miércoles, 20 de marzo de 2024

Los años - Annie Ernaux


Las historias que contamos las podemos contar de muchas maneras pero solemos contarlas centrándonos en hechos, momentos, partes de nuestra vida que, posiblemente no sean las importantes. Nos encontramos, nos reunimos y hablamos de nuestros trabajos, de las matrimoniadas, de nuestros proyectos vacacionales. Un día, otro, otro más. Discutimos, a veces sobre asuntos que tienen que ver con la política, con deportes, hablamos de algún concierto. Naces, escuchas a los demás, un día empiezas a hablar tú, no paras, es posible que empieces a no saber de lo que hablas, te callas, te mueres. Este libro de Annie Ernaux se llama Los Años y cuenta la historia de una vida en la que tienen más importancia esas cosas que vemos y que no memorizamos, esas cosas que nos pasan y que se quedan en nuestra cabeza unos segundos, que quizás si tenemos tiempo y ganas nos sirven para elaborar algún pensamiento más o menos complejo o sencillo o nos han provocado un bienestar transitorio o una preocupación o un impacto, mucho más que esas cosas grandes a las que dedicamos la vida. Trabajar, comprar, querer hacer lo que hacen los demás, ser parte de algo, no estar solos, que alguien se acuerde de que existimos, poder comprar más, sacarnos fotos unos a los otros. Un libro sobre una mujer francesa que desde la posguerra y los recuerdos de la Segunda Guerra Mundial va avanzando hasta alcanzar la entrada en la primera década de los 2000 y nos cuenta su vida sin que tengan demasiada importancia esas cosas que pasan en la vida que son el trabajo, el marido, los hijos, de tal manera que el trabajo no tiene nombre y el marido y los hijos tampoco y es ella la protagonista y lo que le pasa tanto a ella como a su gente en un sentido abstracto y que puede ser el retrato de una generación pero tampoco. Un libro que está escrito de una manera en la que los recuerdos de aquello que probamos, vemos, sentimos, escuchamos (la importancia de las canciones y de los cantantes, mucha más importancia que la que tienen otros referentes a los que deberíamos señalar, padres, madres, compañeros, hermanos, hijos), leemos, contemplamos, simplemente recordamos. Recordar, que no se olviden esas cosas, esas enumeraciones de pequeñas y no tan pequeñas cosas y ese desencanto o esa falta de encanto o esa gloria que es la vida de quienes quieren vivir y recordar lo que han vivido. Un libro escrito de una manera que contagia, que limpia de grandes elementos lo que es una vida donde un olor o una marca de un producto es más importante que un trastorno determinado o una enfermedad o una muerte. Un libro donde todo lo importante que le pasa a alguien que piensa que su ilusión por hacer algo se ha pasado queda remediado en el libro mismo. Un libro, también es importante, sobre una generación que contempla la política, se involucra, cae derrotada, se ilusiona, se conforma, asume y no sabe cómo entender un mundo donde hay otros y otras que están en el mundo junto a ellos, en su barrio, en su ciudad y a los que no vemos hasta que nos los señalan. Y quien nos lo señala es el monstruo. El nacimiento de ese monstruo, contemplar como lo tenemos al lado, es también la historia de la vida. 

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