jueves, 17 de septiembre de 2020

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento


Me llamaron por teléfono y no lo cogí. No conocía el número. Luego otra vez. Después otra vez. Quise escribir un pequeño relato sobre el tema. No cojo el teléfono a nadie y seguro que esa llamada era importante. Seguro que me estaba perdiendo algo, seguro que era una editorial que había visto mi blog y se interesaba por publicarme los relatos. Y lo iba a dejar pasar por el placer de escribir un relato sobre mi desgracia perenne, mi falta de talento y la desdichada vida del escritor de medio pelo. Pero finalmente escribí un relato en el que finalmente cogía la llamada y era, efectivamente mi editor, que además me proponía participar en un programa de televisión y así seguía engordando mi cuenta corriente, muy en la línea de todos mis relatos, claro. 

Le he dicho a Jan que abandone la banda. Finalmente hemos tomado la decisión de separar nuestros caminos y que pruebe suerte en solitario si tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto se le estaba coartando su libertad creativa, si no podía desarrollar todo lo que llevaba dentro como músico, que se vaya. Que coja la pandereta y el cuenco ese tibetano que siempre lleva encima y que se largue. Conocimos a Jan en un concierto, él estaba en otra banda, hacían un Metal así con regusto clásico muy pasable y él tocaba la percusión. Nos vio tocar un día y dijo que estaba pensando abandonar el grupo. Le dijimos que podía venir a tocar, que ya teníamos batería, pero que lo podíamos intentar. Dijo que él se acoplaba. Nosotros hacemos una música un poco dispersa. Vino ayer con el cuenco tibetano.

No soy muy amigo de la poesía pero reconozco que Kyra Von Gramsternberg me tiene absolutamente fascinado. Su poemario me invita a transitar por espacios de mi vida que me resultaban ciertamente incómodos. Y con sus palabras, lo hago con facilidad, de manera sencilla, sin esfuerzo. Es una poeta ligera, casi sedosa, no, sedosa del todo, que con una obra breve consigue refrescar tu cerebro y darle sentido a muchas cosas que tienes dentro sin resolver. Kyra Von Gramsternberg había sido cantante de un grupo de punk berlinés y no componía las letras, pero se lanzó con un par de temas y la expulsaron de la banda. Así que decidió emprender una carrera como escritora y dentro del campo de la poesía se ha hecho ya un nombre. Su primer libro 'Cuenco tibetano', transmite una especie de amplitud que me tiene absolutamente fascinado. Fascinado. Su segundo libro se llama así 'Fascinación'. No puedo parar de repetir fascinado lentamente. Me transporta.

Utte Siczek presentó el otro día en el Centro de Convenciones Braunn una nueva novela que lleva por título 'Concentración'. En ella nos relata otra vez de manera bastante autobiográfica, sus problemas creativos de los últimos años y cómo ha aprendido a mantener la calma pese a ser la escritora viva que más libros ha vendido en la última década. En esta novela, Atta, su alter ego, conoce a un chico magnífico, un jugador de tenis que además está escribiendo también una novela sobre el mundo del deporte y la concentración que se requiere para jugar. Es una obra fascinante. Me fascina esa capacidad de Siczek de explicarnos cómo es su mundo, un mundo que nos puede parecer desde fuera superficial y vago pero que encierra toda una serie de trampas y peligros y disolución que no te hacen querer estar en la piel de Utte Siczek en ningún momento.

La concesión del último Premio Espasa de Poesía ha resultado ser un escándalo o al menos ha provocado un revuelo importante en redes. Qué entendemos por poesía, qué es la poesía, qué es la literatura, es la poesía literatura, es este poeta un farsante, es un poeta malo, es todo una broma de mal gusto, es una broma de buen gusto, es la poesía una broma, tienen que ser los poetas provocadores, tienen que ser los poetas intérpretes de sus propios poemas, tienen que creerse los poetas lo que dicen, debo dejar de hablar de poetas, quizás no tengo ni idea de lo que haría yo si fuera un poeta, no entiendo la poesía, entiendo que la poesía son como las películas que no entiendes pero que según quién lo haga pues lo justificas. Yo que sé. 

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