miércoles, 3 de febrero de 2016

En la MIR. Drama (o comedia) intergaláctico/a #8

Chovanek nos estaba arruinando una experiencia maravillosa. Yo nunca más he tenido la oportunidad de vivir una cosa como esa, la de estar en el espacio, la de ser parte de un equipo trabajando en una base espacial, la de estar en un lugar al que muy pocos humanos, seres humanos, ojo, han tenido la oportunidad de viajar y trabajar allí... y ese cabrón... no sé. Qué tío más raro.
O sea, que Chovanek tenía la necesidad de joder a alguien si ese alguien parecía querer algo. Nos jodía a los chicos que queríamos hacer algo con las chicas. A ellas las conquistaba y luego no volvía a hacerles demasiado caso. Ni la rusa ni la alemana parecían estar atraídas por él, pero caían en una especie de... no lo sé explicar.
Explicar según que cosas no es fácil. Yo soy bueno no explicando las cosas. Hay gente que es buena yendo al grano, diciendo las cosas de manera precisa, pero yo soy más bien de los que ganan si no dicen nada. O dicen muchas cosas pero en realidad no aportan realmente conocimiento. Hablo de mí todo el rato. Ya me lo dicen, que al final acabo hablando de mí y de lo que me pasa a mí y de mí mismo y todo el rato soy yo.
Lo de ir al espacio no me hizo ningún bien. Si miro con perspectiva, podría haber extraído algún beneficio concreto de todo aquello. Nada menos que ir al espacio, en una misión internacional. El mero hecho de estar ahí, me podría haber solucionado la vida. Pero no, no lo hice bien. Lo de Chovanek fue una mierda y de esa mierda no me he podido recuperar.
Chovanek, una vez que había besado a la alemana, no hizo más por estar con ella. La alemana y la rusa no eran idiotas. Yo sí. Ellas sabían que el checo no quería tener nada con ellas, simplemente hicieron lo que les apetecía. Yo, en cambio, me crucé. Me puse como una cabra montesa. Me hice tanto el ofendido que después de todo un día con el morro subido hasta las pestañas y sin hablar con nadie, me fui para el checo de las pelotas, que estaba en ese momento abroncando al sueco por algo que el escandinavo no había hecho correctamente y le dije que dejase al nórdico un momento y viniera conmigo que le tenía que decir una cosita.
'La cosita te la va a decir quién yo te dije'. En español. La madre que me parió. El muy... sabía español. Chovanek sabía español. Eso me abría todo un abanico de posibilidades de poder cagarme en toda su puta... 'Qué me quieres decir tú, a ver. Llevas tocándome las pelotas desde el primer día. Llevas cayéndome mal desde el primer día que te ví. A ver, a qué vienes tú aquí. A crear buen rollo, dices, a hacer grupo. Eres un inútil, no has cogido un puto destornillador desde que entramos. Te quedas cerca nuestro, nos dices muy bien, dale, aprieta ahí, ojo que eso está suelto, mira te sujeto un poco el cable... una mierda. No haces nada. Me gustaría saber dónde has puesto el culo para que te dejen subir aquí arriba. Yo no soy muy simpático, no soy muy divertido, no como tú que estás siempre haciendo bromitas idiotas que cuanto menos gracia nos hacen a los demás, más gracia te hacen a ti, pero al menos, digo, yo al menos sé hacer algo. Yo he venido aquí a hacer algo. Tú has venido a decirme cosas. Déjame tranquilo y escóndete por alguna parte. Deja de estorbar. Y mejor no quieras saber qué opinan los demás sobre ti, porque igual te tiras por la ventana de la nave y como eres tan tonto que no sabrás ni siquiera que la gravedad no te va a mandar a la Tierra... es igual.'
Esto fue lo que me dijo él a mí. En un español claro y diáfano como si hubiera venido del mismo Valladolid. Me dejó allí con la boca abierta.
Al rato, vino el italiano y me dijo que qué me pasaba, que estaba blanco. 'Hay que tirar a este tío por la borda o como cojones se llame a esto aquí. Amigo, o él o yo', le dije.
No habían pasado dos minutos que ya nos estaban llamando de Baikonur, que teníamos una conferencia con los de abajo, que estaban como motos.

1 comentario:

  1. Yo creo que no se puede dar carnet de astronauta a quien no sabe cómo se dice borda allí. Con cosas así, la aventura espacial no puede salir bien. Y es que los problemas siempre vienen ya con la raíz podrida.

    Feliz tarde

    Bisous

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