jueves, 26 de junio de 2014

El feo

Entonces, ¿el feo era yo? Lo podría dejar aquí, en la pregunta. En el aire. Pero creo que merezco una explicación. ¿Yo era el feo? ¿No podía ser el feo otro? De todos los calificativos, el de feo es el más duro. Puede uno ser tonto, puede ser malo, puede ser mezquino... pero pocas cosas duelen más que te llamen feo. Feo. El feo. Y yo, la verdad, siempre pensé que el feo era otro. Que no podía ser yo. No por nada. Sé mirarme a un espejo y reconocer que uno, la verdad, no está para salir en las revistas. Pero, feo, lo que se dice feo, reconocer uno que es feo. Eso no. Hay gente que lo hace, no lo niego. Hacerse el feo. Dar pena como feo. Soy tan feo, quiéreme. Soy feo, pero soy gracioso. Soy feo, pero. Soy feo, pero. Como si aceptándolo fueras a llegar más lejos. Si eres feo, lo demás qué más dará. Eres feo. Soy feo. Qué feo eres. Debe ser lo peor que le pueden decir a uno. Es lo peor, creo. Eres muy feo. Qué feo eres. El feo, el bueno y el malo. El bueno, el feo y el malo. El feo era yo y yo no lo quise reconocer. Siempre pensé que le feo era el otro. El que hacía de malo. Al menos aquel era calvo. No, si ya sé que eso tampoco tiene nada que ver, que uno puede ser calvo y no ser feo. Pero déjenme vivir mi película. El malo era el feo. Porque además en las películas el que no es guapo guapo, que tiene una belleza retorcida, acaba siendo malo. O no. Yo que sé. Hay tantas películas de tantos tipos. Esa es otra discusión. Las películas. El cine. El cine para guapos. Yo soy feo. Quizás soy incluso demasiado feo para que sea malo. En otras circunstancias sería el amigo del bueno. El feo que es tan feo que debe ser amigo del bueno, porque para otra cosa no debe valer. El feo. El amigo del bueno. Pero ni siquiera eso. Puede que ahí estribe la confusión. El feo no puede ser malo, tiene que ser el amigo del bueno. El que tiene cara de malo no tiene cara de feo. El feo no es malo. El feo soy yo. Eres muy feo. No te va a querer nadie. Ese es el drama. Eres muy feo. No te va a querer nadie. Alguien te querrá, pero seguro que es igual de feo que tú. No te va a querer nadie. Bueno, también dicen eso de que la suerte de la fea, la bonita la desea. La suerte. Qué suerte ni qué suerte. Yo me muero. El bueno no muere. El bueno y guapo. Nadie sabe si el guapo y bueno es finalmente tan bueno como parece. Es tan malo como el malo. El feo. Vivir de ser feo. Ese es el futuro. Algo habrá que hacer para vivir de ser feo. Que te quieran siendo feo. El feo. El bueno. El malo. Yo quiero ser el malo. Yo era el malo. El feo, no. No puedo ser yo.

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