miércoles, 22 de junio de 2022

En este banco


En este banco hemos soñado un mundo nuevo. En este banco nos hemos sentado y mientras uno de nosotros, de pie, nos va relatando las noticias del mundo, hemos imaginado que todo volvía a ser como una vez fue. Un mundo nuevo igual al que ya había sido antes en nuestra cabeza que recuerda aquel mundo pasado que jamás existió pero que recordamos como si hubiera sido verdad. La verdad nos la contamos cada día, escuchamos la radio bien temprano en casa, mientras nos apañamos para hacer la tarea que se nos encomendara o encomendase en su momento y que hacemos porque nos da pie a poder venir un rato al banco y encontrarnos y relatarnos eso que ha pasado. Eso que pasa que nos consume, que nos atasca y que nos impulsa. Encontrarnos y hablarnos y tocarnos el brazo y decirnos en voz alta pero no alta, en esa voz alta que quiere y no quiere ser alta porque sabe que lo que está diciendo no es lo que debería decirse, no le gusta a la gente de aquí, de este entorno. Aquí hay otros bancos, otra gente, otros que están de pie y están sentados en otros bancos y que hablan, estos sí, a voz en grito, sin tapujos, sin miedo, porque lo que dicen parece que es lo que la gente quiere oír. Nosotros sabemos que lo que decimos es lo que la gente piensa de verdad, lo que pasa es que no se atreven, la gente tiene miedo, pero nosotros no, nosotros cada día nos decimos lo que pensamos y lo hacemos con esa voz que no quiere ser oída pero quiere que se note. En este banco hemos pensado en la vida que perdimos, en el futuro de nuestros hijos, nos hemos enorgullecido de lo buenos que son nuestros hijos, de lo bien que le va a nuestras hijas, hemos alardeado de nuestros nietos y nietas, nos hemos acordado de los que ya no están. En este banco hemos recordado un mundo nuevo. En este banco trabajamos por un mañana como el de ayer. En este banco tenemos muy claro lo que nadie más ve. En este claro tenemos muy claro lo que ve todo el mundo y nadie se atreve a decir. En este banco lo tenemos muy visto todo y muy hablado todo y nos saludamos por las calles cuando nos cruzamos y no podemos hablar y nos miramos y sabemos que al día siguiente nos volveremos a encontrar en ese banco. Ese banco no es. Es otro banco. 

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