miércoles, 16 de marzo de 2022

Oh Santa Coloma


Santa Coloma, Santa Coloma, Santa Coloma, todo el mundo está hablando de Santa Coloma. Las noticias vuelan, corren, se confirman, se medio confirman y se discuten. La bomba, nos vamos a reír, resituaciones personales en momentos de zozobra, saludos al nuevo orden que quizás no significa nada. Santa Coloma como teatro de operaciones de una guerra por la hegemonía. Pero no por Santa Coloma. La noticia es que el gran político nacido en nuestra ciudad va a ser candidato de ERC para las próximas elecciones municipales. Al menos, eso parecía hasta hace unas horas, viendo los últimos movimientos he visto más entusiasmo en una visita al dentista. Santa Coloma como lugar desde el que proyectar una nueva situación. La aparición, nunca mejor dicho, de una fuerza que pretende alterar sustancialmente el panorama político no solo de Santa Coloma, sino de toda el área metropolitana. Pero qué va a alterar o qué pretende alterar realmente ERC con este movimiento y con otros parecidos. Nada. Transformar la ciudad, ser consciente de los problemas reales de Santa Coloma, tener un proyecto que sea realmente útil para que la ciudad de un salto adelante, parece que no está entre los planes de ERC más allá que utilizar a un personaje mediático, o varios, para crecer figuradamente sin tener por ello que proponer absolutamente nada de lo que Santa Coloma necesita. Hola, yo soy de los Comuns y no voy a engañar a nadie. Ni Núria Parlon después de diez años de mandato, ni la llegada de mirlos blancos que no conocen la ciudad, van a significar un salto adelante para una ciudad que necesitaría algo nuevo. Y ERC no es eso 'nuevo' porque a ERC ya lo conocemos gobernando. ERC es el partido que lleva al mando de diversos departaments de la Generalitat desde hace bastantes años y se podrían contar con las pezuñas de una vaca las políticas que se hayan alejado de los designios neoliberales que marcaron y marcan las políticas de sus socios de gobierno convergentes o neoconvergentes o lo que quiera que sea. Por ejemplo, en el tema educativo, en los recursos en educación para nuestra ciudad, es más que evidente que la actuación del conseller Cambray no es, para nada, algo transformador y ahí están las huelgas de estos días, huelgas unitarias. La situación de la educación en la ciudad, los recursos destinados o la propia actitud de ERC en Santa Coloma respecto a este tema ya nos dice que, de transformación, poca. Santa Coloma es esa ciudad a la que la Generalitat mira de refilón y la Generalitat tiene esas dos almas que no sabemos si conviven o se matan, pero que están. Y siguen. Y no cejan en su empeño de seguir pese a que no se tragan. Hemos hablado de Educación, pero podemos hablar de Sanitat o de políticas medioambientales. Pregunten por las Tres Xemeneies en Sant Adrià. ¿Y a nivel local? A nivel local tenemos un grupo político que intenta por todos los medios asimilarse a la institución, ser gobierno, parecer respetables apuntándose a todos los bombardeos posibles con tal de aparecer en la foto junto a la alcaldesa. En cualesquiera escenario. Incluso acompañando a la presidenta de la Diputació imputada por un caso de supuesto desvío de fondos, es igual, foto. Profundicemos ahora un poco en el tema que me preocupa de todo esto. Si quieres hacer política en Santa Coloma qué tienes que hacer. Disculpen si no utilizo signos de interrogación pero voy con prisa. Hacer oposición en Santa Coloma al PSC, partido que domina la política local, 17 regidores, 17mil votos. Cómo. ¿Se hace oposición haciéndote pasar por el propio PSC pero con otras siglas? Tengo que utilizar los signos finalmente. ¿Se hace oposición no siendo sistemáticamente oposición sino considerando que lo que se hace (gol) es porque tú también estás ahí aunque no se haga nada? ¿Se trata de vender un humo semejante al que vende el PSC? ¿De qué se trata? ¿Tiene sentido hacer una oposición frontal a las propuestas o lo que sea que hace el PSC, negando por sistema otro concepto de gobierno que no sea el propio o las propuestas propias desde la crítica, la confrontación y el argumento de que eso que se hace no es realmente bueno para nuestra ciudad que no avanza y que se estanca y que sigue en un furgón de cola de las ciudades de la AMB aunque a lo mejor este dato tampoco es que le interese finalmente a nadie de tanto repetirlo porque nadie quiere 'ser pobre' y que se lo digan constantemente? ¿Muy larga la pregunta? ¿Tiene sentido reclamar un parc para Can Zam o nos conformamos con ir teniendo algo en Can Zam? ¿Tiene sentido poner el acento en los serveis socials o es mejor hacerte fotos comprando en un mercado? ¿Es normal que en Santa Coloma lo que tenga a bien considerar el Mirall sobre un hecho objetivo condicione tu forma de encarar tus acciones políticas? ¿Se puede confiar en una ruleta rusa? ¿Hay espacio para la crítica en esta ciudad so pena de quedar condenado al ostracismo o a una autoimpuesta imagen de enanos gruñones que no saben reconocer lo que de bueno hay en la gestión socialista? ¿Podemos nosotros vender la imagen de socios de gobierno respetables, confiables, de orden, propositivos, cuando históricamente esto nos ha ido como el tal? Todo esto son temas que me asaltan a falta de un año para las elecciones municipales y que tienen una gran pregunta que sobrevuela. Todo el mundo da por inamovible a Núria Parlon y su incuestionable mayoría absoluta. ¿Cómo enfrentarnos a ella desde la izquierda? ¿Proponiendo sustituir al PSC en usos, costumbres y políticas sin más, pero con el barniz indepe que da pátina de modernidad y excelencia porque ya se sabe que tal con lo que eso tiene como de tufillo a superioridad moral? ¿Proponiendo submarinismo político a falta de perspectivas electorales propias desde la cueva? ¿Proponiendo la negación de todo y desde ahí construir tu propio espacio como propusieron quienes ya no están? 

Punto y aparte. Y final. Lo que está claro es que Santa Coloma va a ser un lugar especialmente interesante desde el que hacer política y confrontar (ves, la palabra ya mal, confrontar, con lo que mola Mr Wonderful), otros modelos que no sean los que nos han gobernado con estos resultados que a mí me parecen más que mejorables, o bien, oponer el mismo modelo con más tonos amarillentos y retórica que ni sabes si va o viene. Yo creo, y creemos muchos y muchas, que debería haber espacio para una propuesta alternativa, que no sea un unicornio, que no sea un imposible, que no caiga en lo utópico, y que reúna a gente que quiera salir de las redes clientelares y se atreva a pensar en un gobierno de la ciudad que se parezca a lo que la ciudad demanda. 

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