martes, 26 de agosto de 2014

Yo y Julio Cortázar

Puedo escribir los versos más tristes esta noche, pero no puedo comentar nada, o casi nada sobre Julio Cortázar. Yo el primero. Por que si voy a tener que hablar de alguien, nuevamente es de mí. Cuando hablemos de Julio Cortázar, será porque estamos comentando cosas sobre escritores latinoamericanos, escritores que nos gustan mucho, que tienen un lenguaje especial, literatura que nos fascina, escribir es algo apasionante. Y entonces tú me hablarás de algunos escritores, yo te hablaré de otros y todo desembocará en la anécdota de Julio Cortázar. 'Yo no he leído nada de Julio Cortázar, porque no lo he entendido nunca. Mira, en mi casa ha estado toda la vida un libro que se llama 'Queremos tanto a Glenda'. Durante años y años he intentado leerme este libro, llevándomelo a currar, a unas vacaciones, como fuera, y jamás he conseguido pasar de la segunda o tercera página. No me llega el riego o no entro en su mundo de jazz, gatos, reflexiones sobre gatos y jazz, París, el cine, Glenda Jackson... no entro. Y nunca he podido ir más allá. Tan sólo con un libro que se llama 'Historias de cronopios y famas' he conseguido llegar hasta el final. Era uno de esos libros que daban con El País y, aunque me daba más miedo que un carril, me gustó mucho porque era muy divertido, muy gracioso, raro y complicado muchas veces, pero me reí.' Hasta aquí la anécdota de Julio Cortázar y el libro que me he leído y el libro que nunca me he leído.
Julio Cortázar y Rayuela, que es ese libro que te puedes leer por la página y el capítulo tal, pero que también, si gustas, puedes comenzar desde el principio. Julio Cortázar defendiendo la Revolución Cubana. Julio Cortázar viviendo en París, hablando en la televisión con un acento raro, que no sabes si es argentino, francés, o simplemente hablaba mal. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Julio Cortázar leyendo versos de Pablo Neruda. Esto me lo acabo de inventar.
Hablamos de escritores, citamos frases célebres, nos esforzamos en comentar sus libros en relación a una afinidad que siempre ha de ser total con nuestros postulados ideológicos... Julio Cortázar, maestro, Julio Cortázar, ejemplo, Julio Cortázar, referente. Centenario de Julio Cortázar y es la hora de las fotos con Cortázar, de los versos de Cortázar, de averiguar quién era realmente la Maga... sin haber leído Rayuela y sin saber nada de la Maga.
He perdido el libro de las 'Historias de Cronopios y Famas'. Creo recordar que lo tiene mi hermano en una vitrina en la que guarda libros que tiene que guardar. No sé por qué guarda unos y otros no. Igual los guarda todos y el resto directamente es que no son suyos y los devuelve cuando los ha leído. Me gustaría que ese libro lo tuviera mi hermano. Todo el mundo tendría un libro de esa colección de El País, prácticamente. Marina tiene uno de Monterroso que ha pasado por muchas manos antes. Mi hermano tendría este de Cortázar. Yo creo que tengo uno también, pero no recuerdo cual. Puede que yo los devuelva, porque a mí no me gusta que los libros estén fuera de la casa de su dueño. Ya sé que arriba he dicho otra cosa, pero son cosas así como que pienso sin pensar. Cuando vuelvo en mí, prefiero el orden. Es así.
Una persona ordenada que no entiende a Cortázar. Julio Cortázar podría escribir también los versos más tristes esta noche y muy posiblemente no los entendería y no sabría explicar porqué. Más o menos como ahora.
Yo y Julio Cortázar, yo y los libros que no he leído. Autores para el recuerdo. Antología de la literatura universal que no entiendo. Páginas que uno está deseando entender para poder decir, claro, claro, era esto, y pedir otra cervecita y colocar una teoría, una historia, una coda a la anécdota de 'Queremos tanto a Glenda'. Denme quizás hasta fin de año, déjenme intentarlo, prometo que esa historia tendrá final y quizás, sólo quizás, permita a Julio Cortázar encabezar un titular.

3 comentarios:

  1. De jovenzuela leía a los sudamericanos y flipaba, no me llegué a plantear nunca si los entendía o no. Bueno, a Borges, no lo leía porque no lo entendía. Rayuela recuerdo que me gustó, pero eso fue en otra vida. Luego me apunté a un taller gratuito de un casal sobre Realismo mágico, y escritura creativa. Y vomité, casi allí mismo en la clase. Vinieron todos los latinos del barrio. Y leían una frase y decían: "Che! qué bueno eso!" O algo parecido. Y fíjese, ahora me doy cuenta que nunca más volví a leer un escritor sudamericano.

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  2. Para mí que todo es una excusa para acabar pidiendo al final esa otra cervecita, qué quiere que le diga. Yo a Glenda la quería regular. Dependía de lo que hiciera.

    Feliz tarde, monsieur

    Bisous

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  3. La verdad es que no voy a escribir el comentario más triste de esta noche. Vengo a felicitarte por ser el finalista del Premio Internacional Sexto Continente. Me alegro de ver tu cara por primera vez alegre y jovial y con mi apellido y malagueño Ciudad que me encanta. Todo sorpresa. Enhorabuena y que este sea el comienzo de una carrera meteórica hacia el triunfo.
    Un abrazo

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