miércoles, 14 de septiembre de 2022

El hombre que amaba a los perros - Leonardo Padura


Este libro. Con este libro no te vas a volver trotskista. Este libro no va a hacer que, de repente, sientas que te han estafado con la historia del movimiento por la liberación de la clase trabajadora. Este libro no va a hacer que nadie se haga comunista, eso tampoco. Siempre entendiendo que ser comunista es simplemente militar en un partido comunista y creer ciegamente que todo lo que se hace o hace gente en nombre del comunismo es bueno, legítimo, está justificado. Este libro hará que te preguntes una vez más, qué es ser comunista. Este libro hará que te preguntes a qué han entregado tantos hombres y mujeres tanto tiempo de su vida si eso que pensaban que era el comunismo en realidad era otra cosa. Este libro no te hará trotskista, te hará hacerte preguntas, te volverá a mostrar una cara oscura de nuestra historia que no hay que olvidar, que no hay que repetir y sobre la que hay que prevenirse. Prevenirse de quien, por mantenerse en el poder, por querer alcanzarlo, por estar enfermo de odio, es capaz de hacer cualquier cosa. Y cualquier cosa es cualquier cosa, incluso, ya no traicionar, sino dejar sin ningún valor, asesinarla, condenarla a no tener futuro a una ideología, un sistema, una forma de ver el mundo, destinada o proyectada a devolver la felicidad a millones de personas. 

Este libro del cubano Leonardo Padura nos cuenta tres historias. La primera, la de Trotsky desde que es expulsado de la Unión Soviética y recala en Turquía. Nos cuenta sus andanzas por una Europa que no le quiere, cómo se va quedando solo, cómo se va estrechando un cerco, cómo van cayendo ya no amigos o familiares, incluso rivales políticos que un día fueron sus propios camaradas bajo la acusación de ser sus cómplices. Nos cuenta la historia de uno de los líderes de la revolución rusa que fue eliminado de la carrera por el poder, Lev Trotsky y de su mujer Natalia Sedova, de cómo éste se va dando cuenta de que lo que él ha ayudado a crear, su máximo anhelo, el estado socialista, se convierte en un estado que obliga a vivir bajo el miedo a su gente. Y las contradicciones. Y cómo, él mismo, en su forma de actuar con sus propios allegados, sus propios seguidores, incluso su propia familia, es también parte de una manera de actuar, de vivir la política, las adhesiones, las confianzas, que a pequeña escala reproducen lo que a mayor escala y con mayores cotas de poder, están asesinando una idea. 
La segunda historia es la de Ramón Mercader, el asesino de Trotsky, aunque diría más bien el brazo ejecutor del asesinato de Trotsky. Es la historia de un producto, de una persona cuya vida personal influirá en su manera de ver tanto la ideología a la que se entrega como la forma de canalizar el odio. Odio y amor hacia una madre enferma también de odio que solo con odio puede vivir una vida de mierda. Odio y amor. Ramón Mercader y el agente Kotov en sus múltiples formas y maneras. Ramón Mercader y la fascinación por África de las Heras, una fanática con otra historia como tantas historias donde se mezcla lo personal, lo político y la enfermedad. Es la historia de una guerra, la Guerra Civil y de una manear de explicarla que es mejor no tener demasiado en cuenta a no ser que uno quiera amargarse ya con todo y con todos para siempre jamás. Es la historia de una persona que ha de hacer lo que tiene que hacer y que lo hará no por convicción sino por miedo. El miedo y el odio. Así no se puede vivir, ni construir, ni pensar. 
Es también, la tercera, la historia del cubano que se encuentra con una persona en La Habana, en la playa. Es la historia de Iván y la historia de una Cuba que se aleja del mito que nos queremos creer, todavía, sobre una revolución y su evolución. Sobre un país que lo intenta pero que comete los errores básicos para que esa idea, cuando todo acabe, no vuelva a germinar jamás. La historia de un fracaso colectivo y personal. Quizás es una lectura muy negativa de todo y quizás el propio autor, Leonardo Padura, tenga otra concepción de qué es realmente su país, pero sin duda, el poso que deja una lectura como esta es amargo. Muy amargo. 

Este libro es la historia de un siglo desde la parte de quienes quisieron o quieren cambiar el mundo, transformar la realidad y acaban viviendo una pesadilla. Una historia de intrigas, de relaciones afectivas, familiares, personales, de miedos, de muchos miedos, de terror, de fidelidad, de amor, de ceguera, de poder, de lucha por el poder, de lucha por una idea, de defensa de una idea, de cuestionarse si esa idea es realmente aplicable a la realidad, si la realidad se puede transformar, si se puede ser puro, si hay que ser puro, si todo esto merece la pena, si merece la pena arruinar vidas, ideas, proyectos, por un puesto, por un lugar, por garantizar que nadie te va a discutir en el poder, por sobrevivir. Sobrevive la persona, pero muere la idea. 
Un libro, una novela, que es novela y es ficción, pero que deja también mucha reflexión. Sobre las ideas y quien las ejecuta. Y quien las mata. 

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