lunes, 8 de febrero de 2016

Crónica de Carnaval. El David Guetta de la Plataforma per la Defensa de la Serra de Marina i Can Zam os felicita las fiestas

Yo. El primero. El ego. Se me está poniendo un ego gordísimo, infladísimo, insoportable. Yo. Periodismo, primer día en la Facultad. No sé si ocurrió así pero me lo invento. Yo. El yo nunca. Nunca. Jamás. Pues nada. Reincidiendo en el error. A tope. Pero tengo que contarlo. Tengo un compromiso con la sociedad, con una sociedad y un pueblo que me lo da todo, un pueblo al que amo desde el fondo de mi corazón como solo los que vemos en el pueblo la materia prima y lo más valioso que tiene la tierra sabemos reconocer. El pueblo y yo. Yo. Carnaval. Te quiero.
En primer lugar diré que es la primera vez que participo en la Rúa de Carnaval. Jamás, insisto, jamás, se me hubiera ocurrido participar de manera espontánea. Pero como quiera que voy a las reuniones de la Plataforma en Defensa de la Serra de Marina i Can Zam y se consideró oportuno poner la reivindicación del parque verde y frondoso encima de la mesa, ahora que se cumplen 40 años de la primera manifestación por el parque, participando en el Carnaval y como quiera (como quiera, como quiera...) que iba a participar todo el mundo y como quiera que yo (yo) pensaba que una inminente operación me la pasaba yo por el forrete porque a ver cómo narices me iba a quedar yo sin ir a la rúa un sábado si me opero un jueves... pues eso, que participé.
Ahorro los preparativos previos, aunque merecen una mención. No me veo fino. Merecen una mención. Durante varias semanas, un nutrido grupo de personas han participado como si estuvieran elaborando los trajes de los milicianos durante la guerra o los vestidos de un festival de fin de curso (por quitarle hierro al primer símil), en la fabricación de los trajes de árbol, columpio (pocos), flores y bayas, perdón, vallas. Hojas, cartones, telas, casacas, hilos, medidas, pegamentos, el burro, la furgoneta, las canciones... ay las canciones.
El plan era sencillo. Nos vestimos de flores y árboles. Unos cuantos serán vallas. Otros columpios. Pondremos una canción. Preservemos el parque Elysienne, un clásico de Pete Seeger que recomenda Fermín Chueco. La sección revolucionaria clásica sesentayochista tiene mucha fe en esta canción. No la conozco. Nos la ponen. Bien. Esto como canción para el Carnaval... en fin. Ya haremos algo. El algo es la versión Manolo el del Bombo de Preservemos el parque Elysienne. Un bombo, cinco voces, a chillar. El David Guetta de la desto. No contentos con este ataque a la música, perpetramos también Carnaval, carnaval, con la letra modificada. También al bombo. Ambas, con las voces prístinas de regidoras y ex regidoras que cantan para dentro, activistas de voz recia y los platillos acompasadísimos del regidor Jonatan Fornés, al que Dios le ha llamado, sin duda, por el camino de la percusión.
Seguimos con el plan, nos pondremos todos en fila. Primero las vallas, luego las flores, luego los árboles, luego... cuando suene la música del Carnaval carnaval, a formar. Cuando suene la versión 'al bombo' del parque de Can Zam, las flores y los árboles rompen las vallas.
Bien. Llegó el día. El día de la operación. Perdonen que insista. El jueves por la mañana yo me operaba. Pensaba, si la sanidad pública confía en que me puedo ir a mi casa a las doce del mediodía si me opero a las nueve, qué no podré hacer yo en la rúa... vana ilusión. El viernes por la noche podía andar, cierto, pero andar apoyado en personas de amabilidad extrema. Un aparte, impedido y todo, convaleciente y todo, estuvieron a punto de lincharme en un ameno debate sobre Palestina. Para caer mal indiscriminadamente hay que valer. Y yo tengo un don.
Como digo, se me confinó al apartado de 'los que van en la furgoneta'. Me pintaron, me vistieron, pero me colocaron en un habitáculo en el que previamente se instaló un portátil y una sillita de madera y desde allí a mover a la rúa.
Qué responsabilidad, la virgen. Escoger música para una rúa. Yo. Insisto. Yo, que nunca he ido a una rúa. Que no me disfrazo. Que no bailo. Que siento aversión por la música 'de bailar'. Ponte. Venga. Pues nada. Selecciono canciones de Peret, Los Chichos, Chunguitos, rumbas varias, Muchachito, reggeton, el Taxi, Rafaella Carrá, horteradas varias (cualquiera que me vea poniendo Carlinhos Brown...), y de vez en cuando... 'que lindo es el parque de can zam'.
Qué bonito. Llegar al local de ICV, que durante días parecía un taller de costura, convertido en un espacio de maquillaje libre. Todo el mundo pintando la cara a todo el mundo. Qué caras tan bonitas pintaditas de amarillo y de naranja, qué buen rollo....
Vamos. Vamos que tenemos que llegar a la Plaça del Rellotge. Vamos el Aitor, el Benju vestido de flor... en fin, y servidor. Probamos el equipo. Tira. Aparcamos. El compañero Alejandro nos echa fotos. Él no viene con nosotros, que va con los Castellers. Estando allí, vemos pasar a unas mujeres que van vestidas como de... Sufragistas. Como soy muy listo, lo he adivinado a la primera. La alcaldesa va entre ellas. La alcaldesa se disfraza de sufragista rodeada de otras mujeres del consistorio. ¿La alcaldesa se disfraza? ¿Y eso? Pasan de largo. ¿Y los nuestros? Los nuestros van llegando, que había que ensayar la coreografía, ojo. Corea del Norte.
Y hasta ahí vi yo la rúa.
Todo lo demás fue ir poniendo música allí sentado, encajonado, suministrando folletos y viendo a los compañeros de la Cup, a los de Icv, a mi compa Carlos, a los podemitas, y gente que se sumó a la comparsa porque qué carajo, es carnaval, cantando y bailando como si no hubiera un mañana. La verdadera unidad popular, a través de la pachanga. La Sevilla, el Jesús, el Aitor... unidos, trabajando, bailando y echando unas risas por una comparsa. Mola mucho. Ha molado mucho. De vez en cuando... qué lindo el parque de canzam... había sangría, pero había poca sangría. Hubo un mañana. Doblando la calle Sant Just con Avda Generalitat... se nos jode un bafle, y luego el otro. Ole. Cuando más gente había, no hay música. Es igual. Carnaval carnaval y Qué lindo el parque de Can Zam.
Me bajo y veo mucha gente en la Plaça de la Vila. Voy andando como un muerto. Llegamos a la plaza y suena Manolo el del Bombo. Caras de susto. Concejales sacando fotos. Todo es muy bonito. ¿Le dejamos las vallas a la alcaldesa ahí delante o qué? Va, entre la Paqui y yo las quitamos. Entre la Paqui y la Paqui, para ser exactos. Que no se diga que dejamos la plaza perdida. Pero no se olviden, queremos el Parc de Can Zam Verd i Frondós.
No he visto a la gente de Colombia que dicen que iban tremendos, ni a nadie... pero bueno. Ahí hemos estado. Como si hubiera estado en la guerra. La gente dice que muy bien. Que ha sido genial. Que el año que viene más. Que quién abre el local de ICV otra vez el lunes para hacer lo que sea... No tenemos fin.
A todos los que participaron en esta comparsa de la Plataforma, felicidades. A la Loli que se pegó una matada de coser y medir, especialmente. A los que vinieron a apoyar, a vestir, a animar. Y a los del resto de comparsas... es que no os vi!!! El año que viene a ver si eso y ya...
Tengo fotos, pero tampoco es plan.

2 comentarios:

  1. No pude verte disfrazado, pero me he partido d risa con la explicación d tu experiencia en la participación del Carnestoltes. Yo tambien digo "el ańo que viene mas" y tu ja seràs tot un veterà.

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  2. No pude verte disfrazado, pero me he partido d risa con la explicación d tu experiencia en la participación del Carnestoltes. Yo tambien digo "el ańo que viene mas" y tu ja seràs tot un veterà.

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