentable y en el que los gobernantes han demostrado, hemos demostrado, bien incompetencia, bien mala fe, bien falta de peso en los gobiernos para condicionar políticas, bien mil cosas, para ti ya es justo no ir a votar. Pues bien, si no te importa, ya te importará.

El domingo vivimos unas elecciones extrañas, en una situación difícil, con mil condicionantes que invitaban a hacer las cosas con precaución. Tanto es así que un 47% de los electores no fueron a votar. Estas elecciones las ha ganado el PSC en número de votos. El llamado efecto Illa no ha sido tan bestia como se anunciaba, pero sí que ha servido para volver a colocar al PSC en el primer lugar en el número de votos y para recuperar un espacio, sobre todo en el área metropolitana, que había perdido en las últimas elecciones autonómicas. ¿Lo ha ganado o simplemente lo ha conservado porque Ciudadanos se ha hundido? ¿Qué votábamos el domingo? El domingo votábamos muchas cosas, hace cuatro años solo votábamos una. Independencia sí o no. Y ahí ganó Ciudadanos, voto del No. Ya no votábamos eso, que también se votaba, porque eso se va a votar ya durante mucho tiempo. Ahora votábamos gestión, mantener la gestión, mantener el sueño del procés, asegurar los puestos de mando, cambiar el ciclo o bien enviarlo todo a la mierda. El PSC apostaba por trasladar esa imagen de gestión del Gobierno central a Catalunya, donde el Govern de Esquerra y Junts ha dado muestras de no ser un Govern sino un frente de combate entre ambos partidos, en el que la gestión no era la prioridad sino la batalla por la hegemonía en el independentismo y la utilización del Govern para nada más que mantener posiciones de poder. Un govern en el que hay partidos que no consideran catalanes a la mitad de los catalanes. Un govern en el que hay partidos que consideran que ampliar la base consiste en que esa otra mitad asuma el credo correcto. Bien, el PSC venía con la intención de cambiar eso. Pero solo con eso no ha bastado, no ha bastado ni siquiera para ganar ampliamente. Han ganado pero les va a servir de poco. En principio. Como le pasó a Ciudadanos en la legislatura anterior, no va a poder sumar apoyos suficientes para poder conseguir la presidencia. El PSC ha sacado en Santa Coloma, con la abstención que ha habido, sus 14 mil y pico votos de rigor. Tú puedes hacer lo que quieras, de los 14 mil votos no bajan. ¿Dónde se han ido los votos de Ciudadanos? Está claro que muchos han vuelto al PSC, pero otros han buscado nuevos campos de expresión por llamarlo de alguna manera. Y otros se han quedado en casa, que el peligro de rompimiento de la nación ha pasado. 

ERC ha ganado en el bloque indepe. La presencia del PdeCat ha conseguido robarle los votos suficientes a Junts como para impedirle ser la primera fuerza del independentismo. Yo era de los que penaba que ERC ganaría por goleada. Me parecía increíble que Junts aguantara, habiendo formado una lista a base de freaks y personajes infames como Canadell, y sin embargo, ERC y su opción de independentismo moderado, no ha conseguido imponerse claramente en un escenario en el que todo indicaba que, esta vez sí, iban a arrasar. ¿Por qué no ha ido a más? La estrategia de ERC de entrar en el Área metropolitana no ha dado al final los frutos que esperaban. O sí. O de qué vale, si al final los votos de los Untermensch valen menos que los de las zonas kosher. Esa estrategia de penetración, eso sí, creo que nos ha perjudicado principalmente a nosotros, el espacio de Comuns, somos los más dañados. Y a ello siguen dedicándose incluso una hora después de haberse conocido los resultados electorales. La estrategia que funcionó en Galicia y Euskadi, no ha conseguido quitarnos de en medio. La estrategia por la cual se pretendía entrar en el espacio del PSC, tampoco ha conseguido disminuir precisamente el espacio del PSC, el PSC ha crecido. ¿Ha sido mala estrategia la de ERC? Tampoco. Mucha gente sigue viendo en ERC, gente joven de izquierdas, una opción de alternativa pese a estar en el gobierno desde el 2015. Por el contrario, nosotros con solo un año en el gobierno ya somos una opción del régimen. Cosas del marketing político. Y de los medios públicos, claro. Y supongo que de más cosas. Ya luego. ERC no ha ganado las elecciones pero es el partido que más posibilidades tiene para gobernar. ¿Con quién lo hará? Creo que volverá a repetirse el pacto de ERC y Junts porque no puede ser de otra manera. Es la única manera que tiene ERC de asegurarse la paz. Y los puestos de Gobierno. Y Junts no lo va a dejar pasar. No va a perdonar. La idea peregrina de que formemos parte de un gobierno con Cup y ERC con el apoyo externo de Junts debe ser un sueño psicodélico de alguien porque ni Junts va a querer estar fuera de un gobierno ni nosotros vamos a compartir nada con Junts, ni gobierno ni apoyo exterior. Junts es un partido que ha mutado en derecha populista, ha mutado no, ha evolucionado del nacionalismo conservador a esa cosa. Y con esa cosa, un partido de izquierdas, no puede apelar a un gobierno transversal. Que nos llaman colonos, joder.

VOX ha conseguido 11 diputados. ¿Cómo ha podido pasar? Ciudadanos ha conseguido 6 diputados. Tenía 36. Ciudadanos nació con la idea de combatir el nacionalismo catalán. Con personas de ideología no especialmente de derechas. ¿Qué pasó? ¿Se puede combatir los mantras del nacionalismo catalán sin acabar siendo un partido de derechas? Ciudadanos acabó representando ese nacionalismo rancio, con el simbolismo rancio, apelando a lo más rancio de 'lo español', para enfrentarse al nacionalismo. Cuando apelas a eso, dejas la puerta abierta. Y se te cuela lo rancio. ¿VOX es solo eso? Vox es eso y es más. Vox es también gente que considera que todo es una mierda, que nadie les tiene en cuenta, que es lo más alternativo y antisistema. Si no eres indepe. Contra el Govern, contra la generalitat, contra TV3, contra la izquierda que habla de gays, de trans, de feminismo, de energía verde, de los coches fuera, de mil cosas que agreden a un sistema de valores de personas que no entienden que el mundo avanza y tienen miedo. Miedo al otro, miedo a lo otro, miedo a lo diferente, a lo nuevo, a la mezcla, a que el mundo de sus padres se pierda, miedo a muchas cosas. Y VOX azuza ese miedo. VOX representa naturalmente también a los barrios altos, la gente bien, de dinero. Es así. Pero ya es tercera fuerza en Santa Coloma, por ejemplo. ¿La estrategia para combatir a VOX cuál ha de ser? Está claro que ponernos delante de ellos y gritarles no parece lo más acertado, porque el problema es más profundo. Y es un problema político, pero también cultural, económico, educativo, que tiene una solución que va más allá de Comisiones antifascistas y de movidas combativas varias. Son 11 diputados, en las municipales de dentro de dos años qué puede pasar. 

La CUP ha conseguido un buen resultado. No hubiera dado un duro por ellos siguiendo la campaña electoral y la evolución de su candidata. Pero ha conseguido un buen resultado. De 4 a 9 diputados. Más del doble. Con menos votos que nosotros, podemos aducir. Pero tiene votos donde nosotros no tenemos. Que también nos lo tenemos que hacer mirar. Como todo esto va de análisis patillero, qué decir de la subida de la CUP. Supongo que un mensaje como el suyo en estas circunstancias es más fácil de entender que el nuestro. No voy a ser tan simple de equiparar el mensaje de la CUP con el de VOX. Pero un mensaje de impugnación al sistema, de ser los portadores de la contestación aunque no sea de masas, pero sí la contestación ante lo que está pasando, echándole la culpa a todo el mundo, apelando también a la solución nacional como 'la solución' además de la retórica de izquierdas al uso, y con una candidata que podía atraer votos que no eran de su núcleo duro, que podían venir... de Junts, por ejemplo. Creo que mucho voto de CUP en las elecciones pasadas se fue a Junts. Creo que entre el votante de CUP se considera que hay más conexión con Junts que con nosotros. Que Junts es ruptura y nosotros no. Que en las anteriores se votó a Puigdemont y a joder 'al 155' y ahora ese voto, una parte al menos, ha vuelto a CUP. Y se lo han currado y lo han recuperado. En Santa Coloma no han ganado votos, han perdido como todos, pero no han perdido tanto como otros. Es un voto fiel. 

Vale. Ya voy con lo nuestro. En Comú Podem ha perdido 123 mil votos. En Santa Coloma hemos perdido casi la mitad de votos. Unos 3 mil votos menos. Sin embargo, hemos mantenido 8 diputados. Es un buen resultado si pensamos que lo que se anunciaba en Galicia y en Euskadi nos hablaba de un retroceso importante de nuestro espacio. Es un buen resultado si tenemos en cuenta que mucho voto abstencionista es de nuestro espacio. Es un buen resultado si tenemos en cuenta que de hace 4 años a esta parte, hemos tenido fugas importantes no solo de votos, sino también de cuadros, de formaciones políticas enteras. Es un buen resultado porque hemos hecho una buena campaña, a veces las campañas electorales sirven, y a nosotros nos sirven sobre todo para despertar a la gente, para volver a movilizarla, para que se acuerden de nosotros otra vez, apelar a la memoria, apelar a la memoria. Por qué digo esto. La memoria, el voto de antes. En Comú Podem, yo he sido candidato de En Comú Podem en estas elecciones, el número 75, e intentado tomármelo como si fuera el 15. ¿A quién apelo? A gente de mi edad. Nos falta juventud. Nos falta juventud y nos falta algo. Quizás hemos perdido ese carácter impugnador del sistema y nos hemos convertido en algo que se parece demasiado a lo que fuimos hace 15 años. Que no estaba mal, que yo vengo de ahí, que yo siempre voté ahí, que comparto los análisis de Guillem Martínez y todo eso. Pero con eso no llegamos. No en un escenario en el que la gente quiere algo que le incite a pensar que todo será diferente si les votas. Si votas a ERC, a Junts, a CUP, a Vox, el escenario que plantean es que hay otros que son el enemigo y que con ellos el futuro no tendrá NADA que ver con lo que vivimos ahora. El PSC ofrece, por contra, la certeza de que no se moverá nada, peor aún, todo será como antes. ¿Qué ofrecemos nosotros? Nosotros fuimos lo nuevo. Fuimos la esperanza de mucha gente que veía en nosotros lo nuevo. Sí, teníamos la herencia del PSUC pero no éramos solo el PSUC. Sí, teníamos la herencia de Comisiones Obreras, pero no éramos solo Comisiones Obreras. Hoy somos eso. Nos queda un poco de otras cosas, pero los mensajes que enviamos son parecidos. Parecido no es lo mismo. ERC puede estar en el gobierno y ser alternativa. Puede tener a juventud prosoviética convencida de que ERC es la opción de izquierdas y nosotros somos, bueno, algo simpático pero que no es más que... efectivamente, la muleta del PSC. A cada uno le duele donde le duele, y en nuestra organización hay a quien le duele que se vaya gente al PSC pero no ve que la pérdida a ERC es grave. Y al contrario. Y nos quedamos con un espacio pequeño, con una representación que se ciñe a Barcelona y los barrios de Tarragona. Que una candidata como Rosa Lluch, bestial, no haya conseguido representación en Girona y que lo haya conseguido VOX, debe hacernos pensar. Cuatro años señalando las tropelías del Govern de la Gene en Girona, baldíos. En definitiva, creo que debemos resolver la disputa entre quienes consideran que debemos apelar aún más a un discurso de clase, un discurso de izquierda clásica, o bien apelar a un discurso diferente más rompedor, menos posibilista, menos formal. Formal no significa que no sea serio, un discurso menos formal no significa un discurso de cucamona. Un discurso que sea más disruptivo, como dice mi sobrino Mario, un discurso menos ligado a lo antiguo y más consciente del mundo que esperan los que son nuestros. 

¿Qué ha pasado este domingo? Este domingo hay un escenario nuevo que parece antiguo. Izquierdas liberales que compiten por el mismo segmento deben ponerse de acuerdo para gobernar. Nosotros apretando para que ese pacto funcione como mal menor. Nosotros resistiendo, nosotros no creciendo más. Nosotros esperando y preparando desde ya unas municipales en las que nos jugamos muchas cosas. Nosotros contra la extrema derecha. Nosotros contra el callejón sin salida del triunfalismo y el conformismo. 

De este domingo, en definitiva, tendría que salir algo diferente. No creo que salga. Y quizás ahí, tengamos la oportunidad de recuperar terreno perdido. Adelante. 

martes, 9 de febrero de 2021

Debate


Los debates electorales tienen una trascendencia inmensa en la decisión del electorado final. Después de un debate, los electores comprueban que su candidato es el correcto o bien que aquel en el que depositaron su confianza realmente no vale ni para escuchar si llueve. Los debates se preparan con la tensión de quien sabe que lo que se transmita en ese momento va a ser recibido como un mensaje casi definitivo por los votantes. De nada han servido los quince días de campaña electoral, digo más, de nada sirven los cuatro años de legislatura o toda la carrera política del afectado. Una frase fuera de contexto, una reacción extemporánea, quedarte en blanco, mandar a la mierda al otro, tirarse a sus pies rogando por favor que pacten con uno, demostrar indolencia, pasotismo, exceso de confianza, no encontrar la cámara a la que le tienes que hablar, el vestuario, el peinado, unas gafas, la ausencia de ellas, decir una cosa y luego decir que no has querido decir lo que querías decir, liarte en el minuto final, dar la chapa, ser un o una chapas, cosas que te pueden pasar en un debate y que pueden resultar fatales. 

O no. Porque en los debates electorales muchas veces vemos cómo los candidatos muestran todos y cada uno de estos errores y no son luego ajusticiados por sus votantes por haber cometido tal o cual exceso o error. No muchas veces. Casi todas las veces. Vemos como los representantes de los partidos cometen errores fulminantes, utilizan una gestualidad lamentable, creen que han sido invitados al debate no a debatir sino para que el resto de los políticos les rindan pleitesía, consideran lo de ir al debate una molestia tan grande que ni siquiera van, otros simplemente  con el hecho de ir ya deslegitiman a la que no ha ido, otros y otras lanzan barbaridades que no van a poder cumplir en la vida jamás y da igual, otros creen que siguen estando en ese pedestal desde el que podían lanzar cifras de manera aséptica y no merecen discusión, otros pugnan tanto por hacer el número que efectivamente hacen el número y quedan como los que han hecho el número y todo el mundo lo ve y qué. 

Y qué. Los debates sirven para que conozcamos las propuestas o las reflexiones en campaña de nuestros candidatos contraponiéndoles en vivo y en directo a los demás candidatos y candidatas. Y qué. ¿Realmente alguien después de ver el primer debate de TVE el otro día puede decir que el efecto Illa no es más que un bluf que nos han querido vender cuando en realidad es un candidato más simple que Iceta de aquí a lima? No. No lo puede decir. Las encuestas nos dicen que pese a papeles lamentables, no varían las encuestas. Da igual si la candidata del PdeCat o PDeCat demuestra una solvencia tremenda como candidata verdadera de la derecha más rancia y veraz de esta linda tierra, las encuestas dicen que no se va a comer un rosco, porque esa derecha rancia votará a la candidata de JxCat que vende una moto que todo el mundo ve que es incomprable. Y la compran. 

Y no me voy a detener mucho más en este punto. Simplemente recordar que hoy hay debate en TV3, que nos reiremos con las intervenciones del simpático moderador, el director de la cadena Vicenç Sanchís, y que cuando termine apoyaremos cerradamente a nuestro candidato.

Porque mi candidata es la mejor, Jéssica Albiach. Que no lo he dicho. 

lunes, 8 de febrero de 2021

Tripartito


Un fantasma recorre Catalunya. El fantasma del Tripartit. El tripartito, queridos amigos y amigas, por si no lo recordáis, fue la fórmula de gobierno que llevó a Pasqual Maragall a la presidencia de la Generalitat a través de un acuerdo entre PSC, ERC y entonces la coalición ICV-EUiA. Aquel pacto de gobierno, aquella coalición gubernamental, terminó con veintitantos años de gobierno de la derecha que representaba Jordi Pujol y el conservadurismo catalanista de Convergència i Unió. ¿Terminó? No. Porque ese mundo convergente trabajó y trabajó por cepillarse ese gobierno, ese tipo de gobierno y se aseguró que, por los restos, esa idea de Tripartito, no volviera a ocurrir. ¿Fue Convergencia la única que trabajó para que eso no volviera a pasar? No. El propio PSOE dinamitó lo que pudo y más desde fuera la presidencia de un Pasqual Maragall que era demasiado heterodoxo y que quitaba votos (¿?) fuera de Catalunya. Toda la movida del Estatut que se comprometieron a apoyar y luego 'cepillar' desde Madrid sirvió para ir puliendo a un PSC que desde entonces no levanta cabeza aunque nos vendan efectos varios. ¿ERC qué hizo? ERC hizo primero un trabajo de separación de la esfera convergente que la había relegado al papel de comparsa durante algunas décadas para adquirir un perfil propio tras años de escisiones, fracasos, etc. ERC adquirió perfil propio, voló sola, pero le costó la consiguiente escisión de quienes consideraron que el lugar de ERC estaba con los nacionalistas catalanistas, fueran conservadores o no, y no con las fuerzas de más o menos de izquierdas, por españolas. ¿Y nuestro espacio? De aquel tiempo guardamos un grato recuerdo, pero no del todo. La jugada de dejarnos la Conselleria de Interior en manos de Joan Saura, nos situó en ese plano tan querido para la izquierda alternativa que es el de recordarnos por siempre 'lo de Bolonia' y las manifestaciones y la represión y los mossos d'esquadra que tiempo después serían sempre nostres. ¿Qué recuerdo se guarda en nuestro espacio, ya hablando en serio, sobre el tema? Positivo.  Políticas de vivienda, sobre todo, y romper con la carcundia pujolista. Tan positivo que somos los únicos que reivindicamos el tema como la única manera de romper el desgobierno, la falta de respeto a la tarea de gobernar, de hacer cosas, de promulgar medidas que sean efectivas, de dejar de vender humo. El Tripartito. Ese fantasma. Fantasma que nadie parece querer revivir. ¿Nadie? No.

Hoy aparece una encuesta, o fue ayer, en el diari Ara. En estas elecciones aparecen encuestas. Una de ellas pregunta por qué fórmula de gobierno es la preferida por los catalanes. Con casi un 22% de los votos... tachán. Tripartit. ERC, PSC y En Comú Podem.  Toma tomate. Por delante de la fórmula nostrada de ERC, JxC y CUP. Sorpresa, rechinar de dientes, miedo... ¿No?

Durante toda la campaña hemos apostado desde los Comunes por un gobierno de izquierdas. Con todas las imperfecciones y todas las diferencias. Con todo lo que significa el PSC a día de hoy y lo que es ERC a día de  hoy. Pero un gobierno de izquierdas transversal, transversal quiere decir dejar a un lado el tema nacional y apostar por lo que pueda unir en políticas progresistas en un momento de crisis, sería la solución... creo que ya lo he dicho antes. Sería una solución para romper el cisma que se vive entre quienes ven la sombra de una España pérfida y fascista en cada paso que das y quienes no pueden contaminarse con la convivencia con una Catalunya que ya no está ligada con la España del 78. Algo hay que hacer. Y qué mejor manera de desencallar que esto. 

Nosotros lo apostamos ahí. A un gobierno de izquierdas. Con todas las imperfecciones. Y los demás que se mojen. Si el PSC no quiere contaminarse con un gobierno con independentistas, ya sabe lo que le pasó a Ciudadanos. Si ERC no quiere nada con el PSC ya sabe lo que le viene, el infierno de JxC otra vez. 

¿Quién puede asegurar con un resultado fuerte, potente, que dejemos atrás el tiempo de vender humo o de vender los años 80 como la panacea? Nosotros. ¿Va a ser fácil? No. Pero que es la única solución posible para un Govern de la Generalitat, eso lo saben en Tavèrnoles, en Sant Adrià y en la Sènia. 

¿Y lo vamos a conseguir? Sí. 

lunes, 2 de noviembre de 2020

Todo irá bien


 '¿Dónde están ahora los del todo irá bien?' Finalmente la hora de los mamporros ha llegado y los que se pasaron el confinamiento recelando del optimismo del Resistiré y del 'de esta salimos mejores', han visto como sus augurios se cumplen. Finalmente, llegan los disturbios callejeros, la frustración de un segmento de la población llega al límite, el hartazgo por medidas arbitrarias que ahora dicen esto, ahora lo otro, ahora cierran esto pero mira aquellos trabajando y nosotros aquí y ese sí y lo que me diga aquel a mí qué me cuentas. Finalmente llega el comentario del momento: apocalíptico. Finalmente lo que tantos estaban esperando se va a cumplir. Las calles arden, nos lo merecemos. 

Estaba claro que el mensaje optimista cándido y naif no era realista. Está claro que la situación es peliaguda para un montón de gente que está viendo cómo su vida se está quedando en stand by y que la maquinaria administrativa del Estado no está siendo lo suficientemente eficiente para poder dar respuesta a todo lo que ocurre. Que la maquinaria no sea más que una cosa sujeta con palillos y goma de pollo y que se ha visto superada por una situación como esta no se soluciona queriendo quemar lo que quede del Estado, sino aumentando el Estado, sus integrantes, su fortaleza, sus recursos y su presencia en nuestra vida atendiendo las necesidades de la gente. Que los servicios sociales, los gestores de los subsidios de desempleo, de los ERTOS, de las rentas mínimas, funcionen y sean eficientes, ha de ser una prioridad y para ello hay que cambiar el paradigma con el que nos hemos movido en este país desde tiempo inmemorial. Los funcionarios son una lacra. Hoy vemos que los funcionarios, los servidores públicos, los trabajadores públicos, dan la medida de un país. 

Los trabajadores públicos no son los políticos. Los políticos hacen política y se supone que designan las líneas que se han de seguir. Si la gente no ve diferencias entre la gestión de unos y de otros, es cuando las derechas encuentran su espacio. Todos son iguales pero yo soy más igual. Por eso se tienen que hacer políticas que signifiquen cambios, cambios para la gente común, para los trabajadores, para quienes tienen más riesgo de verse en la intemperie. Todo este párrafo está muy bien, dirán, pero no se está haciendo. Pero se está haciendo, contesto yo. En la medida que se puede siendo el país que somos y teniendo la correlación de fuerzas que se tiene. Es difícil de entender, pero cada cuatro años hay elecciones y de las elecciones se obtienen resultados que marcan la línea que sigue un país. Los míos llevan en el Gobierno quizás menos de un año. Y en un año, vaya si se nota el cambio.

Este párrafo anterior le importará una mierda a quien lleve cuatro meses sin cobrar el paro o no haya recibido ni un yen del ERTO. Todo el texto le importará una mierda para quienes consideren que la presencia de los míos en el Gobierno es causa bélica. Eso ya lo sé yo también. Lo que deberíamos tener claro, los míos, es que hay que hacer lo que sea  necesario para que los primeros no nos pierdan la fe. 

Siempre pongo la misma teoría sobre la mesa y no dejo de pensar en ello. Si hace 12 años de una situación de cambio de paradigma o ajuste de tuercas del capitalismo (que no de crisis), este país o buena parte de la población descontenta de este país buscó respuesta en la impugnación del sistema o al menos una respuesta de izquierda que hablase en el mismo idioma de quienes estaban viendo como su presente y futuro no iba a ser como el que pensaban, ahora corremos el riesgo de que la moneda caiga para otro lado. Y no lo podemos permitir. 

Así que toca hacer lo que sea necesario para que, realmente, nadie se quede atrás y para que nadie busque respuestas donde solo ofrecen más miseria y odio. Y todo saldrá bien.