lunes, 27 de febrero de 2023

Carnaval


 Al doctor Urrezti no le gustaba disfrazarse. Su padre, don Esteban Urrezti ya le había advertido en su momento que disfrazarse no iba con ellos. Eso de disfrazarse era una diversión de la gente llana y ellos no estaban para eso. Para ellos la vida misma era un disfraz en el que tenían que representar que eran algo diferente. Otros debían hacer eso unos días señalados al año, para ellos, aquello era la vida misma. Así que con esa premisa al doctor Urrezti le sorprendió que un día, en el Hogar de Homenaje, el club social del pueblo, se programara una fiesta de disfraces por primera vez en su historia. Una historia centenaria, como rezaba en la puerta misma del Hogar de Homenaje, y ese cartel no estaba datado así que quién sabe cuántos años tendría el Hogar de Homenaje o si bien el cartel estaba puesto en previsión de que algún día la entidad fuera centenaria y así acertar de alguna manera. Esto pensaba cada día el doctor Urrezti al pasar por allí y se quedó en estado de shock cuando supo de la fiesta de disfraces. El Carnaval del pueblo, era muy conocido en los contornos, todo el mundo había ido alguna vez y todo el mundo tenía una anécdota que contar sobre él. El doctor Urrezti, durante esos días, se encerraba en su casa y no frecuentaba las calles. Ni siquiera acudía al Hogar de Homenaje. El anuncio de la fiesta de disfraces le sacudió por dentro. Por un lado le enojaba que el prestigioso club sucumbiera al frenesí vulgar del Carnaval. Pero por otra parte, le parecía que si el club había decidido instaurar una nueva tradición como la del cartel centenario, pues habría que llevarlo a gala. En esa tesitura se encontraba cuando un día apareció por casa don Carlos Ehepare y le preguntó si ya tenía claro su disfraz. El doctor Urrezti le dijo que sí, que lo estaba mirando, pero la verdad es que estaba pensando en no disfrazarse. Por favor, le dijo Ehepare, cómo no se va a disfrazar... el día de la fiesta, el doctor Urrezti salió de casa con un disfraz que le pareció ideal. Una máscara de calavera, un traje rojo, un terrorífico conjunto para demostrar que él y los de su clase, si dejaban de representar, daban aún más miedo que de normal. Al doblar la primera esquina, unos niños comenzaron a burlarse del traje, las risas aumentaron cuando se unieron los mayores, transeúntes, peatones, disfrazados, todo el pueblo. Lo que no sabía el doctor Urrezti es que ellos también se reían de él cada día.

viernes, 24 de febrero de 2023

El ritmo de la calle


Si paseas por las calles de mi ciudad. Si sientes su latido. Si te dejas llevar por la vida que se desprende de. Santa Coloma, un día cualquiera, sales a la calle, vas a alguna parte y desde lejos escuchas una melodía. Una melodía de violín que inunda todo el Passeig Llorenç Serra, de arriba abajo y de una acera a la otra. Un sonido claro, presente, cristalino, una música que inunda toda la calle y que te invita a pensar y a mirar curioso de una acera a otra, de dónde sale esa música. Quién está tocando de esa manera tan notable. Avanzas por la calle y no sabes ver de dónde sale ese sonido. Está claro que es un sonido que suena sobre un fondo grabado, el violinista está tocando sobre una base. Te detienes en una esquina y en la otra esquina intuyes al violinista, tocando apoyado en una pared, la gente pasa a su lado, tu sigues avanzando y te pierdes hacia ese lugar al que te dirigías, que ahora mismo no te sabría decir. Solo unos días después, viniendo de otro lugar, vuelves a escuchar ese sonido, una música potente, y el violín que va dibujando las notas y derramando música por toda la calle. El violín me parece un instrumento dificilísimo, todos los instrumentos me parecen difíciles, pero conseguir esas melodías, esos sonidos, esa claridad a partir simplemente de unas cuerdas rasgadas por un..., estás en el semáforo de delante de donde por fin descubres al violinista. Ahora lo tienes más cerca. El violinista se esfuerza en hacer visible lo mucho que está disfrutando de la interpretación, naturalmente para conseguir que algunas monedas caigan en la funda del instrumento. El violinista ríe mientras está tocando. Tú estás en la acera de enfrente y sientes curiosidad. Tanta que cruzas cuando el semáforo se ha puesto en verde. Y entonces, tú también sonríes. 

jueves, 23 de febrero de 2023

El año pasado sí que fue bonito


El año pasado sí que fue bonito de verdad. Cada año nos juntamos los que podemos y recordamos el año pasado. Un año pasado que siempre es mejor que este. Este año nos hemos reunido también unos cuantos, menos que el año pasado, porque el año pasado sí que fue bonito, este año no ha sido tan así, así que eso. Y recordamos aquellos campos verdes, aquellas mañanas limpias, aquel aire fino, aquellas comidas equilibradas, los sueños profundos, las amistades estrechas, los momentos de recogimiento, los premios y las dádivas, aquellas canciones que cantamos, los hijos que tuvimos, el verano intrépido, el otoño recogido, el invierno gozoso y la primavera radiante. Ah, la primavera del año pasado, sí que fue una primavera, una primavera que fue larga, extensa, que todos recordamos, que ni sobró ni fue imperceptible como la de otros años, qué bonita la primavera. Y qué medido y equilibrado que fue el año pasado, qué morigerado y qué estupendo. El año pasado, por estas fechas, pensábamos que no podría ser superado, pero el año pasado, este año pasado, ha sido sin duda el mejor. Las flores, el mar, el aire, las rosas, las rosas que son flores, el pasado que no volverá dicen, pero sabemos que sí que vuelve, el pasado vuelve el año que viene, siempre mejor. El año pasado siempre será el mejor. 

miércoles, 22 de febrero de 2023

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento


Se separan y dejan desolados a millones de fans en todo el mundo. Augustos y Michalski han decidido emprender caminos en solitario después de cuatro trabajos discográficos que han dejado patas arriba el mundo de la composición clásica y lo hacen mediante un comunicado en el que expresan su desconcierto ante un éxito inopinado, una exposición mediática global y la voluntad de seguir su camino en la música de una manera diferente. Así, Augustos afirma que en adelante piensa seguir investigando las posibilidades de la pandereta y Michalski abre la puerta a dejar el arte vocal para aprender a tocar un instrumento sobre el que comenzar a explorar nuevas vías de expresión. Augustos y Michalski, cuyo primer disco homónimo vendió más de 15 millones de discos con composiciones propias y solo una versión del Canon de Pachebel entre sus 8 canciones, consiguieron encontrar su camino en el ya trillado mundo de la música clásica y han arrasado no solo en los templos de la música sino también en festivales de música comercial. Augustos además ha protagonizado la serie '1000 pimientos', del afamado director Constant Darasanas, por lo que no se descarta que le volvamos a ver ante las cámaras. 

'Dos vidas de Nwanku', es el nuevo trabajo fílmico de Constant Darasanas en el que retrata la vida de un inmigrante africano desde que abandona su Nigeria natal para viajar hasta Europa, concretamente Inglaterra, donde intentará ganarse la vida hasta que conoce a Natalie, una joven cooperante que se enamorará de él y junto a la que volverá a Nigeria para abrir una cadena de supermercados cooperativos con los que intentará ayudar a su pueblo. Sin embargo, la obra no está exenta de polémica ya que para interpretar el papel de Nwanku, Darasanas, siempre rompedor, ha escogido a Augustos, el integrante de la conocida dupla clásica Augustos y Michalski. Augustos intenta dar verosimilitud a un personaje que, a todas luces, no parece hecho a su medida y pese a que hemos recibido críticas positivas, también son muchos los que dicen que Augustos, cuyo parecido con el antiguo miembro de Traffic Steve Winwood es más que evidente, pese a sus esfuerzos, no consigue en ningún momento transmitir el sufrimiento y la sensación de desamparo a la que se ve empujado en muchos momentos de su vida al protagonista. Por otra parte hay quien piensa que qué pasa con Augustos. 

Dalki Westermann publica el cuarto volumen de aventuras de su personaje de ficción, el Conde Nahum, con el nombre 'Mentiras despeñadas', que, según el autor, es su mejor trabajo hasta el momento. Apasionado del mundo del medioevo, en este cuarto trabajo, que presumimos que puede ser el último, el Conde Nahum vive sus aventuras en los años previos a la conquista de Constantinopla por los otomanos, donde se verá envuelto en aventuras inverosímiles, confusiones de personalidad, saltos al vacío, duelos, romances, persecuciones a caballo y corriendo también, así como una cacería de liebres que, descrita con magistral precisión, es sin duda lo mejor de la obra. 

'Sinceramente, escribo primero para mi propia salud mental y después para todo lo demás', son las palabras con las que Nahum Teresimovich ha lanzado al mercado su octavo libro de ensayos dedicado a la solución de los problemas de la soledad y el desvarío de nuestro tiempo en el manejo de las redes sociales y la falta de privacidad. Nahum Teresimovich, que afirma vivir alejado de cualquier tipo de tecnología, pues ya nos lo ha dicho todo.

Acabado de salir del horno, 'Amapolas', es el nuevo poemario de Kalrota Abrantes. Como en sus anteriores poemarios, el libro viene acompañado de un soporte en el que se la puede escuchar cantar sus poemas acompañada de una guitarra. No es un audiolibro, es un libro junto al que se vende un soporte digital, que en sus primeros libros fue un CD, pasó luego a un pendrive y en esta ocasión, siempre atenta a los tiempos, es un vinilo. 'Amapolas' vuelve a enfrentarnos a una Kalrota obsesionada con las flores y el poder que estas ejercen en nuestros estados de ánimo. Ánimo. 

martes, 21 de febrero de 2023

Negrers. La Catalunya esclavista


El mite, els pares fundadors, la èpica del progrès, el riu Llobregat neix i al llarg del seu curs es van anar fent instal·lacions per donar energia elèctrica i com que som tan espavil·lats vam ser capaços de desenvolupar una indústria, els cognoms famosos, els indians i les seves cases i palaus que eren si més no curiosos i una mica excèntrics i ens criden l'atenció davant la sobrietat i seriositat de la construcció catalana, els catalans de les pedres en fan pans. O dels negres. Aquest documental emès per la TV3 i produït per Abacus, ha desencadenat una polèmica important sobre la nostra història i ho ha fet amb tota la raó del món. Perquè el documental, contrariament a la visió idíl·lica que la mateixa cadena ha mostrat del nostre passat i sobretot del paper dels propis catalans i catalanes en el nostre passat, sobretot si aquest ha estat una mica tèrbol, el documental dic, és dur i concret. La participació de catalans en el negoci de l'esclavisme al segle XIX. I com aquesta participació va originar fortunes ingents que desprès van portar com a conseqüència la possibilitat de saltar d'un estadi a l'altre del capitalisme sense girar la vista enrera. El documental posa el dit a la nafra, dona cognoms, noms, visita els llocs i presenta testimonis. Inclús la ficció que podria xisclar en un documental seriós com aquest, serveix per posar verosimilitud al que hem vist en pel·lícules i sèries amb protagonistes estrangers, anglesos, nord americans, holandesos, belgues... però naturalment, no catalans. Ha estat especialment tendre llegir com davant la evidència, s'ha intentat escapolir aquesta catalanitat dels esclavistes argumentant que ho feien com a espanyols, és a dir, un és català quan fa coses bones i boniques, però perd la catalanitat quan no ens interessa. El mite, la història, els pares fundadors, la burguesia més emprendedora de l'Estat, el motor de la economia, els europeus d'Espanya, i la cara de Welelo intentant no cagar-se en Deu a cada instant i davant cada afirmació. I per acabar, per rematar la feina, per donar-li el punt de sarcasme a una història dolça i bonica... què millor que l'havanera, que aquesta bonica tonada d'El meu avi què, just desprès d'haver escoltat tot el que hem escoltat, ens sap a sang. Visca Catalunya, visca El Català. 

lunes, 20 de febrero de 2023

Aquesta és la última batalla del Capità Harlock


Doncs crec que jo no era ja tan jovenet, no era un nen, perquè el meu germà s'enrecorda encara del Capità Harlock i ho fa clarament, és a dir, que no ho té com un record llunyaníssim. El Capità Harlock eren uns dibuixos animats misteriosos, al menys per a mi. Els dibuixos animats japonesos contaven històries, una adaptació d'algun llibre, com Heidi o Marco, o bé eren les espatarrants històries de la Bola de Drac o el Dr. Slump. Però el Capità Harlock era diferent. No sé si és perquè no ho emitien seguit o jo no els veia seguits, però sempre em semblava que allò no avançava mai, esperant sempre una batalla final envoltat de records d'un altre temps, mentre anaven passant batalles i xocs entre naus espacials i més records, esperant la última batalla. En aquella nau que era com un vaixell pirata, la figura del Capità Harlock, amb les cicatrius i el parche en el ojo, aquell ritme lent, aquelles poques paraules, aquells records d'un temps passat que es va perdre perquè els dolents havien atacat i li havien tret el que ell estimava, i el Capità Harlock vinga a recordar i vinga a preparar la última gran batalla. Quantes hores, quants episodis, quants mesos vam passar esperant aquella última gran batalla que jo ara no recordo si finalment va arribar a produïr-se o es va quedar tot en l'espera. Durant molt temps amb el meu germà recordàvem aquesta sèrie i no ens aclariem sobre si havia acabat o no havia acabat. Temps desprès, molt temps desprès, els Daft Punk treien una cançó que era, clarament un homenatge al Capità Harlock, el vídeo ambientat a l'espai, representava també alguna cosa semblant a la idea del Capità Harlock, durant tot la cançó, que no era curta precissament, es preparava un atac i aquest atac... aquest atac... no és que fos un homenatge al Capità Harlock. És que l'autor del vídeo era el mateix que havia ideat al Capità Harlock, en Leiji Matsumoto. I ha mort avui. 

viernes, 17 de febrero de 2023

Paseando con el Golem


Era un Golem de pocas palabras. Recién llegados a Praga, de madrugada, después de un viaje en autocar desde Santa Coloma para celebrar nuestra despedida del BUP, nos aposentamos en un hotel situado en un barrio que parecía Bellvitge y nos conjuramos todos para pasárnoslo lo mejor posible ante la perspectiva, que se descubrió incierta, de que nunca más nos volviéramos a ver. Así, desde el primer día, decidimos que el plan de viaje iba a ser el que se nos pusiera por montera y que allí mandábamos nosotros. La actitud complaciente y displicente y omnisciente y consecuente del profesorado que nos acompañaba, hizo el resto. Así es que yo decidí perderme y escapar del grupo principal para visitar el barrio judío, desconociendo que el plan trazado por el profesorado ya incluía una visita al barrio. Así es que, después de entrar en una cervecería y tragarme una jarra enorme, no bebía apenas entonces, y ya algo nublado, puse mis pies en el barrio cuando una figura enorme se situó detrás mío y yo, que no conocía la leyenda del Golem, me asusté. Si hubiera conocido la leyenda del Golem, me hubiera asustado igual. Impresionado por aquella figura gigantesca a mi lado y creyendo que todos los paseantes habían reparado en él cuando en la calle no había nadie, solo se me ocurrió decirle 'hola, me llamo Toni y vengo de Barcelona'. El Golem extendió una mano y pensé que quería estrechármela y eso hice. El Golem me la cogió y se puso a caminar. Me llevó por diversos callejones, pasó de largo por el cementerio, atravesamos un puente, volvió sobre sus pasos. Yo iba con él y no me crucé con nadie. No era tan tarde, no había bebido tanto, qué estaba pasando. El Golem, que no tenía una boca, hizo un sonido que me pareció como de despedida y me soltó la mano. Le quise preguntar algo pero se había ido. Volví al hotel, había una fiesta en el pasillo, alguien le estaba dando algo de beber a alguien. Pasaron los días y nos volvimos a Santa Coloma. Recuerdo poco de ese viaje. A veces noto algo a mi espalda. 

jueves, 16 de febrero de 2023

Punxa'm


Usted ve todas esas calles y todas esas plazas, todas esas aceras con ese poste de la luz, con ese bar en el chaflán, con una televisión dentro donde no pueden poner el fútbol porque ahora han cambiado otra vez lo del fútbol o bien porque pasan de poner el fútbol porque la gente se les apalanca y para que se les apalanque ahí la gente pues tampoco se van a dejar el dinero por la cara y tienen toda la razón o no porque a ver si ahora ya no vamos a poder ver el fútbol en ningún sitio y es que esto del fútbol tiene miga o la tenía antes, pero usted que está viendo todo esto y le gusta opinar sobre todo y pasea por calles que no reconoce, porque no las reconoce y tiene que hacer un esfuerzo por no perderse porque yo ahora le digo la calle tal y usted puede que dedique unos minutos a buscar en el google o bien tiene a alguien a su lado que le diga, sí hombre, es la calle tal, que está allí donde la cuesta termina y se le ha puesto cara de no entender nada de lo que le estoy diciendo porque posiblemente no me entienda y piense que todo lo que va a leer y lo que ha leído es otra cascada de palabras que no tienen otro objeto que confundir y crear un ambiente y una sensación y se ha sentado en un banco en el que ha esquivado las manchas blancas que puede sean cagadas de pájaro o que sean otras cosas que no sé porque no soy biólogo y no tengo necesidad de serlo y se ha sentado en el banco con el solete en la cara y se siente satisfecho de que todo esté saliendo más o menos pero algo le dice que no está saliendo como usted querría si es que en algún momento ha pensado que esto iba a ir como usted querría o usted no había pensado realmente en nada porque a usted todo esto es que le daba un poco lo mismo por no decir que es que no le apetecía demasiado y ahora caminar por las calles con los postes de la luz y entrar en conversación con personas que usted pensaba que había dejado atrás, en otra vida, en otro tiempo, ya no podemos ni podremos, no sé qué me pasa que las sombras últimamente son más frías, tu teléfono es muy frío, tus llamadas son más cortas, dame una cita, vamos al parque, pero qué parque y de qué parque me está hablando usted, que hace tiempo que me habla de parque, parque, parque, y yo aquí no veo el parque por ningún lado, pero ahora quisiera que me dedicara unos segundos de atención para decirle que estoy espectante y expectorando mucho últimamente y no sé qué puede pasar, vamos a ver, lo que estaba diciendo, es que usted va por todas esas calles y piensa, pero qué hago yo aquí. Piku, piku, piku.

lunes, 13 de febrero de 2023

La radio


Es tu buena compañera, la radio. Salía Dyango cantando esta canción y no entendías, porque ya de por sí a Dyango y lo que cantaba Dyango y cómo cantaba Dyango tú no lo entendías, porqué le cantaba Dyango a la radio y porqué esa canción ya era también, de por sí, como un jingle de esas emisoras de radio de la onda media que tu madre escuchaba mientras cosía. Emisoras de radio de otro tiempo. Aquí Radio Salud Catalunya, y programas eternos de tarde cuando las tardes duraban cientos de horas, pegados al calor de la estufica de las dos barras, y la música de fondo sonando de la radio y locutores y locutoras serios y serias que hablaban en tono suave, calmoso, Radio Salud es vida y cuando acababa la tarde, esa tarde tan larga, taaaaan larga, era el momento de poner Radio 3 a ver qué sonaba y escuchabas esa música que tenías que memorizar sí o sí a la carrera para que no se te olvidase, para poder decir al día siguiente en el cole o en el insti que habías escuchado una canción de nosequien. El misterio de la radio. Cada mañana, pones la radio y sintonizas ya no al que te cae mejor, ya no, casi nunca, al que sintoniza con tu forma de pensar, pero te da igual, porque lo que interesa es ese ruido de fondo, polémico a veces, tranquilizador porque te permite estar al tanto de lo que pasa y no pasar por el mundo desconectado. Cada mañana o casi cada mañana, que hay mañanas que prefieres algo de música, pero esa música ya no la buscas en la radio porque en la radio ya no ponen tu música, abuelo, a no ser que quieras escuchar esas emisoras de rock que te niegas a sintonizar porque tú no eres de esos, pero sabes que ya es ahí donde suena tu música. Es tu buena compañera, la radio. Aquellos años que tu madre escuchaba Radio Teletaxi. Aquellos años de la cadena Ser, o de Antena 3 radio, o del fútbol en la Cope, o de regresar de cualquier parte con el Arús y los partidos del Barça deseando que perdiera el Barça porque era cuando se ponían más destroyers. Sintonizando casi de milagro Radio Bronka o Radio Inoksidable y poniendo el contestador automático al lado de la radio para grabar canciones de Eskorbuto o de Vangelis. La radio. Hoy es el día Mundial de la Radio y la radio debería llevar muerta ya no se sabe el tiempo. La radio, tan antigua, tan clásica, más que el hilo negro, pero está ahí, el invento de la vida, el invento mundial, internacional, una voz desde nosesabedonde te habla de lo que sea, te hace pasar una hora, dos, tres, pensando en esa cosa, te acompaña. Suena Dyango. Tengo los mofletes enrojecidos. 

viernes, 10 de febrero de 2023

Karpov


Yo una partida como esa la había jugado muchas veces antes. Más o menos, siempre pasaba lo mismo. Una partida que comienza con la clásica movida posicional y en la que de repente me veo en una cierta inferioridad. El tema estaba en que me habían quitado una pieza importante y todo parecía ponerse cuesta arriba. El contrincante estaba convencido de que con esta pieza fuera del tablero, la partida estaba clarísimamente de su parte. Sin embargo, como en otras ocasiones, ante una situación desesperada, que digo desesperada por darle épica al tema, pero vamos, con todo de culo, aprovechando lo que había sobre el tablero, encontré una combinación, la combinación, la maniobra posible ya no para reequilibrar el tablero, sino para finiquitar la partida de un golpe. Porque en el reequilibrio volvíamos a estar en las mismas, así que había que recurrir a la suerte para que ese fuera el momento que terminase la partida. Lo más normal es que ese movimiento no hubiera servido de nada, que ante una superioridad tan manifiesta, el contrincante hubiera solucionado rápido el asunto y se hubiera limitado a un intercambio de piezas que le dejaba de nuevo en superioridad, sin embargo, no contó con que quedaban no pocas piezas en el tablero con capacidad de hacer daño y se encontró con lo que se encontró. Yo una partida como esa ya la había jugado muchas veces antes. Y ahí estaba de nuevo, con esa sensación de que había estado haciendo el tonto durante buena parte de la partida para llegar como siempre a la solución in extremis. Mirando el tablero poniendo cara de barra y pensando en que ese huequecito que se ve ahí y con estas dos o tres piezas, a ver si juntando y dirigiendo el tiro hacia allí sin que se note. Venga va, pon buena cara que con buena cara siempre parece que sí. Y mira. 

jueves, 9 de febrero de 2023

Fernanda de Utrera, Burt Bacharach, la música


La Rosario te dice que sí, que tú estás en el beef de David Gilmour y de Polly Samson con Roger Waters en la enésima pelea entre los dos genios de Pink Floyd si es que somos tan así de creer que Nick Mason y Rick Wright eran simples muñecos sin alma, pero que hoy es el Centenario de Fernanda de Utrera y claro. Es que Fernanda de Utrera. Uno, que ya ha dicho mil veces que el flamenco lo conoce de oídas, que no tiene la más mínima idea, ni el oído educado ni nada, se encuentra de repente, pajareando por el youtube con un vídeo de Diego del Gastor acompañado de Fernanda y Bernarda de Utrera y de repente parece que has descubierto algo que es diferente. Que no tiene que ver con el flamenco ese que tú crees que conoces y ves que hay algo ahí que es infinitamente más visceral, violento, rabioso, sin filtrar, bestia, una especie de fuerza y de grito que viene vete tú a saber de dónde y que ya está sonando tópico y no llevo ni un párrafo pero ves que no puedes parar de ver vídeos de las dos hermanas, donde se van turnando al micrófono, casi siempre con Fernanda de Utrera a los mandos, a veces acompañadas también de la Paquera de Jerez y siempre con la misma sensación, de que en esa figura pequeña, diminuta, estaba toda la energía nuclear necesaria para darle luz a un continente. No se acerquen a esos vídeos buscando nosequé pretendida calidad, porque lo que sale de ahí es combustible puro. Y hoy hubiera hecho cien años. Y no sé cuántos de vosotros conocéis a Fernanda de Utrera o a su hermana Bernarda. Ahora mismo estoy escuchando una lista de canciones de Burt Bacharach, porque se ha muerto a la edad de 94 años. Burt Bacharach es el compositor de todas esas canciones que conoces y que te gustan, que un día descubres que te gustan, porque siempre has sido muy punki y del racaraca hasta que dices, un momento, esta canción me sonaba y aquella también, y son todas del mismo señor. No puede ser. No puede ser que haya un disco en la biblioteca central donde estén todas estas canciones, un disco que creo que pillé hace doscientos años y que te vuela la cabeza y que, efectivamente, no te grabas ni nada porque piensas, a ver, es Burt Bacharach pero te haces mayor y de repente te enteras de que hoy mismo se ha muerto y te viene a la cabeza Walk on by y la primera vez que la escuchaste no en la voz de Dionne Warwick sino en una especie de bonus track del Pet Sounds o del Smiley Smile que hicieron los Beach Boys y se te ponen los pelos de punta como se te pusieron la primera vez. La música. Y cada día una cosa. 

miércoles, 8 de febrero de 2023

Abdul-Jabbar


Yo tenía una canastita pequeña en la cocina que ponía a la altura de mi cabeza poco más o menos. Era una canastita con una pelotita pequeña. Debió ser alrededor del mundial de Basket que se celebró en España, cuando la RAM hizo una serie de carpetas con jugadores de la NBA. O después, o antes, yo que sé. Yo tenía varias carpetas pero siempre procuraba llevar la de Kareem Abdul-Jabbar. Y me pasaba los ratos muertos haciendo el gancho de Kareem Abdul-Jabbar, a lo Kareem Abdul-Jabbar. Incluso había adaptado una letra de los Sigue Sigue Sputnik y cantaba 'a lo Kareem Abdul-Jabbar'. Mi hermano debía ser muy pequeño, pero lo utilizaba para que me hiciera de defensa. Entre la canasta a mi altura y mi hermano de tres años o cuatro defendiéndome, pues el pleno de aciertos era... No lo he dicho, las carpetas nos las sacaba, si no recuerdo mal (igual recuerdo mal) el padre del Maño, que trabajaba en la RAM. Los más jóvenes quizás no sepáis lo que era la RAM. Así como yo iba vestido de niño Telefónica, el Maño iba vestido de niño RAM. El caso es que acostumbraba yo a hacer de Kareem Abdul-Jabbar a la hora de la comida. Y duró la broma supongo que menos de una semana. A la semana ya había subido el vecino a quejarse de que el niño con la pelotita. El niño con la pelotita. El niño con la pelotita lo intentó alguna vez más, hasta que dejé de hacer de Abdul-Jabbar. Yo solo sabía que era de los amarillos y que los verdes, los Celtics, tenían al blanquito ese de Larry Bird que parecía un jugador de aquellos del Real Madrid de los ochenta, un Isidro o aquellos que salían en los cromos tan rubitos. Yo era de Kareem Abdul-Jabbar, pero también del otro blanquito gafotas repartidor de tortas, Kurt Rambish. Nunca tuve las Converse de los Lakers, pero tuve unas Converse que eran las Doctor J aunque estoy convencido de que no eran las Doctor J. Hoy he visto a Kareem Abdul-Jabbar acompañando a Lebron James porque le ha superado como máximo anotador de la NBA. Ni Jordan. Jordan, recordando ahora, me parecía como del Barça, y viendo el documental, lo entendí todo. Digo, hoy he vuelto a ver a Kareem Abdul-Jabbar, simplemente levantándose del asiento para ir hacia... y no tiene rival. 

martes, 7 de febrero de 2023

Radell


No nos vamos a tirar de los pelos, no vamos a llorar, no vamos a echar de menos, no vamos a llevarnos las manos a la cabeza. No vamos a creer que esto no podía pasar. No es ni la peor ni la mejor pérdida que hayamos tenido. No es absolutamente nada que uno no pudiera imaginar ni que pudiera pensar de alguien que en los últimos, y no tan últimos años, ha tenido entre ceja y ceja servir de ariete hacia quienes fueron sus antiguos correligionarios. Ah, la mística del traidor que no se cree traidor, sino que piensa que siempre ha estado en el mismo sitio y son los demás quienes no le han entendido a él. Podríamos decir aquello de que no merece la pena escribir ni siquiera unas líneas por su pérdida. Pero es que yo hice un alarde de profesión de fe cuando lo dejó y le reconocí que había sido, al menos, una voz que, pero eso le situaba en un lugar, un lugar que en aquel tiempo era arriesgado y cuando te arriesgas, al cabo de cierto tiempo, supongo que acabas buscando una seguridad. Una seguridad que ya buscó antes otra compañera de sillón en aquellos tiempos del sí se puede, y que ahora mismo ha seguido él. Yo recuerdo. Yo recuerdo cuando vinieron a presentar la campaña a la plaça de la Vila, creo que ya no queda nadie de aquel grupo de cabezas que vinieron a la plaza. Yo recuerdo aquel mitin en la plaça Pau Casals, con tanta gente, aquel mitin, el mitin de las camisetas, que lejos queda todo aquello. Sacando la cara por él, justificando, buscando el hilo, hasta que ves que empieza a decir cosas que ya no es que sean particulares, es que son cosas con las que no puedes estar de acuerdo.

Tránsfobo. Con todas las letras. Pero no solo tránsfobo porque tal, no tránsfobo que además ha soltado perlas inigualables sobre el colectivo y sobre todo aquello que haya podido hacer daño y situarse diametralmente fuera de. Hasta que ha caído en el lugar que ha estado sobrevolando durante todo este tiempo.

Si después de todo el lugar que consideras idóneo para defender esa especie de lado íntegro de la izquierda es el PSC es que nunca has sido lo que has vendido. Si el PSC es el lugar en el que se acogen a personas capaces de soltar las barbaridades que ha dicho el buen señor por la boca y por las teclas, pues poco más queda por decir. 

lunes, 6 de febrero de 2023

Ruido de fondo - Noah Baumbach


Noah Baumbach es un director que mola. Y por eso, esta película te confunde. Porque las películas de este señor son como un escalón más de ese cine americano, neoyorquino, woodyallenesco, pero en otro estadio. Un cine en el que se habla mucho, en el que se está hablando casi todo el rato, donde las conversaciones son interesantes, divertidas, ágiles, donde habrá momentos en el que no te sientas identificado y habrá momentos en los que te estarás escuchando o estarás escuchando a alguien que conoces. Frances Ha, genial, o The Meyerowitz Stories, sublime o la increíble Historia de un matrimonio. Pero esta, no. Esta, Ruido de fondo, es la primera vez que adapta una obra que no sea suya y se nota que las cosas cambian. Y así, sale una peli rara. Una peli rara pero no porque sea una peli rara, sino porque todo parece raro, descoyuntado, sin orden ni concierto, sin que entiendas porqué, sin que entiendas para qué y si, porque es tan obvio que lo entiendes, te parezca que para este viaje no hacen falta dos horas y pico de película. No hace falta esa historia en medio de la historia, no hace falta esa profusión de diálogos que parecen un collage sin sentido, no hace falta el centro comercial porque es todo demasiado obvio. Así que no te hace falta un genial Adam Driver, ni la genial Greta Gerwig ni todo el elenco de actores, porque no sabes realmente para qué hacía falta esta película y esta historia, para que me digas como he leído que si el trumpismo, que si la pandemia, que todo eso... como que si me quieres decir que todo es Trump, pues vale, pero que te esfuerces un poco más. Digamos que uno ve esta película porque es Noah Baumbach y sale trasquilado. Dejémoslo ahí. 

sábado, 4 de febrero de 2023

Jim & Andy. The Great Beyond - Chris Smith


Una cosa es una cosa y otra cosa ya es otra cosa. Una cosa es que te metas dentro el personaje, que te creas el personaje, que vivas el personaje, otra cosa ya es que seas el personaje. Que lo hayas sido incluso antes. Que nunca más lo vuelvas a soltar. O que todo sea una mentira y un engaño de la misma manera que el personaje también le tomaba a la gente el pelo. O no se lo tomaba. Jim Carrey encarnó al cómico (o no) Andy Kaufman para la película de Milos Forman, Man on the Moon y no encarnó al cómico sino que fue el cómico y el cómico no sabemos si lo soltó o no alguna vez. De hecho, creemos que solo su fallecimiento pudo hacer que el cómico Andy Kaufman dejara de ser o hacer del cómico Andy Kaufman. Y de Tony Clifton. Jim Carrey hizo filmar el proceso de rodaje de esta película, Man on the Moon donde literalmente se hizo insoportable para todo el mundo o, por lo que parece también en ocasiones, metió a todo el mundo en una dinámica donde lo más fácil que podía pasar es que la película se fuera a la mierda, pero que bien que nos lo hemos pasado, chavales. Este documental recoge esas imágenes de la filmación y las engarza con una entrevista al propio Jim Carrey hoy donde queda claro que Jim Carrey ni ha soltado al personaje, ni en su vida anterior hacía otra cosa que ser un personaje con el que poder vivir. Ese personaje Jim Carry que, paradójicamente, no es diferente al que sale en las películas, sea esa película la que sea, todo está relacionado y todo parece verdad y todo parece que nos lo está contando porque queremos creernos que todavía sigue ahí, en eso, en Andy Kaufman o que Jim Carrey son los personajes de Olvídate de mí, de La máscara, de El Show de Truman y no sabes ya qué es una cosa y qué es la otra y qué paciencia la de Milos Forman para entrar en el juego y de Danny DeVito y de todos los actores que estuvieron ahí e incluso de los que ya conocían de que iba a ir eso e incluso habían participado ya antes en todo ese proceso de locura faltona, irrespetuosa, broncas, sin gracia, espantosa, ridícula, autoparódica, genial que podía ser el show de Andy Kaufman y que ni siquiera así conseguían seguir el rollo más desquiciado todavía de Jim Carrey. Y de Tony Clifton. Especialmente espeluznante es la visita a la mansión Playboy, donde lo ridículo del personaje se mezcla con lo ridículo de todos y cada uno de nosotros queriendo creer que algo es lo que no es porque no sabemos ni entendemos ni vamos a conocer nunca nada que se parezca a. Y Tony Clifton. 

jueves, 2 de febrero de 2023

El candidato de En Comú Podem Santa Coloma a la alcaldía


Esas fotos de perfil en redes de la gente hablándole a un micrófono ante una cantidad indeterminada de personas que no puedes distinguir, porque no ves a la gente, solo ves la foto. Esa gente que está dirigiéndose a la masa, que le escucha esperando que lance la consigna, la frase, la idea, mil veces escuchada, reconfortante. Esa idea que no es nueva, ni es vieja, simplemente es y la lanza y ya queda y no nos preguntamos si la compartimos o no, simplemente la ha dicho y ya, me la creo. Hola, soy Antonio Molina y la asamblea ha decidido que sea el candidato a la alcaldía de En Comú Podem Santa Coloma en las elecciones de mayo de este año. Ser el candidato no significa que ya está todo hecho y que soy yo el protagonista de la película. Hemos elegido a los cinco primeros de la lista, la Clari, la Maika, la Rosa Perea y el Álvaro. Dentro de nada tendremos la lista completa. Interesados, razón aquí. El candidato. Quienes hayan leído este blog alguna vez saben que no he escondido nunca ni dónde estoy, ni dónde participo, ni que la política haya sido un interés manifiesto. Y la política colomense por demás. Desde el momento en el que comencé a militar en EUiA, y antes, cuando trabajé como periodista en Santa Coloma Radio, la política de Santa Coloma y en Santa Coloma me resultó fascinante. La figura omnipresente de Lluís Hernández como referente, las vidas y obras de los luchadores y las luchadoras por una ciudad que escapase a su destino de ciudad dormitorio, el trabajo incesante del PSC por obtener la alcaldía, el trabajo incesante del PSC por mantenerla, la ciudad roja transformada en la ciudad de la rosa, las mejoras, las luchas, los tropiezos, la persistencia, todo aquello que hace de la política colomense un hecho fascinante y al mismo tiempo un trabajo arduo, árido, difícil, pero no imposible. Nada es imposible. La candidatura de En Comú Podem vuelve a presentarse en Santa Coloma encarnando los valores y principios de siempre, los que siempre ha llevado por bandera nuestro espacio, pero sumando. Sumando miradas nuevas, sumando otra manera de hacer y explicar, no mejor, sí diferente. Y con un miedo terrible a sonar como si estuviera vendiendo una moto bonita y dulce y amable y te voy a dar un abrazo y te voy a poner cara de te escucho y quiero que sepas que cuando sea tal, es que te voy a tener en la cabeza y el corazón siempre. Uf, qué pereza. Sumando. Pues claro que hay que sumar. Hay que sumar a los que estaban y a los que no se lo acaban de creer. Creer que se puede terminar con 30 años de gobiernos del PSC y que el cambio no está en ponerle un poco de amarillo a la ensalada. El cambio está en hacer políticas diferentes, no en hacer mejor las políticas del PSC. Las políticas del PSC está claro que tienen una gran aceptación entre los colomenses. No necesitamos más de lo mismo. Es necesario que haya otra voz, diferente, que apueste por políticas diferentes, por aprovechar a la ciudadanía colomense y su potencial de manera diferente. No hace falta negarnos a todo, no hace falta desmontarlo todo. Hace falta otra mirada y una presencia de una izquierda moderna, transformadora, sin complejos, sin dogmas, sin cálculos, abierta y sin trampas. Una izquierda que quiera a Santa Coloma y que, parecerá una tontería, que quiera a la gente de Santa Coloma. Hay demasiada gente en Santa Coloma que quiere cambiar Santa Coloma cambiando a su gente, su diversidad, sus orígenes diversos, su forma propia de entender la vida y sus misterios. Y hay demasiada gente que le tiene miedo a cambiar cosas. Nosotros no. 

Porque nosotras somos las que hemos cambiado Santa Coloma, las que siempre hemos estado y seguimos estando delante en todas las reivindicaciones. En todas. En las que están clamando contra el cambio climático y por una ciudad más verde y habitable. En las luchas feministas. En las luchas por la justicia social. En cualquier espacio en el que se pueda trabajar por avanzar en derechos para la gente de Santa Coloma, ahí estaremos nosotros. Ahí hemos estado. Y ahí estamos. 

No somos más guapas, ni más listas, ni tan mayores, ni tan raras. Y nos gusta lo mismo que a ti. Estamos aquí. Esta letra de una canción de Feria y que luego versioneó Hidrogenesse, me parece perfecta para definirnos. No somos gente perfecta, no adoramos a nadie, no somos diferentes, no necesitamos diferenciarnos del resto de las colomenses, vamos a los mismos sitios, participamos de la vida en la calle, estamos en los barrios y somos barrio. Otra vez con las frases bonitas. Nen. 

El martes vino mucha gente al local tanto a la asamblea como a la inauguración del local del Carrer Sagarra 9, como Espai Lluís Hernández. Vino gente de siempre y vino gente que hacía tiempo y vino gente que asomaba la cabeza por primera vez. Vino mucha gente. Ponerle el nombre de Lluís Hernández no es inocente. El cura significaba muchas cosas, alguien capaz de reunir a gente a su alrededor diversa, que no tenían ni que ser comunistas, ni ser, ni dejar de ser, simplemente eran del Lluís. Ese es un espíritu que tenemos que recuperar. Que queremos recuperar. Que no hay que ser, que hay que querer y sumarse. Y ya está. Somos de Comuns, somos de Podem, somos y somos, pero tú también. Y por otra cosa más. Lluís Hernández no era perfecto. Y nosotros no somos perfectos. Y la cagamos y nos equivocamos y no somos dioses, ni reyes, ni tribunos. Somos gente de Santa Coloma, que hemos ido al mismo cole que tú, al mismo insti que tú, que hemos estado de bares contigo, que jugábamos en el equipo de fútbol sala y tuvimos aquella bulla, que estabas en aquella banda que no le gustaba a nadie, que currabas en el sitio aquel y coincidíamos en el metro y decías esta cara me suena y es de Santako fijo. Somos lo que somos y nosotros somos los de En Comú Podem. Todo el mundo lo sabe y todo el mundo nos conoce. Nos gusta lo mismo que a ti, estamos aquí.

Este blog se mantendrá más o menos como siempre, escribiendo sobre las cosas de siempre y cosas nuevas, historias nuevas, pero no se va a convertir en un diario de campaña. Este blog intentará seguir siendo un espacio de desahogo, de cambio de juego, de lugar en el que me pongo críptico y en el que me pongo crítico y qué bonito cuando eres capaz de hacer juegos de palabras con las cosas. Qué bien todo, ¿no? Pues al lío que se va el tío. 


miércoles, 1 de febrero de 2023

Crónica del #Plegramenet de Enero. Estoy francamente.


Ya estoy mejor. Bastante recuperado. Pero tengo que confesar que el lunes por la tarde, porque fue el lunes por la tarde y no por la noche y fue por la tarde y no por la noche porque el pleno municipal no terminó muy tarde, de hecho fue breve y tengo que confesar, digo, tengo que confesar que estaba en estado de shock. La política municipal, todo lo que es la política municipal, todo lo que podríamos concluir como política municipal se ha conjurado para conseguir que en Santa Coloma el PSC bata absolutamente todos los récords en cuanto a resultado electoral de abrumadora victoria y mayoría. El mundo de la política municipal parece haberse concentrado, de manera involuntaria espero aunque me cuesta pensar que según que decisiones se tomen de manera inesperada y cuando ya intervienen varias personas en la toma de decisiones que llevan a efectuar según que acciones te desengañan en cuanto a la improvisación y te dice que o bien el nivel es bajísimo o bien o mal o yo que sé. En este momento, para sorpresa de propios y extraños, el PSC tiene 17 regidores después de haber conseguido más de la mitad de los votos emitidos por la ciudadanía colomense, que creo que llegaron a ser unos 20 mil votos, número arriba o número abajo. Pues bien, después del lunes, no sé si eso puede variar, pero con dos o tres números más como el del lunes, puede ser que en el próximo consistorio no haya otro color político que el suyo. Estoy bastante mejor de lo del lunes, francamente, estoy bastante más entonado y creo que puedo decir que veo algún punto de apoyo cuando escucho a bastante gente de mi entorno decir que lo del lunes es difícilmente superable. Lo del lunes, si no lo vieron, no lo pienso explicar con pelos y señales y pienso simplemente dejar que la imaginación de cada uno vuele y trabaje en la remembranza, recuerdos, momentos, cosas. Pasos, gente, y que no falte el trote del caballo blanco, cada vez más hermoso, hermoso en el sentido en el que mi madre o mi abuela hablaban de lo hermoso, estar hermoso. El lunes vi cosas que no había visto nunca en un pleno municipal, también vi a personas que no había visto nunca en un pleno municipal. El hermoso trote, ya viejo y cansado, pero todavía capaz de hipnotizar a quienes buscan un lugar en el que socializar cuando todo está perdido, cuando estás solo, cuando vas cuesta abajo. El hermoso trote te conforta y te dice que sí, que hay un lugar. Sal de ahí. Corre. El caballo blanco no. Hablemos del punk. El punk como movimiento cultural o como simple género musical. Es muy controvertido. Controvertido en cuanto a que nos podemos dejar llevar por los clichés y pensar que el punk es esa imagen que tenemos de 'el punki' de toda la vida así como de 'el punki', 'el punko', etc. No sé cómo decirlo pero me entiendes. Entiendes también que esto del punk tenía mucho fondo y que había gente punk que era algo diametralmente opuesto a lo que era el punk que tú tienes en tu cabeza. Hoy no, pero ayer fue el cumpleaños de Johnny Rotten, que puede que sea la imagen de una cierta idea de punk. Ese punk ya no es punk o igual sí que lo es aunque diga que Trump mola. ¿Hasta qué momento se sigue siendo punk? ¿Es la familia el nuevo punk? Hay un movimiento rojipardo o de extrema derecha fundamentalmente que dice que lo punk hoy, lo provocador, lo irreverente es casarse, tener hijos, formar una familia tradicional, etc. Y uno se pregunta también por el fascismo. ¿Qué es el fascismo? Como venga mi madre a explicarte el fascismo lo vas a entender. Pero el fascismo es básicamente un movimiento político que niega la lucha de clases, que nos quiere a todos pegados a una bandera, un himno, una raza, una cultura y una forma de sentir que elimine conflictos y básicamente enriquezca a los más ricos. Si para eso tiene que cargarse a la totalidad de la población que no comulga con su idea, pues hágase. Eso es el fascismo. Si yo pienso que la alcaldesa debe dimitir no soy un fascista, claro. Si yo y digo ojo, como antes, que la alcaldesa es tal, no soy un fascista. Si yo hago otras cosas no seré un fascista y seré otra cosa que me cuesta definir pero fascista no, seré otra cosa, otra cosa que merece otra consideración, la que convengamos en llamar y el tipo de personas que queramos etiquetar. Ese tipo de personas que quizás piensan que es gracioso llamar nazis a los demás y que realmente deben pensar que viven rodeados de nazis, que nada menos que el 50% de la población, de sus vecinos colomenses son nazis. Esa gente que no sé en qué ciudad vive pero sí que sé en qué ciudad quiere vivir. Cosas que a uno le vienen así a la cabeza, uuuuuuh, sabes. El fascismo, el punk, la contestación, la irreverencia, subirte al carro porque pasa por allí, estar en este lado de la barricada y en el otro lado de la barricada, explicarnos lo que es el antifascismo que también tiene miga explicarnos lo que es el antifascismo como si los demás no hubiéramos redactado una moción sobre antifascismo y necesitásemos que nos iluminases pero qué sabré yo. Qué sabré yo si ahora hay gente diciendo que la familia es el nuevo punk. Si hay gente diciendo cosas y dejando en bandeja a nuestra alcaldesa la posibilidad de discutir en el próximo pleno con ella misma. En exclusiva.