lunes, 27 de diciembre de 2021

Don't look Up - Adam Mckay


Esta película de la que todo el mundo habla. Esta película tiene en realidad un argumento muy simple. Una pareja de científicos descubre un cometa o un asteroide que va a estrellarse contra la tierra en un plazo de seis meses. En una película norteamericana más o menos normal, rápidamente el héroe propuesto para encabezar la misión de destruir el meteorito haría su trabajo y volvería a casa para seguir su apacible vida familiar o recuperarla en el caso de que este héroe hubiera tenido un pequeño bache vital, cosa que también suele suceder. Sin embargo, aquí el planteamiento es diferente. Aquí, una vez que se conoce la noticia, nada sucederá como tiene que suceder y ni habrá héroe que salve, ni habrá nada. Porque lo que nos está contando la película es que, en situaciones de catástrofe, en situaciones de emergencia, estamos fatalmente destinados a sucumbir por la ineptitud y los intereses económicos. Bueno, digo estamos como si nosotros fuéramos norteamericanos, pero eso, que ya pasa en muchas películas aquí también está retratado de una manera feroz. Los estadounidenses y su gobierno se consideran los únicos capaces de dar respuesta o no a la catástrofe que se avecina y llegan a sabotear a sus países amigos o enemigos con tal de preservar sus intereses económicos. 

Esta película de Adam McKay, del que ya había visto Vice, sobre el vicepresidente de George W. Bush, que ya era una película que no dejaba títere con cabeza, nos dice que gobiernos en manos de gente sin escrúpulos pueden llevarnos a la extinción. El símil con el tema de la emergencia climática es claro. Gente que no se lo toma en serio, gente que se lo toma como una oportunidad de negocio, flipados de las tecnologías que no ven más allá del móvil y lo que el móvil tiene que decirnos, enganchados a las redes sociales y a lo que se opina en ellas desde el más profundo desconocimiento o el interés propio... todo ese cóctel nos da la llegada al poder de personas que directamente nos parecen grotescas, nos parecen caricaturas, no pueden ser reales. Pero han llegado a gobernar el propio país más poderoso del mundo y están ahora mismo gobernando la comunidad autónoma de Madrid soltando desfachateces y practicando políticas de las que no solo no nos reímos, sino que apoyamos en las últimas elecciones y que no tenga la genial idea de ser aupada a la cabecera de su partido a nivel estatal...

Una película que nos habla de una sociedad en la que se lleva al extremo el desprecio de lo que no sea entretenimiento, superficialidad, la cucamona, la propia imagen, el interés económico. Una película que es un extremo. Eso en realidad no podría pasar. 

Pero piensen en Ayuso, pensemos un momento. 

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