martes, 29 de mayo de 2012

Baal

Y juntos íbamos al fútbol. Y juntos comprábamos en el Mercadona. Y juntos nos tomábamos un cortado en el bar de abajo. Y juntos nos compramos un apartamento en la Costa. Y juntos nos fuimos a hacer la ruta 66. Y juntos estudiamos la manera de combinar mejor la ginebra y la tónica. Y juntos salíamos a ver edificios modernistas. Y juntos íbamos a las librerías a mirar si habían traído aquel libro que nunca estaba. Y juntos nos sentábamos en los bancos del parque a dejar el tiempo pasar. Y un día, mientras un sol mortecino abandonaba su jornada y se escondía tras unos bloques de cemento dando paso al turno de noche, le confesé que tenía una pena muy dentro. Y entonces él me dijo que era Baal.
¡Oh Baal, tanto tiempo has estado a mi lado y jamás has sentido la necesidad de preguntarme cómo estaba! ¡Oh Baal, siempre conmigo y nunca te interesaste por mí! ¡Oh Baal, no he sido digno de tu misericordia! ¡Oh Baal, qué ha sido mi vida a tu lado si no una pérdida de tiempo!
Y Baal, que durante todo aquel pliego de lamentos no había osado dirigirme la palabra, me dijo.
- Escucha mortal porque yo te escucho a ti. Soy un Dios de contadas acciones. ¿Ves ese sol que se ha ocultado? Yo se lo permito. ¿Ves la luna que aparece? Sólo ante mi responde. Y sólo tuve que indicarles a ambos una vez lo que tenían que hacer. Nada más. Los creé, los regulé y dejé hacer. Lo mismo hice contigo y los de tu especie. Sólo una vez. Creación y cuatro nociones. Si habéis perdido el libro de instrucciones que os dejé, yo no puedo hacer más. Me gustabas más cuando no llorabas.

¡Oh Baal, oh Gran Baal! ¡En un suspiro hiciste el mundo, en un momento lo creaste todo! ¡Grande es tu potencia mas aún mayor es tu sabiduría! ¡Si con una simple indicación guiaste todo un Universo! ¡No soy digno de pedir más!
- Calla mortal. Tus gritos me defraudan. Mañana no me llames, que no voy a estar.

Y ya nunca supe de Él. Aunque en el brillo de un farol, en el fogonazo del gas de la cocina, en el chispazo de una bombilla, a veces creí reconocerle y pensé en volver a pedirle consejo. Siempre en vano.

5 comentarios:

  1. Muy interesante. Lo lamento por Baal, parece que él quería un amigo. Pero me llama la atención de que no se dio cuenta de la naturaleza demasiado humana de su "amigo".

    Mis saludos!

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  2. Yo pensaba que los hámsters era otra cosa, no imaginaba un parentesco tan cercano con la rata. Se come la roña de la suela de mis zapatillas. La verdad es que no es un animal de compañía muy apropiado para una señorita como Venus.

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  3. Hombre Baal! Me alegra saber que sigue ud en tratos con ello.

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  4. Ah, grande, Baal! Si es que se merecía un dios así, por quejica. Es que es verdad, él lo crea y luego usted ya camina solo, hombre. O es que sigue pidiendo a sus padres que le suenen los mocos?
    Y no se vaya a creer usted que Baal se sienta en un banco al lado de cualquiera. Es usted un privilegiado, un elegido, un iluminado, un... un... Qué sé yo lo que es usted, pero Baal lo tiene bien claro.

    Vale, nunca tendré un hamster. Ya no me gustaban antes, pero ahora menos. Qué asco, monsieur!

    Feliz tarde

    Bisous

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  5. Normal, tant de temps junts, al final es parla de més... i hi ha coses que no s'han de confesar mai! i menys a Baal, que ja sabem com se les gasta :)

    petons!

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