miércoles, 26 de julio de 2023

Crónica del #PleGramenet de Julio. Os escucho.


No estaba allí y no es un medalla que me cuelgue, no es algo que me convierta en especial, porque no había mucha gente. Sí que veo que hay mucha gente en los bancos del público, pero no tanta en los bancos de los y las regidoras. No están los de VOX por motivos que se me escapan y no está el único y verdadero protagonista de todo lo que ha pasado durante este último año, al menos, en Santa Coloma, que ha aducido problemas de agenda. No abundaré más en el asunto. El pleno se reduce pues a un debate de un perfil bajo entre Sam y los diferentes regidores del PSC que este año parece, parece al menos, que tendrán algo más de cancha para hacer las intervenciones. El portavoz del PP también interviene, es cierto. Sus intervenciones oscilan entre la confusión, la ternura, el espanto y la sensación de que está interpretando un papel por el que aparece como un señor amable, entrañable, pero que esconde detrás de eso la zarpa de una ideología que es, sin duda, ¿os molestan las comas? ¿Os molesta el tener que ir volviendo atrás para saber de qué iba esto y porqué en mitad de una frase, las cosas se entorpecen, se convierten en farragosas, no hay forma de seguir una frase? ¿Os molesta? Es un recurso, hoy me ha dado por esto, quizás ya me ha dado mucho antes, pero hoy creo que es muy obvio. Comas, comas, interrupciones. El Pleno municipal de julio consiste básicamente en cosas de cuentas, asuntos de números y algunos otros temas menores. Tan menores que las intervenciones de alguna regidora suenan a risa. Puede hablar de la represión, de la Ciba o de lo que sea, que parece que se lo tome a risa. Pero no, para nada. Todo va en serio, una seriedad a prueba de bombas. Va de cuentas, va de transparencia y va del ya conocido ten con ten entre las virtudes excelsas del Govern de la Generalitat y su benéfica acción en Santa Coloma, que solo perciben los regidores de ERC y por su parte un Equipo de Gobierno que parece la CNT reclamando a un Estado opresor hacia los colomenses demandas que se prolongan a lo largo del tiempo y ni unos ni otros. Pero qué más da. Finalmente todo parece que, sin la presencia del gran ausente, y de los bárbaros que por lo que parece no podían ese martes estar en el pleno, todo parece una reedición de los plenos de la legislatura pasada. Y ya conocemos qué resultados se han obtenido con esa táctica. La Festa Major, la festa major y la proverbial capacidad del equipo de gobierno socialista de hacer las cosas de aquella manera en la que se hacen y que van saliendo pero tú n no sabes y son esas cosas como hacer el sorteo de los chiringuitos con unos papelitos y tal y tú piensas que estamos en 2023 y que debe haber otra manera, o bien no saber la cerveza que se va a servir o bien yo que sé. Muchas cosas. Se presenta una moción con el objeto de controlar un poco esto de la Festa Major en la que ERC y PP se ponen de acuerdo, porque claro, el control del gasto. Este tema del control del gasto, de ajustar las cuentas, de reducir costos. Uno piensa que el Estado y el Ajuntament en este caso no está para reducir castos, digo costos. Pero lo pienso porque claro, yo no he mandado nunca. Los que mandan saben que lo principal es ajustarse. Y los que no son de izquierdas, también. No ser de izquierdas no es ningún problema. Por ejemplo, los de Ciudadanos están en el Gobierno municipal y no lo son, pero tampoco nos sorprendería saber que quizás en tres meses acaben superando por la izquierda a cualquier regidor socialista con carnet. Bueno, pleno de julio. Yo no estaba y esta mañana lo he escuchado y he pensado que ya sí, que el próximo no tengo excusa, que tengo que ir. Al menos, yo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario