Mostrando entradas con la etiqueta Gran Biblioteca Universal del Pensamiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gran Biblioteca Universal del Pensamiento. Mostrar todas las entradas

lunes, 26 de febrero de 2024

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento


Ya cuando entré sentí una sensación rara. Esa sensación era olor a cirio. Era una sensación que no es habitual porque no suelo ir a iglesias, pero era un olor a cirio, olor a vela, que no se me fue de la cabeza y el contenido de la presentación de la última, pero no la última de verdad, de la última obra de Miguel Palisostomos, no ayudó en nada. El fino escritor de obras como Cuartos cerrados, Grandes pasillos de la historia universal, Pequeños escondites o la sublime Peldañitos entre salas, en esta ocasión se da un paseo por el mundo de los edificios habitados por personas religiosas pero no edificios religiosos, con una delicia llamada Divina. Sin embargo, pese a lo interesantísimo del volumen algo en la presentación del libro, decaída, lívida, sin vida, mortecina, tal y como uno se imagina la cara de un sacerdote mortificado por una fe enfermiza, contaminó el ambiente y todo fue fallido. Doña Apústula Sallent, que fue la encargada en esta ocasión de presentar el volumen, no consiguió dar con la tecla y fue tal el embrollo y la confusión de perfiles que se dio que sin saber cómo me vi de rodillas recibiendo la comunión de alguien que ahora no quiero recordar.

Aurora Baldemar nos cuenta en Pequeños cuentos sustanciosos una serie de pequeñas anécdotas personales que ya en el prólogo se nos advierte de que van a ser de mucho provecho para la vida nuestra. Ese afán ejemplificador lastra todo el contenido ya que si no hubiera remarcado esa intención, el pequeño volumen servía perfectamente para rellenar horas muertas pero con la insistencia de la autora acaba siendo todo un fastidio y que me cae mal y ya está.

Nacido en un pequeño pueblo de la provincia de Álava, Fermín de Olabe, se ha especializado en una serie de obras dedicadas a la aleccionadora misión de convertirnos a todos y a todas en perfectos luchadores por la libertad. Su último trabajo, dedicado a los caminantes, paseantes y personas dedicadas a mejorar sus marcas personales, quiere unir la pasión por el deporte y el cuidado físico con la redención de las masas. Así, por resumir, también corriendo o caminando por el monte, podemos estar haciendo la revolución. Y como cualquier materia es susceptible, solo les advertimos que Fermín de Olabe cuenta ya con 35 obras en su haber. Y lo que nos queda.

No todos los discos tienen todas las canciones buenas. Esta primera frase está mal estructurada pero no he querido que un exceso de celo pudiera empañar lo que siente uno cuando escucha el cuarto trabajo de Birrorbol, la banda de metal conceptual que en esta ocasión yerra prácticamente en todo lo que se refiere a concepción del disco, elección de los temas, producción y diseño de producción. Todo parece pensado para contentar a propios y extraños y dejar indiferentes al final a todos. El disco, al que han tenido el sentido del humor de llamar Excretion part I & 2, contiene un par de ideas originales, pero tan bien escondidas entre una cantidad de minutaje morralla que no hay por dónde agarrarlo. Esas ideas, en los temas Borombombom y Deus ex machina, pareciera que podrían tener continuidad pero es todo tan conceptualmente pensado que no.

Fedor Agrafovich tiene el honor de haber recibido el Premio Leonidas por su contribución a los estudios sobre la Grecia Antigua, concedido por el prestigioso Instituto Praxíteles de Atenas. Agrafovich, en la carta que ha enviado a los medios para agradecer el premio, se permite hacer una serie de comentarios a recientes descubrimientos llevados a cabo por colegas en los que es tan bueno y tan cariñoso y tan amable y generoso con ellos que uno acaba pensando que el tal Agrafovich esconde algo. Porque no puede ser. 

miércoles, 22 de febrero de 2023

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento


Se separan y dejan desolados a millones de fans en todo el mundo. Augustos y Michalski han decidido emprender caminos en solitario después de cuatro trabajos discográficos que han dejado patas arriba el mundo de la composición clásica y lo hacen mediante un comunicado en el que expresan su desconcierto ante un éxito inopinado, una exposición mediática global y la voluntad de seguir su camino en la música de una manera diferente. Así, Augustos afirma que en adelante piensa seguir investigando las posibilidades de la pandereta y Michalski abre la puerta a dejar el arte vocal para aprender a tocar un instrumento sobre el que comenzar a explorar nuevas vías de expresión. Augustos y Michalski, cuyo primer disco homónimo vendió más de 15 millones de discos con composiciones propias y solo una versión del Canon de Pachebel entre sus 8 canciones, consiguieron encontrar su camino en el ya trillado mundo de la música clásica y han arrasado no solo en los templos de la música sino también en festivales de música comercial. Augustos además ha protagonizado la serie '1000 pimientos', del afamado director Constant Darasanas, por lo que no se descarta que le volvamos a ver ante las cámaras. 

'Dos vidas de Nwanku', es el nuevo trabajo fílmico de Constant Darasanas en el que retrata la vida de un inmigrante africano desde que abandona su Nigeria natal para viajar hasta Europa, concretamente Inglaterra, donde intentará ganarse la vida hasta que conoce a Natalie, una joven cooperante que se enamorará de él y junto a la que volverá a Nigeria para abrir una cadena de supermercados cooperativos con los que intentará ayudar a su pueblo. Sin embargo, la obra no está exenta de polémica ya que para interpretar el papel de Nwanku, Darasanas, siempre rompedor, ha escogido a Augustos, el integrante de la conocida dupla clásica Augustos y Michalski. Augustos intenta dar verosimilitud a un personaje que, a todas luces, no parece hecho a su medida y pese a que hemos recibido críticas positivas, también son muchos los que dicen que Augustos, cuyo parecido con el antiguo miembro de Traffic Steve Winwood es más que evidente, pese a sus esfuerzos, no consigue en ningún momento transmitir el sufrimiento y la sensación de desamparo a la que se ve empujado en muchos momentos de su vida al protagonista. Por otra parte hay quien piensa que qué pasa con Augustos. 

Dalki Westermann publica el cuarto volumen de aventuras de su personaje de ficción, el Conde Nahum, con el nombre 'Mentiras despeñadas', que, según el autor, es su mejor trabajo hasta el momento. Apasionado del mundo del medioevo, en este cuarto trabajo, que presumimos que puede ser el último, el Conde Nahum vive sus aventuras en los años previos a la conquista de Constantinopla por los otomanos, donde se verá envuelto en aventuras inverosímiles, confusiones de personalidad, saltos al vacío, duelos, romances, persecuciones a caballo y corriendo también, así como una cacería de liebres que, descrita con magistral precisión, es sin duda lo mejor de la obra. 

'Sinceramente, escribo primero para mi propia salud mental y después para todo lo demás', son las palabras con las que Nahum Teresimovich ha lanzado al mercado su octavo libro de ensayos dedicado a la solución de los problemas de la soledad y el desvarío de nuestro tiempo en el manejo de las redes sociales y la falta de privacidad. Nahum Teresimovich, que afirma vivir alejado de cualquier tipo de tecnología, pues ya nos lo ha dicho todo.

Acabado de salir del horno, 'Amapolas', es el nuevo poemario de Kalrota Abrantes. Como en sus anteriores poemarios, el libro viene acompañado de un soporte en el que se la puede escuchar cantar sus poemas acompañada de una guitarra. No es un audiolibro, es un libro junto al que se vende un soporte digital, que en sus primeros libros fue un CD, pasó luego a un pendrive y en esta ocasión, siempre atenta a los tiempos, es un vinilo. 'Amapolas' vuelve a enfrentarnos a una Kalrota obsesionada con las flores y el poder que estas ejercen en nuestros estados de ánimo. Ánimo. 

viernes, 29 de abril de 2022

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento


Anastás Vandeloff vuelve por sus fueros con una novela costumbrista en la que a sus protagonistas les pasan cosas, conocen gente y visitan sitios. Una novela que lleva por título 'Haber' y que se mueve por derroteros ya transitados por el autor de 'A ver', 'Ver' y 'Saber', cimentando una carrera que le ha llevado a ser considerado como uno de los escritores vivos con mayores posibilidades de alcanzar la categoría de clásico una vez que haya muerto. Anastás Vandeloff ha presentado su nueva novela en una entrevista al diario 'Pormenor', en la que ha declarado que la literatura está más viva que nunca y que tanto lectores como creadores deberían felicitarse por estar viviendo una edad de oro de las letras. Estas declaraciones han suscitado una reacción visceral por parte de quienes llevan décadas clamando por la desaparición de la literatura y el fín de la cultura. El crítico Fermín Valdealomar, de la prestigiosa revista literaria 'Nieper y Niester' ha calificado a Vandeloff como un iluso y una lástima el tiempo que se emplee en pretender salvar algo que a todas luces ya no.

Carmina Recabarren se luce en 'Arias Térmicas'. Una auténtica obra de orfebrería poética, lírica, sensorial, que nos aclara la visión del mundo de una manera tan real, tan perfecta, que pareciera que nunca nadie hubiera encontrado el significado de las palabras y las hubiera combinado de manera tal que las imágenes que crea fuesen como lentes que nos ayudan a corregir lo defectuoso del entorno. Una maravilla constreñida a unas pocas páginas que seguramente será una de las piezas imprescindibles del panorama literario de este curso. La obra de Carmina Recabarren, cada vez más conocida y reconocida, va camino de ser un complemento ideal para caminar por la vida sin pausa pero sin prisa. 

Son seis ya los discos que Almon Deferris ha publicado y en todos ellos encontramos el mismo defecto. Él. Él, ya sea acompañado por una banda o por una guitarra tocada por el mismo, supone una presencia ciertamente insoportable en todas y cada una de las hendiduras del vinilo, de los cortes del láser, de los pedacitos de cromo, de lo que sea que lleven dentro las canciones del spotify. Él. Su voz, su presencia, lo que transmite en cada una de las canciones que ha compuesto a lo largo de su carrera, suponen una prueba insoportable para el melómano que, por buena voluntad, por afinidad personal, porque no le quede más remedio, haya de acercarse a su música. Reseñable por su parte, ha sido el esfuerzo de la cantautora Adelina Usinos, demostrando que las canciones de Almon Deferris no son intrínsicamente malas, sino que él las hace malas. En su disco de versiones 'Dealmon', coge diez temas del uruguayo y los interpreta casi sin cambios o arreglos nuevos y oiga, qué cosa tan bonita. Es que es él.

'Él', es el título del ensayo de Filemon Malinovski que trata sobre uno de los temas imprescindibles de nuestro tiempo que no es otro que el análisis de 'él'. Un ensayo donde Malinovski nos enseña quién es, quién puede ser, quién debería ser y si ese 'él', podemos ser cada uno de nosotros. Si somos nosotros. La construcción del otro, de alguien que no conocemos o que conocemos pero queremos que tenga la personalidad que a nosotros nos interesa. El otro como malo, el otro como bueno, el otro como vete a saber qué pero que nos tiene todo el día obsesionados. Obsesionados. Todo el día. Con él. Con 'él'. Que no es lo mismo.

Miles de personas arracimadas en las puertas del aeropuerto de Copenhague esperando a que aterrice el avión de la famosa cantante Reila. El último disco de Reila, titulado Ponderosa, ha supuesto un auténtico bombazo sonoro para sus millones de fans. Y ha conseguido sumar a millones de seguidores más, que hasta ahora no se habían atrevido a conectar con su música. Un disco compuesto en los estudios Nihil de Toronto con el prestigioso KIKarro a los mandos en el que se ha hecho una apuesta por el minimalismo de tal manera que los 58 minutos que componen el disco únicamente tienen quince segundos de sonoridad y el resto es silencio. Y en esos quince segundos está todo. Y solo sale ella cantando un poco con una guitarra de palo de fondo que rasguea algo. Infinito. 

jueves, 25 de febrero de 2021

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento


'A mi barco te subiste y no te pedí billete. Ahora que te veo la cara, sin rubor te exijo: vete'. Adam Munigaitis, poeta. Quizás el mayor poeta lituano vivo ahora mismo. Su obra, no hace falta decirlo aquí, ha sido protagonista de varios ciclos y ha sido llamado a dar conferencias en innumerables ocasiones. Lo conocemos por su extensa obra, claro está, pero también por su vida como personaje público. De todos es sabido que Munigaitis comenzó una interesante carrera como actor de cine que le llevó a ser galardonado incluso con la Palma de Oro por su papel en la película 'Orejas'. Después del fallecimiento de su esposa, Anna Veliskaite, tras una penosa enfermedad, Adam renunció a la interpretación para refugiarse en la lírica. Sus poemas son breves, sombríos, a veces meros ripios, otras veces pensamientos inconexos, siempre con un poso de abandono, resignación, negrura. La vida para Munigaitis parece haber perdido cualquier sentido. Únicamente la escritura, volcar lo que siente sobre el papel, parece mantenerlo vivo. 'Barco azul como el mar. Me confundes'.

Valentín Mederos es ahora mismo el must brasileño que debes conocer. Mederos ha conseguido plasmar su experiencia como oficinista durante 30 años en una empresa de peritaje en una fascinante obra teatral que consigue llevarnos de cabeza al sinsentido de las relaciones laborales y por ende de las propias relaciones humanas. En sus obras, Mederos no contempla otra salida al mundo en el que vivimos que el de consumirnos dentro de nuestro propio espacio laboral. El mundo es la mesa, el computador, el registro de entradas, los saludos y las despedidas, las conversaciones banales, el trabajo, los datos. Hay quien ha querido describir su obra como una suerte de The Office a la inversa. Una oficina de la vida. La vida como un registro. La vida como una espera de la hora de salida. El brasileño Mederos ha conseguido incluso llamar la atención del prestigioso filósofo, André Walkmann, que le ha dedicado el siguiente elogio. 'Cada montaje suyo es como la vida, lo que es decir que es peor'. No menos interesantes son las palabras del actor fetiche del autor, Luiz Fernando Bonetti, que ha calificado la obra de Mederos como 'una capa de pintura gris sobre la cuarta pared'. Deseando que aterrice en Barcelona.

Federico Alberto de Schlingen ha presentado un nuevo disco. 'Boutique' en esta ocasión se adentra de lleno en la música comercial. Si 'Oil' nos lleva de la mano al ámbito de la música de gasolinera, con 'Boutique', estamos en un centro comercial. Nos coloca en una amplia superficie llena de ropas uniformes y discretas que necesitan de una música optimista para ser vendidas. Con 'Boutique', Federico Alberto se desentiende esta vez de los instrumentos orgánicos para pasar todo su saber a las máquinas. Federico Alberto de Schlingen alcanzó la fama mundial con 'Pyjama', una música con la que homenajeaba la música que se escuchaba en los transistores de las mercerías de su infancia. Un disco de una música acogedora, cálida, serena, ideal para comprarte una bata. Preguntado sobre su próximo trabajo solo ha querido adelantar una palabra de su posible título 'Turkmenistan'.

Miente. Con esta dureza se ha expresado Leopold Hybucke ante la biografía que ha publicado el terrible Hamar Urreaetxebarri sobre la madre de Hybucke, la insigne poeta y novelista, Admira Wacker. En la biografía de Urreaetxebarri se afirma que la Wacker en realidad jamás escribió una sola palabra de su magna obra. La varias veces candidata al premio Nobel, al parecer, jamás hizo otra cosa que irle contando a su ayudante, el periodista de origen chino, Billi Wong, cosas. Su quehacer diario como rica heredera, sus pensamientos, sus idas de pelota, eran registradas por el señor Wong, amigo próximo de la Wacker, que ora iría ordenando esos pensamientos en poemas, otras veces de anécdotas jugosas construía novelas con poderoso fuste. El hijo de la Waker, Leopolod Hybucke, ha calificado de sarta de mentiras esas afirmaciones y se ha puesto en contacto con el prestigioso abogado Lars Arsenberg para emprender acciones legales contra los autores...

Leopold Hybucke acaba de presentar 'Mi madre', una biografía con la que pretende lavar la imagen de su madre, la conocida poeta y novelista Admira Wacker y así contestar la biografía de Hamar Urreaetxebarri en la que se afirmaba que su madre no llegó a escribir jamás todo lo que se le atribuye. Hybucke ha dado una rueda de prensa en su palacio de Hybuckingham, en la que ha se ha manifestado de la siguiente manera: Aquel que quiera referirse a mi madre como una títere en manos del sucio señor Wonk, ha de saber que mi madre jamás, nunca, contó nada al señor Wonk ya que mi madre era una persona reservada y, pocas personas lo saben, con un serio problema en la dicción que la llevaba a no entablar conversaciones extensas con nadie. Ya saben de su fobia a las entrevistas... tras estas palabras, crecen las voces que hablan del excelso talento del señor Wonk. 

jueves, 17 de septiembre de 2020

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento


Me llamaron por teléfono y no lo cogí. No conocía el número. Luego otra vez. Después otra vez. Quise escribir un pequeño relato sobre el tema. No cojo el teléfono a nadie y seguro que esa llamada era importante. Seguro que me estaba perdiendo algo, seguro que era una editorial que había visto mi blog y se interesaba por publicarme los relatos. Y lo iba a dejar pasar por el placer de escribir un relato sobre mi desgracia perenne, mi falta de talento y la desdichada vida del escritor de medio pelo. Pero finalmente escribí un relato en el que finalmente cogía la llamada y era, efectivamente mi editor, que además me proponía participar en un programa de televisión y así seguía engordando mi cuenta corriente, muy en la línea de todos mis relatos, claro. 

Le he dicho a Jan que abandone la banda. Finalmente hemos tomado la decisión de separar nuestros caminos y que pruebe suerte en solitario si tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto se le estaba coartando su libertad creativa, si no podía desarrollar todo lo que llevaba dentro como músico, que se vaya. Que coja la pandereta y el cuenco ese tibetano que siempre lleva encima y que se largue. Conocimos a Jan en un concierto, él estaba en otra banda, hacían un Metal así con regusto clásico muy pasable y él tocaba la percusión. Nos vio tocar un día y dijo que estaba pensando abandonar el grupo. Le dijimos que podía venir a tocar, que ya teníamos batería, pero que lo podíamos intentar. Dijo que él se acoplaba. Nosotros hacemos una música un poco dispersa. Vino ayer con el cuenco tibetano.

No soy muy amigo de la poesía pero reconozco que Kyra Von Gramsternberg me tiene absolutamente fascinado. Su poemario me invita a transitar por espacios de mi vida que me resultaban ciertamente incómodos. Y con sus palabras, lo hago con facilidad, de manera sencilla, sin esfuerzo. Es una poeta ligera, casi sedosa, no, sedosa del todo, que con una obra breve consigue refrescar tu cerebro y darle sentido a muchas cosas que tienes dentro sin resolver. Kyra Von Gramsternberg había sido cantante de un grupo de punk berlinés y no componía las letras, pero se lanzó con un par de temas y la expulsaron de la banda. Así que decidió emprender una carrera como escritora y dentro del campo de la poesía se ha hecho ya un nombre. Su primer libro 'Cuenco tibetano', transmite una especie de amplitud que me tiene absolutamente fascinado. Fascinado. Su segundo libro se llama así 'Fascinación'. No puedo parar de repetir fascinado lentamente. Me transporta.

Utte Siczek presentó el otro día en el Centro de Convenciones Braunn una nueva novela que lleva por título 'Concentración'. En ella nos relata otra vez de manera bastante autobiográfica, sus problemas creativos de los últimos años y cómo ha aprendido a mantener la calma pese a ser la escritora viva que más libros ha vendido en la última década. En esta novela, Atta, su alter ego, conoce a un chico magnífico, un jugador de tenis que además está escribiendo también una novela sobre el mundo del deporte y la concentración que se requiere para jugar. Es una obra fascinante. Me fascina esa capacidad de Siczek de explicarnos cómo es su mundo, un mundo que nos puede parecer desde fuera superficial y vago pero que encierra toda una serie de trampas y peligros y disolución que no te hacen querer estar en la piel de Utte Siczek en ningún momento.

La concesión del último Premio Espasa de Poesía ha resultado ser un escándalo o al menos ha provocado un revuelo importante en redes. Qué entendemos por poesía, qué es la poesía, qué es la literatura, es la poesía literatura, es este poeta un farsante, es un poeta malo, es todo una broma de mal gusto, es una broma de buen gusto, es la poesía una broma, tienen que ser los poetas provocadores, tienen que ser los poetas intérpretes de sus propios poemas, tienen que creerse los poetas lo que dicen, debo dejar de hablar de poetas, quizás no tengo ni idea de lo que haría yo si fuera un poeta, no entiendo la poesía, entiendo que la poesía son como las películas que no entiendes pero que según quién lo haga pues lo justificas. Yo que sé. 

martes, 30 de julio de 2019

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

Sus primeros discos no me gustaron. Ni mucho, ni poco. No me interesaron. Hay estilos de música, discos, artistas, que un día convergen contigo y te obligan a juzgar. Los hay también que se mueven en una dimensión paralela a la mía. Su trabajo era así. Paralelo a mi paralelidad. Un día, la paralelidad se esfumó y me vi obligado a prestarle atención. Por algún motivo que desconozco comenzamos a coincidir en sitios. De ahí pasamos a ser conocidos. Le llamé amigo alguna vez. No me atrevía a decirle que su música no me gustaba, que no me interesaba el mundo en el que se movía, sus referencias, sus mitos, sus esfuerzos compositivos. Un día, después de algún evento en el que nuevamente concidimos, le hablé de las corrientes, de las fuerzas, de lo que significaba la paralelidad. Se mostró interesado. Me dijo que, por ejemplo, jamás se había interesado por mi música porque le parecía que no tenía nada que ver con él, hasta que un día se vio obligado a prestarme atención. Descubrí que no era la música, que era él.

Cuando lo dijo, no pude por menos que sonreír con cierto aire de suficiencia. Uno más. 'Escribiré la mejor novela que hayas leído y te meterás por el culo tu...', no merecía la pena escucharle más. Al cabo de un tiempo presentó un primer libro. Un disparate titulado 'Vivo'. Una novela sobre alguien que se esforzaba de manera inmisericorde en ser un poeta, en escribir poesía y que conseguía alcanzar el éxito. Su segundo trabajo se llamaba 'Comunión', y refería la historia de alguien que con mucho esfuerzo conseguía de nuevo lograr algo, un objetivo, que le aupaba como un referente para los demás. El tercer libro se llamaba 'Colectivo' y era un tremendo fresco monumental de 800 páginas sobre cómo todo un pueblo conseguía alcanzar lo que tantas y tantas generaciones acumulando fracaso tras fracaso hasta alcanzar la victoria. Lloré con todas y cada una de las páginas. Qué intensidad, qué viveza, qué emoción. ¿No?

Soy de esas personas a las que no les cae bien Diamantina Grigorievna. Y no quiero desmerecer ninguno de sus méritos actorales. Soy una persona que soy capaz de distinguir entre la persona y el personaje. Soy consciente de que a la hora de valorar qué es y qué deja de ser una persona, lo que hace y lo que es no van de la mano. Pero también sé una cosa. No me cae bien Diamantina Grigorievna. La he visto, la he contemplado, la he escuchado, la he tratado, no me cae bien. ¿Y por qué? No tengo ni idea. Es algo de piel, de impresión, una emoción, no es racional. La he visto representar a Lady Macbeth, a Antígona, Cinco horas con Mario, Eugeni Oneguin, y en todas ellas Diamantina Grigorievna parece ser efectivamente capaz de ser todo y más. Y me cae mal. Y nadie debería leer que alguien le cae mal y que no tiene recursos para argumentar el porqué. Pero no puedo. Me cae mal. Muy mal. Diamantina Grigorievna, con su... espera.

Voy a ser todo lo sincero que... El tercer libro de la saga 'Trampas' de Alexis Makaroglu, se sale. Si en las dos primeras entregas de la saga Makaroglu se había liado de lo lindo intentando presentar un mundo de ficción que convive con un mundo real, en este tercer libro, parece salir milagrosamente del entuerto y nos ofrece un libro de aventuras que en su sencillez heredera de los libros de Dumas, Salgari, Stevenson, halla un nuevo camino, un enfoque, un algo que se desvía del camino primigenio y que convierte a la saga en otra cosa. Ahora esperamos el cuarto libro de esta serie con el convencimiento de que Makaroglu ha dado con este giro por una auténtica carambola literaria y que, a buen seguro, será engullido por la responsabilidad y nos entregará otra vez un 'quiero y no puedo', que lo aplastará como escritor, quizás para siempre.

En sus memorias, el príncipe Bertrand de Ferr, nos relata con especial gracia un encuentro con la famosa Condesa de Baranov. En la casa de campo que De Ferr tenía en Lausanne, organiza una fiesta a la que acude la Condesa de Baranov, ciertamente bastante más joven que el príncipe, y ambos comienzan un cortejo que les conduce a terminar a solas la velada discutiendo sobre política internacional toda vez que sus aburridos amigos han abandonado la fiesta. Durante este encuentro, la Condesa de Baranov se destapa como una revolucionaria que se ha mezclado con el pueblo y quiere redimirlo, refiriendo casos de revoluciones que triunfan, soldados heroicos, prometedores futuros. El príncipe de Ferr no sabe qué actitud tomar, primero piensa en situarse en el bando contrario, conservador, bajar a la tierra a la joven. Después piensa que lo mejor es apuntarse al carro de la revolución. Cuando se decide por esto último, la condesa confiesa que todo es una trampa y que va a denunciarlo a la policía. El príncipe Bertrand de Ferr lo ha entendido. O no, no sabe. La Condesa de Baranov abandona la casa anunciando que la policía llegará en unas horas. El príncipe De Ferr hace una maleta. La policía jamás vino.

El poeta Anton Fetuvchenko acaba de entregar otra vez un poemario titulado Caballo Blanco. Es el duodécimo trabajo que entrega con el mismo título. Un nuevo compendio de poemas sobre un Caballo Blanco al que Fetuvchenko odia profundamente. Ese Caballo Blanco tiene pinta de ser alguien, alguien a quien Fetuvchenko odia. Desde hace más de veinte años Fetuvchenko ha decidido que el Caballo Blanco sea su gasolina literaria, su inspiración, su clic. El Caballo Blanco aparece paseando por la calle, entrando en una sala, celebrando un cumpleaños, apoyado contra una pared, llevando a su madre al médico, discutiendo contigo, explotando a los trabajadores, explotando a las trabajadoras, llevando la bandera roja, comandando una brigada, conduciendo un vetusto coche, enseñándote las claves de comportamiento, resoplando en el centro de una plaza. Pero Fetuvchenko lo cuenta todo con una gracia tal. Es tan gracioso. Es tan inteligente. Fetuvchenko es tan brillante. Fetuvchenko. Creo que le amo.

jueves, 6 de junio de 2019

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

Me gusta mucho cómo ha enfocado Edelmire Adelain su nueva novela 'El futuro' y cómo dedica sus 350 páginas a contar la historia de una ciudad en la que a lo largo de 30 años parece que están pasando un montón de cosas y en donde, al final, te das cuenta de que no ha transcurrido ni un solo minuto y que todo es algo parecido a todo lo que tú piensas que está pasando ahora mismo en el lugar en el que vives y en el que lees este primer párrafo sobre algo que tú crees que pasa y que en realidad no pasa. Me encanta cómo escribe Edelmire Adelain y cómo nos hace creer que hay algún tipo de relación entre la literatura, la escritura, el pensamiento, lo que nos define como seres humanos y cualquier cosa, como si esa relación ciertamente existiera. Edelmire Adelain escribe en 'El futuro' como si ese futuro existiera, como si después del día de hoy, hubiera un mañana. Te lo crees y todo. Hasta el final.

Yo no sabía lo que era escribir bien hasta que no me pasó lo que me pasó. Antes, cuando escribía por escribir, por el placer puro y duro de contar historias, quizás me lo pasaba bien pero sin lugar a dudas escribía peor. Mis primeros libros de relatos eran directos, punzantes, con un sentido del humor ácido y penetrante que intentaba y no sé si conseguía, ser una suerte de ariete contra todo lo que me parecía un obstáculo para el progreso de la Gran Idea. Y sin embargo, una vez que se me concedió el Sueldo de la Integración y la Gran Paga, cuando me pasó, me dí cuenta de que mis relatos, que dejaron de ser relatos para pasar a ser grandes novelas, técnicamente mejoraban mucho. Las historias quizás ya no presentaban el registro anterior, pero sin lugar a dudas, la técnica, la estructura, todo lo que es el armazón estaba mucho, pero que mucho mejor. Y así me lo reconocieron las autoridades que no dejaban de aplaudirme con cada nueva tal. Es magia.

En otro tiempo, Fiodor Rodavanov había sido un obrero metalúrgico en una de esas fábricas escondidas en el corazón de la Unión Soviética donde decían que se fabricaban cosas y elementos ultra secretos que atemorizaban al mundo libre. Con el paso de los años Fiodor Rodavanov se dedicó a publicar libros en los que hablaba de aquellos tiempos, casi siempre con un cierto halo de nostalgia, pero con la suficiente tristeza y decepción como para ser digerible para el público occidental. Hoy Fiodor Rodavanov es una de esas voces autorizadas para hablar sobre el derrumbe de las ilusiones, el fin de los sueños, la pérdida de la esperanza. Sobre todo de la tuya. La esperanza tuya esa que tienes ahí metida dentro y que crees justa y divina, pero que en realidad no es más que una pérdida de tiempo y si no te recomiendo que leas a Fiodor Rodavanov porque él sabe de lo que habla.

Me llamó para ir al concierto y fui. Actuaba Lorelle McAusten y después de tantos años diciéndome que no estaba de moda, decidí acompañarla a la actuación de aquella nueva figura emergente de la canción a la cual no tenía tampoco el gusto de conocer. Me puse mi vestuario más así y fui con ella. No desentonaba demasiado entre un público eminentemente extranjero y bien avenido con la vida en general. Yo me mostré interesado en el tono íntimo de las canciones de Lorelle McAusten y en el halo como de cierta santidad que desprendía. No sé porqué dije lo de santidad porque realmente no tenía pinta de santa ni aquello parecía una cita religiosa. Pero a ella se le iluminaron los ojos y dijo que, efectivamente, su música trascendía más allá de lo real a otra dimensión espiritual. Sigo estando en buena forma.

Los cómplices del asesinato de Frenand Domanju declararon que habían acabado con la vida del afamado poeta por un asunto relacionado con la calidad del arte. El autor material del asesinato, el también poeta Armande Sholajin, explicó que todo se había originado en torno a la clásica discusión sobre el acto artístico perfecto, que derivó en la consabida discusión sobre si crear vida o eliminarla era lo más, y que terminó con un poeta levantando un hacha contra otro poeta y el resto de poetas sobrecogidos y con sus manos en sus pechos enfebrecidos por un exceso de delirio lírico, épico y epistolar. Finalmente, el hacha de Sholajin atravesó el pecho de Domanju causándole la muerte, muerte que ha servido de inspiración a este vídeo libro en el que los cómplices y Armande narran de manera rimada, a veces libre otras no, lo que les vino a la mente y al corazón y a sus cuerpos y cabezas todas.

La mejor terapia contra el aburrimiento la encontraremos sin duda en la novela de Tomasi Alarcos, publicada recientemente con el título de 'El futuro', en la que nos cuenta la historia de una ciudad, su ciudad, en la que van sucediéndose una serie de hechos más o menos verosímiles pero completamente encuadrados en lo que sería la cotidianeidad de una ciudad normal. Son 30 años de obras, inauguraciones, remodelaciones, proyectos, fiestas de barrio, actividades de zumba y bailes en línea contadas de una manera que quiere ser aséptica y formularia pero que dejan relucir un resentimiento profundo, profundísimo, con la ciudad, con sus habitantes y con el género humano en su conjunto. No aconsejable para largos viajes porque si estás de viaje en Francia, por ejemplo, se te quitan las ganas de ir a Francia para ir a...

viernes, 8 de febrero de 2019

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

Me decidí hace tiempo a escribir por fin un ensayo sobre la valentía. Soy una persona de carácter más bien pusilánime, no soy muy amigo del enfrentamiento físico, de hecho no soy nada amigo del esfuerzo físico. Por eso me llama mucho la atención la gente que es valiente. Para ser valiente no basta con ser atrevido, creo, también es necesario un componente de actitud física. Actitud física. Imaginen cómo me quedó el ensayo. 'Sobre la valentía', tuve la osadía de titular aquella obra. Durante la gira de presentación del trabajo, fui invitado a un centro social que hacía tiempo yo había visitado como público y donde me conocía bastante gente. Tampoco era la primera vez que presentaba algún libro en aquel lugar. Se hizo la convocatoria, contacté con un portavoz del centro social para que me hiciera de presentador y se pactó el tiempo de exposición e incluso un turno de preguntas entre el público. Como ocurrió durante toda la gira de presentación, no me presenté. Sin dar ninguna explicación y dejando a todo el mundo colgado. Sin ponerme al teléfono. Soy obra viva.

El gran Alexander Cibojinovich escribió una vez una reflexión acerca de la Reconquista en la que ligaba el reflujo de la presencia musulmana en nuestro suelo patrio en torno a un cambio en las condiciones alimenticias de los diferentes pueblos y reinos. Alexander Cibojinovich había abordado también los pormenores del avance otomano en los Balcanes y su llegada hasta las puertas de Viena, relacionándolos con las diferentes tradiciones alimenticias y su pervivencia en las tal. De la misma manera, Cibojinovich se hizo famoso por haber elaborado una teoría de la Conquista del Oeste en la que contraponía las dietas de los pueblos indígenas a las de los conquistadores anglosajones y con diversos apartes que hacían entender y hacen entender de hecho que la llegada de diferentes pueblos con diferentes tradiciones alimentarias y gastronómicas convertían a los modernos Estados Unidos en el país más poderoso de la tierra. No quería que apareciera la palabra gastronómica y la he jodido al final.

En tiempos del emperador Augusto, en la recién conquistada ciudad de Tal, vivía un bardo llamado Gorrio, que escribió buena parte de su obra en su lengua nativa hasta que empezó a escribir en latín. Su obra, relativa a los usos amorosos y a las penas del corazón, hizo estragos entre la clase culta de su provincia y rápidamente su influencia llegó a Roma. Gorrio, que ya había cambiado su nombre al de Gorrius, fue reclamado por uno de los patrones romanos, patricio, perdón, para que amenizase sus fiestas en la capital. Lo contrató para que contase sus poemas y le asignó un salario. La primera noche en la que Gorrius tuvo que declamar sus creaciones, lo hizo en su idioma nativo. Al finalizar el primer poema, el público romano, amante de la extravagancia y lo extranjero, aplaudió al poeta y siguió escuchando aquellas palabras que no comprendía en absoluto. Al finalizar el primer poema, el público romano, prorrumpió en un atronador abucheo e incluso un par de jóvenes oficiales cogieron por el pecho a Gorrius amenazándolo con matarlo si volvía a emplear una lengua bárbara.

La gigantesca actriz austriaca Goldmunda Grössenheim llevaba tiempo siendo la emperatriz de la escena local. Había conseguido merced a su importante carisma auparse como una de las grandes damas del teatro y su presencia era requerida además en múltiples eventos ya que Goldmunda se destacó como una firme defensora de los derechos de la mujer y de los colectivos más desfavorecidos. Su carisma, su genio, su fuerza, eran admirados y aclamados. Algo que no pasó por alto a quienes detentaban el poder local. 'Para aprovechar tu talento y tu genio en el cambio que propones, deberías entrar a formar parte de nuestro equipo, ahí podrás dar cuerpo a todo lo que llevas en la cabeza y en la sangre, cambiando el mundo desde...'. Goldmunda aceptó y se le encargó el Departamento de Cosas Trascendentes. El primer día, tras tomar posesión de su cargo, ufana, apareció por el edificio consistorial. Allí, ajados, mustios, aplastados por la nada, se encontró, al frente de otros Departamentos Importantes, Departamentos Necesarios y Departamentos Enormes, a famosos cantantes, jugadores de ajedrez, talentosas poetisas, corredores de fondo, populares activistas, y sintió un escalofrío.

Para este quinto espacio quisiera invitar al escenario al gran Pedro Pável para que nos recuerde aquellos mágicos días de la canción de autor. Aquellos tiempos en los que con una canción podíamos cambiar el mundo. Aquellos tiempos en los que todos albergábamos en las voces de los grandes como Pedro Pável, la fuerza de una multitud que esperaba ese cambio en la sociedad que nos traería un mundo mejor. Aquellos días en los que con una guitarra al hombro conseguías mucho más que con un arma. Porque la canción era un arma. Esos días en los que éramos todos uno y todos confiábamos en la voz de los artistas que nos representaban. Esos días, lejanos pero siempre presentes en los que la vida podía caber una canción y en los que la muerte nos acechaba en cada esquina. Quiero dar así la bienvenida a Pedro Pável para que, con su portátil, nos ponga esa lista de reproducción de canciones que hemos escuchado quinientas veces y que nos hacen sentir tan y tan bien.

Patético. Admund Cresher ha editado un audiolibro en la que con su propia voz nos relata sus propios patéticos poemas. Sus seis volúmenes, su antología, su obra completa. Entero. No contento con emplear su nefasta voz para recitar de una forma absolutamente almibarada, se hace acompañar de un acordeón. No. No y no. Un acordeón, poemas, una voz de azúcares poliinsaturados. Durante seis horas, Admund Cresher nos susurra, nos pasa la lengua por toda la oreja, mientras sus poemas de puentes con ríos de agua cristalina que pasan por debajo de los puentes y bellas damas de pelo liso y largo o de pelo rizado y largo o de pelo corto y juvenil o mozos de apuesta mirada de noble gesto de yo que sé, se conocen se quieren y luego se desenemoran pero al final vuelven a enamorarse y se casan y eso. Lo he escuchado seis o siete veces. Insoportable.

miércoles, 10 de octubre de 2018

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

Ahora todo el mundo se acuerda de él, pero cuando Herbert Prosijec enviaba sus escritos a diestro y siniestro pasaban de él hasta los autobuseros que tenían que llevarle a las editoriales. Herbert Prosijec tuvo una vida siniestra. Funcionario municipal, pasaba las horas atendiendo a sus conciudadanos en una oficina dedicada al cobro de impuestos varios, ganándose por ello y sin razón la enemistad de sus vecinos por ser el cobrador. Prosijec, orgulloso, nunca renunció a presentar las obras con su propio nombre. Las editoriales locales le tenían miedo. No podían vender los libros de un enemigo del pueblo. ¿Quién iba a querer comprar las historias que contaba aquel que hacía imposible la vida a sus semejantes? Prosijec, serio y eficaz, cuando llegaba a su casa y se ponía a escribir se convertía en un fiero inventor de historias y ficciones ambientadas en lugares remotos, espacios siderales, interiores oscuros. Nunca consiguió publicar nada en vida. Una tarde, paseando por el centro, después de haberse tomado un par de copas, vio en una librería un volumen que le llamó la atención. 'Calíope saliendo a pescar', un libro de dimensiones reducidas que se anunciaba con letras enormes como un éxito de ventas. Su autor, nada menos que el doctor Grygek, alcalde de la ciudad. Una nube de ira nubló sus ojos. Al alcalde sí, a él no. Lo siguiente ya lo conocen. Cogió un cuchillo y rebanó el pescuezo del alcalde. Y luego se suicidó. Y las editoriales se interesaron por sus obras. El asesino que escribía libros.

Calíope Toral, hija de la profesora Alborada Toral, ha presentado un estupendo compendio de poemas titulado 'Oro parece', que se adentra en los misterios del alma. Su poesía está trufada de bellas imágenes que nos sumergen en un mundo donde lo placentero se une con lo comprometido. Calíope Toral es la representante de una juventud que se sabe privilegiada pero que no renuncia a mancharse hasta el fin por sus ideas. Calíope Toral es hoy en día una de las más prestigiosas plumas de la revista 'Corazón' donde desgrana el mundo que le ha tocado vivir desde un punto de vista crítico y al mismo tiempo mostrando cariño hacia unos personajes, los de la alta sociedad, que también merecen ser tratados como personas. 'Oro Parece' ha sido prologado por Chumi De la Cuarta, la empresaria del algodón. Y el epílogo no podía ser de otra manera que de su propio hermano Folonso Toral, actual Ministro de Cultura. Dos mundos, dos caras de una realidad que con 'Oro parece' se funden en un cuerpo, el de Calíope y un cerebro, el de Calíope misma, que nos regalan una de las obras sin las que ya no se puede entender este comienzo de siglo.

La editorial Albolote ha publicado las memorias del General Canco. Uno de los héroes de nuestra Independencia, el general Canco nos regala una visión del mundo muy particular. Alejado de las trincheras y de los estruendos de las batallas, el General Canco se perfila como una persona sensible, que ama la cultura y las letras y fue amigo de todos y cada uno de los sabios del momento. El General Canco, que como todos saben fue presidente de la nación durante casi 25 años, tuvo que salir del país tras un golpe de Estado que trajo unos años de inestabilidad. Son esos años los que el General Canco vive con mayor pesadumbre en el exilio. La llegada al poder de su sobrino el General Quinco, aunque no le permite volver al país, le hace albergar esperanzas sobre el futuro de la nación. Durante todos esos años, el general Canco ha publicado diversas obras comentando la actualidad política nacional y mundial. Muy alabado por la intelectualidad en recuerdo de unos años que se presentan como de estabilidad y calma, la vida y mirada del General Canco es la de un hombre sereno, valiente, capaz, con un agudo sentido del humor y al que deseamos tras volver de nuevo al primer puesto de la vida política nacional, muchos éxitos.

No soy muy de hacer la pelota, pero lo que es, es. La política cultural que se está llevando es la correcta. Si comparamos la política cultural con la que se hace en otras partes, es evidente que aquí se está viviendo un momento de oro en muchos órdenes. El otro día por ejemplo, asistí a la presentación de la última novela de Carlos Fandereiquen, que presentó en el Centro de Recursos Municipales Sánchez Sánchez. Allí, contando entre invitados y curiosos, se reunió una gran cantidad de personas que, al contarlas y enumerarlas, me dieron que pensar. Quizás, de manera un poco exagerada, estemos viviendo una suerte de pequeña Atenas, de pequeña Grecia, de pequeña Roma. Literatos, artistas, músicos, actores, escuchaban atentamente las explicaciones de Fandereiquen y cuando terminó, todos, con una copa de vino en la mano saludaban a las autoridades y compartían con ellos proyectos, cuitas, intereses y todo fluía. Me encontraba tan bien y tan a gusto que me dio por imaginar qué ocurriría si nos despojásemos todos de la ropa y... Pero no lo hice.

Autreche, Autreche. Estas son las últimas palabras del ensayo de Horacio Chumajer que tiene por título precisamente Autreche. En este ensayo, muy esperado por otra parte, Chumajer vuelve a incidir en el influjo sobre su pensamiento de Autreche. El escritor alicantino pasa páginas y páginas hablando sobre Autreche y sobre lo que Autreche puede aportar al mundo. Pero sin decir lo que es Autreche y dónde se encuentra o en qué consiste. Nos reporta casos, cosas, hechos, leyendas, basadas en Autreche, en lo que él sabe de Autreche, pero sin decir nada cierto sobre Autreche. Ya en su anterior libro Sobre Autreche, nos tuvo dos centenares de páginas mareándonos sobre Autreche. Autreche. Yo he buscado en el diccionario. En internet. Un grupo. De música electrónica. ¿Será eso? Estará hablando Chumajer de lo que le ha impresionado la música electrónica y del influjo de esta en su vida. Perdón. ¿Estará hablando Chumajer de lo que le ha impresionado la música electrónica y el influjo de esta en su vida? ¿Y en su obra? ¿Dos libros? ¿Estamos flipando?

Me gusta mucho cómo escribe Lara Bidilcos. Se parece mucho a cómo escribías tú cuando escribías. Pero ya no escribes. Ni escribirás nunca más. Aunque me digas que vas a escribir. Que tienes ideas. Que lo que pasa es que ahora quieres disfrutar. Llevas disfrutando veinte años. No haces nada. Lara Bidilcos hace exactamente lo que hacías tú. El mismo estilo. A veces he llegado a dudar que no seas tú con otro nombre. Que finalmente te hayas puesto a escribir de verdad. Pero no. Porque Lara Bidilcos da entrevistas, aparece en los sitios. No eres tú. Pero me siembra dudas. El mismo estilo. Los mismos tormentos. Las mismas risas enlatadas. Las mismas torsiones del idioma. El mismo intento de parecer otra persona. Ya nunca más lo harás. Lo ha hecho otra por ti. Lara Bidilcos ha conseguido portadas de revista, programas de televisión, ha subido a cantar con Los Tres Salmantinos. Y tú ahí. Sigues con el rollo. Que ahora quieres disfrutar de la vida. Y nunca más vas a escribir. 

viernes, 13 de julio de 2018

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

He escrito un libro. Lo he titulado. Lo he llevado a una editorial. Me lo han publicado. He vendido unos cuantos miles de ejemplares. He salido en la tele. Soy portada de las principales revistas de cultura. Me proponen aparecer en debates de cierto renombre junto a políticos internacionales. Opino sobre diversos asuntos de la realidad. Salgo en programas de televisión de carácter más ligero. Me proponen participar en política. Doy mi apoyo a un partido. Me proponen ser un cargo público. Consigo un ministerio. Escribo más libros. Alcanzo el puesto de presidente del Gobierno. Prohíbo mis libros. Los quemo. Quemo todas las bibliotecas. Prohíbo la enseñanza universal obligatoria. Decreto el cierre de fronteras. Elimino los canales de información. Salgo en programas de la tele donde solo hablo yo. Cierro la televisión. Hay una intervención internacional. Invaden el país. Me capturan y me juzgan. Escribo un libro. Lo titulo. Lo vendo a una editorial. Me lo publican. He vendido cientos de miles de ejemplares. Os juro que he cambiado, digo en la tele.

Girolamo Percolese posee amplios conocimientos sobre Historia y Religión en la época romana. Ha escrito muchos libros sobre el tema y se le considera una eminencia. Propuesto muchas veces al Premio Nacional de Cultura en Italia, es un personaje muy conocido de la escena cultural de ese país. Es también un personaje fijo en programas de televisión, donde hace gala de un sentido del humor y de, porqué no decirlo, también cierto sentido del espectáculo. Una de sus obras fundamentales, 'El sentimiento republicano y el liderazgo buscado', ha servido como motivo de debate y de cierta inspiración en muchos círculos también políticos. Girolamo Percolese es una persona de carácter afable y sencilla. Una persona que se hace querer. Se la ve pasear por Roma entablando conversación con gentes de todo tipo, que le reconocen por ser un personaje popular. El otro día, me lo encontré y le consulté acerca de alguna cervecería que me pudiera recomendar. Dudó.

Anastasia Gigulkova ha escrito una nueva obra basada, según ella, en sus propias vivencias como heredera del trono de los Romanov. Según vuelve a insistir la Gigulkova, su abuela es la archiconocida Princesa Anastasia que se salvó de ser fusilada por los bolcheviques allá en los lejanos tiempos de la Revolución. Gigulkova asegura nuevamente en esta obra que ha dado en llamar 'Yo, fusilada', que la princesa Anastasia fue salvada por un ruso bueno que la ayudó a escapar y que vivió largos y placenteros años en Fuengirola, bajo la condición de no desvelar su identidad real y con un pequeño sueldo que le pagaba la propia embajada soviética. Anastasia Gigulkova dice ser su descendiente y que no pretende reclamar ningún trono, sino que se reconozca no se qué papel de Anastasia como un personaje que hizo mucho por mantener el orden y la paz en todo el mundo gracias a sus desvelos. La verdad es que los libros de Anastasia Gigulkova no aportan demasiada luz, pero peor es que te hagan mover una lavadora de su sitio.

Con este calor, lo más apropiado es la lectura suave y relajada. Alberta Auptmann ha publicado una serie de relatos cortos con el título de 'Pocas palabras', que está siendo sin duda la sensación de la temporada. En ellos, Auptmann cuenta vivencias como ir al supermercado, buscar una tienda de hilo, tomar una caña en una terraza, pensar en cosas, pensar en otras cosas, pensar en cosas otra vez, desayunar, ir al lavabo, ducharse, cantar en un grupo, y otro tipo de vivencias que registra en pequeños párrafos de seis o siete líneas. La obra ha sido clasificada como revolucionaria por parte del famoso crítico Jose Miguel Adebayor, que la ha situado como continuadora de una línea que inició en su tiempo XXX y que se encontraba completamente abandonada. Alberta Auptmann en un curso de verano impartido por la universidad de Fuengirola, ha declarado que no sabe quién es XXX y que porqué no se acentúa Jose Miguel. Genio y figura.

Hans Largefield ha anunciado por sorpresa que abandona la literatura para dedicarse a la poesía. El escándalo ha sido mayúsculo ya que Largefield, Premio Nobel e ilustre miembro de la Real Academia de las Letras, ha hecho un anuncio sin sentido alguno. La poesía es literatura. Y con tal de deshacer ese equívoco, según Largefield, se ha propuesto escribir un tratado de diez volúmenes en los que va a explicar porqué la Literatura es algo diferente a la poesía, en base a un relato histórico que se remonta a las primeras manifestaciones artísticas y a la oralidad que define al ser humano. Largefield incluso ha llegado a proponer rodar una película divulgativa en la que él mismo interpretaría diversos papeles. La propuesta ha sido recibida por parte de diversas autoridades con un profundo estupor. A Largefield se le ha ido la cabeza, dicen muchos. Tunante, dicen otros. Y qué más dará.

Me gusta mucho el último número de la revista Lópera. En uno de sus apartados dedicado a las entrevistas con personajes relacionados con el mundo del bel canto, el protagonista no es otro que Joana Bellberó, la famosa soprano de Vallverdú, que acaba de presentar en Bellvitge la obra del escritor de vanguardia Vallfogó, titulada Vullcagar. La cantante hace un repaso de su larga carrera y anuncia cuales son sus próximos proyectos. Entre los más destacados está la de participar en la Marcha por la Racionalidad. Un movimiento que invita a pensar. Preguntada sobre el mismo, Joana Bellberó se dedica a hacer una profunda digresión sobre la cultura, el pensamiento y las aristas de lo conocido. En total, son 45 páginas de entrevista que, de manera sorprendente, se incluyen íntegras en la revista. Por no decir que no.

martes, 15 de mayo de 2018

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

La intérprete de flauta travesera Anaïs Ostermann ha relatado en un delicioso volumen sus experiencias por las diversas orquestas en las que ha desempeñado su labor. 'Pitos', que es como se titula el libro, relata las aventuras de Anaïs con sus compañeros y compañeros de profesión, músicos naturalmente, pero olvida completamente citar a los diferentes directores de orquesta de cada una de ellas. En total son diez las orquestas por las que ha transitado Anaïs Ostermann, que a la sazón cuenta con 43 años de edad, y en ninguna de ellas es capaz de citar al director de orquesta correspondiente. Habla de su relación con oboes, timbales, tubas, violas, violines, trompetas, violoncelos, clarinetes y demás miembros de la orquesta, de anécdotas, olvidos, incidentes, ciudades, auditorios, salones, viajes en tren, inolvidables cenas a la luz de las velas con... pero no somos capaces de encontrar en las 345 páginas de la obra una sola cita de un director de orquesta, lo que viene a dar la razón a quienes piensan que los directores de orquesta, mucho aspaviento y mucha batuta y mucho pelo largo y mucho mucho, pero son bastante intrascendentes. Como respuesta a este libro, El País ha publicado un artículo del afamado director de orquesta... ahora no recuerdo cómo se llama.

Karl Kowalczic ha vuelto a liarla de diversos tonos con su nuevo libro de poemas llamado 'Novela'. Así, estás leyendo y leyendo y leyendo versos para acabar cada una de las páginas con la sensación de estar leyendo otra cosa. Y es que Kowalczic ha conseguido crear un nuevo género, que nos cuesta definir, pero que consiste en contar una novela en verso. No se nos ocurre nada semejante. Una novela en verso. Una novela, que cuenta la historia de un desertor del ejército austriaco que se pasa a los rusos y que pelea con ellos de manera heroica para, ay, en un momento en el que el ejército austriaco pasa por serias dificultades, vuelve a ponerse al servicio de su alteza imperial de Viena y gana diversas batallas y reconquista una ciudad importantísima. Precisamente durante el asalto a esta ciudad sufre una herida de bala que resultará fatal. Sin embargo, para que las tropas sigan con la moral alta, ocultan la noticia de su muerte y la batalla se gana después de muerto. Todo esto en verso y tal. Salvaje. Demoledor. Como nos ha dejado tan así, cerramos la revista hasta que nos recuperemos.

Joan Albert Yusupov tiene la mala costumbre de asombrarnos con cada nueva obra. Su nuevo ensayo se titula 'Rusia en Barcelona', que completa una obra en la que destacan 'Rusia en Catalunya', 'La Barcelona rusa', 'Rusos y catalanes', y la singular y especialísima 'Catalunya/Rusia'. En esta ocasión, el ensayo se basa en la presencia de rusos en Barcelona, en sus costumbres, en los lugares en los que se reúnen, en las empresas en las que participan, en los negocios que frecuentan, quiénes son sus contactos, etc. A diferencia del resto de sus obras, en este nuevo libro se lo inventa todo. Es decir, ningún dato de los que aporta es real, ninguno de los negocios existen y esos supuestos rusos no son en absoluto personas físicas. En el resto de las obras citadas, Yusupov se dedica a hablar de coches, de plantas de interior, de un equipo de fútbol de barrio en el que jugó de pequeño, de una novia que le dejó por un ruso, de nombres que empiezan por K, de diferentes movidas. Así que este 'Rusia en Barcelona', es ahora mismo lo más cerca que ha estado Yusupov de conseguir lo que creemos que pretende.

Halina Usupova lanza al mercado la continuación de su novela 'Rusia', que ha querido llamar 'Bielorrusia'. En esta segunda novela toda la acción que antes transcurría en grandes paisajes, con batallas multitudinarias, cabalgadas por las estepas interminables, el poderoso influjo de la tundra... en esta ocasión son los espacios cerrados y asfixiantes los que protagonizan la obra. Habitaciones de hotelitos de tercera, salitas, salas de estar, vagones de tren, tabernuchos de medio pelo... pero con los mismos personajes, por lo que la acción resulta densa, lenta, farragosa y con unos movimientos apretados y faltos de ritmo. No faltan tampoco las batallas multitudinarias, las cabalgatas por la salita, y el poderoso influjo de un rinconcillo oculto detrás de una cortina. Halina Usupova ha querido en esta novela señalar la diferencia entre los grandes espacios y los espacios más pequeños. Suena para el Premio Nobel y la Complutense ya la está llamando para nombrarla Doctora Honoris Causa. La Creu de Sant Jordi ya la tiene hace años.

Esteban Arrigorriaga finalmente se ha decidido a llevar a la gran pantalla la vida de Pol Pot. Una controvertida decisión tanto por la figura histórica del camboyano como por el actor elegido para encarnar a Pol Pot. Ni más ni menos que el propio Esteban Arrigorriaga ha decidido ponerse en la piel de Pol Pot con el objeto, ha declarado de 'intentar encontrar el rostro humano de quien es considerado como un genocida'. Esteban Arrigorriaga se ha basado en un libro titulado 'Pol Pot en Kampuchea', que, casualmente escribe el mismo. El libro nos deja, una vez leído la sensación de que Esteban Arrigorriaga tiene algún problema con Pol Pot. No sabemos si es fascinación, si es obsesión... su propio hijo se llama Pol. Tiene un perro que se llama Pot, la productora se llama Pot Pol. Preguntado al respecto, Esteban Arrigorriaga ha confesado que siente una atracción especial hacia un personaje que... esto no les está interesando demasiado, lo voy a dejar.

Pietr Peerhuis ha decidido contarlo todo. En su nueva novela 'Aarnhem' hace un retrato perfecto de una familia holandesa, una familia típicamente holandesa, con sus hijos holandeses, con sus costumbres holandesas, sus bicicletas holandesas, su fútbol total holandés, sus televisiones holandesas, su mantequilla holandesa, todo lo que es holandés. Y lo cuenta todo de manera tan vivida y tan real que no nos extrañaría que se hubiera basado en una historia real. Y lo es. Es su propia historia, la historia de su familia, la de sus amigos, la de la gente de Holanda, la gente común de Holanda, la gente que trabaja y que se encuentra uno en Holanda cuando va de visita a Holanda pero no a los lugares de siempre en Holanda. Una Holanda profunda y auténtica, que es Holanda de verdad. Holanda en directo. Y Pietr Peerhuis lo cuenta absolutamente todos, con los claros y los oscuros necesarios. Una historia que nos acerca Holanda, la verdadera Holanda a la puerta de casa. Y ya es número uno en ventas en Holanda. Y poco más.

jueves, 1 de febrero de 2018

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

Alí Aftal Ben Alani recogió en una serie de documentos descubiertos recientemente bajo la mezquita de Tal una serie de pintorescas escenas de la vida cotidiana de la sociedad de su tiempo. Sin embargo, en uno de esos legajos, recogidos hoy en un volumen de gran éxito en los países islámicos titulado 'Mi puerta', aparece un relato que ha tenido a los estudiosos enredados en agrias polémicas. El relato se titula 'Motocicleta' y habla de un trayecto en un aparato motorizado, de dos ruedas, entre la ciudad natal de Ben Alani y Dakar. Se trata de un peculiar viaje en el que pareciera que el protagonista tiene que llegar a tiempo a Dakar antes de que ocurra algo que no sabemos qué es en ningún momento. El protagonista atraviesa desiertos, montañas, parajes desolados, aldeas, hasta arribar a la playa de Dakar, donde finaliza el relato y no encontramos más explicaciones. La gracia del cuento parece estribar en la inverosimilitud de un viaje en motocicleta en los tiempos en los que Ben Alani vivió, finales del siglo XIV. Pero a decir verdad, tampoco le encontramos la gracia a otros viajes en moto que se hacen a Dakar en nuestros días, así que no sabemos realmente qué nos quiere decir Ben Alani. Lo de la moto, en sí, quizás.

Junipper Giudeschi ha vuelto a armarla con la publicación de su dietario 'Colocando el mundo'. En primer lugar por una carta al director recibida por el señor Gliuglielmo Tedeschi que con la sencilla pregunta '¿qué es un dietario?', ha provocado una reacción en cadena acerca de los diferentes estilos literarios y géneros mismos que ha superado las barreras del mundo académico para convertirse en un asunto de interés nacional. Así, numerosas personas han emitido opiniones y preguntas espinosas como por ejemplo el sonoro artículo de Marifé Espinosa 'Una égloga hoy', que ha levantado ampollas. De tal manera que se ha llevado a cabo una revisión de todos los patrones y cánones estilísticos que en el mundo han sido, proponiéndose la eliminación definitiva de unos, la renovación de otros, y el surgimiento de nuevos. La égloga, por ejemplo, ha sido formalmente derogada y Marifé Espinosa ha conseguido un puesto fija como tertuliana en programas de televisión. Durante una rueda de prensa y entre una gran expectación, Junipper Giudeschi ha respondido a la pregunta que muchos se han hecho desde que Tedeschi lanzara la bomba. '¿Son hermanos?'.

Mal tiene que ir la cosa para que Avelino Bélez haya recurrido de nuevo a una novela sobre la Guerra Civil para ser de nuevo número uno en ventas. 'Tiempos de rojo y azul', narra la historia de un miliciano anarquista que tras participar en la defensa de Madrid se traslada con su cuerpo de Ejército hacia el frente aragonés cuando caen en una emboscada y son detenidos por unos voluntarios italianos que los retienen en una aldea de Soria. Allí, el miliciano se enamora de la hija de la dueña de la casa donde los retienen, dueña de muchas tierras y fervorosa partidaria de los nacionales. Las discusiones, el amorío, la incertidumbre, la certeza de los tiempos oscuros que iban a venir, los fusilamientos, la religiosidad exacerbada, el odio entre hermanos, la esperanza de un futuro mejor cuando dejemos las inquinas y construyamos un país entre todos que a modo profético lanza la hija de la dueña, que se llama Amancia. No sabemos cómo se llama él. Quizás por descuido al autor se le olvida poner nombre al protagonista, lo que hace de la novela un artefacto especialmente atractivo y quizás sea lo único interesante de la obra.

Me interesa cada vez más el medievalismo y el género caballeresco. Estoy muy interesado en todo lo que es el ciclo artúrico. Me apasiona toda la gestación de la novela a través de la línea que lleva del cantar de gesta hasta la transformación de estos poemas extensos en otra cosa gracias a la toma de posición del autor como persona única y no como continuadora de una tradición oral. Soy un entusiasta lector de poesía lírica, juglaresca y de toda la tradición de romances que hay. La poesía pastoril me vuelve loco. He consagrado lo que me queda de vida al estudio de las crónicas de los reyes de la corona de Aragón. El humanismo, el Llullismo, como filosofía aún viva y perfectamente transportable a los tiempos que vivimos. La traslación del ideal caballeresco, de las normas cortesanas, del valor de los guerreros de la Reconquista, de las poesías árabes en las que infantes y moriscos batallan y comparten amor por princesas judías de ojos negros. El amor que sintió Lorena de Aquitania por los reyes con los que estuvo casada. La bellísima historia de los reyes nazaríes y su condenado futuro. La leyenda de los Caballeros Teutones como defensores de la cristiandad allá en las frías tierras bálticas. El poderoso imperio y el terror mongol. Los turcos selyúcidas y su transformación en turcos otomanos y su relación con todos los pueblos túrquicos en las estepas. Los viajes en moto a Dakar.

Voy a ser breve. Fadibah Husseini es sin duda la mejor escritora de novela erótica que podemos encontrar a día de hoy en los aparadores de las librerías de todo el mundo en el que se pueden encontrar todavía libros que narren el placer que supone el contacto entre dos pieles, el lengüeteo, sobeteo, magreo, y distintos tipos de penetración que puedan contarse escritas sobre la superficie blanca, grisácea, rosácea, azulina, rojuna, amarillenta de un papel que puede estar granulado, liso como el culete de alguien que tenga el culete liso y que yo no he sabido encontrar y que quizás es en esta mesa de biblioteca desde la que apoyo el ordenador portátil sería la imagen precisa para la idea que quiero crear en la cabeza de quienes están leyendo esto y posiblemente deberían estar haciendo cosas mejores como por ejemplo soñar con esas pieles que nos cuentan que están lisas y no están lisas porque nada es liso si no es artificial, nada es liso, nada es completamente liso, nada más que las tapas de los libros que tienen la plastificación correcta son capaces de alcanzar ese nivel de liso que nos hace pensar cómo sería el mundo si fuera liso, si fuera completamente liso, si resbalara, como resbala la gota que emana de... Emana, como aquel del Betis.

Antonio Meléndez acaba de hacer una crítica de uno de mis textos. Se trata de un texto que hice hace algún tiempo sobre unos pobres diablos que son contratados para entretener a la gente en vivo, suplantando el papel de la televisión. Un texto de hace bastante tiempo, que ya ni recuerdo realmente de qué iba, ya que olvido casi todo lo quescribo, en el que creo recordar que quería señalar algo que se me ha volado de la mente. El caso es que en su crítica, Antonio Meléndez señala una serie de defectos y de implicaciones políticas que yo creo que no había llegado a alcanzar y que, una vez leída de nuevo la crítica, me parecen bastante evidentes y, con todo el dolor de mi corazón, me veo obligado a darle la razón. Aunque no he vuelto a leer el texto, por supuesto, ni a revisarlo, faltaba más, porque a mí una crítica, mira lo que hago con tu crítica, mira, Antonio Meléndez, mira, ¿me estás viendo lo que hago con tu crítica? Espera. Espera un momento, que no pone Meléndez. Que pone Molina y esa letra...

lunes, 28 de agosto de 2017

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

Muy agobiado por una sequía creativa que le había llevado a plantearse seriamente abandonar la literatura y continuar su vida como periodista, Abdón Schulze se dio una última oportunidad bajando un poco a la tierra, inspirarse en su entorno y alejarse de una aventura por la ciencia ficción que le había exprimido los sesos y le estaba conduciendo a la locura. Volvió a frecuentar el barrio, sus antiguos amigos, bajaba todos los días a desayunar al bar de la esquina y daba largas caminatas por el parque Don Draper en busca de inspiración. Poco a poco fue rellenando páginas y páginas con un relato que no se salía de un costumbrismo bienintencionado con el que, si bien no estaba satisfecho, le servía para recorrer el camino de vuelta hacia la luz. Cada vez se encontraba más cómodo en su papel de observador de lo cotidiano y así fue engordando una historia que cada vez le entusiasmaba más. Sus paseos y salidas comenzaron a reducirse, en tanto que en su cabeza una trama superior tomaba forma haciendo ya innecesaria la inspiración de primera mano. Volvió a encerrarse en su casa y se aisló por completo del mundo, como solía hacer antes de que todo se le fuera de las manos. Se le volvió a ir pero esta vez para bien. No contaba con que, cuando concluyó su novela protagonizada por la gente común, cuatro naves de dimensiones gigantescas llegadas desde una galaxia Seyfert habían asaltado nuestros cielos e instaurado un régimen de sumisión a todo el planeta, en el que todavía nos encontramos. Su novela, llamada 'Origen', fue ignorada y sus nuevos intentos por volver al género fueron considerados oportunistas. Nunca se sabe.

De Margarita Pubdomenec se ha publicado recientemente un volumen con sus mejores relatos titulado 'Ofrenda Floral' en el que se recogen textos aparecidos en sus cinco primeros libros y que la han convertido en la mayor exponente de la literatura de su generación. 'Ofrenda Floral', que también es el título de uno de sus cuentos más conocidos por el gran público, tiene como objeto servir como buque insignia para su desembarco en el mercado anglosajón, ya que la edición en inglés tiene previsto presentarse en la próxima feria de Frankfurt. Ante esta circunstancia Margarita Pubdomenec ha declarado que 'me parece que puede ser una oportunidad perfecta para salir del país de una puta vez'. Pubdomenec ha abundado en que 'pese a que aquí creo que ya he tomado el pelo a bastante gente, no quiero pecar de cagueta y voy a ver si soy capaz de colocar la misma mierda también a un público que quizás si que pille que todo lo que estoy escribiendo es un refrito de autores de fuera, aunque como siempre me dice mi agente y yo estoy completamente de acuerdo, sobreestimar la capacidad del público lector es quizás el primer camino hacia el fracaso, así que voy a colar exactamente lo mismo que han hecho otros y adelante con los faroles'. Pubdonemec considera que 'tengo 30 años y aún puedo engañar a alguien con lo de la juventud, así que mejor no esperar'. Le deseamos toda la suerte del mundo.

Sin duda, Blas Bultado es uno de los personajes del año al haber publicado un número especial de la saga de Spiderman en la que ha colaborado como guionista. Se ha paseado por todas las emisoras y programas de televisión de pago, donde ha sido entrevistado y ha explicado sus experiencias en la gran Manzana, cómo le influyó el cómic en su desarrollo como persona y ha cantado las alabanzas de la cultura norteamericana como una luz de esperanza en el erial que significan las múltiples ataduras que la tradición europea nos ha legado. Blas Bultado, natural de Sant Cugat del Vallés, se ha mostrado remiso a hablar sobre la situación política del país ya que dice que estos meses ha estado muy ocupado en su trabajo y no le ha dedicado tiempo a lo que ocurre a su alrededor. Inquirido a profundizar sobre el tema, Blas Bultado ha manifestado que él, como ocurre con otra mucha gente, considera que vivimos en un mundo complicado que se mueve por leyes que no comprendemos y que los que tienen el poder ya están suficientemente preparados para gestionar los asuntos públicos. Que él cree que hay demasiada gente con opinión y que su ideal de justicia es el de un mundo de algunos hombres buenos que defienden la civilización en silencio, sin esperar nada a cambio. Un poco como lo que ocurre en los comics. El gilipollas.

Parece que va a llover, así que he parado un momento y me he puesto a leer el diario. Y en las páginas de opinión he leído un artículo de Pedro Abraira que me ha llamado la atención. El artículo habla un poco sobre la situación de la política cultural en nuestro país, pero de una manera bastante críptica que me ha entusiasmado. No he entendido nada de lo que decía. Pero me ha quedado claro que se ofrece para lo que haga falta. Y eso es importante, gente capaz y dispuesta a elaborar un discurso confuso y sin un ápice de capacidad de conectar con nadie pero que enrede a quien reparte los cargos y le haga auparse en el escalafón técnico de cualquier departamento. Pedro Abraira es únicamente claro cuando expone su currículum y se pone a los pies de quien quiera utilizarle para cualquier propósito que sea previsto. Pedro Abrira, curiosamente, en su currículum ofrece como un valor a tener en cuenta una dilatada experiencia en la crítica desmesurada hacia lo que hubiera que criticarse. Como persona que ha estado en el otro lado, dice, no necesita exponer de ninguna manera clara lo que quiere o lo que pretende, algo que parece claro en su oscuro texto, eso no importa, lo importante es otra cosa. Lo importante es lo otro.

Ida Amarilla se presenta en el Círculo Literario Ana Belén con su poemario bajo el brazo, dispuesta a reivindicar una obra vanguardista y profunda que la ha consagrado, según la revista HomoRomo, como una de las personas más influyentes del planeta pese a contar solo con 21 años. Ida Amarilla ha llegado al Círculo Literario Ana Belén de su ciudad natal ataviada con un vestido veraniego de tirantes, sencillo y fresco, que dibuja sus formas de una manera que delata una belleza voluptuosa y salvaje. Una belleza sugerente que de alguna manera extraña casa con su duro rostro, el rostro de alguien hermoso pero que no hace concesiones. Su cuerpo y su cara se contonean por la sala hasta llegar al lugar en el que va a comenzar la presentación. Su vestido de tirantes, una vez que se ha sentado, de una manera que no parece real, parece encajar de una manera perfecta con su cuerpo y con ese corte de pelo que lleva que parece que la sitúa en otro plano de la realidad. Está tanto o más guapa que cuando me hacía el simpático con ella en los bares de la ciudad y no me hacía ni puto caso. Eso ocurrió antes, mucho antes de que empezara a escribir toda esa mierda de poemas que entenderá su puta madre y que, como ya he escrito en otros artículos, engañará a otros, pero no a mí.

En sus ratos libres como iluminadora de escenarios, Guadalupe Arristi, ha desarrollado una intensa carrera como escritora de novela de género. Sus novelas, ambientadas en la imaginaria ciudad de Santa Baldufa, han conseguido reunir a un buen número de fans que siguen con devoción las aventuras de la protagonista de estas novelas, la profesora Tere Pere, y sus investigaciones que la llevan a enfrentarse con malos de opereta que intentan implantar un sistema tiránico desde esa imaginaria ciudad de Santa Baldufa que todos identifican como la propia ciudad natal de la escritora donde habita desde que vino al mundo y por es su ciudad natal y que le ha ocasionado más de un problema con sus propios conciudadanos porque alguno de ellos se ha visto reflejado en algún que otro personaje y es que a nadie le gusta que parezca que están hablando de uno sin que le citen por su nombre cuando todo el mundo sabe que están hablando de uno. El último libro de Arristi, llamado 'Depósito', tiene como antagonista de la profesora Tere Pere a una analista de sistemas llamada Farala Domoriez que se dedica a implantar en secreto un sistema de control de las mentes a través de Facebook que para qué. Y como todo el mundo sabe de quién habla, se ha formado un pollo que para qué. Lo que no entendemos es cómo esto tiene éxito fuera.

miércoles, 7 de junio de 2017

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

Valorando de una manera muy personal la obra de Olle Hamm se me ocurrió que sería una buena idea, por limar asperezas, hace una loa de su obra y del recorrido que había tenido como intelectual, aunque él jamás había mostrado el más mínimo interés ni por nuestra publicación ni por la tarea ingente que veníamos desarrollando desde hacía tanto tiempo de manera solitaria y sin el más mínimo reconocimiento por su parte. Sin embargo, haciendo gala nuevamente de una amplitud de miras que creo que me honra a mí y a los que conmigo comparten camino, quise escribir algo sobre quien había estado tanto tiempo porfiando por la cultura. Fueron muchos los que pensaron que quizás no era una idea excesivamente generosa. Olle Hamm siempre se había estado bien relacionado con quien tenía que estarlo y, pese a su aura de malditismo, nunca había sido un marginado de la escena, que digamos. Daba igual, pensé que, como fuese, en el bando que estuviese, me debía a la difusión y a la cultura y el artículo salió adelante. Que Olle Hamm no respondiera de ninguna manera al artículo, que mostrase el más mínimo interés por mis palabras, por mi aliento, no me sorprendió. Olle Hamm siempre fue muy suyo. No esperaba nada, de verdad. Quizás, muy dentro de mí, esperaba que Olle Hamm, alguna vez, tuviese a bien, no sé. Algo. Pero jamás pasó. Una vez que te acostumbras a estar al lado de quien debes estar... y mira que me lo dijeron.

Nuestro primer disco fue un éxito, así que decidí hacer algo en solitario. Luego, como en solitario también tuve bastante éxito, quise probar otros caminos. Decidí escribir poesía. Si escribía las letras de las canciones de mi banda, las mías en solitario, porqué no iba a probar con letras sin musicar. Y así lo hice. Publiqué un volumen de poemas que me resultó de confección sencilla al no tener que cuadrar con músicas ni nada y la gente acogió muy bien mi trabajo. Me creía tocado por la varita de la musa. Entonces quise ilustrar mis poemas con mis dibujos. Quise editar un nuevo volumen de poemas pero esta vez introduciendo en cada página un dibujo explicativo de mi propia factura, ya que siempre me gustó eso de dibujar y aunque de manera autodidacta, creo que tengo un estilo propio, personal y a la gente que ha visto mi obra le gusta. El libro fue muy bien acogido también. Como estaba lanzado, probé con exponer mis dibujos y alguna pintura. Estaba comenzando a probar y me apetecía saber qué opinaba la gente sobre mis experimentos. Y la verdad es que fue muy bien, vendí toda la obra y las críticas dijeron que mi estilo personal abría quizás un camino inexplorado que habría que esperar en qué podía desembocar. Como hacía tiempo que no tocaba, llamé a mis compañeros de la banda para volver a tocar y preparar un nuevo trabajo. Éramos un cuarteto. Los otros tres me dijeron que me fuera a la mierda.

Una vez superada la ruptura con Francisca Fernanda, me puse a escribir nuevamente para reconciliarme un poco con la vida y con la literatura. Mi obra, a juicio de algunos críticos y de muchos amigos, estaba demasiado marcada por mi tormentosa relación y quise pasar página, hacer algo nuevo. Se me ocurrió novelar una aventura en el trópico, una clásica historia de fuga hacia lo desconocido, el típico viaje en el que el protagonista huye de la vida convencional para encontrarse consigo mismo en un ambiente salvaje y puro. Fromington en el viaje, se llamaba la novela. Dediqué a ella casi un año. Me enfrasqué de tal manera que mis amigos me dijeron que me estaba viniendo de narices, que qué bien que volviera a ser yo mismo. Los meses pasaban y tenía olvidada a Francisca Fernanda. Terminé el libro y esperé a que algunos amigos a los que les había pasado las galeradas, colegas muchos de ellos de profesión, dieran su opinión. De manera conjunta, me volvieron a pasar el número de teléfono de Francisca Fernanda, que al parecer se había mudado, por si no lo tenía o lo había extraviado.

Antanas Ovicius hacía gala siempre que podía de una absoluta falta de formación. Presumía de no haber leído ninguna obra de referencia, ni tan solo durante el periodo escolar, de no conocer nada de los ambientes literarios ni actuales ni pasados. Fardaba de desconocer nada de la obra de los románticos, de los naturalistas, de desconocer quién era Shakespeare, Cervantes, Jorge Luis Borges, Mujica Lainez, Pérez Andújar, Rodolfo del Hoyo, Luis de Góngora y Argote, Lenin, Bolaño, Arturo Pérez Reverte, Javier Reverte, Nikolai Gogol, Pemán, Marius Sampere, Cortázar, Jorge Bucay, Francisco Casavella, Vázquez Montalbán, Juan Marsé, Marx, Freud, Jorge Valdano, Picco della Mirandola, Pedro Cano, Lorenzo Silva, Mao, Ana Rosa... y sin embargo, su obra literaria, de fuerte carácter, personal e intransferible, no podía huir de un tufillo a catálogo de casa de muebles buena, de las de las fotos grandes, de las de nombres ininteligibles pero de gran atractivo sonoro, que no podías más que ponerte a pensar en ambientes fríos y en ciudades repetidas en serie que no dejan de dibujarse una detrás de otra en la mente de tantos y tantos. Como en la mente de Antanas Ovicius.

En el cielo, en el cielo es donde debe estar Obecio Kastropol. En el cielo, rodeado de arcángeles y de monjitas buenas que le cuiden y le tengan siempre bien, tranquilo y cómodo, bondadosamente tratado. En el cielo, allí es donde debe estar el autor de monumentos literarios como 'Cristo y yo', 'Diálogos con Dios', 'Obras cristianas para niños con hambre', 'Catálogo de santos y santas para el hombre contemporáneo', 'Mis problemas con la Fé', 'Guerra para los corazones hambrientos de amor', 'Santa Catalina al alcance de todos'... Ahí es donde debe estar. Ahí es donde le queremos los que hemos bebido de su obra y quienes hemos seguido sus pasos hasta el mismo lugar en el que Kastropol ubicó el nacimiento de Santa Catalina sin ser aquel el lugar de nacimiento de Santa Catalina, lo que nos movió a todos a hacer una lectura crítica de la obra de Kastropol y descubrir que, tras aquella obra beata y santa, se escondía nada más que un pasatiempo y que Kastropol no es más que el seudónimo de un ciudadano chino que, aficionado a la imaginería religiosa, inventó todo un mundo. Que él esté en el infierno y que Kastropol viva en la gloria.

Mi padre me ha recomendado un libro. Un libro que a su vez le han recomendado unos amigos. Se ve que es de un escritor que al parecer es de la misma ciudad que nosotros. Es decir, es vecino. Y me dicen que es muy bueno. Que es un chaval que dicen que me conoce y que ha empezado a escribir y que ha trabajado en una radio y en una televisión local. Se ve que ha estado trabajando fuera mucho tiempo y ahora ha vuelto a la ciudad y que ha escrito un libro sobre lo que ha visto aquí y la gente que ha conocido y eso. En plan novela. Y dicen que está muy bien. Mi padre dice que me gustará porque se parece un poco a lo que escribo yo y que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que seguro que me gusta. Que dice que me conoce.

lunes, 16 de enero de 2017

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento



En su segundo libro de poemas, Alberto Comeñasa optó por poner nombres reales a sus protagonistas. Así, Karl Marx se enamoraba de Pastora Imperio y le enviaba encendidas cartas de amor y en esas cartas incluía unos versos que en realidad eran los que Alberto Comeñasa estaba pensando en escribirle a otra persona. En el mismo poemario, Cánovas del Castillo se enamoraba de Sagasta y le pasaba poemas cifrados en discursos encendidos, mediante un sistema de codificación que el propio Comeñasa explicaba en el prólogo del volumen y que, en realidad, no eran más que versos que otra vez Comeñasa había escrito. La tercera de las cuatro partes de este libro de poemas es quizás la más intensa. Aquí la reina Beatriz de Holanda es la que escribe cartas completamente fuera de tono a Johan Cruyff, describiendo con una sordidez extrema toda la serie de guarrerías que le haría al Flaco si le tuviera delante. Obviamente, son poemas escritos por el propio Comeñasa, como ya se imaginarán. Por último, el cuarto de los fragmentos de los que se compone el poemario baja bastante el tono, aquí es Goethe el que escribe poemas a una enamorada que por una vez no aparece con un nombre concreto. Ocurre que a Comeñasa no se le ocurre otra cosa que fusilar poemas del propio Goethe y, bueno...

Anastásides Karageorgatos es quizás el más reconocido experto en la obra de Cavafis y en su ensayo titulado 'Cavafis, aún ahora', viene a demostrar que la obra del poeta de Alejandría es completamente actual. En su empeño por hacer pasar a Cavafis como un autor que debería estar de moda, es capaz de recoger testimonios de algunos de los más renombrados personajes de la moda, la música y el deporte (ninguno de ellos griego, ni de alejandrino), que hablan cada uno de ellos de los versos de Cavafis que más les ayudan en su vida diaria, los que recogen vivencias que asumen como propias, versos que alguno de ellos lleva tatuado en su cuerpo. Anastásides Karageorgatos incluso llega a incluir un dvd con famosos cómicos del Saturday Night Life leyedo los poemas de Cavafis, lo que provoca momentos de una risibilidad tan palpable que desvirtúa el contenido del mismo. Karageorgatos, en el colmo de la inconsciencia, llega a incluir en la terna de personalidades 'adictas' a Cavafis a la Rana Gustavo, que dice soñar con un mundo mejor cada vez que lee el poema 'Itaca'. Así pues, desde aquí, no recomendamos en absoluto el despropósito comentado y seguimos proponiendo que se acerquen a la obra de Cavafis a través del libro que servidor de ustedes escribió hace ya treinta años y que...

Las redes sociales han convertido a Felisberto Gelde en un autor de moda. Sus atrevidas demostraciones físicas, las proezas que consigue haciendo gala de un estado muscular fuera de norma, le han colocado a la cabeza de los más seguidos influencers del mundo. Sin embargo, lo que muchos auguraban como el sonoro fracaso de un personaje virtual que se quiere acercar al mundo de la literatura culta, se ha saldado con una sorpresa mayúscula por parte de la crítica, que no ha podido por menos que considerar que 'Pazos de Ulloa' es una novela mayúscula, una historia que recoge el testigo de la mítica obra de... ¿cómo se llamaba el que escribió Pazos de Ulloa? Sí, esa novela que inspiró la serie que protagonizaba Omero Antoniutti, que se ambientaba en Galicia, claro, si es un pazo, dónde se iba a ambientar... si, hombre, era un autor... o era una autora. Espera. ¿No sería Rosalía de Castro? ¿Te sabes el nombre de alguna autora gallega más? Sí, Emilia Pardo Bazán. Ya. Un momento, no será Emilia Pardo Bazán... no lo mires, no lo mires. Es Emilia Pardo Bazán. Ostras, es Emilia Pardo Bazán. Y de qué dices que iba el libro de... la madre que parió a Felisberto....

Tu madre no deja de insistirme que tengo que publicar alguna vez alguna cosa de las que escribo. Cada vez que me ve me vuelve a dar la tabarra con el tema. Que ya está bien, que van pasando los años y no he publicado nada, que todo lo que tengo escrito es mucho mejor que lo que ella viene leyendo desde hace años, que es una lástima que lo deje todo pasar, que no está bien que dedique tanto tiempo para nada, que debería preocuparme un poco más por lo que escribo y hacer de esto un medio de vida, que otros con mucho menos llevan años viviendo y publicando y recibiendo halagos y parabienes y se han hecho una carrera y que yo en cambio sigo ahí sin hacer nada, dejando la vida pasar, desperdiciando un talento prodigioso, una gracia y una capacidad para crear de manera constante, casi continua, casi total, sin que eso lleve a ningún sitio. Tu madre no deja de insistirme, que tengo que publicar alguna vez alguna cosa de las que escribo. Cada vez que me ve, me vuelve a dar la tabarra con el tema. Que ya está bien, que van pasando los años, que no he publicado nada, que todo lo que tengo escrito es mucho mejor que ella viene leyendo desde hace años, que es una lástima que lo deje todo pasar, que no está bien que dedique tanto tiempo, para nada. Ni una coma.

Lo que iba a convertirse en mi primera novela de aventuras, finalmente resultó ser mi segunda novela de aventuras. Se me ocurrió que sería una idea genial hacer una novela del proceso de creación de mi primera novela para hacer de ella mi primera novela. La novela de aventuras transcurría en el Chaco paraguayo y allí pretendía yo viajar para estar en el lugar donde transcurrían los hechos. Todo lo que me pasaba durante ese lapso de tiempo en el que yo preparaba el viaje, viajaba, estaba allí, conocía a la que sería mi compañera (no estaba planeado pero pasó y cuando pasan las cosas, pues pasan), teníamos a nuestro primer hijo, en fin, todas esas cosas relacionadas con la vida que no dejan de ser una aventura constante y más aún cuando estás viviendo todo eso en otro país, pues la verdad, dieron como resultado una vez pasadas al papel una obra bastante interesante en la que se mezclan el proceso creativo con la realidad y un poco también con la experimentación. La segunda novela, la de aventuras según los cánones establecidos y contra los que estoy un poco en contra, se llamaba 'Chaco' y bueno, también fue un éxito. Y a mi hijo le llamé Chaco. No dejo de tener ideas geniales. Todo el rato.

En mitad de la entrevista, el periodista le preguntó a Emilia Pardo Bazán por qué había escogido ese seudónimo. La escritora se puso algo nerviosa y mirando a la cámara dijo que, bueno, que realmente no era ningún seudónimo y que era su nombre real. El periodista, como quiera que la joven escritora gallega tenía fama de ser una persona bastante irreverente en sus intervenciones públicas, insistió preguntando qué era lo que le había llamado la atención de Emilia Pardo Bazán para tomarla ya no como ejemplo, sino también como firma para su obra. La joven, nuevamente, mirando a cámara y al propio periodista, buscó en el bolsillo de atrás de su pantalón y extrajo una pequeña cartera de la que sacó un carnet de identidad que enseñó tanto al periodista como a la cámara. En el carnet, con su foto, se leía claramente el nombre de Ana Figueiredo Santos. Acto seguido y visiblemente nerviosa le explicó al periodista que ella no sabía qué era un seudónimo, que lo que ella en realidad quería era... que ella no pensaba que utilizando es nombre... que era su nombre pero que solo lo era cuando estaba escribiendo, que la poseía Emilia Pardo Bazán y que ella no sabía escribir tanto pero que el espíritu de Emilia Pardo Bazán la atrapaba y que ella lo único que quería era que la dejase vivir en paz, que era administrativa en una empresa de logística... y entonces fue el periodista, al que todo el mundo conocía como Pedro Piqueras, el que se puso a sudar.