jueves, 28 de febrero de 2019

Andalucía

Santa Coloma es la novena provincia de Andalucía. Hace tanto tiempo que no escuchaba esta frase. Escucharla o leerla. Andalucía. Hace un tiempo estupendo. Te levantas por la mañana y con ponerte una chaqueta no muy allá, ya pasas el día. Nos llegará el frío en un momento y nos pillará pensando que ya ha llegado la primavera y no es cierto. El día de Andalucía visto desde la novena provincia de Andalucía. No sé si corren buenos tiempos para este tipo de frases, o si somos la novena provincia de ningún sitio. Hemos ido a dar una vuelta y nos hemos encontrado con gente que conocemos. Casi todos creo que tienen algún vínculo con Andalucía. En algún caso, el vínculo con Andalucía somos nosotros. Y nosotros tenemos un vínculo con Andalucía. Hace no sé cuántos meses que no viajamos a Andalucía. Desde Agosto. Estuvimos muy pocos días este año. En la Andalucía que conocemos. Luego fuimos a la Andalucía desconocida. Otros sitios. Pero se supone que estando en Santa Coloma estamos en Andalucía. Lo étnico. Qué coraje. Estamos aquí en Santa Coloma y seguimos siendo Andalucía. Andalucía por todas partes. La tierra de nuestros padres. No te olvides de los orígenes.
La tradición es una maldición. Del pasado hay que hacer añicos.
No te olvides de dónde vienes y recuerda que somos todos diferentes, no somos como ellos. Tienes que luchar por ser como ellos. Soy medio murciano y soy medio español. Soy medio catalán y medio andaluz. Soy catalán pero mis padres son andaluces. Soy tal. La identidad. De dónde eres y de qué trabajas. Soy una persona excelente. Amigo de mis amigos y un amantísimo hijo de mis padres. Recuerda Andalucía, tierra de tus antepasados. No te olvides de que nunca serás como ellos, sean ellos como sean. Que nunca serás como tus antepasados. Que siempre serás como todo el mundo, uno más. ¿Porqué dicen lo de uno más cuando son algo? Quién sabe. Soy uno más. Soy una persona como tú y como yo. Un andaluz que disimula el acento. Un andaluz en el sentido general del término. En el sentido amplio del término. Los andaluces nacen donde quieren. Los de la estación estamos más lejos de la salida.
Santa Coloma como la novena provincia de Andalucía. Qué difícil es ser patriota en este pueblo, a no ser que tengas algo que demostrar. Demostración de que tú no eres de la novena provincia, de que contigo no han podido los años de inmersión lingüística, de que hace mucho que no bajas, de que hace un calor en verano que es que no se puede vivir, de que no tienes nada que hacer, es que aquello está lleno de fachas y no voy porque sacan a la virgen y cantan el himno nacional. Qué fácil es ser patriota en este pueblo. Santa Coloma intentando escapar de Andalucía. La Junta de Andalucía como el Ajuntament. El partido controlando desde quién hace el cartel hasta quién coge el micrófono. El folleto tan bien hecho. Andalucía.
Música moderna andaluza. Aires aflamencados. Apropiación cultural. Andaluces haciendo buena música. Catalanes en un concurso de imitación de lo andaluz. Apropiación cultural en la feria de abril del Fòrum.
Miedo a contar anécdotas que ya he repetido. La desmemoria es muy propia de los andaluces. No se acuerdan de cosas. Los catalanes en cambio son muy de acordarse de todo. Unos y otros son cosas. Clases. Especies. Etnias. Qué más quisieras.
El día de Andalucía y la reivindicación de una tierra a la que hace por lo menos siete meses que no voy. Que no bajo. El día de Andalucía como un día de fiesta. La diada nacional. Cantando el himno.
Perdonen que no me levante, es que estoy mejor sentado.
Bar Andalucía. Al salir de la parada de Marina. Pero no está en Santa Coloma. Los andaluces van desapareciendo lentamente y no nos estamos enterando. Ya no se hacen fiestas como las de antes. Gallegos, maños, extremeños, chinos. Los andaluces han sucumbido. Ya no se divierten como antes.
Debe ser culpa del reguetón.

miércoles, 27 de febrero de 2019

Prog Rock Britannia. An observation in three movements.

Encontrar documentales sobre rock es fácil. Encontrar documentales sobre rock progresivo es un poco más difícil. El rock progresivo es difícil. Porque todo el mundo dice que es difícil. El rock progresivo como un placer culpable. En un momento de este Prog Rock Britannia, aparece Phil Collins, que fuera batería de Genesis y cuenta cómo una vez en un aeropuerto se le acercó Rat Scabies, batería de los The Damned y le dijo asegurándose de que no le oía nadie 'soy un fan tuyo'. Rat Scabies era punk. El enemigo del punk era el rock progresivo. El cantante de Jethro Tull habla por ejemplo de que Johnny Rotten siempre se metía con ellos y que tiempo después reconocía que había sido fan.
El rock progresivo. Un estilo de música de composiciones largas, de tipos virtuosos de sus instrumentos, de letras fantásticas poco apegadas a la realidad y a la denuncia... o no. El documental, que ya avanzo que me gustó bastante a pesar de sus carencias, habla del nacimiento de un género que sitúan con discos como el Sgt. Pepper heart's club Band de los Beatles o canciones de Procol Harum y que avanza en Inglaterra de la mano de grupos como unos seminales Wilde Flowers de los que surgirán bandas como Soft Machine o Caravan. Y se dejan Gong y se dejan a figuras como Kevin Ayers. Se dejan cosas. Se dejan por ejemplo hablar de Pink Floyd, grupo fundamental del movimiento, que tuvo un éxito masivo (que también tuvieron otras bandas como Yes, por ejemplo), y de quienes incluso ponen canciones... pero sin que aparezcan protagonistas de la banda hablando.
Habla gente de Soft Machine, como Robert Wyatt, de Caravan, de Egg, de King Crimson, de Yes, de Jethro Tull, de Procol Harum, de Genesis, de Emerson, Lake and Palmer, Mike Oldfield... y avanzan en el tiempo desde el nacimiento de las respectivas bandas hasta que la llegada del punk prácticamente las sepulta en el cementerio de lo olvidado. Más que eso, en el mundo de lo repudiable. Rick Wakeman, teclista de Yes y un personaje de los que tienen la culpa, creo, de lo más pelmazo del género, habla de cómo tu puedes ir a una tienda de discos y pedir cualquier cosa pero bajas la voz para pedir algo de rock progresivo.
Me gusta el rock progresivo. No todo, claro. Como puedo decir que me gusta el punk, pero no todo el punk. O el pop. O el soul. El rock progresivo es un género del que se aprende mucho. Se aprende desde el sentido escénico, la teatralidad, también la improvisación, la capacidad para crear una sensación, un ambiente, un mundo. Se aprende a parecer un virtuoso a lo mejor sin serlo, a no tener miedo a parecer un coñazo, a hacer música al margen, incluso a tener éxito con música que quiere estar al margen.
Hay momentos gloriosos, como cuando Ian Anderson de Jethro Tull habla de cómo después de que le dijeran que su disco Aqualung fuera 'conceptual' se cabreó y se propuso hacer un disco de bufa del rock progresivo... y le salió el mejor disco de rock progresivo, el Thick as a Brick. O cómo Robert Wyatt dice que bueno, que en realidad ellos tenían pocas canciones con Soft Machine y que lo único que hacían era improvisar para rellenar y por eso las canciones eran largas. De la crianza musical de los miembros del movimiento, clásicos, jazzísticos... pero al final rockeros por lo que te dije. Del tipo de público que caracteriza al movimiento. De las flipadas, de las flipadas gordas de los Emerson, Lake and Palmer. De cómo tanta flipada acaba haciendo al género... un coñazo.
De Yes. No conozco nada de Yes. Pese a gustarme el género, no sé porqué pero Yes, nunca he tenido el gusto.
Me gusta. Me gusta Pink Floyd, me gusta Soft Machine, los dos primeros discos de Soft Machine, me gustan los tres primeros discos de Caravan, me gusta Jethro Tull y el Thick as a Brick, me gustan cosas de Mike Oldfield, me gusta Hawkwind aunque no salgan en este docu y no parezca que forma parte de la movida, pero sí, me gusta King Crimson y me gustan las anécdotas que se cuentan en el documental sobre la banda y sobre Robert Fripp, su guitarrista, me gustan los primeros discos de Genesis, y supongo que alguna cosa que me estoy dejando. Levantarme por la mañana, un sábado, un domingo, y ponerme el Nursery Crime. O el In the land of pink and grey. O el Dark Side of the Moon. O el Volume I de Soft Machine. O ponerme casi a llorar con el primer disco de Matching Mole.
Un documental para quienes nos gusta una música que casi no le gusta a nadie. O poca gente lo dice. Y si lo dice se le mira con cara rara. Qué antiguo. Qué coñazo.
Y sin embargo, hay mucha más música progresiva de lo que nos parece, camuflada en muchos otros géneros.
En fin. Muy recomendable.

martes, 26 de febrero de 2019

Crónica del #plegramenet de Febrero. Alegando nosequés.

Hacer crónicas de los plenos municipales en Santa Coloma de Gramenet es de las pocas cosas que a uno todavía le llenan de satisfacción en esta vida lúgubre. Espero pacientemente cada final de mes, cada lunes último de cada mes, para sentarme en uno de los bancos de la sala de plenos, sentirme importante, saludar a regidores, candidatos a la alcaldía, futuros sucesores al mando del chiringuito y miembros de la sociedad civil colomense, como si fuera uno de ellos. Es ese momento en el que el triste periodista se cree humano. Como los perros que se creen personas. Y en este estado de sobreexcitación es muy difícil poder contar nada. Una cosa tan importante y al mismo tiempo cada vez más vacía de contenido.
Pocas ganas de discutir en general. No tengo mucha experiencia en esto del periodismo local, quizás llevo haciendo esto de las crónicas unos cuatro años, como mucho, pero yo recuerdo que antes en los debates en los plenos se hablaba más de cosas 'de Santa Coloma'. Y duraban más. Eran más largos, más densos, pero, igual es una idea mía que no tiene que ver más que con una percepción de la realidad y con que el reloj no engaña, terminamos pronto y nos vamos a casa a tiempo para cenar, ver una serie, ver el programa ese del talento en el que sale el Risto y olvidar lo que ha pasado. Recuerdo que antes, en un antes que tampoco es de hace demasiado, los plenos se vivían con una excitación que duraba horas. Discusiones, cabreos, estaban ahí. Y no sé si se hablaba más de temas locales. No recuerdo.
Los plenos se han vaciado. Al menos de contenido. Durante la primera media hora aproximadamente no nos pudimos sentar en nuestros sitios. Esa sensación de que 'el pueblo', de vez en cuando invade el espacio reservado para los gigantes de la política colomense y expresa opiniones diversas. Antes de empezar, una muchedumbre diversa se congrega en el pasillo que lleva a la sala de plenos con carteles. Unos reclamando soluciones al CSMA Martí i Juliá y otros reclamando soluciones para la empresa Segle XXI. Ninguno de ellos ha cumplido con el formulario de petición de palabra. Creo que lo han intentado pero no han podido. Entran y ocupan nuestros asientos.
Nuestros asientos.
Y no nos podemos sentar. Una molestia que queda subsanada al cabo de unos minutos. Las reclamaciones cesan y 'el pueblo' abandona la sala consistorial dejándola por fin libre para los profesionales de esto. Podemos seguir haciendo tweets y leves gestos de aprobación y desaprobación ante comentarios afines o ajenos. O cuando se alega nosequé.
Alegar nosequé para no estar de acuerdo con lo que propone otro es algo que es usual. Alego nosequé para no apoyar esta moción para pedir la dimisión del conseller Buch, por ejemplo. Alego que no has situado a independentistas, soberanistas y catalanistas en un peldaño superior en la categoría de antifascistas al hacer esta moción. Nosequé. Alego que te voy a meter un gol porque me da la gana. Y así dejo claro que estas cosas las hago yo porque yo lo valgo. No te voy a conceder ni una, así que te digo nosequé. No importa. Por poner un ejemplo. Alego nosequé.
Te cuento nosequé. Hay una parte del pleno que se ventila rápida. Son un fotimer de puntos sobre nombramientos, regulaciones laborales internas, cosas. En uno de esos puntos se habla de las condiciones laborales de las trabajadoras de Siglo XXI que es una empresa de limpieza. Hace un tiempo que l'Ajuntament aprobó un código, digamos, unas cláusulas sociales para la contratación. Bien. Esteve Serrano, teniente de alcaldesa de Santa Coloma, alegó ayer que nosequé. Que poco a poco, que lentamente. Esas cláusulas sociales fueron trabajadas por SOM Gramenet. Lentamente. La representante de las trabajadoras se enfrentó con Esteve Serrano y también con Diego Arroyo que fue el encargado de la explicación en profundidad. Y cuando Diego Arroyo explica algo en profundidad, el nosequé se expande por el universo como la canción de los siete cielos de Sisa. El gran nosequé. La representante dio las gracias por la explicación y muy buenas noches a todos.
Irse. El pleno de ayer vio la mayor concentración de candidatos a la alcaldía de los últimos tiempos. Solo faltó, creo, el de SOM Gramenet. El resto estaban todos. Incluidos PdeCat y ERC. Quedarse. Ayer se quedó en el pleno un grupo de personas que, me da la impresión, tiene que ver con el cambio de guardia en la política colomense. Quienes ya pasan de la política colomense o quienes han abandonado estos espacios y quienes los ocupan. Ciudadanos de Ciudadanos. A mi lado ejercían su democrático derecho al metapleno y a mascullar con las intervenciones de los intervinientes que no son de su cuerda. Que suele ser casi todo el mundo. Recuerdo a alguno de ellos poniendo sus antiguos libros de uno de aquellos Partidos Comunistas de mucho más allá más lejos de lo que la realidad dispone, justo a la venta en el stand de Ciudadanos hace unos años, no muchos años, pocos. Llamaba la atención. Supongo que ya les ha llegado material propio para vender. Bien. Metapleno, errores, fallos, intervenciones que dicen nosequé.
Como digo, los puntos meramente colomenses son breves. Hay modificaciones de crédito que esta vez son modificaciones de crédito o del presupuesto o que son cosas que otras veces se han hecho mal y esta vez bien. Propuesta de ratificación de la modificación de los Estatutos del Consorci para la Normalització Lingüística que Ciudadanos vota en contra, lo mismo para la Uned y la bonificación del IBI y el IAE del 95% para las diversas concesionarias de servicios deportivos para el siglo 19, perdón, el 2019.
Ahí estuvo bien nuestro Jonatan Fornés. Exacto. Esto es una crónica de partido. Hasta aquí podía llegar la broma.
El compañero Jonatan se acuerda de las municipalizaciones, las prometidas y las por venir, las que se incluyen en el programa marco del PSC para las próximas municipales y que, como todo, se hará lentamente, nunca, jamás, pero estar están. Y como siempre el PSC puede ser tú y tú y enredarte a ti y a ti, no ser el PSOE y ser el PSOE a la vez y así por los siglos de los siglos, amén. Y quedan exactamente hoy tres meses para las elecciones municipales. Y por medio unas generales. Y ahí estamos. Siéndolo todo y nada a la vez. Con partidos de derechas que son de derechas y de todo a la vez pero de derechas pero no iguales pero sí iguales y que son capaces de no aprobarse mociones unos a otros por oportunistas y te tienes que reír, con partidos municipalistas que son izquierda independentista a la vez pero no se lo digas tú porque se enfadan, deja que se lo digan ellos solos, con partidos socialistas que actúa como un Ciudadanos retroactivo, y un 'nosotros' asustado ante un panorama en el que todo el mundo es nosotros, los nuestros se van y no sabemos realmente si hay luz al final del túnel. Pero voluntad no nos falta.
Mociones. Que viene a ser la parte del león de la movida. Un pleno empieza a las siete de la tarde y acaba a las diez y media. Y creo que acabó mucho más tarde de lo que uno pensaba. Vamos. Mociones. Una para garantizar la continuidad de los centros especiales de trabajo en Catalunya. Sale a hablar Roque Pascual en representación de la Fundació Tallers. El Tercer Sector. Si ya lo hace el sector este de buena gente y corazones de oro, el Estado eso que se ahorra y mucho ánimo y venga que esto que hacéis es tan bonito que yo que sé. Pero adelante. Moción aprobada por TODOS los grupos municipales como si en este mundo unicornial no gobernase nadie ni nada. Palmadita en la espalda. Si PdeCat y ERC estuvieran en el pleno, votarían también a favor.
Pero no se vota a favor de todo por todo. El PP alega nosequé a la moción de adhesión en la conmemoración del 8 de marzo y la convocatoria de huelga. Pero es un nosequé en el que merece la pena detenerse, porque es un nosequé que cuestiona la validez y la utilidad de las huelgas y las movilizaciones en cualquier ámbito. Feministas, laborales, etc. Laura Rodera hace la argumentación y a uno le hierve la sangre escuchado. ¿Para qué sirvió la huelga del 8 de marzo? Votan en contra. Ciudadanos vota abstención por que hay algunos nosequés ideológicos o nosequé que no. el resto de grupos vota a favor. Toma la palabra la asociación The Suffragettes SCG que introduce lo de la prostitución y la trata para que no se diga, que para eso es el grupo de la alcaldesa. A estas alturas del pleno ya queda poca gente. ¿Me quieres ver los calcetines? Los del Zambrana son de topos, de lunares de colores. De colores el zasca de Anna Pèrez a Zambrana, cuando le dice que no sabe qué hace opinando sobre cualquier cosa de Santa Coloma alguien que no pasa aquí más que el tiempo necesario para cobrar. Sí, Anna Pèrez es de SOM. Que no se diga que no digo nada bueno. Zambrana es el candidato del PP. En un momento del debate sobre algo, llega a augurar la entrada de 'nuevas formaciones políticas' en el consistorio como algo que se va a dar y que cambiará la correlación de fuerzas. Y lo hace porque será bueno, creo entender. Hoy no ha venido el de VOX, pero no hace falta porque ya... eso.
Moción de Ciudadanos con la intención declarada de que la gente vote y se retrate. Moción de rechazo a la impunidad e indulto de los encausados por los hechos ocurridos en los meses de septiembre y octubre de 2017. El tema, vamos. Piden la palabra la candidata de PdeCat -JuntsXGramenet, Gemma López que se queja de temas 'Delorean' sobre cómo voy a pedir palabra en un pleno si no sé qué mociones se presentan. Luego interviene la Assemblea Nacional de Catalunya, Mercè Prat. A votar. Votamos en contra porque ya está bien del rollo. A nivel personal, utilizaré un dicho soez y vulgar para definir la situación y que... lo mismo me da que me cague un perro que una perra. Votamos en contra, PSC, que es lo que le interesa a Ciudadanos, vota en contra. Nos llama Salva Tovar Muletillas de los independentistas. Muletillas. No muletas. Muletillas. Con el asco que dan los toros.
Mociones. Más mociones, una moción de SOM para mejorar la recogida selectiva de recursos. Unos minutos más tarde Cidadanos presenta la elaboración de una ordenanza de civismo y convivencia vecinal. No parece que tengan que ver, pero lo tiene. Recientemente el Ajuntament ha presentado una campaña para incentivar el civismo. Esto de la caca grande fucsia hinchable de #tupuedeshacermagia. Es un tema que está ahí. Resulta que Santa Coloma es la población de su entorno metropolitano que menos residuos genera. También es la que menos recicla. Y algo se puede hacer. Es algo que dijo la alcaldesa el día de la presentación de la campaña y también Jordi García el día de ayer. La moción de SOM a la que se suman todos los grupos, menos Ciudadanos. Ciudadanos presenta otra, vinculando churras con merinas y volviendo con el tema de la convicencia, el civismo, la presencia de, etc. La moción de Ciudadanos es rechazada. Como bien dice Jonatan Fornés, la moción huele a facherío desde lejos. En un momento del debate, la regidora Ana Belén Moreno hace una explicación prolija de las iniciativas municipales sobre civismo y demás, dice que esta denuncia del incivismo solo se lleva a cabo desde hace cuatro meses, cuando es un tema que es más amplio y se lo deja a huevo a Salva Tovar que tal. En fin. Que hay un tema con la suciedad de las calles en Santa Coloma es más que evidente. Que es un tema de utilización política, más.
Noticias del mundo. El pasado sábado el FEstival Fursa en el CRJ Mas Fonollar llenó durante todo el día el recinto. Por el Sahara. Moción contra el espolio del Sáhara que presentamos nosotros. Como todo el mundo sabe, el vínculo que une a Santa Coloma con el Sáhara es fuerte y esperemos que indisoluble. Pues bien. El PP se abstuvo y Ciudadanos votó en contra. Alegando nosequé.
Un nosequé que no sé si quedó patente o no en la moción sobre el apoyo a la gente de Open Arms, que se encargan de rescatar a gente que va a morir en el mar, que puede morir en el mar, que se está muriendo en el mar. Pues el PP votó en contra. No sé si alegó nosequé o no. La moción se aprueba. El PSC vota a favor, porque el PSC ahora no le toca ser como el PSOE, que es quien retiene el barco de Open Arms en el puerto de Barcelona.
Todos somos lo que queramos ser.
Y por último, moción de condena a la actuación de los Mossos d'Esquadra durante la mani y contramani del 9 de febrero en Santa Coloma. No se aprueba. Porque el PSC alega nosequé y porque SOM alega un nosequé aún más alucinante. No se aprueba. Tanto mirar twitter y tanto tanto. Tanto pedir la dimisión del Conseller Buch y cuando se pide la dimisión del conseller Buch, cuacua.
Cuacua.
Y bueno. Que nadie salió herido del Pleno. Sopita de pollo y pizza carbonara. Menú mar y montaña. Hace tiempo que no discutimos. Soy de discutir. Hace tiempo que no vemos a la alcaldesa subiéndose por las paredes. Solo pone caras. Hace tiempo que no hay refriegas dialécticas. Los plenos. Contar algo de los plenos. Esperar el mejor día del mes para esperar el mejor día del mes.
Quedan pocos plenos ya para que esto termine y se reconfigure. No sé qué vamos a contar durante todo este tiempo.
Una señora que sujetaba un cartel sobre el CSMA me dice que la foto que le he sacado que espera que sea buena. Era tan mala que he tenido que poner otra. Que no es mejor. Contaremos cosas así.

lunes, 25 de febrero de 2019

El Comte Viquèrfol puja la muntanya

Va escollir el millor dels seus cavalls i va decidir visitar al Senyor de Donasc al Castell de Campdepesols. Portava un temps preocupat per una sèrie d'incidents que havien tingut lloc en els límits dels seus territoris. Uns pagesos s'havien enfrontat entre ells per uns ramats que havien passat d'un llindar a un altre. Els pagesos s'havien estomacat durant dos o tres dies i havien decidit citar-se de nou per emprendre una nova batussa entre ells. Però, alguns d'aquells que sempre tenen a bé estar de bones amb els amos havien fet propagar el rumor de que aquestes preteses batusses entre els pagesos no eren tals, sino una mena de festes encobertes que els pagesos es prenien amb el pretext de defensar les terres dels seus senyors.
Així que el Comte Viquèrfol va decidir parlar amb el Senyor de Donasc. I de pas visitar novament les seves terres desprès de que unes febres l'haguessin tingut una mica apartat de les seves obligacions com a senyor de les seves terres amb les seves vides incloses. Malgrat que la seva esposa la Comtessa Vienetta li havia advertit de no sortir a caçar un dia de molt fred, el Comte Viquèrfol havia fet el que havia volgut. Febres.
De camí cap el castell de Campdepesols va decidir pujar pel camí de la muntanya d'Oms, pensant en agafar per sorpresa els masovers d'aquell massís i no passar pel Plà de Llamps on segur que l'estaven aguardant. Hi han espietes per totes parts, va pensar en Viquèrfol.
La seva cavalcada ja començava a portar-lo pels primers volts del camí cap a la muntanya d'Oms, quan de sobte un carro va aparèixer a una de les revoltes. El cavall es va espantar i va fer una rebrincada que va estar a punt de fer caure el Comte Viquèrfol. El carro anava tirat per uns bous que ocupaven tot el camí. El Comte Viquèrfol no podia passar y va escridassar a l'homenot que manava el carro.
- Aparta el carro d'aquí, cony de dròpol, què no veus que no deixes passar la gent!
Aquell homenot del carro va intentar maniobrar amb els bous i al cap d'uns minuts va aconseguir crear l'espai per que pogués passar el seu cavall amb ell mateix a sobre.
I en aconseguir passar es va trobar amb que el mateix Senyor de Donasc anava a cavall pel mateix camí, fora de sí.
- On vas, estimat amic? Li va preguntar el Comte Viquèrfol.
- He d'enxampar a un carro de bous que s'emporta els meus diners, són uns lladres que m'han ben enredat. Deien de proposar-me un negoci per comprar unes teles de l'Aràbia i no sé com han entrat al meu tresor i m'han robat el tresor.
- Quin tresor?
- El que va cagar el mort.
- Però no és així la dita...
- Viquèrfol...

jueves, 21 de febrero de 2019

La Favorita - Yorgos Lanthimos


Devuelve el escaño. No mires así. Porque ya está muy visto ese rollo y porque así no se hacen las cosas. Que no estás contenta, que no estás cómoda, que nos hemos convertido en un rollo establishment, que somos la muleta de los socialistas, que nos hemos convertido en una especie de cosa que no es rupturista no es nada. Yo te entiendo. Pero devuelve el escaño. Me pasó también con la Marta Sibina. La vi en el acto aquel de Un país en Comú y me encantó. Me parecía una alucinada que iba martilleando mensajes que calaban. Era muy buena. Que devuelva el escaño. Si quieres ir a ver a Torra, si te ha llegado el rayo de luz de la verdadera fe en la ruptura mediante la unión entre clases y que ahora no es el momento de presupuestos sino de otra cosa superior, devuelve el escaño. No la votamos a ella. No te votamos a ti. Devuelve el escaño. Búscate la vida en otro partido o como tertuliana. Búscate la vida en otro partido o como tertuliano. Devuelve el escaño. No te hemos votado a ti. No hemos votado a nadie. No hace falta que nos cuentes cómo de difícil es llegar hasta ahí y las sensibilidades a las que representas. Lo entendemos. Es muy difícil y tiene mucho mérito. Pero devuelve el escaño. Porque se ve a kilómetros la jugada, se veía desde muy lejos. Puedes ser tertuliana o puedes ser también tertuliano y que las tietas mientras ven la tele por la tarde se maravillen. Qué bien hablas. Qué buena es. Me gusta mucho cómo habla, mientras se toman un cacaolat calentito. Devuelve el escaño. No es tuyo. No te lo vas a creer, pero no era tuyo. Ni tuyo tampoco. Devuelve el escaño. No te lo pienses tanto, deja de hacernos daño. Nosotros solo queremos una cosa y no es la misma cosa para la que estabas tú ahí. No es lo mismo. Devuelve el escaño, en serio. No hace falta que hagas más ruedas de prensa, no hace falta que nos intentes calentar la cabeza. Ya tienen lo que querían, no hace falta que insistas, porque no hace falta nada. No les haces falta. No les haces falta para nada. Alguna tertulia, poco más. Los cargos ya están repartidos. Otros llegaron antes que tú. Devuelve el escaño. No te hemos votado a ti. Mucha gente ha votado a pesar de ti. Y de ti también. Incluso de mí. No te encastilles. Es muy difícil llegar hasta ahí. Son muchas horas, muchas reuniones, muchos gritos, muchos desengaños, muchas horas aguantando la escalera porque yo a la escalera no me voy a subir, mucha gente pasando frío repartiendo folletos por las mañanas, las metradas. Mucha gente. Devuelve el escaño. Devuelve el escaño. Y la reina lo hace muy bien, y la que hace de mujer de Malborough también, y la película está fantástica.
Pero devuelve el escaño.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Una Educación Musical


Pioneros, un programa de xxx para Radio 3. No me acuerdo de quién hacía ese programa que iba bailando por la programación y que era un poco un comodín. En verano lo clavaban. Grupos clásicos, su historia, etc. Creo que una de las sintonías era la de Like a Rolling Stone de Bob Dylan.
Ayer se jubiló Juan de Pablos. Durante muchos años viví una confusión. Pensaba que el programa Champú, peine y brillantina lo presentaba también Juan de Pablos. Flor de Pasión lo daban a las nueve y el otro iría después. La habitación donde durmió después mi abuela y mi abuelo la utilizábamos como sala de estar. Ahí mi madre cosía, mi padre pintaba y yo me pasaba las noches 'estudiando' o leyendo, mientras mi hermano estaba por ahí jugando. Era muy pequeño. Pero ahí estaba. Nos pasábamos la vida escuchando la radio. Radio 3. Flor de Pasión, Escápate mi amor, aquel programa que hacía aquel tipo que se parecía a Corcobado y que se llamaba... Rosa de Sanatorio, Disco Grande y el pesado que nunca acaba de poner la canción, los episodios míticos de Cuando Juan y Tula fueron a Siritinga, los programas de la mañana en los que salían unos pavos que le cantaban a Silvia Marsó, la Elvira Lindo con aquellos programas tan graciosos de El Gallo que no Cesa, el Diario Pop, con sus sintonías de Derribos Arias y de Siniestro Total. Los programas especiales en los que recordaban conciertos antiguos, las cintas grabadas pegando el contestador automático a la radio.
Juan de Pablos. A mi padre le hacía gracia, o era a mi madre. Porque siempre entre canción y canción hacía 'uhmmm'. Y dejaba una pausa, como si cada canción le hubiera tocado la patata como para tomarse un tiempo para reflexionar. Juan de Pablos ponía música muy variada. Pop. Pero muy variada. Su vertiente ramonera, su vertiente vainica. Dentro del cliché de que era el representante del mundo pop y la era pop y todo eso, la verdad es que era bastante más ecléctico. Pero sí, con él, aprendías a escuchar otras músicas. Y con todos los otros citados anteriormente.
Hoy se ha anunciado la vuelta de La Polla Records. Esa era otra. Radio Bronka, Radio Inoksidable, Radio Nou Barris. Esta es una producción de Macnamara wats para radio bronka. Me sabía todas las cortinillas. Las canciones de La polla Records y las de Siniestro Total aportando tanto al saber estar en el mundo como todos los libros que te hayas leído después. La radio puesta todo el día, a todas horas. Desde por la mañana. Música. Ahora, mucho más viejo, la costumbre permanece pero ahora escucho noticias. Escucho Radio 3 y noto que tengo que escuchar programas de música antigua, no me gusta la música moderna.
Hacerse viejo y recordar las cosas de antes.
Vuelve La Polla Records justo el día en el que se va Juan de Pablos. Juan de Pablos llorando cada vez que ponía una canción que le gustaba a su hermana. A veces sonaban grupos de Santa Coloma en el Flor de Pasión, los Fanta. También molaban mucho las sintonías, una que descubrí que era de Gainsbourg interpretada nada menos que por Paul Mauriat y el Azzurro de Adriano Celentano para despedir. Mi padre tenía discos de Paul Mauriat y de Adriano Celentano.
La música, a mucha gente de nuestra generación y supongo que a mucha gente de todas las generaciones, nos ha formado tanto como la escuela, los libros, las películas, la familia.
Tu catecismo político, y tu bonita teórica, tu ideología tan sólida, pienso que eres estupido... y mientes.
En fin. Seguiremos buscando la luz entre cintas, podcasts, discos, cds y emepetreses.

martes, 19 de febrero de 2019

Darklands

En un callejón oscuro, al fondo, ves la luz. Tienes ganas de llegar a la luz. Has dejado atrás una mirada que te persigue. Si llegas hasta la luz, estarás tranquilo. Has evitado la mirada, otra vez. Nunca te acuerdas de este callejón, un callejón que te salva de esa mirada. La mirada que te recuerda que la lucha continúa.

Son las once de la noche, hace un frío espantoso. Un frío cadavérico. Y las calles que van a dar al río son especialmente gélidas. Mucho frío y una terraza que todavía está abierta. Un bar abierto y la terraza abierta. Una pareja y otra persona. O sea, tres personas. Están fumando. Hace muchísimo frío y yo tengo ganas de llegar a casa. Esas personas fumando en una mesa, muriéndose de frío. Tomando una cocacola, un café con leche y una cerveza. Son las once de la noche y hace tanto frío.

Las calles por las que paso están en obras. Las bambas que me he comprado hace poco menos de tres meses, empiezan a despegarse por la parte de delante. Un amigo me dice que es por comprarme las bambas un número más grandes. El pie, al sobrarle por delante... el zapato, que lo lleve al zapatero. Las calles están en obras y las bambas se me manchan de tierra. Ahora el recorrido no es el mismo que hace cinco minutos. Las vallas cambian el sentido. Hay caminos de tierra. Hay cemento irregular. Tengo miedo de que se me manchen las bambas. Un miedo estúpido.

Detrás de mí, mientras la obra de teatro transcurre de la manera habitual, un espectador ríe muy sonoramente. Cualquier cosa le hace gracia. No solo gracia, le hace mucha gracia. Se ríe de manera ostentosa. Yo no me siento primero algo incómodo. Llevo una racha un tanto peculiar de gente que durante la visión de películas u obras de teatro, hace ruidos. Hoy el de atrás ríe y ríe muy fuerte. La obra me está gustando, claro, es una obra clásica de la comedia. Los actores se esfuerzan en imprimir un sello personal a personajes universales. Sea como sea, no puedo demostrar que me está gustando tanto como al de atrás, que ríe tan fuerte, tan salvajemente. Yo, en definitiva, no me lo estoy pasando tan bien como él. Él sí. En un momento, reconviene a una señora a la que le está sonando el teléfono y que coge el teléfono. Muy serio. Y luego vuelve a reír con todo. Ha venido a pasárselo bien.

En el callejón hay gente que está cantando. Nos han dicho que estaban cantando en la plaza. Nos los hemos encontrado luego en el callejón. Hemos ido por el otro callejón.

Las encuestas electorales nos dan un resultado francamente penoso. Tanto es así que no se puede ser más penoso que nosotros. Somos penosos. Todo el mundo es mejor que nosotros. Nunca sabré... he intentado recordar aquella canción, aquel bolero, la luna de miel. Nunca sabré... es penoso. Penosos. Pero nos tenemos que alegrar.

Le tengo mucha manía. Cuando le lanzan un pase y no llega, se queja como si... cuando centra al tuntún sin mirar y se queja porque... cuando intenta regatear y se la quitan siempre. Le tengo manía. Porque es tan correcto. Tan común. Un jugador que no presenta ninguna característica especial, ningún hecho distintivo, ningún defecto salvo el ser completamente correcto. No lo soporto.

Perdí 20 euros el otro día. Fui a comprar algo al condis. Una botella de vino y algo más para cenar. Al entrar en casa no me di cuenta. Al día siguiente me di cuenta de que me faltaban 20 euros. No entiendo dónde se me pudieron caer. Ha debido ser en la calle, al sacar las llaves. Siempre se me cae dinero, siempre. A veces me doy cuenta. Hoy, después de ducharme, me han llamado a la puerta. El vecino de abajo me trae 10 euros que dice que se me han caído al subir a casa. Le digo que el otro día se me cayeron 20 euros también. Me dice que los tiene el del segundo. Vivo porque respirar es...

Fui a la mani. Ya no siento nada. Las banderas parecen algo gastadas. No haré más críticas ni comentarios sobre nada. Fui a la mani. Escuché los discursos. Antes, nos paramos a echar una cervecita que solo pedí yo. Había bastante gente. No vi los autocares hasta que se iban. Hice una teoría sobre el drama. No me sale nada. Creo que hay un libro que se llama El día que me vaya no se lo diré a nadie.

Tengo las plantas sin regar. Tengo en la cabeza que llueve más de lo que llueve. Y se me están muriendo.

viernes, 15 de febrero de 2019

Giro al centro

Enésimo giro al centro. Nuevo intento de explicarlo. Convocatoria de elecciones generales para decidir una vez qué hacemos. O si hay que hacer algo. No se hace nada. Enésimo canto al giro al centro. Centrémonos. Ni PSOE ni PP. Ni PSOE ni VOX. Ni PSOE ni independentistas. En el centro. Deberíamos ser más nosotros. Pero ese nosotros a quién se parece. O porqué existe. O porqué existió una vez. Y cuando existió qué pasó con él. ¿Sirve estar?
¿Para qué servimos?
Enésimo canto al centro. Al centro del debate. Elecciones generales para que España siga siendo de izquierdas. Enésimo canto a la vida. Siga siendo de izquierdas. Quién es de izquierdas. Los independentistas de ERC hacen su canto a la vida presentándose como un dique, un muro, contra el fascismo. Fascismo que llevan tiempo identificando con el resto del mundo conocido que no participe en los aquelarres del procesismo. Fascismo. El fascismo. Vótame a mí, que yo sí que soy garantía.
Garantía.
No me interesa presentarme para ser garantía de. Garantía de que nosotros vamos a ser garantía de. De qué. Nosotros no somos garantía de nada. Nosotros somos la izquierda. La real, la nueva, la vieja, la moderada, la radical, la que cumple, la que se lo piensa, la que duda, la que retrocede, la que no juega con los dados, la que no se encuentra, la que se viste cada día de un color porque no sabe cómo decir que el rojo es el color, la que ya sabes, la que combaten todos.
Somos eso, nosotros. La izquierda a la que todo el mundo combate. Con la que nadie cuenta.
El giro al centro es ponernos nosotros, como siempre, en el centro del debate. En el centro. Somos el enemigo a batir, no te equivoques. No es la extrema derecha, no es el PP, no es el PSOE, no son los indepes. Somos nosotros. Porque somos lo que de verdad molesta. Desde siempre. Molestamos tanto que si no existiéramos, no se venderían periódicos, porque no habría que hacer la propaganda, no habría que invertir en medios de comunicación, no habría que tener fuerzas armadas, ni policías secretas, ni gente mirando los facebooks y los twitters para saber quién y qué.
El giro al centro. Ser nosotros. Aguantarnos nosotros y decirle a la gente, que efectivamente somos nosotros. Nosotros, todos y todas, cada uno de su padre y de su madre, algunos perdidos, otros encontrados. Algo. Nosotros. Un momento.
Un momento. El mundo gira hacia otra parte. Elecciones. Lo mejor que podría pasar según todos los pronósticos es un pacto PSOE y Ciudadanos. Un auténtico giro al centro que no se descubrirá hasta última hora. Porque no interesa. O interesa. El centro. Todo el mundo lo sabe. España es un país conservador, poco dado a los cambios. No como Catalunya donde gobierna el Soviet. El centro. País de centro.
Giremos al centro nosotros también. Dejemos de pensar en los demás como némesis o como aliados. Pensemos en nosotros. Es difícil pensar en nosotros porque si nos miramos a dentro acabamos viendo lo que no queríamos ver o encontrar. Y sigue estando ahí.
Ahora viene el canto a la vida y al amor.
Quién quiere volver al pasado.
Quién quiere volver a la política de nada.
Quién quiere volver a la nada.
Quién quiere volver a cuando no había nada que hacer porque no se podía hacer otra cosa.
Ni sé hablar ni sé organizar.
Que siga otro.

jueves, 14 de febrero de 2019

Crónica de un concierto de Yo la Tengo

Ya hace tiempo que no veía a Yo la Tengo en concierto. Creo que la última y la penúltima vez que han venido no fui, alegando motivos como que el formato era un rollazo o que iban a tal festival al que yo no podía asistir, etc. El concierto de ayer era como una prueba de fuego. ¿Me iban a seguir gustando o me va a pasar como con otras músicas y otros grupos a los que ya les voy tomando distancia? Los últimos discos de Yo la Tengo no los he seguido. El último y el penúltimo especialmente. El Fade, por ejemplo, me entusiasmó. Cuando sacaron el siguiente, de versiones, no me gustó, demasiado calmado. El último... he escuchado retales.
Yo la Tengo es un grupo que me gusta mucho. Motivos. Me gusta el ruido. Me gustan los momentos en los que la distorsión de las guitarras planea por encima de un ritmo repetitivo y machacón. También cuando esa distorsión acompaña a elementos más suaves. También me gustan mucho canciones más suaves, más poperas, más delicadas. Me gusta el grupo que conforman Ira Kaplan, John McNew y Georgia Hubley. La combinación. Ira Kaplan y sus aspavientos y su pelo rizado y sus camisetas de rayas y su guitarra astillada y ese aire de judío guasón mucho más rápido que todos nosotros juntos. John McNew como un totem, tocando el bajo, tocando la guitarra, manteniendo el ritmo, cantando muy pocas veces, pero cuando canta, ay, se te rompe algo, tocando la batería, tocándolo todo, estando ahí todo el rato. Georgia Hubley tocando la batería, marcando el ritmo, cantando algunas de las canciones más bonitas, rubia, poca cosa, tocando el órgano, haciendo voces en mitad del caos.
Bonito. Bonita. El uso de la palabra bonita o bonito es para mí muy reciente. Nunca creo haber dicho bonito antes. Qué bonito es. Qué bonita eres. Qué concierto más bonito. No me gustaba y ahora lo utilizo con profusión. El concierto de ayer fue un concierto bonito. Y disfrutable. Y de írsete. Y de no sentirte especialmente mayor.
Controversia. Mi hermano, al acabar el concierto, dice que le pareció algo falto de energía. Quizás el primer bloque, calmado, suave, acústico, contaminó ya el ánimo de los presentes de tal manera que el segundo set vino ya marcado por esa primera parte. A mí me pareció bien. Íbamos un tanto aterrorizados por el tema que marcaba la sala: primera parte acústica y luego ya Yo la tengo. Glups. Y no hubo caso, al menos para mí.
Íbamos la Rosita, la Cris, la Lídia, el Abel, mi hermano y servidor. Solo mi hermano, el Abel y yo habíamos visto a Yo la tengo en directo. Creo que nuestra primera vez fue en aquel Primavera Sound en el Poble Espanyol en el que llovió tanto. Miento. Nuestra primera vez no fue con ellos, fue con Mario en el Parc de Can Soley, en el Pop Festival. Siempre cuento la misma anécdota. Estábamos viendo el concierto y una de las últimas que tocaron fue Blue Lines Swinger. Decidimos irnos a dar una vuelta. Cuando volvimos al cabo de un buen rato, la canción no había comenzado de verdad todavía. Al menos ese recuerdo mítico tengo yo. Los recuerdos, los mitos.
¿Quién me metió en Yo la Tengo? Supongo que sería el Soldat, en la Uni. Pepa, en el pueblo, me pasó algunos discos. El Painful. El Fakebook. Escuchar en bucle el I can hear the heart beating as one. Y de ahí en adelante. Siempre molan. Siempre tocan alguna canción que te toca la patata.
Big day Coming, es una canción que está en el Painful, con la que inician el disco. Es lenta, calmada, y la letra describe, creo, esa sensación de despertarte por la mañana junto a la persona que quieres y tener todo el día por delante para hacer nada, o algo, o lo que sea o todo, pero da igual, porque lo importante no es hacer. Ayer la tocaron, de una manera distinta. La cantó Georgia Hubley, como si fuera una canción diferente, preciosa igualmente.
Tocaron muchas canciones, muchas que conocía pero que no me sé el título. Canciones cuyos estribillos se te clavan aquí. La primera parte del concierto fue como digo acústica. Y me pareció bien. Podía haber sido un rollazo y no lo fue. Nada de eso.
Al volver nos cambiamos de sitio. Volver de fumar. La gente fuma, sigue haciendo eso. Salen a fumar. Antes del concierto fuimos a un sitio que se llama La Chana a tomar algo. Tenía el sitio fotos de Smash. Y ponían buena música jamaicana. Llegamos como siempre con la hora justa, había entrado todo el mundo en el Apolo. No he dicho que era el Apolo. Nos quedamos atrás, muy al fondo. Pero dio igual, no se les veía del todo, porque somos gente pequeña, pero ahí estaban. Y se escuchaba muy bien. Y tocaron como se debe tocar. Sin calcar. Siendo fieles e infieles a la vez a la canción. En la segunda parte  nos pusimos más cerca, pero el resto de la banda no nos siguió y nos volvimos atrás. La segunda parte fue la del ruido. Hubo menos ruido del prometido, pero hubo ruido.
Al final tocaron Ohm y Blue Lines Swinger. y con Ohm me dio el trance. Me gusta esa canción mucho. Larga, repetitiva y que creo que tiene un mensaje... no sé. No resistas el flow. No te empeñes. Deja que la cosa fluya. A veces se gana, a veces se pierde, pero no pierdas tampoco la pelota con las movidas que no. Con mucho ruido y que dan ganas de tocar. Y Blue Lines Swinger muy buena también, con esa intro que ya hemos citado y que mola.
Se despidieron con un bis en el que interpretaron I'll be your mirror de la Velvet. Qué bonita.
Fue, creo, un muy buen concierto. O al menos, un concierto que me reconcilia con los conciertos. Hace mucho que no iba a conciertos. Un concierto en el que te sabes canciones, desconoces otras, pocas, y sabes que si tocan al menos dos o tres o cuatro canciones que tú sabes cuáles son, te vas a emocionar.
Y nos vamos y volvemos en un taxi. Y habrá que contar algo algún día sobre ese viaje de vuelta en taxi y cómo está el sector.
Y sobre el UUU que se dice en cuanto suena o ha sonado alguna canción que nos gusta.
O sobre eso de pedir silencio en las canciones, o pedir a la gente que se calle, o mandar a la gente callar en un concierto... de rock. Aunque haya momentos en los que apetezca escuchar a la música antes que las cosas que...
Y sobre si ya la música indie es una música para gente mayor. Sobre si somos mayores. Sobre si los jóvenes son más mayores que nosotros. Esas cosas.
En fin. Ya lo dejo.

miércoles, 13 de febrero de 2019

Otra vez

¿Sí o no? Otra vez nos vemos con la escalera a cuestas, otra vez haciendo cola de esa que no pega, otra vez quejándonos de que los carteles no sabemos quién ha elegido el papel que no pega, otra vez a reconvertir carteles en carteles, otra vez. Otra vez. Dos años después de las últimas elecciones todo pinta a que volvemos a tener elecciones. No ya las elecciones municipales y europeas que ya más o menos teníamos por la mano. No. Las otras. Las generales.
Un escenario en el que los pequeños voluntarios, activistas, militantes, podemos morir. Semanas y semanas de tensión, de campaña, de jaleo, de encuestas, de ilusión, pero también de pánico a que pasen cosas que no queremos que pasen.
Pero ojo.
¿Y a quién le importa?
Una tertuliana indepe hoy en la tertulia kilométrica ha dicho lo siguiente: a quién le importa si a alguien le suben el sueldo comparado con la dignidad de un pueblo.
A eso le llamo ser de derechas. Básicamente. Ha dicho también algo de que se la bufan los trenes de rodalies porque total siempre van mal y si van peor, pues mira, casi... Y así.
Así que, de verdad a quién le importa quién gobierne. No sé. No creo que, salvo a la derecha que tiene que pillar cacho de su estancia en el gobierno, le interese a nadie más. Porque total, esto se gobierna solo, o mejor dicho, esto se gobierna desde otro sitio o lo gobiernan otros y total, unas elecciones no vienen a significar nada.
Los presupuestos en los que hemos puesto tanto esfuerzo e ilusión en convencer de que son la repanocha, se han ido al carajo. Hacer la aprobación el segundo día de juicio, ha sido una brillante idea. Ni unos ni otros podían estar más alejados de la idea de aprobar unos presupuestos que no convenían, creo que ni siquiera a parte del propio partido socialista.
Así que ya lo tenemos. Encimita. Elecciones sí o sí. Volem butà. Y los pobres activistas exhaustos. Pero eso da igual.
Pronóstico. Habrá elecciones. No sé si la derecha va a ganar, así en conjunto, tal y como están pronosticando los que ven el horror del crecimiento de VOX y de las derechas identitarias. Solo sé que nosotros vamos a tener que remar mucho para que no vuelva a funcionar otra vez lo de que 'viene la derecha' y la peña se olvide de que el PSOE realmente no ha plantado cara a la derecha y no ha trabajado de verdad en el tema. Pero bueno.
Igual la cosa no es así. Pero yo vaticino. La derecha no va a ganar, no va a barrer. Y veremos quién gana entonces, que no quiero decirlo pero va a ser lo que es. Y estos luego se irán con los naranjas que así se evitan líos.
Y a vivir la vida. Como en los buenos tiempos.
Y ya no puedo decir nada más.
Que otra vez escalera arriba y escalera abajo. Tardes perdidas.

martes, 12 de febrero de 2019

Perdiendo el juicio

Festival mundial de las frases hechas. Desde por la mañana temprano escuchando. El juicio. Los detalles, las cosas rancias de los juicios, de las togas, de la policía, de cómo es escuchar esto del juicio desde Catalunya y con emisoras catalanas, hablando de esas cosas de España. La persona que está leyendo, creo, las disposiciones previas dice 'junqueras', con jota. Empieza el juicio. Empiezan a hablar los abogados.
Bien es sabido que no tengo ninguna simpatía por el procesismo, por cómo una lucha por la hegemonía de poder por parte de la derecha nacionalista, está llevándonos, a nivel ya no solo catalán, también estatal, a un estado de las cosas que da bastante miedo. Porque me parece que ya no hay vuelta atrás, a no ser que haya algo muy gordo y los que van al volante se asusten y se enfríe la cosa de verdad. Aunque sea a costa de que haya traidores a punta pala.
Pero es una barbaridad que esa gente, gente con la que no tengo ninguna, absolutamente ninguna afinidad política, esté en la cárcel. Si la solución para los problemas políticos se encuentra en la vía judicial, estamos apañados. De hecho, esas cosas ya se están probando en otros sitios con resultados estupendos, como en Brasil o en los países del Este, y aquí podemos ir por el mismo camino. Usted no puede gobernar, no porque no le voten, no porque su propuesta política no me guste o le guste a la gente, es que usted va a ir al talego. Como en el número aquel de Faemino y Cansado. Solo que aquí no te salvas por leer a Kierkegaard.
La verdad es que no tengo muchas cosas que decir. No he ido a la concentración convocada para, porque teníamos ensayo. Suena a excusa. Supongo que me lo hubiera pensado mucho, mucho mucho, a la hora de ir. Estoy cansado de que utilicen nuestra postura para situarnos al lado de los indepes. Estoy harto de que los indepes nos sitúen al lado de los 'dudosos' de los 'templados', del '155', porque no somos indepes. Estoy aburrido. Aburrido de peña que abre clubs de fans a los abogados por hacer alegatos políticos, porque son políticos. Estoy aburrido de jueces y políticos de derechas que echan toneladas de caspa encima de la sociedad. Políticos de derechas. El caso es que algunos de esos políticos de derechas están en la cárcel por hacer política.
Y sé que habrá quienes piensen que si están en la cárcel es porque se lo merecen y no son fachas precisamente. Pero creo que no es eso. Porque siempre, creo, que hemos luchado contra eso. Que no haya gente en la cárcel por hacer política, nada más.
Así que con este juicio, perdemos todos bastante. No creo que una sociedad como esta, a la que nos falta poco para encendernos, aguante tres meses de juicio. De agravios, de reproches, de humillaciones, de alegatos, de escuchar a los abogados indepes decir cosas indepes, de escuchar al facha de Vox decir cosas que hacen llorar al niño jesús, de escuchar a Casado y Rivera hacer las mejores imitaciones recíprocas que se recuerdan...
Es una derrota completa. Deberían ser absueltos. Y una vez que volvieran aquí, pedirles cuentas por haber metido a la sociedad en un callejón oscuro. Como dijo la Colau. Al final, siempre parecemos tener razón al final, cuando ya nadie nos la pide. Ahora todo el mundo quiere a Xavi Domènech de relator.
Estoy enojado. Por un modo de hacer política que ha destrozado la esperanza de cambio en este país. En Catalunya. Y en el resto de Espanya. Estoy muy quemado. Por haber situado el tema identitario por encima de los asuntos sociales para cargarse a mi opción política. Y aunque parezca que tenga el papel de plata en la cabeza, creo que ese era el objetivo de todo. Cargarse la esperanza de cambio por la izquierda en este país.
Con este juicio solo gana la derecha. Las ideas reaccionarias. Lo conservador. Lo retrógrado. Lo primario.
Ya estamos condenados. 

lunes, 11 de febrero de 2019

Vamos a hablar de blues

Hay que ser un poco mentiroso. Un poco trilero. Hay que saber mentir. Saber decir que estás mal, muy mal, fatal. Saber estar. Tener algo de clase. Somos meros imitadores de un cliché. Hasta que no lo tienes delante no te das cuenta. Vamos a hablar de blues. Vemos a Tail Dragger justo antes de que comience su concierto. Parece una persona ciertamente mayor, un anciano. Pero qué anciano. Con un sombrero negro de cowboy y unas botas negras de cowboy también. Se deja hacer fotos con todo el mundo y se apoya en un bastón. Un anciano afectuoso que va repartiendo una sonrisa blanca de bondad y sosiego. Pero tiene la cara del mismo diablo. Y cuando el concierto comienza y los músicos de acompañamiento han tocado ya su repertorio estipulado, llaman a Tail Dragger para que protagonice la velada. No conocemos a Tail Dragger, no nos vamos a engañar. Vamos a hablar de Blues. Qué conocemos nosotros del Blues. ¿Qué sabemos del blues? ¿Somos unos enfermos del Blues? ¿Si no fuera por Led Zeppelin, los Stones, los Yardbirds, Eric Clapton, qué sabríamos realmente? No sabemos nada. Salvo un grupo de gente que lleva sudaderas de otro festival en el que tocó Tail Dragger. Tail Dragger tocó con Howlin' Wolf. Y poco más sabemos al respecto. Tail Dragger, si lo buscas en google images, solo salen colas de aviones, o aviones. No le conocemos y no sabemos nada de inglés. La banda llama a Tail Dragger y el anciano sale a cantar, se ha cambiado el traje sospecho y se dirige a una silla caminando lentamente apoyado en el bastón. Bastón que tira al suelo. Hay que saber mentir, saber actuar. Como cuando James Brown se tiraba al suelo y le venía el compañero a ponerle la capa por encima y decirle que era el número uno. No puedo más, venga, vamos, número uno, Mr. Dynamite, el padrino del Soul, el hombre más trabajador del mundo... vamos. Y Tail Dragger da el primer alarido.
Y no ha cantado nadie más en las seis ediciones de festival. Ha venido mucha gente, virtuosos del tema, guitarristas increíbles, y cantantes con voces poderosas y carismáticas. Y este señor. Da dos o tres berridos, para cantar algo sobre que está sentado en una silla y al cuarto grito ya queda claro quién manda allí. Se baja de la silla, baja las terroríficas escaleras del Teatre, sube por las escalofriantes y criminales escaleras del Sagarra y va repartiendo saludos, berridos, frases. Se apoya aquí, se apoya allí y baila.
Efectivamente, ese señor que no se podía tener sin el bastón, está bailando. Y uno se acuerda de aquel documental sobre Marvin Gaye en el que sale a un concierto a cantar la de Sexual Healing y parece que vaya en chándal y sabes que tiene más clase que nosotros siempre. Siempre. Jamás. Y Tail Dragger ya ha conseguido lo que quería. Que los descreídos perdiéramos el miedo y que tuviésemos miedo. Ese señor sabe de lo que habla. Nos da las clásicas lecciones moralizantes. No bebas. Trata bien a tu mujer. No te metas en lo que hacen en la casa de al lado. Canciones con los ritmos y compases clásicos.
Vamos a hablar del blues. Vamos a hablar de blues. Y lo vamos a hacer durante el tiempo que sea necesario. No tenemos prisa. El concierto transcurre con sus pausas, sus momentos para subir otra vez a beber, para intentar hacerte el simpático con la autoridad, para pasar un poco de frío y volver a la carga.
Vamos a hablar de blues. Estamos aquí para mentir y para engañar, más que nada. Poca gente se gana la vida diciendo la verdad. Unos cuantos elegidos. Lo tenemos claro. Acaba el concierto y el buen señor lo hace con una especie de conga. Subiendo y bajando escaleras. No dábamos un duro por él. En absoluto. Pero nosotros no sabemos nada de Blues. El público entendido baila y conoce. Los listos como yo no sabemos de nada. Desperdiciamos el día y las tardes y las noches escribiendo sobre cosas que no sabemos bien bien qué son. Vamos a hablar de blues. Un señor se levanta por la mañana y tiene que ver cómo le van a venir las cosas. Cosas antiguas. Géneros antiguos. Viejos. Ancianos. Que cantan en festivales. Que han cultivado una leyenda de bebidas fuertes y momentos al borde de y dento de. Que deben haber vivido bastante más que nosotros pero aún así desconfiamos. No sabrá. No podrá. Y nosotros escribimos o nos tomamos una cerveza en los intermedios intercambiando opiniones. Y la vida es un poco eso.
Un pavo que se pone a escribir y que acaba diciendo cosas como 'la vida es'. Te está tomando el pelo, seguro.
Vamos a hablar de blues.

domingo, 10 de febrero de 2019

Antigua y Barbuda

No estaba bien montado. Es lo primero que se me ocurre. ¿Cómo puede ser que manifestaciones con tantos medios puedan parecer, diciendo lo mismo, con los mismos llamamientos, antiguas o modernas? ¿Cómo puede ser que con tanta difusión, con medios de comunicación nacionales y nunca mejor dicho, llamando a la movilización haya sido cómo ha sido? Qué poca organización y qué falta de estilo. Pero no hay que preocuparse, ya lo irán pillando.
Escuchando la manifestación por la radio y luego viéndola por la tele, me daba la impresión de estar presenciando algo antiguo. España es antigua. Uno escuchaba pero lo peor era verlo. Ver a la gente ir a la manifestación y ver gente antigua. Bien vestida, excelentemente ataviada, pero antigua. Mayora incluso cuando parecen jóvenes. Otras manifestaciones de banderita, en cambio, son indiscutiblemente modernas. Incluso cuando la gente que asiste a estas manifestaciones sea de edad provecta, la presencia de otros jóvenes, de jóvenes con pinta de modernos, de jóvenes alternativos, de gente que es digamos y sin que parezca peyorativo, gente que está en el mundo, hace que las manifestaciones de aquí, las que se hacen por ejemplo para la Diada, parezcan mucho más contemporáneas, modernas, actuales.
En cambio, las parejas de señores mayores, las banderas. Las banderas. Nada con esa bandera parece que pueda ser actual, moderno, posible y tolerable para alguien que, y perdón otra vez por decirlo, esté en el mundo.
Barbas. Barbas recortadas, mandíbulas de 300. Mensajes de Braveheart. Barbas. Barbas afiladas, barbas resaltando el mentón agresivo y duro. Barbas y caras de estar recién afeitado para sentir el frío seco de la estepa en la cara. Porque has nacido para sentirlo. Caras de frío y el fachaleco. En las imágenes no se han visto muchos hoy, porque quizás hacía más frío de abrigo. Y la gente. Cuánta gente.
No ha habido mucha gente. O al menos no toda esa gente que se ve en las manifestaciones de aquí. En las que se organizan para la Diada, por ejemplo. Mucho mejor organizadas. España es caspa. España, vista así, vendida así, es mucha caspa. Es caspa, cara fría, cara congelada de la estepa, de Madrid, de la plaza colón. De un señor haciendo un chotis para burlarse de Jordi Pujol. Con Jota. Cinco jotas. Madrid, castizo y rojiblanco, rezaba la pancarta de ayer en el derbi madrileño. Castiza. Auténtica.
La barba. Barba recortada. Tres periodistas.
Periodistas leyendo un manifiesto. ¿Qué somos los periodistas? ¿Hemos sido objetivos alguna vez? ¿Militan? Si esos periodistas militan, no hay problema, porque yo milito. O soy activista. Pero, el papel de los periodistas como 'personas sin vinculación' que leen un manifiesto que es político y además políticamente una basura, es... pues como cuando pasa en otros lugares. Si eres activista, pues trabajo militante, y si no, pues pues.
Va a empezar el Athletic.
La nube de caspa ha tenido hoy un avance. Un ensayo. Nube de caspa que ya está aquí. Nube de caspa que habrá que saber cómo se hace frente. Por lo pronto, lo de hoy les ha quedado antiguo, lo que es una suerte. No parece que, así, tenga mucho más recorrido.
Pero son listos. Y algo saben.

viernes, 8 de febrero de 2019

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

Me decidí hace tiempo a escribir por fin un ensayo sobre la valentía. Soy una persona de carácter más bien pusilánime, no soy muy amigo del enfrentamiento físico, de hecho no soy nada amigo del esfuerzo físico. Por eso me llama mucho la atención la gente que es valiente. Para ser valiente no basta con ser atrevido, creo, también es necesario un componente de actitud física. Actitud física. Imaginen cómo me quedó el ensayo. 'Sobre la valentía', tuve la osadía de titular aquella obra. Durante la gira de presentación del trabajo, fui invitado a un centro social que hacía tiempo yo había visitado como público y donde me conocía bastante gente. Tampoco era la primera vez que presentaba algún libro en aquel lugar. Se hizo la convocatoria, contacté con un portavoz del centro social para que me hiciera de presentador y se pactó el tiempo de exposición e incluso un turno de preguntas entre el público. Como ocurrió durante toda la gira de presentación, no me presenté. Sin dar ninguna explicación y dejando a todo el mundo colgado. Sin ponerme al teléfono. Soy obra viva.

El gran Alexander Cibojinovich escribió una vez una reflexión acerca de la Reconquista en la que ligaba el reflujo de la presencia musulmana en nuestro suelo patrio en torno a un cambio en las condiciones alimenticias de los diferentes pueblos y reinos. Alexander Cibojinovich había abordado también los pormenores del avance otomano en los Balcanes y su llegada hasta las puertas de Viena, relacionándolos con las diferentes tradiciones alimenticias y su pervivencia en las tal. De la misma manera, Cibojinovich se hizo famoso por haber elaborado una teoría de la Conquista del Oeste en la que contraponía las dietas de los pueblos indígenas a las de los conquistadores anglosajones y con diversos apartes que hacían entender y hacen entender de hecho que la llegada de diferentes pueblos con diferentes tradiciones alimentarias y gastronómicas convertían a los modernos Estados Unidos en el país más poderoso de la tierra. No quería que apareciera la palabra gastronómica y la he jodido al final.

En tiempos del emperador Augusto, en la recién conquistada ciudad de Tal, vivía un bardo llamado Gorrio, que escribió buena parte de su obra en su lengua nativa hasta que empezó a escribir en latín. Su obra, relativa a los usos amorosos y a las penas del corazón, hizo estragos entre la clase culta de su provincia y rápidamente su influencia llegó a Roma. Gorrio, que ya había cambiado su nombre al de Gorrius, fue reclamado por uno de los patrones romanos, patricio, perdón, para que amenizase sus fiestas en la capital. Lo contrató para que contase sus poemas y le asignó un salario. La primera noche en la que Gorrius tuvo que declamar sus creaciones, lo hizo en su idioma nativo. Al finalizar el primer poema, el público romano, amante de la extravagancia y lo extranjero, aplaudió al poeta y siguió escuchando aquellas palabras que no comprendía en absoluto. Al finalizar el primer poema, el público romano, prorrumpió en un atronador abucheo e incluso un par de jóvenes oficiales cogieron por el pecho a Gorrius amenazándolo con matarlo si volvía a emplear una lengua bárbara.

La gigantesca actriz austriaca Goldmunda Grössenheim llevaba tiempo siendo la emperatriz de la escena local. Había conseguido merced a su importante carisma auparse como una de las grandes damas del teatro y su presencia era requerida además en múltiples eventos ya que Goldmunda se destacó como una firme defensora de los derechos de la mujer y de los colectivos más desfavorecidos. Su carisma, su genio, su fuerza, eran admirados y aclamados. Algo que no pasó por alto a quienes detentaban el poder local. 'Para aprovechar tu talento y tu genio en el cambio que propones, deberías entrar a formar parte de nuestro equipo, ahí podrás dar cuerpo a todo lo que llevas en la cabeza y en la sangre, cambiando el mundo desde...'. Goldmunda aceptó y se le encargó el Departamento de Cosas Trascendentes. El primer día, tras tomar posesión de su cargo, ufana, apareció por el edificio consistorial. Allí, ajados, mustios, aplastados por la nada, se encontró, al frente de otros Departamentos Importantes, Departamentos Necesarios y Departamentos Enormes, a famosos cantantes, jugadores de ajedrez, talentosas poetisas, corredores de fondo, populares activistas, y sintió un escalofrío.

Para este quinto espacio quisiera invitar al escenario al gran Pedro Pável para que nos recuerde aquellos mágicos días de la canción de autor. Aquellos tiempos en los que con una canción podíamos cambiar el mundo. Aquellos tiempos en los que todos albergábamos en las voces de los grandes como Pedro Pável, la fuerza de una multitud que esperaba ese cambio en la sociedad que nos traería un mundo mejor. Aquellos días en los que con una guitarra al hombro conseguías mucho más que con un arma. Porque la canción era un arma. Esos días en los que éramos todos uno y todos confiábamos en la voz de los artistas que nos representaban. Esos días, lejanos pero siempre presentes en los que la vida podía caber una canción y en los que la muerte nos acechaba en cada esquina. Quiero dar así la bienvenida a Pedro Pável para que, con su portátil, nos ponga esa lista de reproducción de canciones que hemos escuchado quinientas veces y que nos hacen sentir tan y tan bien.

Patético. Admund Cresher ha editado un audiolibro en la que con su propia voz nos relata sus propios patéticos poemas. Sus seis volúmenes, su antología, su obra completa. Entero. No contento con emplear su nefasta voz para recitar de una forma absolutamente almibarada, se hace acompañar de un acordeón. No. No y no. Un acordeón, poemas, una voz de azúcares poliinsaturados. Durante seis horas, Admund Cresher nos susurra, nos pasa la lengua por toda la oreja, mientras sus poemas de puentes con ríos de agua cristalina que pasan por debajo de los puentes y bellas damas de pelo liso y largo o de pelo rizado y largo o de pelo corto y juvenil o mozos de apuesta mirada de noble gesto de yo que sé, se conocen se quieren y luego se desenemoran pero al final vuelven a enamorarse y se casan y eso. Lo he escuchado seis o siete veces. Insoportable.

jueves, 7 de febrero de 2019

Vamos a hablar del blues

Te levantas por la mañana y notas algo. Es el esquema clásico. Una ausencia, un dolor, una opresión. Vamos a hablar de blues. Realmente, como dice la canción, aquí ya nadie hace blues. Porque nadie vive ya en las condiciones en las que vivía la gente que hacía blues. Condiciones de miseria, de abandono, de opresión, de semiesclavitud. Eso ya pasó. Ahora ya no nos pasa. El blues como una música de marginalidad. Personas que se ponen delante del supermercado a esperar a que tiren la comida que ya no van a vender. Personas que se ponen delante del cash converters a ver qué gente viene a llevar algo, la abordan, le ofrecen más de lo que le ofrece el cash converters. Hemos cogido el tren y nos hemos ido a Chicago, subiendo al norte, hemos bajado del tren y nos hemos ido a vivir a un suburbio, allá por las faldas de Montjuïc, al cabo de los años nos hemos ido a vivir a la Trini y ahora tocamos otro tipo de Blues. Llevamos los altavoces a los parques y escuchamos música mientras caminamos. No sé lo que es una guitarra eléctrica, pero en el vagón que nos lleva a Chicago veo las caras de la gente que va a trabajar y me recuerdan a mi pueblo, allá, con la plantación, lo felices que éramos, si no fuera por el hijoputa del amo. En mi pueblo se vivía bien, si no fuera por el amo. Éramos felices, estábamos hechos polvo. Ya nadie hace blues. Convertimos todas las propuestas culturales en tributos a las propuestas culturales. Un tributo al blues. Al flamenco. Al reggaetón. Al punk. Me gusta el punk pero hace muchos años que no escucho nada de punk, porque no lo entiendo, pero me gusta, pero ya no lo entiendo, quizás no lo entendí nunca. Me gusta decir que me gusta el punk. Me he levantado esta mañana y estabas ahí todavía. Menuda mierda de canción de blues. Dónde está el letrista. No miro el buzón porque posiblemente me vengan las facturas y no sé si voy a poder o si va a venir otra carta con algo peor. La música nos salva la vida. El blues es la expresión de un pueblo que sufre. La música clásica es la expresión de un pueblo que necesita llegar hasta dios de alguna manera. Johann Sebastian Bach no hacía blues, no podía hacer blues. Pero qué música tan bonita. Un anuncio de whiskey y aparece un negro con una guitarra eléctrica, el tipo lleva sombrero. Nunca me ha gustado decir ‘un tipo’. Demasiado novelesco. Toca la guitarra, ríe, porque sabe que yo, blanquito, soy también un tipo auténtico. Y compartimos cantidad de vivencias. Vamos a hablar del Blues. En realidad no hacemos blues, como dice la canción. Hacemos rock and roll y ni siquiera eso. No hacemos demasiado. Salimos de casa, vamos mirando escaparates, nos metemos en el mismo bar de siempre, nos tomamos uno o dos vinos, algún día lo cambiamos por cerveza, nos vamos a dormir, vemos un capítulo de una serie o una película. Somos felices. No hay ninguna canción de Blues que hable de eso. Si no hay algo que vaya mal, que haya ido mal, la aspiración de que haya salido bien, no sé qué blues se puede hacer con eso. Una vez hicimos una canción con eso, pero no la hemos tocado desde hace años. Tengo una banda y le ponemos la coletilla ‘blues’ a algunas canciones. La introducción, el nudo y el desenlace. No sabemos nada del blues más allá de cuatro tópicos, algunas lecturas, las historias de siempre. En el vagón que nos llevaba a Chicago había unos cuantos músicos blancos que nos lo copiaron todo. Absolutamente todo. Y se quedaron con el éxito. Ahora salgo en anuncios de ron y de whiskey haciendo como que toco la guitarra y tratando como a un amigo genial a un blanquito que entra al bareto donde toco y que acabará llevándose a la chica de la barra. En el tren que nos llevaba a Chicago, había unas revistas para leer durante el viaje que hablaba de la historia del jazz. El jazz es otra cosa. Nunca he conseguido entenderlo demasiado. Tengo una pena muy negra dentro. Vamos a hablar del blues. Tan negra como el petróleo negro. Tengo una pena muy grande dentro. Una pena lejana, una pena que no es mía, una pena que se disfraza de normalidad, de alegría, de ganas de vivir. Tengo una pena absoluta. Tengo una pena profunda. Tengo una pena vestida con mensajes de libros de autoayuda y de discursos de entrenadores de fútbol antes de una final. Tengo una pena que no puedo poner en ninguna canción. Tengo una pena. Decía Morente que tenía una pena que no quisiera que se le quitara. Con esa pena se pueden hacer muchas cosas. Hay gente que haría grandes cosas. La mayoría de la gente lo pasaría mal, muy mal, fatalmente mal. En el vídeo de la canción no salen los cantantes tocando. Ponen a actores más o menos famosos y les hacen interpretar sus papeles de músicos. La chica canta como él. Van a hablar de Blues pero acaban diciendo que ellos no hacen blues. Elvis Presley no hacía rock and roll. Los Sex Pistols no hacían punk. Hay comunistas que no son comunistas. Solo son auténticos los malos de la película. Vamos a hablar del blues. Tenemos en la mano toda una serie de herramientas para conocer las claves de todas las músicas, reproducirlas en un instante, recrearlas. Unos pakistanís están cavando una zanja al lado de mi casa. Gente mayor se agarra a la vaya para ver cómo trabajan, anhelando otros tiempos, cuando ellos eran los que estaban trabajando. Los pakistanís cantan al ritmo que marca la máquina excavadora. He bajado a la calle a grabar lo que están cantando. Mi móvil es una mierda pero le da un toque de autenticidad. No están cantando blues. No.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Algo saben

El otro día, con un compañero, comentaba mi desasosiego, mi sensación de estar perdido, de estar perdidos. Después de lo de Venezuela, de la decisión de Sánchez de reconocer a Guaidó como ‘presidente encargado’, me invadió una sensación de aburrimiento, de cansancio. Parece que no haya salida. Y como uno es de escribir y tiene por tarea hacer una cosa de estas al día, parece que tiene la obligación o no de opinar. Una opinión de mierda, como dice la canción de los Punsetes. Hoy no me apetecía hablar de política. Pero el día viene otra vez turbulento. Si pensábamos que el presidente había virado, junto con su partido, a la derecha, ahora resulta que la derecha va a montar una movilización multitudinaria por considerarlo traidor. El relator. Resulta que proponer la figura de un relator, alguien que recoja las conversaciones de los partidos en las negociaciones de la mesa de partidos, es traición. Porque ya no se puede dialogar. He escuchado a Angels Barceló y a Iñaki Gabilondo decir, cosa que puedo entender, que el Psoe compra el marco de los independentistas y que no era necesario, que debilita al Estado. He escuchado como la jauría se lanza a hablar de traiciones y poco menos que llaman a la sublevación.
¿Y? No tengo ni idea. Si ayer creía que Sánchez y el PSOE se aseguraban la tranquilidad incluso sin presupuestos, creo que van a la guerra. Van a la guerra con la izquierda dividida y sin aclararse. El peor escenario. Van a la guerra con algo que me escama, algo que creo que tienen calculado. La derecha ha enloquecido, pero ha enloquecido como en el resto de países y algo deben saber. Algo saben. Algo saben todos que nosotros no sé si ya sabemos. Si nos hemos quedado atrás.
El relator, Catalunya, la identidad nacional, y nosotros empeñados en aprobar unos presupuestos que ahora parecen como muy circunstanciales. El PSOE, dividido también, pero nunca acaba de dividirse del todo. O quizás le acaben haciendo la cama del todo al presidente. O esto es el paso definitivo para darnos el zarpazo. La víctima de la ‘izquierda’, al que habrá que ayudar. Votarme, que no me quieren ni los míos. Y así seguir sobreviviendo. Primero en su partido, luego en la eternidad.
¿Y la derecha? La derecha españolista volviéndose majara. Pugnando, como la derecha catalana, por ver quién es más más. Y forzando una máquina que no sabemos dónde lleva. Lo podemos sospechar. A tomar viento todo.
No sé. Aquí nadie parece dispuesto a ocuparse de nada. Mientras las ideas más reaccionarias avanzan, nos dedicamos al postureo. A la alharaca, a la gestualización, a ir a por ellos, a no hacer nada. A hacernos los fuertes, a no hacer nada. A no proponer nada. Nadie gobierna nada, nadie se ocupa de medidas que afecten a la gente. España se rompe. No más políticas contra Catalunya. La política va perdiendo contenido y va ganando en nada.
Algo saben. Algo deben saber para hacer todos estos movimientos. Algo saben. Unos y otros. A alguien le interesa todo esto. Menos a nosotros y nosotras. Que seguimos pensando en cosas de recolocación, en problemas de resituación, en fórmulas para la compensación, en hacer maniobras militares contra cuatro zumbados. Y la vida pasa delante nuestro.
Y nos preguntaremos qué ha pasado. Qué ha podido pasar. Cómo se nos pudo colar esto. Y no sabremos nada. La culpa la tendrá otro. Seguro.

martes, 5 de febrero de 2019

Sexto anillo para Brady

Sexto anillo para Brady. Esta mañana he ido a tomarme un café con leche a la Janis. Hace un frío del copón pases a la hora que pases por la Anselm Clavé. Calles en sombra, calles con mala sombra. Un café con leche y al pagar ver el diario, así por encima. Me he fijado en que había en portada una noticia sobre el sexto anillo para Brady. Una noticia referente a la final de la liga de fútbol americano, llamada Superbowl, la final digo, en la cual ganó el equipo en el que juega el tal Brady. No sé mucho de fútbol americano. Creo que hay mucha gente, efectivamente, que sigue el fútbol americano. No sé si tanta gente como para merecer esta noticia la portada en un diario de información deportiva.
Me hago preguntas, me cuestiono cosas. En estos días de Venezuela y de violencia de género. Relaciono cosas y salen a relucir todos mis prejuicios. Prejuicios ideológicos. Veo la foto. Fútbol americano. Todo chorbos bien chorbos celebrando.
Norteamérica. Hace un par de días, creo, unos machotes de los Veteranos del Terrassa llamaron guarras a las chicas del fútbol femenino. Tiacos. Guarras y más cosas. No he visto la noticia en portada, no sé si salió en la edición de ayer. No salió. Lo he mirado. Bueno. Sexto anillo para Brady porque es muy importante confirmar que Brady consiguió su sexto anillo. Fútbol americano. La noche del espectáculo más visto de los Estados Unidos. Actuaron los Maroon 5. El cantante de Maroon 5 se quitó la camiseta. Lleva el cuerpo lleno de tatuajes.
Me gusta la información deportiva. Aunque casi no hablen de mi equipo, como un ritual, me pongo habitualmente los clásicos progamas 'manolos'. Fútbol a la hora de comer. La actualidad del fútbol. Cada vez ponen más imágenes de las aficiones cantando los himnos. La afición del betis cantando su himno, la afición del sevilla cantando su himno, la afición del atlético de madrid cantando su himno, la afición del athletic animando a su equipo, bufandas al aire. Veo las imágenes. Tiacos. Grupos vastos de tiacos. Tiarrones cantando y gritando con voz de muchos. Lorolo. Lolo. Lorolo lo. Hasta la muere. Solo hay tíos.
El otro día el Athletic Femenino, jugando en San Mamés contra el Atlético de Madrid, reunió a 48 mil espectadores, record nacional de asistencia a un partido de fútbol femenino. El próximo partido que lo puede superar es el Atlético de Madrid contra el Barça en Madrid. No sé si jugarán en el Wanda.
Venezuela otra vez. Quiénes son nuestros referentes. El fútbol americano. Para ser realmente equidistantes deberían haber puesto una foto de béisbol. Algún jonronero. Fútbol americano. Nuestro sueño. Ser ellos. Ser al fin como ellos. Pillar unas pizzas, ver mañana el clásico con los amigotes en casa, con unas cervezas, mientras las parientas hacen como que les interesa. Nunca vienes a ver el fútbol conmigo, cari. Amore.
Noticias masculinas. Noticias femeninas. Los americanos dictando lo que es y lo que no es. Lo que nos gustaría ser. Americanos. Voy vestido como un inglés. Como un jovencito inglés. Ya nadie va vestido como nada. Pensamientos infantiles. De primero de pensar.
Pero es que me ha llamado la atención esa portada. Sexto anillo para Brady. ¿Y quién es Brady? ¿No lo sabes? ¿No sigues el fútbol americano?
¿Eres pobre?
El otro día fue la final de balonmano. Antes seguía el mundial. No os voy a contar mi vida.
Que os lo habéis creído.

lunes, 4 de febrero de 2019

Venezuela

Ayer vi un documental sobre la muerte de Víctor Jara. Golpe de Estado en Chile, 11 de septiembre de 1973. Los militares, con los Estados Unidos desestabilizando el país desde el momento en el que Salvador Allende, socialista, gana las elecciones, dan un golpe. Van pillando a gente y entre ellos a Víctor Jara, cantante que se había significado políticamente a favor de Allende. Es una historia contada mil veces y que se repite mil veces más.
Estados Unidos, apoyándose en la derecha local, cuando comprueba que un gobierno no sigue sus intereses, tarde o temprano acaba cargándoselo. Hoy estamos en Venezuela. Hoy estamos en esto. Hoy el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, ha decidido reconocer al señor Guaidó, que hace unos días se autoproclamó presidente de Venezuela después de unos últimos meses turbulentos. Todo en Venezuela, desde la distancia, es turbulento desde que Hugo Chávez ganara sus primeras elecciones. Desde entonces, intentos de golpe de estado, sanciones económicas, lo normal.
Hoy el presidente del Gobierno español se pasa por el forro las elecciones democráticas y da su apoyo a un autoproclamado presidente que no ha conseguido otra cosa que apoyos de los países de su entorno como Brasil (con el ultra Bolsonaro), Colombia, Argentina con el derechista Macri, y después de unos titubeos, finalmente el grueso de países de la Unión Europea menos Grecia e Italia que va por libre en todo y que no es ejemplo de nada.
En fin. Lee uno, escucha uno. Si lee y escucha, el grueso de las opiniones calificadas, el grueso, todos, prácticamente, incluso Carmena, están contra Maduro. El sucesor de Chávez, el ex conductor de autobús ‘que responde a todos los clichés del caudillo sudamericano’, dicen en la radio. Coinciden indepes de derecha y unionistas de derecha. Coinciden los socialdemócratas con los liberales. Sin embargo, en Venezuela, la situación no nos dice que la cosa esté tan clara. Porque si no, ya habría salido por piernas Maduro o le hubieran sacado las piernas como hicieran con Gaddafi.
Hace un tiempo leí un libro del gran Francisco Veiga sobre el orden mundial. De cómo los países llamados BRICS habían conseguido hacer una suerte de frente a la omnipotencia yanqui. Sobre todo a través de la economía, de las políticas energéticas, de los recursos, antes que con las armas. Venezuela era un país, como Brasil, que había dado un giro a su gobierno y había demostrado que, mal que bien, por la vía democrática se puede, como pudo Allende, llegar al poder. Pero la reacción no descansa. Unos años después, Estados Unidos vuelve a controlar prácticamente el cono sur americano y después de Venezuela, le tocará el turno a Bolivia. No se puede dejar ningún fleco. Uruguay igual se salva. O no.
El óxido no descansa.
Hace unos días, Alfonso Guerra, ex ministro socialista, ex vicepresidente socialista, ex teórico del socialismo español, separaba las dictaduras entre las eficientes y las que no. Dictaduras desastre y otras que en lo económico eran eficaces. El mismo argumento que sirve durante años para legitimar la dictadura chilena, que fue un modelo de ‘reordenamiento neoliberal’, dictadura que mató a su compañero Allende. Ex compañero. Ex socialista. Ni siquiera en los sueños del socialdemócrata más conservador y reacio a cualquier tipo de aventura revolucionario, saldría ese pensamiento. Una dictadura puede ser eficaz. Suponemos que considera al gobierno de Maduro un dictadura y todo eso.
Hoy el socialista o ex socialista, Pedro Sánchez, ha puesto otra marca más en el libro de las decisiones infamantes. Ni tan siquiera pensando en que no gobierna holgadamente, que cuenta con el apoyo desde fuera de quienes, como yo, pensamos que lo de Venezuela es un golpe de Estado de toda la vida. Le da igual. Porque quizás sabe que no seremos capaces de mandarlo al carajo por navajear a los compañeros venezolanos. Y porque estamos en fase de retroceso. Un presidente español apoya a alguien que se autoproclama presidente por que hay hambre en el país sin pasar por elecciones. Si no convocas elecciones, que ya nos ocuparemos de que no ganes tú nunca más como en Brasil, la liamos. Quizás deberíamos invadir Marruecos mañana.
Pedro Sánchez le ha llamado 'presidente encargado'. El encargado.
Muy triste. Porque las salidas son cada vez más estrechas. Ante la marea de una derecha que va aplastando a paso ligero lo que se encuentra, que ha cometido procesos infamantes en Brasil, Ecuador… la llamada izquierda, incluso cierta izquierda que consideramos de los nuestros como Carmena, que ganó porque la votamos nosotros, no tienen otra idea que plegarse a lo que ‘todo el mundo dice’, no buscar alternativas, hacer lo que la derecha ‘aconseja’. Y luego el día de las elecciones, volverán a ser la izquierda, a ser de izquierdas. Y tan anchos.
Y vamos cavando la fosa cada día un poco más. Sin escapatoria. Y nos dan la pala y nos cavamos nosotros el hoyo.

viernes, 1 de febrero de 2019

Continúe usted

Ahora que me dice eso, creo que viene al pelo lo que le pasó a mi amigo Cholla Pentahuamac, porque es de esas veces en las que te viene la idea al pelo y lo tienes que soltar. Cholla Pentahuamac había venido de un país latinoamericano hacía algunos años y estaba muy interesado en trabajar en el ramo de la administración y dirección de empresas, que era para lo que había estado estudiando en su país. Al llegar aquí no tuvo ningún problema para encontrar trabajo en una empresa, donde le explotaron de tal manera que a los seis meses ya estaba consumiendo pastillas para intentar recolocar algo su autoestima, sus principios, su presente y su futuro. Cuando estaba a punto de tirar la toalla, algo sucedió. Entró a trabajar, en principio para ayudarle, una compatriota, Antalia Guadalcanal. Ambos fueron explotados convenientemente y en lugar de servirse de ayuda y apoyo mutuo entraron en una sin par competencia por ver quién era el que más se esforzaba en resultar agraviado, puteado, manoseado, humillado. Ambos vivían en apartamentos muy cercanos, por lo que regresaban a su casa comentándose las humillaciones del día. Los abusos. Los desprecios. Las arbitrariedades. Cholla y Antalia no se hicieron amigos. Solo compartían el hábito de la desdicha y el rencor. Un rencor que en ocasiones se trasladaba a su propia relación inexistente. Cholla entendía que él era el explotado máximo, el agraviado máximo. Antalia pensaba que Cholla se quejaba de vicio. Ella venía de una familia pobre de su país y sabía lo que era ser explotado desde generaciones y generaciones. Cholla venía de una familia bien. Esa relación de oprobios y quejas compartidas era tan fuerte que ninguno se veía con fuerzas para dejar sus trabajos e intentar buscar algo mejor en esta sociedad en la que el que se esfuerza, acaba consiguiendo, al menos, vislumbrar el pálido reflejo de sus sueños.
Cholla Pentahuamac fue reclamado para visitar el despacho del supervisor, un ciudadano de origen neerlandés llamado Rjikemboek, que hablaba un inglés cómico y un castellano hilarante. Salvo si eras su subalterno, entonces la gracia la tenía en el nacimiento de.
Rijkemboek tenía por costumbre, una vez al mes, reprender de una manera agresiva y brutal a uno de sus empleados en su despacho. Cholla Pentahuamac fue recibido con un vendaval de gritos y recriminaciones salvajes. Fue amenazado con ser despedido fulminantemente. De inmediato. Nunca en su vida Rijkemboek había visto trabajador tan inepto. Tan ineficaz. Tan mediocre. Con tan poca autoestima. Cholla estaba a punto de echarse a llorar cuando Rijkemboek entró en colapso. Comenzó a toser, se ahogaba, tosía, los ojos rojos, comenzó a babear, Cholla estaba paralizado y Rijkemboek se estaba muriendo.
Entonces Antalia entró en el despacho y de alguna manera consiguió reanimar a Rijkemboek. Una vez repuesto, Rijkemboek les echó del despacho.
Ambos volvieron juntos a sus domicilios, como siempre. Cholla comenzó a hablar:
- Menos mal que has entrado y has podido salvarle la vida...
Antalia contestó:
- Oí que había dejado de gritarte y...
Continúe usted, que le he interrumpido.