miércoles, 19 de octubre de 2022
Perdido
La ofensiva se había iniciado o, al menos, les habían dicho que tenían que avanzar hasta un punto del desierto que venía señalado en el mapa. Así que Aswad y sus compañeros, siguieron al sargento y marcharon con él hacia un punto que, efectivamente, estaba señalado en el mapa. El calor era abrasador, el sol estaba ya en todo lo alto pese a que salieron temprano y al cabo de unos minutos, varios minutos, muchos minutos en los que Aswad corrió con la cara mirando al suelo, Aswad se dio cuenta de que estababa corriendo solo, había perdido a sus compañeros y tan solo a lo lejos era capaz de ver una figura que le pareció irreal que parecía correr en otra dirección. Le vio alejarse y también la perdió. Aswad tuvo entonces miedo. Le habían dicho que su papel en aquella guerra era avanzar junto a sus compañeros hacia aquel punto señalado claramente en el mapa. Ahora estaba perdido, solo, no sabía hacia dónde tenía que ir. Pensó en no desconcentrarse y continuar corriendo. Encontraría las huellas de sus compañeros y las seguiría. Pero no las encontró. Se sintió mal, el sol, los nervios el miedo. De repente oyó a lo lejos un explosión. Luego otra, después otra más. Durante varios minutos sonaron múltiples detonaciones. Aswad no sabía de dónde venían pero la escuchaba claramente, como una traca. Creyó que algo le pasaba por encima de la cabeza, debían ser aviones. Pasaban a una gran velocidad. Continuaron las detonaciones. Aswad corrió de nuevo, esta vez ya a la desesperada, gritando el nombre de su sargento. Se asustó de verdad cuando creyó ver muy cerca la imagen de un tanque que inmediatamente pensó que no era de los suyos. El tanque venía acompañado por otro tres tanques. Y venían directamente hacia él. Aswad se paró entonces. Se sentó en el suelo, abrió su cantimplora de agua, bebió un trago, dos tragos, casi se apura la cantimplora, Cuando el tanque se acercó, comprobó que era israelí y levantó los brazos. Le entraron ganas de llorar pero se las aguantó. Pensó en su madre. El tanque estaba a pocos pasos, parecía que no quería frenar, iba directamente a aplastarlo. El tanque, a toda velocidad, se estrelló contra Aswad y quedó inutilizado. El golpe había sido tremendo. Era el tanque el que se había perdido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario