domingo, 4 de enero de 2015

Deportivo 1 - Athletic Club 0. Fiebre del sábado noche

El balón viaja por el aire. El balón describe un recorrido por el aire, pasando de ser golpeado por una cabeza de origen vasco a otra cabeza que puede ser de otra persona de origen vasco o navarro o bien de cualesquiera nacionalidad. El balón viaja por el aire. El balón ahora lo tiene el equipo vasco, ahora lo tiene otro jugador del mismo equipo vasco que no se entera de que tiene que hacer algo con el balón. El balón lo tiene de repente un jugador del equipo gallego. El balón se desplaza por el aire. El balón vuela. El valón vuela. El balón es golpeado con furia hacia delante. El balón lo tiene ahora el equipo gallego. El balón vuela de nuevo por el aire. El equipo vasco lo recibe y lo vuelve a enviar hacia delante. Pero con menos fuerza. El balón va por el aire. Desplazándose de forma poco armoniosa. No suena la música cuando el balón viaja por el aire de Riazor. El balón surca los cielos. Los jugadores saltan y chocan entre sí. El balón golpea otra cabeza de un jugador. A los pocos minutos de comenzar ya no hay orden y no hay concierto. El balón se muestra indomable. Parece que hay poco césped en el campo. Parece que el balón no debe tocar el suelo. Los jugadores vascos hacen ver que combinan entre sí, pero es mentira. Los jugadores del equipo gallego chocan entre sí, entre ellos mismos. Con los jugadores vascos, también. Chocan, saltan, cabecean. El balón sale despedido a veces hacia un área o hacia el otro área. Borja Viguera se encuentra dos veces con el balón en posición de marcar gol. Pero por motivos que no hemos conseguido desentrañar no lo consigue. El balón se mantiene siempre en el aire. A veces cae, pero Borja Viguera no lo sabe. El balón sigue flotando. Ander Iturraspe no ha venido a jugar, aunque esté de cuerpo presente. Óscar de Marcos pugna por parecer que, pero en realidad no. El balón no deja de botar y rebotar. El balón salta, los jugadores saltan, el fútbol es algo que parece que alguna vez ocurrió en otra parte. El balón no deja de saltar. De repente, un jugador portugués del Deportivo sale corriendo celebrando un gol. El árbitro considera que si eso ocurre es que ha marcado un gol y entonces el Deportivo va ganando. El Deportivo ha marcado un gol sin que nadie se haya enterado. El Athletic continúa intentando saltar y chocar y rebotar como lo hacen los demás. La segunda parte sigue siendo igual de entretenida. Si acaso, algo más, ya que el Athletic decide que 'hay que dejarse de romanticismos' e ir a por el partido. Más balonazos. Más saltar, más chocar, más rebotar. El equipo gallego no sabemos qué está haciendo en el campo, pero chocan más, saltan más y rebotan bastante mejor. Nadie tira a puerta. Nadie parece saber qué pasa. No suena la música celestial. No suena nada. El campo parece que está peor porque todo el mundo decide que el balón debe ir aún más arriba. Saltar, saltar, chocar. Sale casi al final Iñaki Williams. Parece que va a marcar un gol pero algo ocurre que en vez de picar el balón lo tira arriba. Y ya está.
Y habrá gente que se quede en su casa viendo La Sexta Noche y piense que está perdiendo el tiempo.

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