Bueno. Todo empieza el día de antes. Salgo del metro y me encuentro al chaval repartiendo folletos en la puerta. 'Bueno, pues hasta mañana a las doce...'. 'Bueno, es que esta noche hay piquete'. Ostia. Piquete informativo. La curiosidad me pica. Tengo que hacer dos cosas. Una, raparme la cabeza. Dos, presentarme. Me presento. Voy. Va. Con la cabeza recién cortada. Va. Llego. Somos cuatro. Luego somos muchos más. Un montón, la verdad. Mis miedos se disipan. No vamos a ir a la zona franca, no vamos a ir a las cocheras, no vamos a ir a Ikea. Nos quedamos por el pueblo. Quedamos allí. vamos hacia allí. Todos juntitos. Luego descubrimos que no vamos a hacer lo que en teoría se había decidido que se iba a hacer. Tenemos que ir al bingo, donde nos encontraremos con los que son más auténticos aún que nosotros. Vamos, va. Al bingo.
Pues ya en el bingo, cerramos el bingo. Había algunos que pensaban que se iba a tardar dos horas. Y nada, en diez minutos o menos. Salieron los habituales, algunos ciudadanos de nacionalidad china y los empleados. Colega, que hay huelga general. '¿Y porqué cerráis el bingo?'. Me preguntan tres chavales que pasan con un cubata en la mano. 'Porque hay huelga'. '¿Y porqué no cerráis el Nou Carrer o el Tropicana?'. A ello vamos. Al Tropicana. Ya está cerrado.
Vamos por los barrios. Vamos informando a los compañeros de nacionalidad china de que hay huelga y hay que cerrar. Algunos se piensan que somos vecinos que quieren cerrarles el bar por la hora y nos dicen 'Ayuntamiento, ayuntamiento, vete al ayuntamiento'. Que no, mira la bandera. Se nos unen algunos chavales magrebíes con ganas de jarana. 'Deja eso en el suelo'. 'No toques eso'. 'No grites'. De algunos bares sale gente sospechosa. Muy sospechosa. A las dos de la mañana se decide que nos retiramos a descansar y quedamos a las cuatro y media para... Ya no sigo. Me voy a casa.
Día siguiente. Me levanto, me ducho, me desayuno, le mando un mensa al Abel de que si eso... que vaya tirando. Ya empezamos. En la plaza de la Vila, pese al día feote que hace, hay gente. Me parece que hay menos gente que la última pero es que hace mal día. Con media hora de retraso aparece el interfecto. Nos situamos en la cola de la mani y ya no la soltamos. Se nos une el Gorka. Hablamos de esto y lo otro. Música tradicional, partituras, estructura compositiva. Disciplina en el método. No sabemos si hay mucha o poca gente. Hay mucha gente y punto. Recorrido habitual. Voy contando lo que hicimos la noche anterior. 'A ese le informamos de que hoy había huelga'. Suponemos que por el Fondo y por muchos sitios, cuando pasa la mani cierran y cuando nos largamos vuelven a abrir. Llegamos a la plaza otra vez y están por un lado los de la CUP leyendo un manifiesto. No sé si son los indignados. Creo que si. En otra parte está la oficialidad con una pancarta apoyando la huelga. Enfrente están los indignados silbándoles y gritándoles. Curiosamente, a un lado y otro de la pancarta hay gente que ayer estuvo conmigo. Qué mundo.
A comer, vemos los palos en la tele, el facha ese de Málaga que sacó una barra de hierro, la foto del niño de trece años sangrando. Hoy me cuenta el compañero maquetas que vio la imagen por la tele y es espeluznante. El mosso se acerca específicamente a doblarle el lomo. Que aprenda. Me como un cocido como me podría haber comido dos. En casa de mis padres la vida es tan cómoda.... mejor no pensar.
Ale. A la de la tarde. Haciendo un alarde de puntualidad que me abruma, nos plantamos en el lugar de concentración a la hora convenida. Y aparecemos todos, menos el broder hermano, a la hora. Muy bien. ¿Para dónde vamos? Espera. Espera un momento. Al parecer a la policía/mossos/guardia urbana, se le ha olvidado cortar la Gran Via. Pues nada. A cortarla. Se corta la Gran Via. Listos. ¿A dónde vamos? Pa'rriba. Pero pa'rriba no se puede. Y en una hora y pico no avanzamos ni entre las dos bocas de Passeig de Gracia. Al principio parece que no hay tanta gente, pero luego vemos que hay mucha mucha gente. Bien. Me encuentro con el chaval. Que ayer le pillaron. Vaya. Bueno. Venga. ¿Has visto a la gente? Pues no.
Mi padre también quiere venir. Ha venido pero no ha dado señales de vida. Se ha quedado entre la masa o más allá. Cuánta gente. Qué bien. No sé porqué nos quedamos detrás de una furgona que pone música. Pensamos que no se puede ir más allá. Pasa el tiempo, pasa, pasa, pasa. Y nos damos cuenta de que más allá... la mani se ha acabado. Maldita sea, furgoneta de la UGT. Seguimos hasta arriba y llegamos a Diagonal. La I., ya nos ha abandonado hace rato. Tomamos la curiosa decisión de ir hasta... Arc de Triomf andando. El metro acaba en 20 minutos pero nos da igual. Venga.
Carrerón. Nos intentamos meter en Urquinaona, apremiados, pero desistimos, porque vemos gente correr en nuestra dirección. Pues mejor no. En Arc de Triomf nos metemos por los pelos y volvemos a casa. No me despido de la Matilda. Vaya.
Y eso es todo. Por la noche todo el mundo dice que ha sido un éxito. Pues nada. A ver si eso.
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jueves, 15 de noviembre de 2012
martes, 13 de noviembre de 2012
Huelga General 14N
Bien. Quede claro que cuando hablo mucho de cosas así me siento un poco brasas. Es a lo que hemos llegado, que uno tenga que pedir perdón por hablar de cosas... que le queman. En fin.
- El otro día en el metro. Una chica. Una chica que, si alguien ha seguido mi vida anterior, protagonizó un relato hace mucho mucho tiempo. ¡Mucho tiempo! No nos desviemos. Esta chica a mí me gustaba. Me resultaba... no sé. Inquietante. La veía en el metro, se quedaba dormida, era como enigmática. Como suele suceder, cuando según que gente abre la boca, no sólo pierde el aura, si no que se gana el infierno.
- Pues yo se lo he dicho. Que encima que todas nos hemos prestado voluntarias para venir en la huelga, no nos dejan salir más temprano para poder coger el metro. Es que no hay derecho, porque claro, encima que venimos...
Qué valiente. Pero qué valiente. Una valentía total. Encima que vienes a trabajar, porque los jefes os han pedido (glups, un jefe pidiendo) que vengáis, ellos no os reconocen el esfuerzo y no os dejan salir antes facilitándoos la vuelta. Qué cosa. De repente, aquella chica que me gustaba, que ahora me era indiferente, las dos o tres veces que la he vuelto a ver en el metro me ha caído rematadamente mal. Me ha dado... no sé, asquete. Los valientes son ahora los que van a trabajar el día de la huelga.
- Tengo un amigo que trabaja en un sitio. En este sitio tiene potestad para decidir los días de fiesta que le piden. Como es huelga mañana, algunos deciden pedirse los días festivos coincidiendo con el día de huelga. No van a trabajar, pero no le descuentan nada. Es una manera superelegante de hacer ver que si, pero no. No vienes a trabajar, y ante los jefes no quedas mal. Es lo que cuenta, no quedar mal ante los jefes. Y que no te descuenten el día, que está la vida muy achuchada. Un pensamiento que, si en el siglo XIX y principios del XX hubiera estado igual de extendido... en fin. Edad de Piedra.
- Tengo un amigo que dice que la huelga la tienen amortizada. Que la huelga no vale para nada, que el perjuicio económico que se causa con una huelga, el hecho de parar de trabajar, en realidad no sirve para nada, porque no se qué y no se cuantos. Que técnicamente, hacer huelga, no vale. Si. Efectivamente. Pero si vengo mañana a currar técnicamente me sentiré como una puta mierda.
- Hoy he vuelto en los ferrocatas de una entrevista. Bueno. Ferrocatas. Estudiantes, mallorquinas, niños bien que van al colegio, trabajadoras del hogar. Bueno. Bajando se han sentado a mi lado tres señores mayores. Supongo que de la edad de mis padres. Ha entrado un rumano vendiendo klinex en el vagón. Esto no lo había visto yo nunca. En los ferrocarrils de la Generalitat. Qué novedad. Sí que está mal la cosa. Que la cosa está mal lo demuestran las conversaciones, el contar tu caso y que todo el mundo sepa qué hacer porque alguien tiene a alguien, o uno mismo ya lo ha pasado... el caso es que los señores hablaban entre sí sobre el rumano, pero yo con los auriculares no lo escuchaba bien. Sea como fuere, uno de ellos ha empezado a contar que tiene dos hijos en el paro. Uno con un ere. Otro de baja. El de la baja es muy bueno. El hombre tiene que ir los viernes por la tarde a por su hijo. Así lo tiene pactado. Pero la empresa se lo quiere cardar, por lo que le quita la posibilidad de ir los viernes. Pretende denunciar y que... pues si denuncia le hacemos un ere. Doce horas. Se ha cogido la baja, en cuanto la baja pase lo fumigan. Viva la libre empresa.
Bienvenidos al siglo XIX otra vez.
Si no tienen claro qué es lo que hay que hacer mañana, ahí van unas instrucciones:
Así que eso.
Mañana Huelga.
- El otro día en el metro. Una chica. Una chica que, si alguien ha seguido mi vida anterior, protagonizó un relato hace mucho mucho tiempo. ¡Mucho tiempo! No nos desviemos. Esta chica a mí me gustaba. Me resultaba... no sé. Inquietante. La veía en el metro, se quedaba dormida, era como enigmática. Como suele suceder, cuando según que gente abre la boca, no sólo pierde el aura, si no que se gana el infierno.
- Pues yo se lo he dicho. Que encima que todas nos hemos prestado voluntarias para venir en la huelga, no nos dejan salir más temprano para poder coger el metro. Es que no hay derecho, porque claro, encima que venimos...
Qué valiente. Pero qué valiente. Una valentía total. Encima que vienes a trabajar, porque los jefes os han pedido (glups, un jefe pidiendo) que vengáis, ellos no os reconocen el esfuerzo y no os dejan salir antes facilitándoos la vuelta. Qué cosa. De repente, aquella chica que me gustaba, que ahora me era indiferente, las dos o tres veces que la he vuelto a ver en el metro me ha caído rematadamente mal. Me ha dado... no sé, asquete. Los valientes son ahora los que van a trabajar el día de la huelga.
- Tengo un amigo que trabaja en un sitio. En este sitio tiene potestad para decidir los días de fiesta que le piden. Como es huelga mañana, algunos deciden pedirse los días festivos coincidiendo con el día de huelga. No van a trabajar, pero no le descuentan nada. Es una manera superelegante de hacer ver que si, pero no. No vienes a trabajar, y ante los jefes no quedas mal. Es lo que cuenta, no quedar mal ante los jefes. Y que no te descuenten el día, que está la vida muy achuchada. Un pensamiento que, si en el siglo XIX y principios del XX hubiera estado igual de extendido... en fin. Edad de Piedra.
- Tengo un amigo que dice que la huelga la tienen amortizada. Que la huelga no vale para nada, que el perjuicio económico que se causa con una huelga, el hecho de parar de trabajar, en realidad no sirve para nada, porque no se qué y no se cuantos. Que técnicamente, hacer huelga, no vale. Si. Efectivamente. Pero si vengo mañana a currar técnicamente me sentiré como una puta mierda.
- Hoy he vuelto en los ferrocatas de una entrevista. Bueno. Ferrocatas. Estudiantes, mallorquinas, niños bien que van al colegio, trabajadoras del hogar. Bueno. Bajando se han sentado a mi lado tres señores mayores. Supongo que de la edad de mis padres. Ha entrado un rumano vendiendo klinex en el vagón. Esto no lo había visto yo nunca. En los ferrocarrils de la Generalitat. Qué novedad. Sí que está mal la cosa. Que la cosa está mal lo demuestran las conversaciones, el contar tu caso y que todo el mundo sepa qué hacer porque alguien tiene a alguien, o uno mismo ya lo ha pasado... el caso es que los señores hablaban entre sí sobre el rumano, pero yo con los auriculares no lo escuchaba bien. Sea como fuere, uno de ellos ha empezado a contar que tiene dos hijos en el paro. Uno con un ere. Otro de baja. El de la baja es muy bueno. El hombre tiene que ir los viernes por la tarde a por su hijo. Así lo tiene pactado. Pero la empresa se lo quiere cardar, por lo que le quita la posibilidad de ir los viernes. Pretende denunciar y que... pues si denuncia le hacemos un ere. Doce horas. Se ha cogido la baja, en cuanto la baja pase lo fumigan. Viva la libre empresa.
Bienvenidos al siglo XIX otra vez.
Si no tienen claro qué es lo que hay que hacer mañana, ahí van unas instrucciones:
Así que eso.
Mañana Huelga.
viernes, 30 de marzo de 2012
Huelga General - Tablero Deportivo

Santako en lucha: Manifestación en Santa Coloma. ¿Habrá más o menos gente? Acercarse a a la plaza de la Vila ya da la respuesta. Hay más gente. Viene más gente. Tan sólo con entrar a la plaza ya se entiende todo. Está hasta la alcaldesa. Y los concejales. Ellos no estaban en la última. Todavía me acuerdo de la alcaldesa en la tele explicando que la anterior reforma laboral era necesaria. Nos encontramos con el Largo. Nos explica lo de la hermandad revolucionaria. Que se confíen, que ya les daremos el palo luego, cuando ganemos. Pero el palo siempre nos lo dan a nosotros. Hay un huevo de gente. Hay tanta gente que incluso viene el vicelehendakari. Comentamos cosas referentes a la Peña y tal. En mitad de la mani uno me pregunta que si vamos a abrir para ver el partido. Si, si... pero yo no voy a ir. No sé de qué forma y manera, pero nos hemos ido a colocar justo detrás de la alcaldesa. Pasamos un buen rato esquivando a la cúpula. Caras conocidas. ¿Qué, nen? Pues aquí, nen. Llegamos al Fondo, a lo de Aspanide y las enfermeras salen con cacerolas. Aplausos. En cuanto doblamos por el Fondo hacia Jacinto Verdaguer, el público que nos mira es de chinos y pakistanís. Unos nos filman y todo. Hay muchísima gente por delante y por detrás. En la plaza del Reloj, un chavalito joven, con casquete, nos da charla.
El Islam es la solución: Un chavalito nos viene y nos pregunta que porqué es la manifestación. Si es por los recortes. Pues si, y por la reforma laboral. Nos pregunta que qué pensamos del Islam. Pues nada. Nos dice que la solución es el Islam. Esto ya se lo come el Abel. Europa tiene que darse cuenta de que la solución es el Islam. Que Dios ha creado el mundo perfecto y nosotros lo estamos hundiendo. Las revoluciones se hacen porque no se tiene idea de Dios. Y así. Un rato. Me toca a mí. A mí me toca lo del libro divino y que Europa ha perdido el camino de Dios. Cuando ya no sé por donde vamos, me tocan a la espalda. La Yoli. Hombre. Dos besos, salvado. Perdemos al compañero islamista.
Al sol: Las piernas no resisten este trantran. Jacinto Verdaguer hasta Avenida Generalitat. El Jerezano está cerrado, cuando habitualmente hay que cerrarlo. El Largo sugiere dar la vuelta todos y pillar a todos los chinos que deben estar abriendo las persianas. Qué susto. Sol de justicia por la Avenida. Una señora en la Jacinto Verdaguer se asomaba asustada, detrás de la persiana. Ha acabado asomándose al balcón. Aplausos. Llegamos a la plaza. Argumentos contra la huelga y las manis y demás. Cada uno tiene sus razones. En la plaza advierten que el Carrefur está abierto. Durante la marcha el que se acerca y el que comenta o está en un Ere, o le han hecho un Ere, o está de Ere o trabaja en negro o algo chungo. A comer.
Sustento revolucionario: Lentejas con jamón y boquerones fritos. En la tele dicen que han ocupado Passeig de Gràcia. Sale Felip Puig y dice que esto es un campo de entrenamiento para los violentos. Dan documentales en TV3, para calentar al personal. Las barracas, el desempleo, los problemas del socialismo cubano. Amar en tiempos revueltos, se mantiene en servicios mínimos.
Ginkana en el metro: Metro de Santa Coloma, cinco de la tarde. Qué risor. El pueblo en marcha, se planta en el andén para ir con sus hermanos de la Ciudad Condal a manifestarse. Andén del metro. El metro no viene. No viene. No viene. El metro se ha roto en Torras. Ostia. No va. Hay que pillar la línea 9. Cambia de andén. El metro que viene de vuelta va por el mismo andén que por el que se fue. Ostia. Vamos al otro anden o qué. Si, no. Si, no. Al otro andén. Viene el metro. ¿Nos subimos o no? Corre al otro andén que la chica del metro se ha equivocado. Entramos por los pelos. El metro se arregla, llegamos a las seis y media a Plaza Catalunya. Pero sentaditos, ojo. Que no todo va a ser malo, oiga.
Silencio Komuso: Al asomar la cabeza estamos en mitad de los de la CGT. Hemos quedado en el Zara así que tenemos que despegarnos. Silencio. Demasiado silencio. Olor a plástico quemado. Containers quemados. Humo en la lejanía. Malas cartas. Demasiado silencio. Quedamos, nos encontramos. Bien. Subimos un poco. Hay mucha gente, pero se nota dispersión. No es como otras veces. Hay como menos ambiente que en la del 15m, la última. La de antes de las elecciones. Pero hay mucha gente. Hay tensión. Se oyen tiros, se ven carreras al fondo, helicópteros y columnas de humo. Con Passeig de Gràcia lleno a reventar, se pone en marcha. Nos encontramos, dos besos y nos despedimos. Las hermanas fugaces. Seguimos hacia Plaza Catalunya. Antes de llegar sube un camión diciendo que media vuelta que vamos por Gran Via. Tensión. Silencio. A medida que vamos por Gran Vía la gente se anima, pero en cada cruce vemos policía, humo, follón. Tetuán. Para abajo. Unos niños subidos a un banco claman por menos policía y más educación. Claro que sí. Otros niños llevan apuntados el movil en la cara por si se pierden. Arc de Triomf. Container ardiendo. No bajéis, chavales, que aquí está ardiendo la cosa. Andando hasta Marina con Marina. Sensación extraña. Demasiado silencio. El bar Andalucía está abierto, pero reprimimos las ganas de unos quintos revolucionarios. Que se jodan.
Regreso y victoria: El regreso es mucho más sosegado que la ida. Dónde va a parar. Nos encontramos con los chavalitos del Seimar en Santa Coloma. Las cárceles están llenas de gente del Seimar. Comentamos, etc. Rapidito que empieza el fútbol. ¿No vísteis el partido? Jornada de lucha completa. Éxito de convocatoria revolucionaria. Huelga general salvada. Victoria fuera de casa. No veo la tele para no calentarme. 'Nen, en El periodico salimos en la foto de portada'. Qué me dices. Pues si. Los dos bigotes. En la radio esta mañana tampoco lo han pintado tan mal. Menos mal.
miércoles, 28 de marzo de 2012
Huelga general

En definitiva, mañana hay que parar.
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